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Modales en la mesa según Leonardo da Vinci


Todavía estás a tiempo de corregir los papelones que hiciste en la última cena formal a la que te invitaron. Aprendé con el mejor… pero tené en cuenta que las costumbres cambian un poquito en quinientos años. Además, Leo era un bromista y mezcla burlas con recomendaciones

Leonardo sí que sabía de todo, así que no nos debería defraudar ni siquiera cuando dicta las normas de protocolo en la mesa. Claro que nedio milenio años atrás… pero actualmente hay gente tan bestia que le vendría bien repasar modales a la hora de comer.

El artículo lo aportó (¡cuándo no!) nuestro amigo Alberto Moroy, gran revolvedor de cosas insólitas, ahora un poco salido de sus temas habituales. Va el artículo y las fotos tal cual las mandó… pero con una aclaración. Anda por ahí una de esas notas de indignados revisionistas, que aseguran que esto no lo escribió Leonardo sino alguien que quiso burlarse del asunto. Quizás el mismo Leonardo lo escribió como broma y dura critica. No hay prueba de que sea auténtico y tampoco hay prueba de que sea falso, en todo caso «se non e vero, e ven trovatto», como diría su contemporáneo y vecino Giordano Bruno, a quien quemaron vivo pero no por mal comportamiento en la mesa, sino por decir verdades incómodas.

Por Alberto Moroy

¿Que diría Leonardo si viera a Mel Gibson «pescando» en la mesa Lo mas probable es que  le hubiese dicho? ¡¡Non mettere le dita nel naso!! habida cuenta que era justo uno de los procederes indecorosos anunciado en su codex Romanelli. «No ha de poner el dedo en la nariz o en la oreja mientras está comiendo» Tanto fue así, que mientras trabajaba, como Maestro de Banquetes (una de sus más queridas profesiones), para Ludovico Sforza, Gobernador de Milán, observó el comportamiento del Gobernador y de sus invitados en la mesa. Leonardo redactó uno de los primeros códigos de «Modales y usos en la mesa», donde aconsejaba y reflexionaba: «… me parece indigna de los tiempos presentes la costumbre de Mi Señor de limpiar su cuchillo en la ropa de sus compañeros de mesa. ¿Por qué no lo hace, como el resto de los miembros de la corte… en el mantel? «

 Así no, Mel. ¿No te enseñó tu mamá cómo se comporta uno en un restaurante como el de la izquierda, el más caro del mundo?
Veamos que mas decía…

«Hay ciertos procederes indecorosos que debe evitar todo invitado, y para esto me baso en las observaciones que realicé a lo largo de los últimos años:…»

Ningún invitado ha de sentarse sobre la mesa, ni de espaldas a la mesa, ni sobre el regazo de cualquier otro invitado.
Tampoco ha de poner la pierna sobre la mesa.
Tampoco ha de sentarse bajo la mesa en ningún momento.
No debe poner la cabeza sobre el plato para comer.
No ha de poner trozos de su propia comida de aspecto desagradable o a medio masticar sobre el plato de sus vecinos sin antes preguntárselo.
No ha de enjugar su cuchillo en las vestiduras de su vecino de mesa.
No ha de limpiar su armadura en la mesa.
No ha de morder la fruta de la fuente de frutas y después retornar la fruta mordida a esa misma fuente.
No ha de escupir sobre la mesa.
Ni tampoco de lado.
No ha de pellizcar ni golpear a su vecino de mesa.
No ha de hacer ruidos de bufidos ni se permitirá dar codazos.
No ha de poner los ojos en blanco ni poner caras horribles.
No ha de poner el dedo en la nariz o en la oreja mientras está comiendo.
No ha de hacer figuras modeladas, ni prender fuegos, ni adiestrarse en hacer nudos en la mesa (a menos que mi señor así se lo pida).
No ha de dejar sueltas sus aves en la mesa.
Ni tampoco serpientes ni escarabajos.
No ha de tocar el laúd o cualquier otro instrumento que pueda ir en perjuicio de su vecino de mesa (a menos que mi señor así se lo requiera).
No ha de cantar, ni hacer discursos, ni vociferar improperios ni tampoco proponer acertijos obscenos si está sentado junto a una dama.
No ha de hacer insinuaciones impúdicas a los pajes de mi señor ni juguetear con sus cuerpos.Tampoco ha de prender fuego a su compañero mientras permanezca en la mesa.

No ha de golpear a los sirvientes (a menos que sea en defensa propia).
Y si ha de vomitar, entonces debe abandonar la mesa.

 Leonardo Davici                                                                            Ludovico Esforza      

Quinientos  años despues

Queda claro que si fue Leonardo el autor, la mayor parte es en broma. Las cosas cambiaron, pero las reglas siguen siendo abundantes. Algunas son realmente fastidiosas, otras irracionales y algunas, asombra que sea necesario aclararlas. Y hay otras que no se mencionan, aunque refieren al personal de los restaurantes, los cuales con molesta frecuencia se ponen de espalda a los comensales y hay que tirarles con un pan para que nos traigan el postre. Veamos lo que dicen los tratados modernos.

Si el lector tiene título nobiliario, que no se crea que estas reglas no son también para la aristocracia. 

No mantener la cucharilla en la taza mientras bebe café. Tampoco haga ruido de retintín con la cucharilla cuando disuelve el azúcar en el café. No se deben escupir los fragmentos no comestibles, huesos, espinas. Hay que sacarlos de la boca (de una forma natural) y dejarlos sobre el plato del cuchillo de la mantequilla, o el propio plato de servicio. Nunca masticar con la boca abierta
No meter en la boca una nueva cucharada de alimento antes de tragar el que está masticando.
No se deben escupir los fragmentos no comestibles, huesos, espinas. Hay que sacarlos de la boca (de una forma natural) y dejarlos sobre el plato del cuchillo de la mantequilla, o el propio plato de servicio.
Nunca masticar con la boca abierta.
No meter en la boca una nueva cucharada de alimento antes de tragar el que está masticando.
No hablar mientras tenga comida en la boca.
No utilizar el mantel, la servilleta o cualquier otra tela para limpiar los cubiertos.
No jugar con los cubiertos.
No mantener la cucharilla en la taza mientras bebe café. Tampoco haga ruido de retintín con la cucharilla cuando disuelve el azúcar en el café.
No tratar de alcanzar con las manos todo lo que hay sobre la mesa.
No producir chasquidos con los labios mientras se mira alrededor en señal de satisfacción, por mucho que guste el alimento que acaba de ingerir.
No probar la comida de otro invitado cogiendo un poco con el tenedor y llevándolo por encima de la mesa como si fuese un avión de juguete. La forma correcta de hacerlo es pasar a esa persona el plato del pan o el de servicio que le han puesto, y pedirle que deposite ahí unas cucharadas o trozos del alimento que quiere probar.
No desmigajar el pan sobre la salsa.
No respaldar en la silla de manera que ésta bascule hacia atrás apoyada en el suelo solamente con las dos patas traseras.
No empezar a comer hasta que todo el mundo esté servido.
No se sirve un nuevo plato hasta que todos los comensales hayan terminado el primero y les hayan sido retirados platos y cubiertos. Por este motivo, no debemos comer ni demasiado rápido ni demasiado lento.
No se olvide de dar las gracias cuando le sirvan, tampoco descuide el «por favor» al solicitar cualquier cosa.
No debe apoyar los codos sobre la mesa, le da una imagen de pereza frente a sus acompañantes.
Nunca debe hablar con la boca llena. Toser, estornudar o sonarse requieren tomar precauciones para hacerlo, pues delante de los comensales causará molestia y repugnancia. Si desea toser, hágalo volteándose de lado (donde no haya persona alguna) tapándose la boca con la servilleta o un pañuelo; si desea estornudar, evítelo oprimiendo su labio superior con el dedo índice; si es necesario sonarse, hágalo girando donde no haya ningún comensal, pero siempre sin ruido. Sobra decir que es desagradable eructar en la mesa (y en cualquier otro sitio).
No debe rascarse ninguna parte del cuerpo en la mesa (¡qué desagradable se ve y se escucha el rascar de una persona sobre su cabeza!).
No debe introducir cubierto alguno, y menos su mano, en plato ajeno (no importa que sea el de su pareja o hermano).
La servilleta (de tela), se coloca sobre las rodillas. Jamás la extienda sobre su pecho, aunque lleve puesto un traje sastre Armani de seda (recuerde que ya tiene edad suficiente para andarse preocupando por mancharse el vestuario).
Nunca olfatee los alimentos con ademán explícito, ni los examine cual arqueólogo a una reliquia.
No debe soplar sobre la sopa u otra comida («para que se enfríe»).
No sorba con ruido la sopa ni los líquidos (aunque estén calientes, no lo haga por respeto a los demás comensales).
Nunca debe alzar el plato de la mesa mientras esté comiendo (se ve de lo más vulgar alzar el plato para tomar las últimas gotas y con mayor razón beber el caldo del plato).
Al terminar la sopa o caldo, deje la cuchara sobre el plato.
La carne se corta teniendo el tenedor con la mano izquierda y el cuchillo con la derecha. Debe cortarse pedazo por pedazo y no todo de una vez.
Nunca introduzca el cuchillo a la boca, ¡recuerde que para esto es el tenedor! Aunque le digan sus conocidos que es costumbre francesa el comer el queso con el cuchillo, caen en un profundo error y falta de educación al hacerlo.
No debe chupar o roer los huesos (aunque sean huesos de faisán o ancas de ranas).
Nunca recoja los restos del platillo con el pan o la tortilla
Aunque la comida haya estado deliciosa, no lama el plato (créalo, lo he visto) ni se chupe los dedos
No extienda el dedo meñique mientras lleva el vaso o la taza a la boca; en lugar de verse elegante, se verá ridículo.
No deje sobre el mantel una excesiva cantidad de trozos de pan, evite ser comparado con un pollo.
No utilice la mano para indicar que es suficiente cuando le sirvan vino de la botella, conviene más utilizar el lenguaje hablado
Los modales en la mesa juegan un importante papel a la hora de hacernos una idea sobre la educación de las personas y a la hora de causar una buena impresión en una comida. Tener buenos modales en la mesa es una garantía para el éxito, tanto en lo personal como en los negocios.
Con independencia de que la comida sea con nuestro jefe, con un colega o con un cliente, nuestro modales pueden darle una idea de nuestro nivel de educación y en, en algunos casos, de nuestra capacidad profesional para acometer citas de este tipo. Alguien que no se sabe mover con soltura en la mesa no es buen indicativo y puede ser síntoma de inexperiencia en comidas de negocios
El idioma corporal nos permite conocer mucho mas de quienes nos rodean, los buenos modales son parte de este idioma, dejando a la vista nuestro ADN social , no el cultural y menos el de la «billetera» ¿Que tal si le toca una compañera/o asi?


«LECCION 12ª «

Cómo sentarse en la mesa

A la hora de sentarse en la mesa hay que respetar un orden de preferencia muy determinado. Existen básicamente dos sistemas a la hora de establecer esta preferencia:

Sistema francés
Los anfitriones se sientan en la parte central de la mesa, uno enfrente del otro.
El invitado de honor se sienta a la derecha de la anfitriona y su mujer a la derecha del anfitrión
El segundo invitado en importancia se sienta a la izquierda de la anfitriona y su mujer a la izquierda del anfitrión
Así sucesivamente se van disponiendo las parejas, en forma de diagonal, aunque el resto de los invitados se va sentando con más libertad.
A: Anfitriones; los números indican el orden de preferencia.

Sistema anglosajón
Los anfitriones se sientan en cada cabecera de la mesa.
El invitado de honor se sienta a la derecha de la anfitriona y su mujer a la derecha del anfitrión.
El segundo invitado en importancia se sienta a la izquierda de la anfitriona y su mujer a la izquierda del anfitrión.
Así sucesivamente se van disponiendo las parejas, en forma de diagonal.

En ambos sistemas hay que cumplir las siguientes normas:
Las parejas nunca se sientan juntas, sino en diagonal.
A ser posible, se va alternando un hombre y una mujer.
Los anfitriones pueden ceder sus sitios a los invitados de honor, ocupando ello el puesto de invitados de honor.

Cómo sentarse en la mesa (II)

Será el anfitrión quien anuncie el momento de pasar al comedor, tras un aperitivo que no debe durar más de 30 / 45 minutos.
Para entrar en el comedor conviene observar las siguientes reglas:
La anfitriona es la primera que entra (por si algo no estuviera correcto poder arreglarlo).
Le siguen el resto de señoras.
A continuación pasan los caballeros.
El anfitrión es el último en entrar.
La anfitriona indicará el lugar que corresponde a cada uno de los invitados.
No se siente donde le parezca, no le vaya a ocurrir como a aquel invitado que en una boda se sentó en el primer sitio libre que vio con la mala suerte de que era la mesa de los novios, quienes tuvieron que acomodarse uno a cada lado del invitado «estrella».
Los señores no se sentarán hasta que no lo hayan hecho las mujeres (se exime de esta norma a las personas mayores).
Los caballeros deben ayudar a las mujeres a sentarse, apartándoles ligeramente la silla de la mesa.
Por cierto, corresponde a los anfitriones evitar que el número de comensales sea 13 (no hay que tentar a la suerte y hay invitados que se pueden sentir incómodos).
Una vez sentado hay que tener presente:
No se apoyan los codos en la mesa, se apoyan los antebrazos (no podemos confundir la mesa de un comedor con el pupitre de un colegio).
Las manos siempre sobre el mantel, nada de manos escondidas debajo de la mesa sobre las piernas (y mucho menos sobre la pierna de la vecina, especialmente si no es su mujer).
La espalda recta, pero con naturalidad: ni encorvados, ni tampoco dando la impresión de estar escayolados.

 Los codos en la mesa
Ampliacion  http://chetoba.blogspot.com/2009_04_01_archive.html

Cómo nos servimos

Primero se sirve a la mujer de mayor categoría (por edad o por estatus social) que normalmente estará sentada a la derecha del anfitrión.
Luego se sirve al resto de señoras, según el sentido contrario a las agujas del reloj.
La última señora en ser servida será la anfitriona.
A continuación se sirve a lo señores siguiendo el mismo esquema, siendo el anfitrión el último en ser servido.
Si no hay camareros y se va pasando la bandeja:
Se comienza por la señora de mayor categoría y la bandeja se va pasando al invitado que se encuentre a la derecha.
A la hora de servir hay que tener presente:
Se sirve por la izquierda del comensal, mientras que los platos, una vez que se ha terminado, se retiran por su derecha.
El vino, en cambio, se sirve por la derecha.
Uno se debe servir una cantidad discreta:
Ni mucho (que parezca que hace días que no come caliente), ni poco (puede dar la impresión de que no le gusta la comida).
Se sirve de la parte de la fuente que quede más próxima, nada de ir examinando los filetes a ver cual tiene mejor pinta, ni de inspeccionar los huevos fritos a ver cual tiene más «cuscurritos».
No se comienza a comer hasta que todo el mundo se haya servido:
Será la anfitriona quien comience.
Si hubiera muchos invitados la anfitriona comenzará cuando estén servidos los comensales que estén a su derecha e izquierda, comiendo lentamente para dar tiempo al resto de invitados a ser servidos.
La anfitriona preguntará si alguien quiere repetir:
La respuesta es clara: no se debe repetir (por muy delicioso que fuera el manjar).

Como se utilizan  la servilleta y los cubiertos.

Servilleta
Ya hemos comentado que al poner la mesa la servilleta se coloca sobre el plato o a su izquierda, bien en forma de triangulo o de rectángulo.
¿Cómo se utiliza la servilleta?
Cuando nos sentamos en la mesa debemos colocar la servilleta sobre las piernas.
La servilleta se utiliza únicamente para limpiarse los labios, discretamente, antes y después de beber.
Una vez que termina la comida, se coloca la servilleta a la derecha del plato de una manera informal: nada de doblarla con esmero como si no se hubiera utilizado (aunque tampoco se trata de dejarla hecha un «barullo»).

Cubiertos
A la hora de utilizar los cubiertos hay que seguir una serie de reglas:
Los cubiertos van a la boca y no la boca a los cubiertos, por tanto, cuando se come hay que mantenerse recto, todo lo más ligeramente inclinado hacia el plato, y con los cubiertos se llevará la comida a la boca (nada de acercar la cara al plato).
Los cubiertos no se cambian de mano: la cuchara , el cuchillo y la pala de pescado se cogen con la derecha y el tenedor con la izquierda. Tan sólo, a veces, el tenedor (cuando se utiliza como si fuera una cuchara, por ejemplo con guisantes) se coge con la mano derecha.
El cuchillo nunca se mete en la boca: terminantemente prohibido ya que puede ser peligroso.
La cuchara se introduce en la boca por la punta, no por un lateral.
Cuando se está masticando o hablando los cubiertos se colocan sobre el plato en forma de cuña, lo que indica que todavía no se ha terminado.
Cuando se termina se dejan los cubiertos en paralelo y perpendicular a la mesa.
Si despues de leer esta nota, se pone demasiado fino, recuerde que el saludo ante la presencia de comensales de antaño, con la consabida pregunta que exigia el protocolo de alla y entonces de «buen provecho» , al que seguro le respondian ¿si gusta sentarse? son admitidas de buen grado, independientemente de lo que indiquen los más «clásicos» del Protocolo.
Protocolo.

http://www.protocolo.org/laboral/manual_protocolo_hosteleria/i_tema_viii_sirviendo_la_mesa_metodos_servir_la_mesa.html

http://www.prepararunaboda.com/index.php/2008/02/25/invitados_colocacion_y_protocolo_en_las__2
Protocolo y etiqueta
http://www.protocolo.org/social/en_la_mesa/
http://www.mailxmail.com/curso-protocolo-glamour/protocolo-etiqueta-mesa
Video protocolo en la mesa
http://www.metacafe.com/watch/3173628/como_poner_la_mesa_protocolo_ceremonial_y_etiqueta/
http://www.youtube.com/watch?v=UdeEopfhl-w
Sirviendo la mesa: Colocación y Protocolo en las Mesas del Banquete de Bodas
http://www.prepararunaboda.com/index.php/2008/02/25/invitados_colocacion_y_protocolo_en_las__2