Hasta no hace mucho, era un birlibirloque imposible… o enloquecedor. ¿Quién es capaz de buscar no uno sino muchos vuelos que te permitan visitar más de una ciudad sin encarecer lo más costoso, que es …
Esta vez Damián nos lleva rodando por carreteras que acompañan un río o un mar… o en el caso de Ecuador, zizaguea alrededor de volcanes que aseguran están nactivos. Si quedás extasiado la culpa será …
Eran tan promisorios y gigantescos, que la idea del aeropuerto terrestre parecía superflua. Era una batalla entre la potencia y la aerodinámica, entre la espectacularidad de la imagen y la realidad comercial. Además… la guerra …
Esta es la tercera y última de mi amiga Florencia… y por si no te diste cuenta, ella refleja una característica distintiva del turista uruguayo. A diferencia de los restantes viajeros del mundo, el yorugua …
Se ve que por donde vive Alberto Moroy tocan poco las campanas. No es mi caso. Tampoco es el caso que tañan campanas para alejar un huracán, como hacían antes . Pero las campanas tienen …
Ya te lo expliqué con la primera nota, este es el relato en primera persona, coloquial y no demasiado íntimo, de una amiga que como jurista, tiene la compulsión de grabar actas de todo lo …
No servía como cárcel ni como retén de cuarentena… porque era posible cubrir nadando los 800 metros que la separan de la orilla. Moroy nos propone una alternativa para rescatarla.
Ahora resulta que Buenos Aires tuvo su estatua de la Libertad antes que Nueva York.
La naturaleza y la historia compiten en México haciéndole bromas a la gente que se pone nerviosa con lo inesperado.
En realidad no es una catedral… apenas una torre o campanario. Pero igual es imponente y si además alcanza para recordar a Debussy, tiene mérito para confundir un poco las cosas.
Nada de iniciático ni promocional. Tampoco de enjuiciamiento. A las creencias no se las puede analizar desde la racionalidad y la Fe es demasiado íntima para que uno ande hurgando.
En medio de la guerra aparecieron estos competidores humildes de las Harley Davidson. Solo había que ahorrar y aprender la mecánica rudimentaria para lucirse con las muchachas.
