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Toscana

Arrancar en auto desde Pisa o desde Florencia y saborear la Toscana en el verano de ellos,  sin apuro y sin límites económicos. Nada más placentero puede imaginarse.

Si viste la película «Bajo el sol de Toscana» puede que hayas dado por seguro que usaron filtros al filmarla; esos colores no los pudo imaginar la naturaleza, sino Masaccio, pintor más toscano que Miguel Angel o Leonardo da Vinci. Pero no, acá los colores no se asemejan a los del resto del mundo. ¿Cómo no iba a ser la cuna de la mejor pintura de todos los tiempos, del dulce idioma que hablan los tanos, del muy corpóreo chianti y del mejor fútbol que se juega en ese país? ¡Si hasta aquí se inventó al periodismo! Y también se ajustició a alguno de ellos, porque no hay bien que por mal no venga.

Si dudás que acá pudo haber existido maldad, deberías detenerte en San Gimiano, a pocos kilómetros de Florencia, donde se encuentra un Museo de la Tortura escondido entre la vieja muralla de la ciudad. Los aparatos que verás allí para hacer sufrir al ser humano te harán más soportables las terribles prácticas de cualquier oficina de impuestos.

Este artículo no pretende ser descriptivo. La Toscana no lo permite, hay que experimentarla en carne propia, particularmente en paladar propio, pues por el camino encontrarás restaurantes, pequeñas fondas y hasta casas de familia que te servirán platos inolvidables. A propósito, la pizza también es de por aquí. Hay hoteles «boutique» que tienen sus huertas propias y si podés darte ese lujo, hasta verás al cocinero encaminarse a su plantío para escoger las mejores hojitas aromatizantes. Todo lo que muestra la película es tal cual.

Así que en lugar de tratar inútilmente de abarcar, mostraremos algunos detalles y te daremos urls para que vos mismo investigues. Escribimos este articulo en enero del 2010, cuando gracias a la crisis global (algo bueno debía tener) conocer esta región es más barato. Pero alertan que alquilar un auto cuesta un disparate por el valor del seguro. Si no te cierran los números, tampoco te preocupes: el ferrocarril te conducirá a todos lados y tienen abonos que te permiten subir y bajar todas las veces que quieras. Comprate el librito de Erich Frommer y con eso te podés guiar sin problemas. (http://www.frommers.com/destinations/italy). No obstante recomendamos como siempre dirigirte a tu agencia de viajes de confianza donde te pueden armar algo tan aventurero como esto, pero con los hoteles u hostales ya reservados y con precios mejores de los que encontrarías yendo personalmente. Así son las cosas, felizmente.

No importa de donde salgas ni te tomes el trabajo de planificar; todos los caminos de la Toscana te conducen a ciudades como Arezzo, Grosseto, Livorno, Lucca, Massa-Carrara, Pistoia, Prato o Siena. O a aldeas que no tienen desperdicio.

No te podés perder Florencia por todo lo que significa en la evolución del mundo contemporáneo, pero si te da por la arquitectura, tu lugar debería ser Siena. Es una ciudad pequeña y menos transitada por los turistas, pero un placer para todos los sentidos. No abandones de inmediato cualquier ciudad o más aún cualquier pueblito. Si te quedás en uno de ellos algunos días comenzarás a captar el espíritu y comprender la razón por la cual el progreso y el confort están presentes en Toscana sin que las maravillas de la historia tengan riesgo de sucumbir. En la Toscana contemporánea, al que pone una marquesina de plástico lo llevan encadenado hasta ese Museo de la Tortura de que ya te hablamos para ver si los aparatos todavía funcionan.

Conversá con los vecinos, compartí un chianti o un ristreto (café hiperconcentrado, exquisito; enfermos de gastritis, abstenerse). ¿Qué no sabés italiano? No importa, a los tres o cuatro días el tano que todos tenemos dentro comienza a aflorar y además, ellos ponen buena disposición. Al menos en los pueblitos.

Dejá que los pasos te lleven por callecitas laberínticas, por ejemplo hasta la casa de Dante Alighieri. Por aquí pasaba la damita que fulminó de amor al Dante aunque solo la pudo ver tres veces y a la que nunca le pudo hablar. Beatrice, la misma Beatrice de la Divina Comedia, murió a los 20 años y su cuerpo yace en la iglesia Santa Margherita del Cerchi, a pocos pasos de la casa natal del poeta.

¿Te paspa la literatura y ya viste los estadios de fútbol? Entonces andá a los mercados de San Lorenzo y de Sant’Ambrogio, ambos en Florencia. No te vamos a engañar, están llenos de turistas. Pero al primero lo visitarás más tranquilo si vas temprano en la mañana, pues funcionan varios días a la semana desde la madrugada hasta las ocho de la noche. El de Sant’Ambrogio es en realidad un gran recinto cerrado donde se instalan los puestos. En este mercado es aconsejable almorzar, pues aquí te sirven la más pura cocina Fiorentina. Dije la más pura, no la mejor.

http://www.regione.toscana.it/

http://es.holiday-apartment-tuscany.net/guia_toscana/informacion_turistica.htm

http://www.turitalia.com/regiones_italia/toscana_italia.html

http://www.tripadvisor.es/Tourism-g187893-Tuscany-Vacations.html