Miami, todo nuevo bajo el sol
La introducción de Damián Argul es impecable como todo lo suyo… pero la última frase de su nota me impone resaltarla en este acápite. Los carteles en las obras públicas expresan: “Vea sus impuestos trabajar”. ¿No es hermoso? ¿No es el diferencial que les permite hacer que esta ciudad crezca vertiginosa y ordenadamente?
Por Damián Argul
Novedad y sol, esas son las características principales de esta ciudad maravillosa, verdadero ejemplo de cómo construir un destino turístico.
Cuando nos referimos a Miami y Miami Beach en realidad nos referimos a ellas y a varias ciudades, localidades y villas de lo que hasta hace poco tiempo se llamaba Condado Dade. No hubo problemas en llamarlo Condado Miami Dade en atención a la popularidad de estas ciudades. Un cambio en el que pensamos cada vez que nos encontramos a la entrada de Punta del Este con el cartel BIENVENIDOS A MALDONADO para confundir a cualquier turista que no use GPS.
Es que cambiar, renovarse, innovar son características de este paraíso de sol radiante y aguas turquesas. Las novedades pueden ser un centro comercial, un barrio, un gran un museo, o un parque y por supuesto numerosos restaurantes, bares y hoteles deslumbrantes. A lo largo de mis viajes he sido testigo de muchos de esos cambios que transformaron esta ciudad visitada 23 millones de personas en 2018.
Es también la Capital Mundial de Cruceros a los que dedica especial atención con espléndidas instalaciones y vías de acceso, que desde el 2017 incluyen un túnel de 1,3 kilómetros para unir el puerto con la ciudad.
Compras: Peligro!
Siempre pensé que las compras eran perjudiciales para el prestigio de la ciudad ya que éstas atrapaban a los visitantes hasta el punto de que no disfrutaban de sus atractivos.
Son tantas las ofertas para comprar que aun el más frugal de los viajeros puede sucumbir a sus tentaciones.
Hasta no hace mucho la Calle Flagler y sus alrededores, en el centro antiguo, eran el gran imán para los compradores latinoamericanos. La zona ha ido decayendo aunque todavía se mantienen los negocios emblemáticos como la perfumería Alberto Cortez y Ross Dress for Less una tienda muy apreciada por el público femenino.
En la misma calle Flagler Army and Navy, es una tienda gigante de sobrantes de guerra, un lugar simple sin adornos, donde algunos clientes- con un poco de imaginación – nos parecen estar preparándose para invadir una república bananera o para salir vestido como el Comandante de la Sexta Flota. Siempre me queda por comprar un mameluco naranja, impermeable, para cubierta de portaviones, forrado de piel, con el que se puede dormir en pleno invierno al aire libre. Como esa, hay cantidad de cosas muy prácticas y a buen precio.
Este diciembre Flagler, la calle más antigua de Miami – comienza a ser transformada y rejuvenecida con una inversión de 24 millones de dólares a cargo del Condado, la ciudad y los privados.
Otras calles comerciales son la animada Lincoln Road ( South Beach) y la elegante Miracle Mile (Coral Gables)
Entre muchos Shopping Centers se destacan Dolphin Mall con tiene 249 tiendas outlet y de descuento.
El Dadeland Mall me gusta mucho por la variedad de sus comercios y excelentes restaurantes.
Hay tres que imperdibles como paseo. El lujoso Bal Harbour Shops, el atractivo The Falls y el más reciente Brickell Centre. Son caros.Mientras se anuncia la apertura de American Dream, uno gigantesco que será como “ una ciudad dentro de una ciudad” lleno de tiendas y entretenimientos.
La revolución Art Déco.
Cuando a principios de los ‘80 el Director del CVB de Miami, Manny Centeno me habló del proyecto Distrito Art Déco, creí que mi amigo deliraba. Se trataba de un distrito deprimido – donde se inició Miami Beach – que tenía 800 hoteles con las terrazas llenas de viejitos sentados mirando la calle, que venían para escapar al frío del norte.
Pues bien, este distrito con el simple procedimiento de “refrescar” esos hoteles se transformó en una deslumbrante exposición del estilo Art Déco ( años1020-1938), que ocupa varias manzanas con calles y avenidas: Ocean Drive, Lilcoln Road y la encantadora Hispaniola Way. De gran agite tanto de día como de noche, es raro no toparse con una producción de cine o TV.
Luego el South Beach
Adoro desayunar temprano en el News Café: capuccino, bagels con queso suizo y salmón con un jugo de naranja recién exprimido. Hay diarios y revistas para leer, pero el espectáculo está en la playa y en la calle, donde bañistas madrugadores, y joggers y patinadores se cruzan con los noctámbulos, y las Ferraris no se sabe si llegan o si se van.
Es que South Beach tiene una movida impresionante. Recorrer Ocean Drive es una fiesta; incontables restaurantes, bares, clubs, escuchando todos los ritmos y especialmente los latinos, con los que la fiesta sigue en la vereda toda la noche.
Art Bassel entre lo sagrado y lo profano: una banana que se vendió como arte en 120.000 dólares y un formidable museo generando anecdotario propio.
Arte Basel, la transformación cultural
También llamada “Semana del Arte” ,donde Miami brilla en todo su esplendor, es la Feria de más de 200 galerías y museos de 35 países .Un acontecimiento imperdible te guste o no el arte.
Toda la ciudad se viste de fiesta con los más variados eventos, que se realizan incluso en las arenas de la playa.
La Feria se inició en 2002, en un Miami Beach que si bien comenzaba a modernizarse, era un fuerte bastión del peor estilo kistch, y transformó el ambiente cultural de la ciudad en todos los aspectos: Miami es hoy uno de los mercados de arte más grandes de EEUU.. Cuando a mediados de los años ‘60 el único museo exhibía obras de dudosa autoría hoy se pueden apreciar más de diez museos incluyendo el fabuloso Perez Art Museum y mi favorito el Wolfsonian FIU una impresionante colección de propaganda y diseño que exhibe en forma rotativa.
También hay un Museo de Arte Erótico.
En el 2016 se inauguró el Faena Forum, centro de arte e innovación de muestro vecino Alan Faena, diseñado nada menos que por el arquitecto Rem Koolhaas.
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También se impulsaron dos barrios hoy de moda: el Miami Desing Distrit, que conocí cuando algunos amigos artistas me encargaban de allí artículos para pintar que no llegaban a nuestra tierra. Actualmente tiene más de cien galerías, talleres, anticuarios, instituciones culturales, alternando con tiendas de grandes marcas, restaurantes, bares, lounges y night clubs.
Wynwood. Lo que hace 10 años era un barrio lleno de grandes galpones abandonados al influjo del desarrollitsta Tony Goldman, hoy es un centro de arte que marca tendencia. Las paredes de los galpones se empezaron a cubrir de murales y grafittis, a cargo de los grandes creadores del “street art”: los brasileños Os Gêmeos, la Japonesa Aiko o el estadounidense Shepard Fairey, de icónicos murales en Berlín y Palestina y otros renombrados cultores del arte urbano, le dieron un increible impulso a este barrio, hoy lleno de galerías, bares y todo lo que trae el turismo, incluyendo Wynwood Yards, un parque de food tracks, con propuestas para paladares inquietos.
Barrios que crecen: Pequeño Haiti (Little Haití), no es un barrio nuevo pero se perfila como el nuevo boom inmobiliario.
Desde la época de los exiliados, durante el gobierno de los Duvalier a nuestros días, ha sido lugar de residencia de la comunidad haitiana, gente trabajadora, familiera y cuidadosa. Visitarla es como viajar al Caribe más profundo, donde se pueden recorrer curiosas tiendas, asistir a una conmovedora misa cantada en Notre Dame de Haití, visitar el colorido mercado y saborear el griot (muy condimentado cerdo frito) en Chef Creole Seasoned Kitchen.
Doral, un barrio que conocí hace muchos años, ya que fue un desarrollo de Dora y Albert Kaskel, de los hoteles Doral- y es la base de la gigantesca compañía de cruceros Carnival.
En aquella época tenía algunos resorts, un spa y varias canchas de Golf, entre ellos el Blue Monster, hoy a cargo de la Compañía Trump. Actualmente, con 50 mil habitantes, es elogiado por su equilibrio perfecto entre residencias, tiendas, entretenimientos y negocios.
Espléndidas Veladas.
La creación de los Miami Heats, un cuadro de la NBA y su estadio American Airlines Arena (1990), dan la oportunidad de asistir a un magnífico espectáculo tanto en lo deportivo como en todo su entorno. De este modo la ciudad con el nombre de Heat (calor), es un gran atractivo para el turismo de los estados del norte.
Los espíritus más sensibles también pueden aprovechar propuestas de primer orden en las artes escénicas en dos espacios soberbios:
Adrienne Arsht Center un complejo de locales para artes escénicas diseñado por el argentino César Pelli e inaugurado en el año 2006.
En el 2011 se inauguró en Miami Beach el New World Center para la New World Simphony, otra soberbia sala diseñada por Framk Gehry, creada con las más modernas tecnologías, que crean una tremenda experiencia que envuelve al espectador.
Transformación en vivo y en directo
Buscaba yo alquilar una oficina en el centro de Miami y el lugar ideal parecía un edificio en el Byscayne Boulevard, en pleno centro. El edificio era bueno pero en frente había un enorme predio abandonado que lo transformaba en zona peligrosa. El inmobiliario aseguró que esa zona iba a ser totalmente renovada y al ooco tiempo tenía frente un herrmoso Bay Front Park diseñado por el célebre arquitecto pjaponés Isamu Noguchi que incluyó esculturas suyas, una torre laser y un anfiteatro con capacidad para 10 mil espectadores. En un extremo se alzaba el Bayside Marketplace, un complejo de restaurantes, tiendas y entretenimientos. En el otro extremo el Hotel Intercontinental luce en su lobby Spindle, una enorme escultura de mármol travertino obra del genial Henry Moore.
Restaurantes
El restaurant Quinto La Huella- del mundialmente famoso La Huella, de José Ignacio- es una muestra de como Miami está convocando a la mejor gastronomía del mundo. Ubicado en el 5° piso del hotel East, sirve comida sencilla perfectamente elaborada, incluyendo mollejas y un delicioso rack de cordero preparados en la gran parrilla ubicada en el medio del salón.
Para culminar una velada perfecta hay que subir a la azoeta del Hotel a tomar algo en en el bar y jardín Sugar, contemplando la ciudad iluminada.
Otros restaurantes de distintos tipos abren en forma continua varios de ellos veganos siguiendo las nuevas tendencias.
Sin embargo algunos clásicos no solo no pierden vigencia sino que su prestigio sigue creciendo: El centenario Joe’s Stone Crab – en South Beach – atrae por sus cangrejos de piedra,(de ahí su nombre), y por las largas y animadas esperas para conseguir mesa.
Comer en La Carreta, un restaurant sencillo de sabrosa comida cubana, te da la oportunidad de conocer “la sauecera”(Del southwest) o Pequeña Habana, barrio muy pintoresco de la comunidad cubana.
Rusty Pelian en Key Biscayne es muy aconsejable y tiene una hermosa vista de la ciudad bahía por med.
Lo primero fue el Seaquarium, inaugurado en 1955, fue por muchos años prácticamente lo único que se podía mostrar a los turistas. Hoy se mantiene actualizado, es un lugar de educación y diversión, famoso por el Show de los Delfines y es también un centro de cuidado de especies marinas.
Villa Vizcaya es un palacio renacentista con una cantidad de objetos y obras de arte europeo de los siglos XV al XVIII. Impresiona sobre todo la fortuna de James Deering que en 1916 pudo hacer todo esto. Son imperdibles los jardines, una atractiva mezcla de cuidados jardines con exuberante vegetación tropical.
Otro millonario, William Randolph Hearst, trajo de Segovia, piedra por piedra, un Monasterio medioeval, que es una maravilla.
Para los amantes de los animales están el Metro Zoo, el Monkey Jungle y el Parrot Jungle desde€l 2003 ampliado y renovado como Jungle Island, un zoológico dedicado a las aves en una verdadera jugla.
Educativo y divertido el Children’s Museum en Watson Island, -en el camino entre la ciudad y la Playa- donde los niños pueden cumplir roles de adultos como médicos, bomberos y hasta en un supermercado.
En su nueva ubicación desde el 2017 el Museo de Ciencia Frost- es muy interesante con sus planetario, un acuario y espectaculares shows.
Hay un impactante Monumento al Holocausto, hermosos parques y jardines abiertos al público, un curioso Castillo de Coral, y hasta un impensable Museo de la Bahía de Cochinos.
Todo nuevo bajo el sol
Si las palabras claves para atraer al turista son “Siempre algo Diferente” la gente de Miami las tiene bien presentes.
Será por eso que cuando llegué a Miami en 1961, en mis dos primeras horas, tras un viaje de solo 36 horas de vuelo, descubrí las escaleras mecánicas, las puertas automáticas, un ascensor que te saludaba y daba instrucciones, la delicia del aire acondicionado, una brillante televisión a colores, que nunca apagué, las alfombras de pared a pared, aparentemente sin ácaros en aquel tiempo, y cuando al tocar un botón se corrió un cortinado y apareció un espectacular, inmenso mar turquesa: creí estar en el paraíso.
La ciudad era muy linda con sus playas, impresionantes hoteles, vacíos en julio y agosto, grandes mansiones, una frondosa vegetación tropical, el toque latino de los primeros exiliados cubanos y muy poco más.
Repasando cómo ha cambiado Miami para convertirse y segur siendo y un lugar único para vacacionar, y ser, al mismo tiempo, ejemplo de lo que se puede lograr con el esfuerzo mancomunado de su gente, las empresas y el gobierno, que por algo coloca en sus obras el cartel: VEA SUS IMPUESTOS TRABAJAR.