Primero desafió a ese toro frenético de Wall Street y como asustaron las implicancias, la pusieron desafiando a la bolsa de Nueva York, que es la personalización satánica de las izquierdas recalcitrantes.

Por algo su autora la bautizó como La Niña Sin Miedo… Los brazos en jarra, la pollerita volada y el mentón erguido mirando al frente: viva imagen de la confianza en sí misma y desprecio hacia una sociedad donde hasta el propio  feminismo atropella y pisotea los derechos de la mujer, creyendo que exhibiendo tetas y apedreando iglesias están expresando la esencia de su identidad.

Ahi la tenés posando junto a su mamá uruguaya, una compatriota que pudo escoger «olvidar», pero le gustó subrayar su lugar de nacimiento… que ahora hasta nos lo disputan los catalanes. Postulen sin miedo, que esa uruguaya aparenta tener corazón espacioso.

Porque en este mundo que estamos viviendo, la vida de una mujer vale muy poco pero la de una niña vale mucho menos todavía. Enorgullece que la autora se precie de ser uruguaya, una ciudadanía a la que pudo legítimamente renunciar pero no lo hizo, lo que la hace todavía más uruguaya. Kristen Visbal instaló su monumento sin pedirle permiso a nadie, como afirmando con esa clandestinidad su alegato sobre la mujer.

La escultora sembro sus imagenes invocadoras de derechos postergados, en muchas ciudades… porque los derechos siempre están amenazados.

La puso allí enfrentando a ese toro tan machista, el 8 de marzo de 2017, conmemorando el Día de la Mujer y completó su obra con una placa donde explicaba que iba camino a la bolsa y pidiendo apoyo para llegar a ese centro de poder monopolizado por varones. El escultor del toro, el italiano Arturo Di Modica se enojó y no acusó a Kristen sino a la ciudad de violar sus derechos legales.

A esa altura la Niña sin Miedo había conquistado  corazones y el tano tuvo que aguantarse casi dos años antes de sacarse el gusto de impedir que su violento toro fuera domesticado por una niña. Mientras tanto, la firma de inversión State Street Global Advisor (SSGGA) vio la oportunidad de asociarse a todo eso y patrocinó el traslado de la niña al frente de la mayor Bolsa de Valores del mundo.

«En el 2017 las pruebas eran fuertes: las compañías con mujeres líderes tienen mejores resultados, pero había pocas mujeres en lo alto. Así que decidimos actuar y creamos a la niña sin miedo, un símbolo de la fuerza femenina. Le dimos un escenario y el mundo la llevó a su corazón», expresaron las jerarquías de la SSGGA. La firma respaldó a Kristen desde el principio y asegura que la niña es la más exitosa operación a favor de la presencia de la mujer en los negocios. Desde que apareció la niña y se armó el revuelo 301 empresas añadieron una mujer directora y 28 se comprometieron a hacerlo.

A la inauguración de la estatua asistieron representantes políticas junto a la vicepresidenta ejecutiva de la Bolsa, Betty Liu, el principal responsable de SSGA, Cyrus Taraporevala, y su responsable de inversiones globales, Lori Heinel. De hecho, la firma es más que la patrocinadora de esta obra, es la instigadora de toda la movida.

Las mujeres que patrocinaron a Kristen fueron de las primeras en disfrutar la experiencia. Te parás junto a la Niña sin Miedo, imitás su posición… y te invade el coraje. Es una estatua inspiradora, habría que sembrarla por el mundo.

Personalmente creo que la finalidad estaba mejor representada con la niña en tamaño natural, de unos 130 centímetros de altura y flacuchenta, desafiando a un toro de 3,4 metros de alto. Ese es un escenario muy expresivo, pero con la Bolsa atrás adquiere un inesperado tono político. La izquierda recalcitrante rechaza ahora a la estatua, pese a que tanto la niña como el toro fueron implantados sin autorización, durante la noche. Pero el tano pagó la multa (¡300.000 dólares!) y luego se fue de boca al expresar su indignación.

Una prueba de que la estatuita molesta a machistas y falófilos: en poco tiempo apareció una torpe estatuita de un perro orinando a la niña. Ni qué decir que la izquierda recalcitrante rechaza cualquier mensaje feminista que proceda de EEUU.

——–

«Lo que hicieron está mal, dijo a los medios. Yo lo hice para todo el pueblo americano. No está diseñado para hombres, mujeres u homosexuales. Se están aprovechando de la situación. No está bien que insulten a todos los americanos, ni a mí ni mi trabajo. Lo puse ahí por el arte. Mi toro es símbolo de prosperidad y de fortaleza.» Metió la pata hasta el cuadril diríamos acá, al darle una interpretación exclusivamente mercantilista a la esencia del estadounidense: es como un regalo dialéctico para los comunistas del mundo.

Hija de una pintora y un economista, Kristen Visbal nació en Montevideo, pero estudió en Tucson, en Baltimore y en Salisbury, seguramente a los saltos que imponía el trabajo de su padre, diplomático en el United States Foreign Service. Algo de uruguaya le debe quedar cuando legítimamente podría prescindir de esa circunstancia y sin embargo no lo hace.

Las tergiversaciones y las implicancias de que se acusa a la niña, son casi una marca de fábrica de esta región del mundo… y una constante en la legítima lucha de mujeres (y hombres) por lograr la igualdad, por detener las muertes, por parar la aberrante impunidad de los crímenes contra mujeres. Porque será niña, pero también es mujer… no me la excluyas. ¿Hay peor muestra de cobardía que el ensañamiento contra mujeres, niños, ancianos y cualquier otro segmento social? ¿Hay peor traición a la causa que desdibujar el objetivo afiliándolo a algún colectivo religioso, político, gramatical (¡!) o simplemente, prejuicioso?

Guillermo Pérez Rossel

http://www.visbalsculpture.com/newportfolio.html

https://www.milenio.com/internacional/estados-unidos/la-nina-sin-miedo-ya-tiene-nuevo-lugar-en-nueva-york

https://www.efe.com/efe/america/gente/reubican-la-estatua-de-nina-sin-miedo-frente-a-bolsa-nueva-york/20000014-3838495

https://www.elmundo.es/cronica/2017/04/08/58e0ddee22601d35488b45a4.html