Islas Cíes desconocidas playas más lindas del mundo
En las salvajes aguas atlánticas de Galicia las Islas Cies son de una belleza incomparable y encierran un misterio para el que tenemos respuesta.
Uno de los mayores expertos, el editor de Turismo de The Guardian, la calificó como la mejor playa del mundo. En realidad son muchas playas en un archipiélago con muchas montañas y acantilados, un parque natural y un lugar bien a la mano para, antes o después, conocer Galicia. Pues las Islas pertenecen al municipio de Vigo y están ubicadas en la boca de la Ría del mismo nombre. Se llega a ellas desde la villa de Baiona en un precioso trayecto de 40 minutos en barco.
Los gallegos disfrutan hace no demasiados años de la Praia das Rodas, una medialuna de maravillosas dunas blanquísimas que orlan un mar transparente. Se cobijan bajo la sombra de los pinos y cuando les da apetito, tienen cerca un restaurante para darse un atracón de mariscos. Pero ¡atención! no hay hoteles en las islas, solo un camping que tampoco tiene cabañas. Para muchos esto es un defecto irreparable, para otros es la certidumbre de que la pasarán bien, como en nuestro Parque de Santa Teresa.
¿Qué es lo que impide que un lugar tan paradisíaco carezca casi por completo de infraestructura? Seguramente pesa el hecho de que aquí hay únicamente dos meses de alta temporada, en los restantes diez suele no haber ni siquiera el ferry turístico. Puede ser un misterio para muchos, pero no para los uruguayos. Acá falta un Piria, un Litman, una D’Aremberg, gente con iniciativa dispuesta a emprender una acción de riesgo. ¡Pero si tienen toda una Europa repleta de turistas al alcance de la mano!
En la Edad Media fueron habitadas por monjes de diversas órdenes, quizás buscando la soledad, quizás porque los buenos paisajes nos gustan a todos. Los monjes dejaron monumentales monasterios, saladeros y otras construcciones fabriles. Pero los monjes eran blanco del ataque de piratas turcos y normandos, así como por armadas invasoras que aprovechaban la proximidad con la ciudad de Vigo para preparar sus ataques. Francis Drake era uno de los que andaba por acá cometiendo maldades.
Tanto era el asedio, que las islas quedaron virtualmente despobladas en el Siglo XVIII. Hubo una nueva colonización en el siglo siguiente, pero por parte de poquísimas familias de pescadores y criadores de ovejas y cabras. Fue recién en los años 70 y 80 que los gallegos primero y los portugueses y españoles después comenzaron a disfrutar de estos lugares de exuberante naturaleza.
No seamos tan extremistas como para rechazar el confort; algunas cabañas y hosterías, algún hotelito boutique, le vendrían muy bien a las islas en la medida que respetaran el medio ambiente. Porque las islas son un reservorio de aves migratorias y de especies marinas que pueden observarse en nado submarino … con equipo que tendrás que llevar vos.
Cosa curiosa, el camping tiene un bar de copas y las noches se ponen animadas. Otra curiosidad: te podés quedar quince días, después te echan para dar lugar a otros, lo cual sugiere que deberás reservar con mucha anticipación.
Pero si no pudiste acampar, tenés un recurso inapreciable para pasarla bien: quedarte en Vigo hasta que te hagan lugar. Y Vigo será una experiencia inolvidable, particularmente si te gustan los mariscos.
Guillermo Pérez Rossel
http://www.turismodevigo.org/cies_es.php
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