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Botas de potro y espuelas de plata

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 Muy lindo y patriótico… pero te mataban a una yegua solo para hacerse unas botas. Antes debieron prohibir las botas de vaca porque como duraban tres meses, al paso que iban terminarían con el ganado. Ahora ¿había tantos potros?

La bota de potro formaba parte de la vestimenta del gaucho pobre; las espuelas y los ornamentos de plata eran el lujo del jinete, capaz de defenderlas con la vida… porque en aquél tiempo nadie se animaba a aconsejar que la víctima no se resistiera, que entregara todo mansamente y esperara el próximo despojo. 

Por Alberto Moroy

Ya hemos abordado la temática gauchesca en varias notas. Hoy le toca a las botas de potro y las espuelas de plata, un “ensamble” no tradicional, pese a que en muchas fotos las vemos como un clásico. Las primeras fueron creadas como un rebusque de gauchos e indios, toda vez que no podían acceder a calzado o  botas que usaban las clases sociales más pudientes. En cuanto a las espuelas de plata, no era precisamente las que usaba este estrato social, aunque a partir de 1880 y antes, muchos gauchos y pocos indios enriquecidos, sobre todo en Argentina, accedieron a este lujo a costa de gastarse “lo que no tenían”. El adorno de la cabalgadura era esencial para el cacique, cuanto más fama tenía y más gente conducía, mejor ornamentado estaba su caballo.

Platería criolla ¡Muy bueno!

http://gonzalezpedemonte5.blogspot.com.ar/2013_04_01_archive.html

Espuelas y botas en el tiempo

Las botas manufacturadas como las conocemos y/o parecidas la usaban los griegos y más acá los romanos. Las botas de potro parece que fueron una adaptación del gaucho a la falta de recursos para comprarse las que usaban “los ricos” en las ciudades.  La palabra espuela viene del germánico “spurón”, sporo en alemán arcaico. Spuron parece venir de la raíz indoeuropea “sper”  y como verán esta invención podría tener más de 4 mil años.

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Bota de potro cerrada / Como se fabricaban

 

Las botas de vaca  (Montevideo)

Isidoro de María  (1815-1906)

“Esto no reza con los currutacos de la ciudad de bota lustrosa, como dijera  Fernando Otorgues (militar uruguayo), sino con los campesinos de lazo y bolas, de facón y trabuco naranjero, de aquellos tiempos de los cimarrones y otras yerbas tradicionales. Hasta el año 1785 (1777, creación del Virreinato del Rio de la Plata) había sido de uso común en el gauchaje de la campaña, la bota de vaca y de ternera, para lo cual mataban a destajo vacas y terneros para sacarles la piel, que empleaban en hacer las tales botas, con gran perjuicio de los estancieros, que sufrían así la destrucción de sus ganados. La cosa pasaba de castaño oscuro, calculándose en más de seis mil cabezas anuales, el destrozo de animales en las haciendas”. (*)

(*) Las botas de vaca o potro un duraban más de tres meses

Para contener ese mal, resolvió el Cabildo de Buenos Aires), en agosto del año 1785, prohibir rigurosamente el uso de bota de vaca y de ternera, ordenando a los jueces comisionados de campaña, procediesen a la recogida, incontinentemente, de todas las botas de esa especie que se hallasen, conduciéndolas a la ciudad para ser inutilizadas públicamente por el fuego, quedando absolutamente prohibida la matanza de animales vacunos con ese objeto

El gauchaje le buscó la vuelta a la prohibición de la bota de vaca, apelando “a la de pairo” (expectativa), que era la única permitida por el Cabildo, y las yeguadas empezaron a hacer el gasto, como quien dice, a pagar el pato, para sacarles la piel para las tales botas, que al decir de los campesinos, bien sobadas, eran más suaves que las de vaca. La bota de potro, pues, con su abertura en la punta para poder sacar los dedos y horquetearlos sobre el estribo de palo en que se afirmaba el jinete que la llevaba. Que con bota de potro, andando el tiempo, se florearon los soldados de la Patria Vieja en las campañas de la Independencia, con el corbo a la cintura y la chuza en ristre (sic)

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Estribos de palo parta botas abiertas / ídem de cuero

 

Emeric Essex Vidal en «Ilustraciones Pintorescas de Buenos Aires y Montevideo», Londres, 1820, dice: «Botas, de las que se usan generalmente entre las clases bajas en el campo, hechas con la piel de las patas traseras de potro, la cual se corta en tiras, desde la parte superior del anca hasta un poco más abajo de la rodilla, raspándole la cerda. La curva de la rodilla se usa para el talón, y de la parte donde se corta bajo la rodilla sale el dedo gordo del pie, el cual se pone en el estribo. Los indios traen las botas al mercado secas y endurecidas, pero antes de usarlas se las ablanda con grasa.»
Por su parte Arsène Isabelle en «Voyage a Buenos-Ayres et Porto-Alegre par la Banda Oriental, etc.» 1830-1834. Havre 1835, nos comenta: «Las botas de potro son fabricadas con la piel no curtida de la pierna del caballo, de manera de dejar los dedos de los pies libres; el codo de la pata forma el talón de la bota. Otros, principalmente en Entre-Ríos, se sirven de cueros de gato salvaje (botas de gato). Ocurre seguido que un gaucho mata un potro (potrillo) únicamente por hacerse unas botas

Bota abierta

La bota de potro surgió como un calzado entero de color natural o amarillento. En su mayoría, poseía la punta recortada para que se asomaran los dedos; en tanto se usaba sin medias. La caña de las botas se doblaba casi a la altura del tobillo; o bien, una vez estirada hasta la rodilla, se sujetaba con guascas o cintas de borlas, llamadas ligas.

f3 (41)Bota abierta

 

Bota cerrada

La bota cerrada y el uso de medias de lana o algodón se reducían a los estancieros; quienes solían usar espuelas para asegurar los talones y acicatear al caballo. Generalmente eran de hierro o bronce; aunque también de plata cincelada… ¡Hasta con incrustaciones de oro! Todo un lujo de detalle.

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Botas cerradas

 

Las botas de Secundino | Atilio Payeta

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Así se hacen

La bota de potro consiste básicamente en el tubo de cuero sacado de las extremidades posteriores (patas) de caballares o vacunos. Para obtenerlo se hacen dos cortes transversales en el animal, uno en el muslo, lo más arriba posible y el otro un poco más arriba del vaso. Se quita tironeándolo y dándole vuelta de arriba hacia abajo, muchas veces se puede ir ayudando con un cuchillo, y cortarle el extremo de la pata para que el cuero salga mejor. Lo primero a realizar es el descarne, sacándole la mayor cantidad de tejido subcutáneo, salvo en el tramo garrón-vaso, que es donde irá el pie y suele ser la parte más firme y resistente. Luego se puede quitar el pelo: lonjeado; este proceso de afeitado se hace con un cuchillo muy afilado y a pelo, no a contrapelo.

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«Soldado de Rosas 1842 Monvoisin / La pisadora de maíz Pallière, Jean Léon

 

Botas de potro

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Espuelas y bocado articulado celta 900 aC /  Como calza bota de potro / Nombres de las partes

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Espuelas nazarenas / Espuelas porteñas

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Espuelas pampas (Arg.)

Precios  DE remate y tipos de espuelas criollas

Nazarenas (U$S 7000)

Arco ornamentado con hojas y flores. Rodete circular calado donde se destacan figuras de cisnes. Pihuelo estilizado. Rodajas de hierro forjadas. Cadenillas de canevones chatos. Punzón de platero P. Salses. Buenos Aires, segunda mitad del siglo XIX.

Porteñas (U$S 3000)

Arco de plata lisa cincelada ornamentada con motivos de flores.Rodete en forma de flor fundido, cincelado y calado. Pihuelo estilizado y rodaja de hierro original de la época. Argentina, Buenos Aires; fines del siglo XIX.

Espuelas pampa (U$S 4000)

Arco liso decorado con guarda típica de su origen. Rodete de controno círcular ondeado liso con delicada ornamentación. Pihuelo estilizado y rodaja de hierro con guardapolvo. Pieza típica de la platería pampa del siglo XIX

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Domador de Gral. Alvear (Arg.) en traje de gaucho / Par de espuelas del autor

 

Una digresión

 

Hace bastantes años, cuando los caballos eran mi pasatiempo, conocí en las cercanías de Buenos Aires un gaucho que se ganaba la vida con una tropilla de caballos de un solo pelo, con su respectiva yegua madrina y su cencerro. Como se armaban bajo sus órdenes, era notable. Para las exhibiciones este hombre se engalanaba con las mejores pilchas y aperos. Cabezada riendas bozal y cabresto anillados con plata, maneas de potro con borlas y anillos de plata, freno adornado con copas pampa del mismo material, rastra llena de monedas y unas espuelas que eran la envidia de todos los que lo veíamos. Este señor falleció, y  un conocido compro sus aperos, entre ellos las espuelas. Al tiempo me las ofreció y compre todo. Las espuelas de plata (foto arriba),  pesan 600 Gr. c/u  y son del siglo XIX, la cabezada bozal riendas y cabresto los tengo guardado, las maneas “ me desaparecieron».

Espuelas nazarenas

Nazarenas: de latón, hierro o de plata; posee un rodete grande de 5 a 8 cm. de diámetro, de borde liso u ondulado: generalmente toda su forma, labrados y caladuras, recuerdan a una rosa o un rosetón. El pihuelo es curvado hacia abajo, ancho y no muy largo, la rodaja puede ser de entre 5 y 10 cm., puede tener forma de rosa o de estrella con grandes radios o púas. Más frecuente el primer tipo en la de plata y el segundo en las de hierro. Las de plata protegen y adornan la rodaja con dos discos de plata, de chapa muy fina y lisos llamados «guardapolvos». Las alzaprimas eran de tiento (para las de hierro) o cadenas de plata (para las de plata). A las nazarenas se las llama también “lloronas”, a causa del ruidito peculiar que producen cuando el gaucho de a pie las arrastraba con ese andar tan suyo orgulloso, presumido y hasta desafiante, pero siempre simpático y varonil.

Artesanías de plata México ¡Interesante!

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