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La tortuga terrestre, anterior al Tyranosaurio

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Mi amigo Alberto Moroy tiene una en su jardín… aunque ahora repudia su cautiverio. ¿Pero qué hacer con un bichito que lo sigue como un perrito y que no tiene posibilidad de sobrevivir en un hábitat natural?

Las mirás caminar y parecen un proyecto de ley o uno de esos procesos legales inacabables: si llegan a algún lado, llegan tarde. Pero así de lentas y de poco agresivas, son un alarde de la sobrevivencia de las especies.

Y para el cautiverio tienen otro inconveniente. No existe bicho más perseverante que una tortuga para intentar escaparse, cosa que de una u otra manera siempre consigue. ¿Qué pretendías que hiciera para zafar de su horrible celibato?

El corresponsal nos introduce en el parsimonioso mundo de las tortugas terrestres y de algunas de las otras.

 

Por Alberto Moroy

¿Se imaginan un “tyrannosaurus rex”, en miniatura en el fondo de su casa? Tal vez lo tengan, pero evolucionado  en “pajarito.” Posiblemente este sea el destino de aquellos monstruos. Yo en cambio tengo uno en el jardín, cuyos ancestros vivieron en la tierra hace 220 millones de años (“El rex” 60 millones) y pese a  los cambios de hábitat, de clima, y de su andar cansino que demuestra fragilidad, sigue siendo el mismo. Se trata de mi  tortuga  “Pepa” (nada original).

En la portada Pepe, la ilustre tortuga terrestre de isla San Cristóbal (Archipiélago de las Galápagos) poco tiempo antes de morir, tenía 100 años. En estas islas habitan once o doce  especies de tortugas terrestres,  cuyo origen es continental (Sudamérica). Su nombre se origina en que  estos quelonios tienen su caparazón con forma de silla de montar (el término galápago deriva de “galopar a caballo”).

Los uruguayos sabemos poco de tortugas terrestres. Nada raro, habida cuenta que en Uruguay de esta clase no las  hay en estado natural, aunque si domésticas. Pero no siempre fue así, en el Pleistoceno (2,5 millones de años)  las había similares a la del archipiélago de las islas Galápagos, ubicado hoy a 970 km del continente sudamericano También en el Amazonas, hoy Brasil  (En 1900 Bolivia) zona de Acre, encontraron restos fósiles de  hace  8 millones de años. Sabemos que las islas  Galápagos tiene una antigüedad de 5 millones de años, que ya recorrieron hacia el oeste 200 km., separándose de Sudamérica,  por lo que resulta fácil comprender que su población arribo en una fecha bastante posterior a su formación y que mucho antes las había en Sudamérica. Más notable aun son los restos encontrados en La Rioja, Argentina (zona de Talampaya)  que tendrían una antigüedad de de 200 millones de años, cuando todavía existía un “súper continente”  (Pangea).

El Toraton ¿Tortuga gigante de 100 millones de años?

El Toraton es un descendiente  de la tortuga que vivió en el pantano de Bengala (Noreste del Subcontinente Indio) después de África del este chocara con el sudeste de Asia, unos 100 millones de años Su forma básica y el estilo de vida tuvieron éxito desde una etapa temprana, apenas evolucionaron El toraton tenía 7 m de altura y pesa 120 toneladas.

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El gran toraton

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Galápagos – Ecuador Nacidas de Fuego

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Hace 3 millones de años

Los pasajes marinos de la Antártica quedaron abiertos, se liberó agua muy fría desde ese lugar, la que desde entonces sube y alimenta la corriente de Humboldt .La región en los Andes centrales estaba a nivel del mar hasta 60 M/Años El Altiplano, la Puna y la Cordillera Oriental  entre 10 a 7 M/ Años, alcanzaron más o menos la mitad de sus alturas actuales.

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Corriente de Humboldt / Toma actual de los vientos  y ubicación yacimientos arqueológicos

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Origen

El nombre común tortuga, procede del latín tortus, que significa torcido. En los sedimentos de mediados y finales del periodo Triásico, hace aproximadamente 230  millones de años, aparecen y se diversifican las verdaderas tortugas, particularmente las del suborden “Amphichelydia”, que incluye a la mayoría de las tortugas de la era Mesozoica, como son las del grupo Proganochelydae, el cual toma ese nombre del género principal, Proganochelys, tortuga que fue posiblemente semi-acuática. El fósil de tortuga de mayor antigüedad data del Triásico, cerca de 230 millones de años atrás. Se estima que en la actualidad existen 244 especies de tortugas, distribuidas en 755 géneros y 13 familias. Viven en ambientes de agua dulce (habitan lagos, ríos y pantanos); así como en ambientes terrestres y marinos. Se encuentran en todos los continentes con la excepción de la Antártida y tienen características muy particulares según el hábitat donde viven.

 

El secreto de su longevidad

Las tortugas tienen un metabolismo muy bajo y como son reptiles, no gastan energía en generar calor, puesto que son animales de sangre fría. Otro punto a su favor es que los órganos no degeneran con la edad, como ocurren en mamíferos o aves, debido a que gastan su energía en la regeneración celular. Además, poseen un caparazón lo suficientemente robusto como para que los depredadores no pierdan el tiempo en intentar cazarlas .También es destacable la gran adaptabilidad que tienen a diferentes ambientes y a tipos de alimentación

¡¡Continua, interesante!!

http://www.feriadelasciencias.unam.mx/anteriores/feria23/feria391_02_el_secreto_de_la_longevidad_en_las_tortugas_gigant.pdf

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Proganochelys quenstedti  Museum für Naturkunde, Stuttgart (210 millones de años)

Tortugas terrestres en Sudamérica

No hay rastros o noticias de tortugas terrestres sudamericanas con la antigüedad de las anteriores, por lo que debemos suponer que éstas, no más de cuatro especies actuales, están directamente emparentadas con los gigantes de Las Galápagos  y mucho más atrás con las tortugas gigantes que hoy habitan las islas Seychelles, en las antípodas de las islas Galápagos.  Su menor tamaño (las del continente sudamericano) es probable que sea una adaptación al medio ambiente, ya que a saber, no hay restos arqueológicos de tan antigua data.

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En la portada, una tortuga terrestre del norte argentino

 

Del autor

Tuve varias de tierra, algunas se murieron, otras se quedaron en la casa cuando me mude. Hoy tengo una que le compré a mi hijo hace 25 años, pero no volvería a tener otra. Se alimenta sola y me sigue para que le de algunas flores del jardín (hibiscos) cosa que habitualmente hago. Al perro lo ignora, pese a que este la molesta, a veces pienso que le va a arrancar un pedazo de asico.  La anterior paso por el alambrado a la casa del vecino y el manto negro que tenía se la comió, murió ahogado. Lo notable es que el vecino tal vez con sentido de culpa, me  lo dijo varios días después, mientras yo la buscaba por todos lados. Esta la elegí entre varias, con una regla, para que no pasase por el rombo del alambrado.

Se escapo a la calle, la piso un auto, la retuvo el de la vigilancia, quejándose que le mordió. Su caparazón a consecuencia del accidente quedo estropeado, justo debajo de dónde saca la cabeza que tiene como una horqueta. Sin saber qué hacer, atiné a pasárselo por la piedra de amolar (eléctrica) para corregirla, sabiendo que del susto metería la cabeza adentro y me permitiría darle forma redonda, quedo 0 km. Dentro de la singularidad de sus hábitos esta caminar siempre por el sector del jardín que da al norte, cuando se escapo lo mismo. Creo que es magneto-receptora, tiene sentido de la orientación (Norte) al igual que otros animales, peces,  aves e insectos.

A setenta km. de Viedma (Rio Negro Argentina) donde suelo ir seguido, existe la variedad  Geochelone Chilensis El clima es relativamente árido (300 mm año de lluvias), parece difícil que en la mitad del campo. se llene de tortugas,  toda vez que caen una gotas. Tiene el caparazón un poco mas plano que las Chelonoidis chilensis (Norte argentino, entre otros) y su tamaño parece ser mayor. Conviven con liebres europeas, Maras (libre autóctona sudamericana), zorros, jabalíes, gatos monteses y pumas.

Especies en Sudamérica continental

Chelonoidis carbonaria (Spix, 1824)

Es la tortuga de patas rojas. o tortuga morrocoyo (Chelonoidis carbonaria) es una tortuga terrestre nativa de las sabanas y bosques, desde Panamá hasta las Guayanas, Brasil, Paraguay, y el norte de la Argentina. En Venezuela y Colombia es conocida como morrocoyo sabanera (o simplemente morrocoy). Es popular como mascota.

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Chelonoidis carbonaria

 

Chelonoidis Carbonaria 30cm Morrocoy o Tortuga de patas Rojas

https://www.youtube.com/watch?v=gL0dMZD37xc

Chelonoidis denticulata (Linnaeus, 1766), tortuga de patas amarillas.

La tortuga terrestre de patas amarillas, motelo (en el Perú), morrocoy de la selva o morrocoy amazónico (Chelonoidis denticulata) es una tortuga que vive en el bosque tropical húmedo. Originaria de suramérica, se encuentra en las selvas de Colombia, Venezuela, Guayanas, Trinidad y Tobago, Brasil, Ecuador, Perú, y Bolivia. La tortuga de patas amarillas es mucho mayor que su vecina, la tortuga de patas rojas (Geochelone carbonaria), y es la mayor tortuga terrestre continental de toda América del Sur. Su caparazón mide de 50 a 65 cm en los machos y entre 65 cm y 75 cm en las hembras, es de color marrón oscuro (nunca negro) con círculos más claros o amarillos. El peto es marrón con cuadros amarillos, aplanado en las hembras y cóncavo en los machos. Tiene múltiples manchas amarillas en las patas y en la cabeza, por eso es conocida como la tortuga de patas amarillas. La piel es de color negro brillante con marcas amarillas en la cabeza y en la mandíbula inferior.

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Chelonoidis denticulata Colombia, Venezuela, Guayanas, Brasil, Ecuador, Perú, y Bolivia

 

Tortuga Motelo/De Patas Amarillas/Chelonoidis Denticulata

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Chelonoidis chilensis (Gray, 1870) es la tortuga patagónica (de Argentina).

La tortuga terrestre argentina (Chelonoidis chilensis) es una tortuga de la familia Testudinidae, endémica de los arbustales y bosques en las regiones áridas y semiáridas, se distribuye desde el Gran Chaco hasta el norte de la Patagonia. Habita por el norte, desde la latitud 19°S en Curuyuqui, departamento de Santa Cruz, en el chaco de Bolivia; siguiendo por el chaco paraguayo y el norte de la Argentina, continuando por la región occidental de ese país hasta alcanzar los áridos arbustales del norte patagónico. La distribución de la especie está fuertemente limitada principalmente por la temperatura promedio anual, el rango térmico, y la temperatura máxima del mes más cálido, así mismo como por las precipitaciones de verano.

¡Chile no tiene tortugas terrestres!

El nombre chilensis hace alusión a Chile, país que no cuenta con ninguna especie de tortuga terrestre. El error se debe a que el colector del ejemplar tipo escribió en la tarjeta de procedencia: Mendoza, Chile, lo cual indujo a la equivocación de John Gray al describirla en 1870. En ese mismo año, Philip Lutley Sclater al advertir el error geográfico, resolvió modificar el nombre científico proponiendo su reemplazo por la designación argentina, en vez de chilensis. Durante años varios autores continuaron empleando el nuevo nombre, pese a la opinión de Gray en 1872. Posteriormente, por acuerdos de nomenclatura, se empleó en adelante chilensis como nombre exclusivamente válido por la regla de prioridad.

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Chelonoidis chilensis

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Tortuga patagónica / Hábitat

 

Puesta de huevos // Incubación artificial // Tortuga Terrestre Geochelone Chilensis

 

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Chelonoidis chilensis haplogrupo chaco seco

La tortuga terrestre chaqueña (Chelonoidis chilensis haplo-grupo chaco seco) es el de menor tamaño de la especie; su carapacho usualmente no supera los 21 cm en las hembras y 17 cm en los machos. Es de tono general amarillento; las placas son lisas y, en especial las del plastrón, carecen completamente de grabado. El pico es bicuspídeo con borde denticulado. Este morfotipo es más frecuente en arenales muy secos y áreas en derredor de salinas Es  genéticamente distinta de tortuga de la familia Testudinidae, que habita en los bosques del norte de la Argentina, el oeste del Paraguay y el sudeste de Bolivia Los ejemplares del “haplotipo chaco seco”, en razón de vivir bajo condiciones climáticas con temperaturas invernales relativamente benignas, como respuesta eco-etológica para realizar el sopor invernal se limitan a refugiarse en pequeñas oquedades bajo arbustos, bajo matas de caraguatáes u otras plantas, es decir, no construyen cuevas-refugio, o si las hacen estas son muy poco profundas. Esto las diferencia de las tortugas del “haplotipo del monte”, las que, dado que habitan mayormente en climas con inviernos rigurosos, dentro de profundas cuevas.

Porque no hay que tener tortugas en cautiverio

Hoy hay más conciencia de lo que es el conservacionismo. Resulta claro que un solo ejemplar no tendrá descendencia y ese es el caso típico de la tortuga en cautiverio. La oferta de tortugas como animales domésticos se estima en el orden de los 70.000 ejemplares por año en Argentina. A pesar de lo abultado de esta cifra, la demanda es todavía, mucho mayor. En una encuesta realizada sobre 500 habitantes de la ciudad de Buenos Aires, se pudo determinar que más del 60% tienen o tuvieron alguna vez tortugas como mascotas. El tráfico ilegal de tortugas en la Argentina se sitúa en torno a los 50.000 individuos por año.