Te presento un sitio web que puede dejar contentísimos a propietarios y viajeros de cualquier lugar del mundo. Los puede dejar contentísimos… y también enojadísimos. No tendrás más remedio que leer la nota para saber por qué.

Como toda cosa nueva, «AIRBNB»  tiene su gente a favor y tiene su gente en contra… y fanatizados en todos los casos. Como verán, es algo que llegó para quedarse y que quienes se sientan atacados, tendrán que aprender a convivir. También ellos deberían aprender a convivir, pues no deberían negar legítimas comisiones a los agentes de viajes. ¿Y los hoteles? Los hoteles tendrán que ajustar sus numeritos. Ahora, si te dicen que lo que se ve desde el balcón es lo que se muestra en la portada, no me digas que no te dan unas ganas locas de conseguirte ese apartamento.

Tambien pueden ser viviendas rurales. Es a este sitio al que acuden quienes quieren alojarse fuera de las ciudades, donde siempre hay buena y abundante hotelería.

En otro orden, estoy aterrorizado por el temor que nuestra juventud le tiene a la innovación. Todos tienen que vestirse igual, escuchar la misma música, comer siempre lo mismo… ¡Pobre del que descubren “diferente” con championes “que no se llevan” o usando palabras que son de otra generación! La sanción social es terrible, razón por la cual comprendo a los muchachos en su esfuerzo por no sobresalir. Claro que hay excepciones y eso nos viene salvando; como esos alumnos de la ORT que se mandaron la casa inteligente o los liceales de Maldonado que ganan todos los premios de la NASA que se les antoja. Coincidirás conmigo en que eso no es lo habitual.

Te lo pintan como una maravilla… pero como en todo, hay que tener cuidado.

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Este preámbulo lo hice para introducirlos en el mágico mundo de Airbnb, una herramienta turística que inventaron tres jóvenes de San Francisco en 2008 y ahora es un brillante negocio de reservas de alquiler que ya se va aproximado al millón de viviendas vacacionales en 192 países y con casi 15 millones de operaciones concretadas. Si hubieran formado parte de esa juventud uruguaya reacia a probar cosas nuevas, todavía andarían paseando currículums y soñando con el empleíto público.

.Lo extraordinario es que ni ellos ni sus colaboradores tienen que mover un dedo mientras todos esos negocios se realizan: son los propietarios y los interesados los que hacen el esfuerzo. A nosotros no nos debería sorprender demasiado, pues eso es lo que hace el Gallito Luis On Line: vos ponés las fotos, las descripciones, el mail y el teléfono de contacto y el negocio se hace solo, porque El País Digital pone a tu servicio un impresionante tráfico de gente entre los cuales estarán tus clientes. Además, te aseguran que todo se haga con la debida seriedad. Si vas a poner en alquiler temporario tu casa de veraneo o si querés encontrar una en Uruguay, no tendrías que vacilar, nuestro Libro de los Clasificados es la mejor respuesta.

.En el caso del Gallito, la seriedad está comprobada. En el caso de Airbnb se han armado unos líos mayúsculos que tuvieron y tienen a mal traer a los tres fundadores (Brian Chesky, Joe Gebbia y Nathan Blecharczyk) y a los posteriores inversionistas. Adelantemos ya mismo la url del sitio en español: https://www.airbnb.es/

.Mírenlos bien a Brian, Nathan y Joe, porque la revista Fortune les estima unos 1.500 millones de dólares cada uno. Y mucho más llevan ganados los inversores que confiaron en ellos. ¿Vos te creés que hubieran ganado todo eso si vivieran obsesionados con las marquitas de los championes? ¡Ponete a pensar ahora mismo! y no digo que pretendas ganar esas monstruosidades que por acá solo se pueden reunir ganando 1.500 veces el Cinco de Oro. Aunque ¿quién sabe? al final te sugiero algo que podrías inventar para hacerte rico.

Lo que definitivamente no entiendo de todo esto es la actitud hasta ahora rebelde de Airbnb respecto a las agencias de viaje. Porque la hotelería, aún la hotelería contratada mediante programas de reservas, reconoce el esfuerzo y el privilegio que le conceden las agencias al asignarlas a sus viajeros. En apariencia, Airbnb se resiste a pagar una comisión que terminaría con estos mutuos resentimientos.

¡Qué maravilla tener millones para invertir en publicidad!

.Cuando se trata de pasar unos días en el exterior, muchos uruguayos conocen este recurso, pero para mí fue una novedad cuando quise encontrar hotel para varios días en un balneario bastante al norte de Miami Beach. Necesitaba dos dormitorios, y eso tiene tarifas flamígeras cuando comienza el invierno en el hemisferio norte y los estadounidenses salen en estampida a la Florida en busca de calorcito. Entonces alguien me recomendó dejar de lado al formidable buscador de hoteles que es Booking.com (4.186.954 seguidores según Google) y pasarme a este buscador de apartamentos y casas de alquiler. Siempre apelo al imbatible auxilio de una agencia de viajes, pero en este caso tuve razones para no hacerlo.

Con franqueza, apenas me familiarice con el sistema quedé estupefacto. Encontré decenas de casas y apartamentos ofertados en la zona que buscaba y unos cuantos en las proximidades. Con Airbnb, podés elegir moneda e idioma (el software traduce y convierte). Lo primero que te piden es que hagas precisa la búsqueda: dónde querés ir, cuándo vas a llegar y cuando te vas a ir, cuántas personas van contigo, cuántos dormitorios querés, qué categoría de vivienda buscás, cuánto estás dispuesto a gastar y algunas cosas más. Cuanto más datos des, acotarás la oferta, pero tendrás resultados más afinados.

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Entonces Airbnb te despliega los resultados y un mapa de Google que puede ampliarse y moverse a gusto, con puntos rojos indicando las propiedades que reúnen los requisitos. Esta es una forma de buscar que complementa a la lista, pues en cada punto también se indica el costo por día o por el plazo que indicaste.

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Cuando ves algo que te interesa, contemplás todas las fotos y la descripción que puso el propietario, quien también debió llenar una lista predeterminada de características de la casa. Así sabrás la cantidad de dormitorios, si tiene piscina, si hay estacionamiento, a cuánto queda de la playa si es el caso, etc. También encontrarás la foto del propietario y las opiniones que de él y de la casa pusieron los usuarios. Si hay comentarios negativos, el propietario no los puede retirar, solo puede hacer los descargos. Él (y vos también como usuario) te podés comunicar directamente con Airnbb para reclamar que sancionen al ofertante o que censuren al comentarista… que podría ser un competidor, porque vivos siempre hay.

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Del propietario no solo hay una foto; también hay una descripción biográfica generalmente muy simpática y si te postulás como inquilino, también deberás describirte a ti mismo. Airbnb te exhorta a que seas cordial y cuentes cosas sobre tu familia, etc. Porque esto no es como un hotel, el propietario te puede rechazar porque no le gusta tu personalidad y vos podés rechazar al propietario por razones semejantes. Tenés que saber que el propietario generalmente está en el vecindario y viene personalmente a darte la llave y entregarte la propiedad.

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Podrás hacerle preguntas por mail, por teléfono o mejor todavía, por un sistema de correo que ofrece Airbnb, el cual queda luego disponible… para que las cosas queden siempre claras e inapelables. También hay garantías que debió ofrecer Airbnb a propietarios e inquilinos luego de algunos episodios dramáticos que ya te relataremos.

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Hay quienes dramatizan y ponen el grito en el cielo, anunciando la muerte de la hotelería. No parece el caso ni remotamente, pues con todo el éxito que tiene, Merryll Lynch estima que para fines de 2016 Airbnb estaría representando un 1, 2% de la reserva hotelera. Los analistas citados por Hosteltur parten de unos 4.000 millones de dólares en bruto en reservas y 40 millones de noches reservadas a través de Airbnb en 2014; cifra que estiman crezca hasta los 74 millones de pernoctaciones este año y más de 100 millones en 2016.

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Para empezar, no son cosas comparables: nadie va a cambiar el confort de un buen hotel donde te dan todo servido, con una casa o apartamento alquilado donde te tendrás que hacer cargo de la limpieza, la preparación de comidas, etc. Esto es otra cosa y, naturalmente, también hay quienes prefieren la intimidad de un arriendo. ¿Es también una opción más económica? Todo es relativo, generalmente sí, pero puede salirte mucho más caro.

Airbnb, la controversia

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Según la Wikipedia, que publica un artículo muy crítico. Los tres amigos tuvieron noticias en 2011 de las cosas que pueden pasar aún cuando realicen una programación poco menos que perfecta. Ese año uno de esos inquilinos insoportables causó importantes daños en un apartamento y el propietario reclamó indemnización. ¿Qué harías vos? Airbnb hizo lo mismo, desestimó la denuncia, pero luego recapacitó y hubo un resarcimiento. Era el principio de una seguidilla, que continuó con un inquilino drogado y destructivo, dos inquilinas que usaron la propiedad como lenocinio, etc. Eso fue el origen –dice la Wikipedia—de la “Garantía para anfitriones”, que cumpliendo requisitos, da resarcimiento hasta por 50.000 dólares. También adoptó medidas de seguridad y contrató un reaseguro que permitió extender el monto de esa garantía en casos muy específicos.

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Lo que no cubre esa garantía es la violación de las reglamentaciones que cada ciudad tiene sobre el funcionamiento de la hotelería y sobre alguna eventual evasión impositiva… que ese es otro problema. Es que hay legislaciones que a nosotros nos suenan desatinadas, como una que rige en Nueva York y por lo que sé también en algunas zonas de la Florida, por la cual no te permiten alquilar tu propiedad por menos de 30 días, lo cual parece inspirado por alguna asociación de hoteleros. ¿Qué le importa a una municipalidad por cuánto tiempo alquilás tu propiedad de inversión?

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Precauciones que aconseja un experto

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Como ves, contratar una reserva con Airbnb implica riesgos… como también los causa la hotelería. En mi caso y en dos oportunidades, aseguraron que mi reserva no estaba consignada y me negaron ingreso a ciertos hoteles. No está claro si en Airbnb la situación es peor o igual; pero un experto en turismo (Víctor Arribas) que escribe para Fox News, identificó once precauciones que deberías tomar antes de cerrar un trato.

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No te enfades. Es normal que los anfitriones te rechacen o te ignoren. Seguramente están saturados, son unos impresentables o hay algo que no les acaba de convencer tu perfil. Piensa en Airbnb como en los portales de ligar: si alguien te dice que “no”, hay muchos otros peces en el mar.

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No todos los anfitriones están hechos para ti. Sé muy exigente con lo que contratas. Asegúrate que su idea de “limpieza” es la misma que la tuya.¿Te parece el anfitrión alguien fiable o un ansioso que solo anda detrás del dinero fácil? Tomar decisiones demasiado rápido puede pasar factura. Si la casa es chula y el casero resulta un rancio puede arruinarte por completo la experiencia.

¿Es tu anfitrión humano? Suena a chiste, pero muchas agencias inmobiliarias fingen ser particulares para ordeñar al máximo su cartera de pisos. En principio, no tiene por qué ser malo, pero algunas no tienen piedad y te cambian a otro piso de su catálogo cuando llegas al destino y y apenas tienes capacidad de maniobra. En general, son mejores las experiencias personales que corporativas.

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Asume que tu estancia puede ser ilegal. En efecto: en muchos territorios Airbnb es alegal o directamente ilegal. Lo mejor es informarse y lidiar con las consecuencias. Las posibilidades de que te expulsen durante el periodo contratado son remotas, por no decir inexistentes, sobre todo porque los juicios son tan largos que no va a afectar a tu estancia. Lo mejor es no enfadarse y afrontar los problemas con humor, según se vayan presentando.

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¿Es realmente más barato que un hotel? Tendemos a asumir que Airbnb es una opción más económica, y normalmente lo es, pero no siempre. Antes de cerrar el trato echa un vistazo a fondo a la sección de ofertas de los hoteles alrededor. De hecho, la competencia de esta web ha hecho que muchos hostales y hoteles se pongan las pilas con los precios. Además , muchos anfitriones de Airbnb cobran una «tarifa de limpieza» que no suele ser barata, especialmente para estancias cortas. Infórmate.

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Recompensa a los anfitriones majos (amables, simpáticos). Eso excluye a los que te hacen firmar un papeleo interminable, te obligan a recorrer media ciudad para recoger las llaves o te imponen una fianza desorbitada que debes pagar previamente vía Paypal. Por cierto, webs de la competencia como VRBO.com o Homeaway.es no te cobran comisiones de gestión, al contrario que Airbnb.

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No tengas miedo a hacer preguntas. Muchas de las ofertas de residencias apenas dan detalles, lo cual suele ser mala señal, ya que indica que no hay mucho de lo que presumir. Exige todos los detalles que se te ocurran para evitar sorpresas y dejar claro que no te conformas con cualquier cosa.

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No te desesperes con la sección de “búsqueda”. Suena sorprendente, pero es lo peor de Airbnb, ya que no siempre puedes usar simultáneamente todos los filtros deseables (puntuación, popularidad, fechas, etcétera). Airbnb maneja un algoritmo muy conservador y poco dinámico que propicia que una casa que empieza a ser popular tienda a seguir siéndolo, ya que le empuje a la tendencias a seguir en los primeros lugares.

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Sé flexible. Tener un margen de uno o dos días puede ampliar mucho tus posibilidades de lugares y precios. Además da una idea más amplia de las posibilidades de la ciudad, ya que abarcas más casas, barrios y anfitriones.

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Lee entre líneas. Interpretar las reseñas de otros usuarios puede ser todo un arte. La regla de oro es atender sobre todo a los datos. Lo esencial es la puntuación otorgada, no la cantidad de emoticonos que pongan detrás de cada reproche para no parecer avinagrados. También parece buena política ignorar las reseñas que solo ven cosas positivas o negativas.

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Toma tu tiempo para decidir. Airbnb es todo un éxito entre los viajeros, así que estamos seguros de que alguna utilidad tiene. Eso no quita que haya que ser muy cuidadosos con cada trato que se cierra. Piensa que cualquier error de cálculo lo van a pagar tus vacaciones y las de tus acompañantes.

Un bolichito bien a la mano, o un paisaje muy bonito desde el balcón, pueden hacer la diferencia.

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LA RECETA PARA HACERTE RICO
Hasta aquí las recomendaciones, ahora ¿te olvidaste que nos dijiste que nos ibas a dar una idea para hacernos ricos? No me olvidé, acá va. Como habrás advertido, propietarios, inquilinos, hoteleros, agencias de viajes, cruceros, compañías aéreas, etc. comparten el problema de los indeseables, los intratables, los estafadores, los depredadores, los irresponsables. Una cosa es que sean un poco desprolijos y otra que sean insoportablemente sucios, o que te rompan la mitad de la vajilla o que se peleen con todo el vecindario. Por el otro extremo, ¿cómo saber si el hotel, el propietario, el personal del autobús de turismo son lo que dicen ser o son unos avinagrados irresponsables?

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Como veterano que se adapta a los cambios pero extraña las cosas memorables, recuerdo aquél librito que llevábamos los que viajábamos con el Eurailpas cuidando los pesitos. Se llamaba “Europa por 10 dólares al día” y tenía todo lo que era imprescindible saber en los tiempos en que ni se sospechaba internet ni los Smart pones. El autor, Arthur Frommer, revisaba cada año todos sus apuntes y los comentarios de sus lectores; entonces al final de cada capítulo agregaba cosas como ésta: “no vayan nunca más al hotel tal, pues después que lo recomendamos, subieron las tarifas, te tratan mal y comenzaron a dar un mal servicio”.

.Como podrás imaginar, el hotel corregía todo y le pedía a Frommer que les mandara a alguien para corroborarlo. Era una de las grandes virtudes del librito que llegó a la versión de 50 dólares por día, se ancló allí y no se si sigue saliendo.

.Pues bien, lo único que tenés que hacer para ganar tus primeros 1.500 millones de dólares, es inventar una web en la cual todos podamos premiar o castigar, a los hoteles donde fuimos, a los cruceros donde navegamos, a los pasajeros que recibimos, etc. Vos hacés la ingeniería y el look, los usuarios son los que aportan todo. Entonces le agregás un módulo compatible con tu terminal de reservas, y si el pasajero es uno que hace cosas como las que relatamos, entonces suena una alarma y tenés la oportunidad de rechazarlo.

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.¡Cuidado con el software que inventás! Porque hay José González que se comportan como bestias y otros José González que son angelitos, hay que lograr discriminar al que debemos sancionar. Y por el lado de la oferta, tenés hoteles “El Ensueño” o “Mágico Confort” donde las cucarachas celebran sus olimpíadas. Si hacés las cosas bien y le agregás un poquito de buena suerte, te ganás honradamente esos 1.500 millones, salís en Forbes y te reseñan en Merril Lynch.

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Guillermo Pérez Rossel

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• Dave Gooden.com: http://davegooden.com/2011/05/how-airbnb-became-a-billion-dollar-company/
• Airbnb considerada ilegal: http://www.preferente.com/noticias-de-hoteles/airbnb-considerada-ilegal-por-un-juzgado-de-nueva-york-239195.html
• Globe and mail, Quebec cracks down on airbnb:http://www.theglobeandmail.com/life/travel/quebec-cracks-down-on-airbnb/article12162984/