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«Plata viva del juncal»


Con esta definición, cualquier yorugua sabe que hablaremos de la tararira, ¡qué arisca y sabia que estás!

Aunque abunda en toda la América del Sur, es el pescado uruguayo más típico, el que todos alguna vez pescamos o intentamos pescar, porque si no lo hicimos te pueden negar la nacionalidad. Digo “intentamos” porque no hay bicho más mañero para morder la carnada por una punta, zafándole al anzuelo. Antes de ir a la entrañable canción de Osiris Rodríguez Castillo, un recuerdito de otro gurí que ahora le da por escribir estas cosas.

Había una sequía impresionante hace más de 60 años en un lugar que pocos conocen. Se llama Colonia Cosmopolita, kilómetro 34,5 de la ruta 1 y de ahí al sur, rumbeando al sur como para el Río de la Plata. Imaginate un sauce al que le quedó corta la melena en ese verano chicharrero ya no  lamía el agua de una cañada otrora respetable: ahora se estiraba sin alcanzar al triste charquito en que se había convertido el lugar donde antes me bañaba con el agua al pecho. Meto la mano en ese charquito que me pareció que escondía algo y  ¡paqué! Dos tarariras de 50 centímetros saltaron con la boca abierta como comadrejas cuidando su nido. Y eso era lo que estaban haciendo probablemente, cuidando su nido, como verán en la información que rejunté para recordarle a los que quieran, cómo es este otro bichito nuestro.

Nadie me creyó lo de la arremetida de las tarariras, ¡salga de ahí gurí mentiroso! Pero resulta que la tararira puede sobrevivir en un charquito minúsculo, porque a diferencia de la mayoría de los peces, puede respirar aire, aunque no de la manera convencional.

Ahora sí, no demoremos más el recuerdo de una de nuestras mejores canciones, esa maravilla que le debemos a Osiris Rodríguez Castillo y que mostramos en Youtube cantada por él, aunque hay muy buenas versiones argentinas. ¡Ojito! Mirá que “Gurí Pescador” es yorugua de pura cepa, se la prestamos con gusto, pero no nos la vayan a garronear.

 

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Y también te ponemos la poesía porque es una maravilla:

…Hay un reino bajo el agua

-un sauce me lo contó-

donde el Pejerrey escucha

y canta el Bagre Cantor…

 

En la taipa de un azude

yo ví un gurí pescador

que confundiendo las piavas

les cantaba esta canción:

 

«Tararira,

Tararira,

«que arisca y sabia que estás!

«Anzuelo que cae al agua,

«mojarra que te llevás…

 

«Pica,

pica Tararira,

«plata viva del juncal…

«Mientras no se corte el hilo

«junto al agua me hallarás!»

 

Y yo, que crecí en silencio

bajo los sauces del Yí,

cobrizo de soles largos,

comprendo bien al gurí…

 

-Siempre la suerte fué esquiva

cual los peces, para mí…-

Pero él me enseñó estas coplas

que alumbran como un candil:

 

«Tararira,

Tararira,

«que arisca y sabia que estás!

«Anzuelo que cae al agua,

«mojarra que te llevás…

 

«Pica,

pica Tararira,

«plata viva del juncal…

«Mientras no se corte el hilo

«junto al agua me hallarás!»

 

…Hay un reino bajo el agua

-un sauce me lo contó-

donde el Pejerrey escucha

y canta el Bagre Cantor…

“Dinamita con Escamas”, titula  Fernando Vicente un documentado artículo que publica   en http://www.rochauruguay.com/tarariraventura/Dinamita%20con%20Escamas.htm. Nada más correcto en el imaginario de los pescadores; habrá peces luchadores pero pocos o ninguno con la garra y la astucia de este hermoso pez que puebla todos nuestros ríos, lagunas, cañadas y hasta charquitos.

Es un bicho territorial, anda con su pareja y defiende el nido como si fuera un mamífero que volvió al mar luego de aprender las rutinas continentales. Hay expertos como Fernando Vicente que elogian a la tararira sin más vueltas, pero hay otros que como es tan abundante, la consideran como un plato de entrada, un aperitivo antes de ir a la pesca del dorado.  Si querés que te diga la verdad, para el caso que nunca hayas comido, en gastronomía no me parece la gran cosa… y hay que lidiar con un montón de espinas. O quizás no tuve la suerte de encontrarme con uno de esos cocineros que hacen magia con cualquier cosa que se mueva debajo del agua.

Si te quedás quietito y atento podés tener la enorme suerte de verla cazar un pájaro en pleno vuelo y tu admiración no tendrá límites. ¡Decime qué dorado es capaz de eso! Mi socio de canoa Roberto Parodi contaba (¿o recuerdo mal?) que una vez en el Río Tacuarembó, vio a una tararira que se zampaba a un Martín Pescador  inexperiente, que la confundió con una presa. La tararira es carnívora, depredadora y no perdona nada que ande cerca. Ni siquiera el dedo de algún gurí pescador inexperiente.

La Malbaricus arriba y la Lacerdae abajo, parecida no es lo mismo

Ella en cambio se queda tiesa y espera en el fondo hasta que algo le llama la atención. ¡La tenés que ver con sus destellos tornasolados surcando el agua a toda velocidad en persecución de su almuerzo! ¡Plata viva del juncal!

Este video promete una tararira de casi seis kilos (¡mmmm…!); demora en aparecer la tararira y el valor que para mí tiene esta tierna piecita, más que el pescado y su lucha, es la conversación criollaza, espontánea, por si alguien se olvidó cómo hablábamos los yoruguas.

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http://www.youtube.com/watch?v=UqoNcTvPB8A

Este otro video es casi obligatorio si querés aprender bastante más sobre la tararira. No esperes que yo te haga un tratado porque ese no es el objetivo de esta web. Acá vinimos a divertirnos y si además nos enteramos de cosas, ¡mucho mejor!

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http://www.youtube.com/watch?v=ZBt7EWybo1U&feature=related

Lo que sí deberíamos contarles  es que hay dos especies según relatan Felipe Cantera y el ya mencionado Fernando Vicente, que esos sí que están documentados. En http://aquaesfera.org/panel/showthread.php/3229-%C2%BFHoplias-lacerdae-o-malabaricus-(tarariras)   podés verlas y apreciar las diferencias, que son mínimas. Dice Fernando que “en Uruguay existen 2 especies bien definidas y seguramente una tercera que está por verse si es o no…No hay ni malabaricus ni lacerdae, por eso las distinguimos asi:

1) Hoplias sp.cf.malabaricus (debido a que esta es mucho má chica y «similar» en coloracion y diseño a la malabaricus).

2) Hoplias sp.cf lacerdae (debido a que en tamaño y coloración es más similar a esa especie que a otra de las conocidas…..aunque la uruguaya es muchísimo más grande y más verde…).

Tampoco se le parecen, pero la tararira es tan aguerrida como los Hoplitas.

Y acá viene un dato impactante: la denominan “Hoplias” en recuerdo de los “Hoplitas”, aquellos guerreros griegos que se pagaban su propio equipamiento, le daban de punta a los persas y luego volvían a filosofar, a diferencia de lo que hacían los espartanos, que era pelear contra los persas en forma de ejército organizado y luego volver a darle de punta a algún compañero de batalla. En fin, que los hoplitas eran muy valientes y muy acorazados, con plateadas armaduras, organizados, pero independientes. Tal cual, aunque un poco más húmeda la tararira.

Dicen que “su coloración es muy variable según los distintos ecosistemas en que vive, pero fundamentalmente va desde un gris humo, castaño, o un verde oliva oscuro en el dorso, hasta convertirse en un blanco sucio en el vientre, pudiendo presentar en los flancos manchas oscuras, las cuales se ven mucho más en los ejemplares juveniles”. Y agrega Fernando Vicente que “nuestra tararira tiene particular preferencia por los ambientes de aguas quietas, lagunas, represas, tajamares y bañados, aunque también vive en ríos y arroyos buscando siempre las zonas de aguas más lentas. Cuando el ambiente es de grandes dimensiones como el lago de India Muerta (3.500 hás), llegan a muy buenos portes, hasta 7 u 8 kilos y 70 cms”.

No te gastes tratando de pescar tarariras en invierno cuando quedan muy aletargadas, ni cuando iniciaron su ciclo reproductivo, ya avanzada la primavera, cuando dejan de alimentarse casi por completo. Es la hembra la que cava un “nido” y deposita los huevos, inmediatamente fertilizados por el macho a puro cariño, porque acto sexual no hubo (jodido el erotismo de la tararira, ¿cómo querés que después no anden como rabiosas?). Al nido y luego a los recién nacidos, los cuida el matrimonio sin distinciones y ambos están dispuestos a atacar a mordiscones a todo lo que se aproxime.

Antes y después de esta amorosa y belicosa actividad que desarrollan en ayunas, las tarariras están de caza y si fueras un bichito de dimensiones adecuadas, incluyendo un ratón de campo o un apereá, más vale que tengas cuidado cuando te acercas a beber. Tiene dientes hasta en el paladar, hasta ese punto llega su capacidad de ataque. Para su desgracia, su voracidad también es la causa de su desgracia.

Guillermo Pérez Rossel

Fotos de Wikimediacommons, de los autores ya citados y de http://www.rochauruguay.com/tarariraventura/fotogaleria.htmhttp://pescaderosur.blogspot.com/2010/10/comienza-la-temporada-de-tarariras.html y http://www.pescaenuruguay.gaheo.com/index.php?g=foro&categ=ss&np=2&abierto=1737