Melilla, puerta modernista al norte de África
Acá, Melilla es el refugio humilde pero florido de un ex presidente y una vicepresidenta, en un rarísimo ejemplo de nepotismo accidental y democrático. El barrio montevideano rinde homenaje a lo que hoy es un sorprendente manojo multicultural donde casi por mitades, musulmanes y cristianos parecen demostrar que si transformás tu ciudad en una de las más ricas de España, lográs cubrir odios ancestrales bajo un gran manto de tolerancia. Y si suponés que Melilla no escapa a esa frenética diáspora africana, estás en lo cierto… buenos problemas causa.
Por Igor Galo
Con casi medio millar de edificios modernistas en tan solo 12 kilómetros cuadrados de extensión, y una población de alrededor de 80.000 habitantes con representación de 4 grandes culturas, Melilla ya sabía lo que era la multiculturalidad a principios del siglo XX.
La ciudad autónoma ofrece hoy al viajero un destino muy interesante para los que viajeros que disfrutan de la historia y la arquitectura, pero también la playa o para quienes desean incursionar en Marruecos.
Europea y africana, occidental pero con influencia musulmana, Melilla es una de esas ciudades que, por su ubicación geográfica, ya era «multicultural» antes de que esta palabra se pusiera de moda. En la ciudad cristianos y musulmanes, pero también judíos, han convivido durante siglos, a los que se sumaron el siglo pasado familias hindúes para convertirla en «la ciudad de las cuatro culturas» como se le llama habitualmente a la ciudad.
Conocer más esta realidad de convivencia de religiones es posible gracias a la oficina de turismo local qe organiza cada domingo la Ruta de los Templos que recorre la iglesia del sagrado corazón, la sinagoga Oor zoruah, el templo hindú Mandir y el exterior de la mezquita central. El recorrido se hace a pie, tiene un coste de 4 euros y es necesario apuntarse obligatoriamente antes del jueves anterior a través de la dirección de correo electrónico [email protected].
Melilla la Vieja, donde comenzó todo
El peñón en el que se levantan las murallas que forman Melilla La Vieja, ha estado poblada desde época fenicias cuando se llamó Rusadir. Tras una época árabe, la ciudad entró en decadencia y finalmente en 1497 formó parte de la Corona de Castilla. «El pueblo», como llaman los locales a esta zona de la ciudad, es un paseo obligado para todo viajero. Debido a su altura, cuenta con algunas vistas espectaculares del mar de Alborán. No en vano esta zona es la «postal de la ciudad».
Además del Centro de Interpretación, con información de la historia de la ciudad y que puede ser un buen lugar donde arrancar la visita por la zona vieja, no se pueden dejar de visitar las Cuevas del Conventico. Y es que el promontorio sobre el que se construyó la ciudad esta totalmente excavado por túneles y pasadizos. En ellos los melillenses tuvieron refugiarse en épocas de guerra y de estos túneles podían incluso escapar al mar en caso de asedio. Una parte de estos caminos ha sido restaurado y se puede recorrer.
El museo Amazhig y Sefardí, el Museo de Arte Sacro, el Museo Militar o el Museo del Automóvil son otras de las paradas de un paseo por Melilla la Vieja, aunque lo realmente atractivo es disfrutar de sus calles intrincadas y de sus vista sal Mar del Alborán (http://www.melillaturismo.com/museos/cuevas-del-conventico/)
Casi todas las visitas a la zona amuralla terminan en la Plaza de Las Culturas, donde además de la oficina de turismo, hay varios bares de tapas donde probar comida local, que incluye tanto platos típicamente andaluces como algunos magrebís. Esta plaza también es el comienzo de la Melilla moderna y modernista.
Capital del modernismo
Resulta difícil de creer que la tercer ciudad del mundo con más arquitectura modernista del mundo sea Melilla. Pero lo es, solo por detrás de Bruselas y Barcelona. Y es que en la época de auge de este estilo, Melilla vivió una de sus épocas de mayor esplendor.
El desarrollo de las potencias europeas en África, y el desarrollo de minas cercanas, impulsaron un desarrollo económico que la burguesía local y las empresas plasmaron en el centenar de edificios modernistas de la ciudad. Aquí llegaron adelantos como los ascensores, los grandes cines y otros avances de la época casi a la vez que a las grandes capitales.
El epicentro modernista de Melilla, es sin duda, la Plaza de España donde se encuentra el edificio de la Asamblea y el Casino Militar, que construido en 1911 es obra del arquitecto catalán Enrique Nieto i Nieto, discípulo de Gaudí, que finalmente se estableció en la ciudad de tantos encargos que recibió . A partir de esta plaza se puede pasear por el «Triangulo de Oro» del modernismo formado por las avenidas de los Reyes Católicos, la de Juan Carlos I y la del general Marina.
Algunos otros edificios destacados de este estilo son el de «El telegrama del Rif» el diario, el edificio Melul o los almacenes «La reconquista». La mejor opción para conocer el tesoro arquitectónico, y las historias de la ciudad ligada a ellos, es mediante una visita guiada. Más información: http://reservas.venpormelilla.es/Publicacion/DetallePublicacion/928 .
Las personas mayores o que viajen con niños puede recorrer la ciudad cómodamente en el Tren Turístico que recorre Melilla la Vieja, el area modernistas y el paseo marítimo. Horarios en www.melillaturismo.com .
Playas (casi) todo el año
Otra de los atractivos que ofrece Melilla, prácticamente todo el año, es la posibilidad de disfrutar de su playas prácticamente casi todo el año. En la zona sur de la ciudad, en el largo paseo marítimo, se extienden las playas de la Hípica, Los Carabos y la de San Lorenzo a o largo de 2 kilómetros. Es también la zona de paseo nocturno de los locales .
Pero el arenal con más encanto de Melilla es, sin duda, la Ensenada de los Galápagos situada en a zona de la Alcazaba, en el corazón de Melilla la Vieja a pocos metros de la plaza de la culturas y que ofrece unas vistas impresionantes.
En combinación con Marruecos: puerta de África
Puerta de Marruecos, desde Melilla también es posible ir en el día hasta la localidad Saidia (Marruecos) para disfrutar de una playas increíbles. Cruzar la frontera para ir de compras a la ciudad vecina de Nador puede ser otra opción. Pero hay muchos más enclaves de interés a tiro de piedra de la ciudad, algunos tan originales como el enclave d el Peñón de Alhucemas o el Peñón Velez la Gomera (Melilla) donde se dice que se encuentra la frontera más original y pequeña del mundo.
Esta excursión la ofrecen algunas agencias como www.venpormelilla.com, que también organiza visitas en el día el parque natural de Taza, también en Marruecos, y la cueva del Friourato, considerada la mas larga cueva visitable de toda África. Desde la capital modernista de África es posible incluso visitar la ciudad santa marroquí de Fez, en una excursión desde primera hora de la mañana hasta bien entrada la noche.
Como llegar
Para los veraneantes que se encuenran en Málaga, Granada o Almería, se puede llegar a a la ciudad en barco se puede llegar desde Málaga, Motril (Granada) o Almería. Las compañías Trasmediterránea y Balearia ofrecen precios desde 35 euros por trayecto. También se puede llevar el coche quienes deseen entrar en Marruecos.
En avión se puede llegar a la ciudad autónoma desde Madrid por 130 euros viaje de ida y vuelta y por 71 desde Málaga según www.trabber.es.
Datos y direcciones de Interés
www.melillaturismo.com Oficina de Turismo de la Ciudad
www.venpormelilla.com Excursiones por la ciudad y alrededores
Trabber https://www.trabber.es/hoteles/espana-es/melilla-2513947/