Miami

Miami Downtown, foto del autor de esta reseña.

Miami puede ser un destino específico, o una estación intermedia para llegar a Orlando y sus parques temáticos. En los hechos para los latinoamericanos es, junto con Los Angeles el principal punto de partida hacia cualquier atracción en Estados Unidos. También es una apasionante opción en sí misma, está hecha a la medida del entretenimiento

Acá tendrás que hacer migración quieras o no y el oficial que te atienda puede ser la única persona en Miami que no habla o no quiere hablar español.

En todo caso, Miami bien merece algunos días previos a tu próxima escala. No te quedes mucho tiempo detenido en un mismo lugar, pues en cualquier momento pueden construir un edificio justamente donde estás parado; así de dinámico es (era) el crecimiento de la urbe latina. A este respecto, el lector Raúl hace notar con acierto que la construcción se ha detenido en Miami y seguramente en todo Estados Unidos, al menos hasta que hayan pasado los efectos de la crisis. Por tanto, las grúas que se ven en la foto tomada por el autor hace apenas dos años, ya no son una visión frecuente. Gracias Raúl.

Los cubanos hacen uno de los más deliciosos cafés del mundo y han transformado a esta ciudad que atrae a celebridades como Robert De Niro, propietario de un excelente restaurante en el hotel Shore Club. Se come muy bien en Miami y se compra mejor aún; acá están los mejores precios de Estados Unidos para casi todo.

Evitá octubre porque es la época de huracanes y si vas en verano aprontate para el calor insoportable. El resto del año Miami es deliciosa pero complicada de recorrer por las distancias. En el Dowtown tenés el Metromover que gratuitamente te lleva por toda la zona. Para mayores distancias tenés el TriRail, ambos elevados de manera que la vista es preciosa. Pero no te hagas ilusiones; gastarás una fortuna en taxis o te extraviarás con frecuencia alquilando un auto.

Lo que no te deberías perder. No te compliques; en el lobby del hotel encontrarás publicidad de todos los tours que podés tomar y de todas las atracciones que puedas imaginar, desde cruceros por la bahía y cruceros por el Caribe, hasta encuentros con cocodrilos en los Everglades o ballenas asesinas en el Seaquarium. Podés pasear por arcaicas mansiones en Kay Biscayne o incursionar por el espacio en Cabo Cañaveral; en fin todo es posible en Miami y Miami Beach, que en realidad son dos ciudades. Hasta es posible que te roben, razón por la cual se recomienda no aventurarse por fuera de las zonas turísticas.

Tenés playas paradisíacas y barrios imperdibles como Coconut Grove y shoppings casi al aire libre como Bayside, así como filiales de las mejores tiendas de Estados Unidos y, lo que es mejor aún, los outlets de casi todas ellas. Cuidado con Flagger Street; allí hay algunas tiendas poco fiables. Los precios en Miami son más convenientes que en casi cualquier otra ciudad de EEUU.

Reservale una tardecita y una cena al Distrito Art Déco donde encontrarás unos 800 edificios de los años 1920 y 1930, así como un ambiente muy juvenil y razonables restaurantes con toda la comida latina que puedas desear. En materia de arquitectura recomiendo Coral Gables, con su particular estilo vinculado a la plataforma calcárea del subsuelo de Miami. Allí encontrarás algunos de los mejores restaurantes del mundo, mirá lo que te digo.

Como estás entre cubanos, deberías conocer la versión exiliada de la Bodeguita del Medio, donde tienen 25 clases de mojitos. Monumental y bailador hasta el disloque es el American Airlines Arena o el Tobacco Road, aunque la lista de lugares nocturnos es inagotable.

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