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Secretos del Caribe

Seguramente hay más, pero esta lista de 21 destinos vale la pena guardarla… por si el amor nos impacta y nos da por escaparnos. Son playas poco conocidas pero maravillosas.


Por Rodrigo Cea y Sebastián Montalva W. El Mercurio / GDA. Por más viajero que seas no podés conocer tantos lugares escogidos entre los más recomendables en el Caribe. Es posible que no puedas conocerlos todos, pero al menos podés escoger lo que más te podría gustar.

1. Juanillo, República Dominicana
El tesoro de Punta Cana. Es la mejor playa de Punta de Cana: aguas translúcidas, arena inmaculada, cocoteros y, lo mejor, poca gente: una postal completamente distinta de las playas de la popular Bávaro, por ejemplo. La mejor forma de disfrutar esta tranquila y apacible postal de Punta Cana es en Cap Cana, un lujoso hotel de 175 habitaciones y cinco restaurantes, inserto en un complejo inmobiliario de casas privadas con helipuerto, una marina saturada de yates y un campo de golf diseñado por -para muchos entendidos, el mejor del mundo en su trabajo- Jack Nicklaus. ww.secretsresorts.com/sanctuary

2. Tintamarre, St. Martin
Como Robinson Crusoe. Si lo que busca es sentirse como un náufrago, entonces anota: la isla Tintamarre está a unos cinco kilómetros de la costa de St. Martin, un lugar que de por sí cuenta con playas espectaculares y hace casi innecesaria la idea de escapar. Sin embargo, si lo que buscas es llevar tu experiencia caribeña al extremo, toma el catamarán que sale por el día a Tintamarre, la isla donde obtendrás la experiencia más solitaria del Caribe. Parte de una reserva ecológica, el desarrollo inmobiliario y de cualquier tipo está prohibido aquí. Así, sin ningún tipo de servicio turístico, podrás sentirte como Robinson Crusoe, claro que en una playa de aguas cristalinas y arenas color champagne.

3. Shoal Bay, Anguilla
Mar de cristal. En las Antillas Menores, Anguilla es un diminuto territorio británico de ultramar, famoso por sus 33 playas exactamente como el imaginario colectivo manda que sean en el Caribe. La mejor de todas, o al menos la más grande y adaptada al turismo, es Shoal Bay. Con decenas de bares, restaurantes y hoteles -uno de los más premiados es Shoal Bay Villas ( www.sbvillas.ai )- sobre la playa, todos a precios razonables. Con casi tres kilómetros de arenas blancas y resplandecientes hay coloridos arrecifes perfectos para el snorkel o para verlos con un cóctel en la mano desde una de las tantas embarcaciones con fondo de cristal que navegan por el sector.

4. Caña Gorda, Puerto Rico
Lejos de todo. Con decenas de excelentes playas, una de las opciones más tranquilas para pasar unos días de sol en Puerto Rico es Caña Gorda. En la costa sudoeste del país, muchos habitantes de San Juan -la capital de Puerto Rico- tienen acá su casa de veraneo o fin de semana y por eso el ambiente es lo opuesto al de los destinos más turísticos del Caribe. A poco más de dos horas de San Juan por autopista, fuera de temporada Caña Gorda es el sitio indicado cuando lo que uno quiere es no compartir la arena y olvidarse del mundo. Por precios y las actividades que ofrece, muy buen dato para familias es el resort Copa Marina (www.copamarina.com ).

5. Grace Bay, Turcos y Caicos
El resort familiar. En Providenciales, la isla con las mejores playas de Turcos y Caicos, Grace Bay se destaca sobre todo porque ahí se encuentra Beaches: el mejor resort del Caribe según Travel+Leisure. Diseñado para los viajes en familia, el resort -de la cadena Sandals- cuenta con lujos como niñeras certificadas y consolas Xbox 360 en las habitaciones. Afuera, Grace Bay Beach ofrece decenas de actividades acuáticas, como windsurf, vela, kayak, esquí y más de 60 metros de visibilidad para bucear como en una piscina. Más información en www.beaches.com

6. Petit Tabac, San Vicente y las Granadinas
La playa de Sparrow. San Vicente y las Granadinas es un diminuto país al norte de Venezuela, en las Antillas Menores. Ahí se encuentra el Tobago Cays National Marine Park, un lugar aparentemente jamás mencionado, pero que probablemente conoce: en sus playas se filmó «Piratas del Caribe», el lugar donde el capitán Jack Sparrow (Johnny Depp) divaga sobre los horrores de ser abandonado en una isla pequeña. Una de las opciones más exclusivas de repasar escenas de la película es alojándose en el Petit St. Vincent Resort, isla privada que cuenta con 22 cabañas ( www.psvresort.com).

7. Luquillo, Puerto Rico
Del lujo al camping. Superado el trámite de obtener la visa para ingresar a Estados Unidos, Puerto Rico aparece como uno de los países caribeños aún por descubrir en materia de playas. Sin la cantidad de resorts de otros destinos, las playas tranquilas como postal mandan. A sólo 48 kilómetros de la capital San Juan, Luquillo se destaca por su bosque de cocoteros y la bahía con forma de herradura, lo que asegura aguas tranquilas para hacer snorkel en su arrecife de coral. Sin embargo, la verdad lo que más llama la atención de Luquillo es su extremadamente diversa oferta de alojamiento, que va desde pequeños hoteles boutique hasta sitios para acampar.

8. Pink Sands Beach, Bahamas
Arena de colores. Suena a mentira, pero no lo es: la arena de esta playa es rosada. Tiene unas pequeñas piedras de colores que le dan esa tonalidad, que resalta aún más cuando el día está despejado. Pink Sands Beach es la estrella de Harbour Island, una pequeña isla de Bahamas cercana a Eleuthera, de ambiente rústico, con carritos de golf como medio de transporte y un puñado de exclusivos hoteles, como el Pink Sands Resort ( www.pinksandsresort.com ) .

9. Arashi, Aruba
Piscina natural. Parte de las Antillas Holandesas, Aruba es uno de los mejores destinos caribeños para ir con niños, con programas como el One Cool Family, que agrupa a 16 hoteles e incluye alojamiento gratis para niños menores de 12 años, actividades sin costo y otros descuentos especiales (detalles en www.aruba.com ). Y, por cierto, tiene las playas, desde las clásicas Eagle y Palm Beach hasta otras como Arashi, a unos 15 minutos de la zona hotelera, una memorable piscina natural de aguas turquesa donde no hay nada salvo un par de techos de paja para esconderse del sol. Por su arrecife de coral, Arashi es perfecta para hace snorkel: el tour en catamarán lo ofrece la empresa De Palm, dura 4 horas y cuesta 77 dólares. www.depalm.com

10. Pink Beach, Barbuda
El paraíso perdido. En el Caribe oriental, Antigua y Barbuda son dos islas poco conocidas. Y como a la menos desarrollada, Barbuda, a 40 kilómetros al norte de Antigua y donde sólo se llega en barco o avioneta, se podría catalogar perfectamente como paraíso perdido.
A un par de kilómetros de Codrington, el centro poblado principal, se encuentra Pink Beach: 8 kilómetros de arenas rosadas casi desiertas, producto de los corales que se transformaron en arena. Número 1 en la lista de mejores playas del Caribe del canal de cable Travel Channel, una buena opción para dormir en la isla es Coco Point Lodge, uno de los pocos resort de lujo que existen en el sector ( www.cocopoint.com ).

11. Roatán, Honduras
Bucear por menos. Dicen que es difícil bucear por menos dinero en tan buenas aguas como las de Roatán, la popular isla hondureña. Alejada (hay que tomar tres aviones, o dos y un ferry), vale la pena si está pensando en bucear un par de veces al día u obtener alguna licencia. Si ése es el plan, busque algún hotel en West End, el poblado turístico donde abundan las posadas y los bares cerca de la arena. Si el presupuesto no es su problema, quizá debería buscar un hotel en el sofisticado West Bay (donde por supuesto deberá pagar más por los mismos servicios de buceo). www.roatanet.com

12. Tortuga, Puerto Rico
Al borde del Atlántico. Treinta minutos de avioneta desde San Juan y 45 más de lancha desde la hermosa isla de Culebra. Cuesta llegar a la isla Tortuga, pero cuando uno a lo lejos ve su famosa playa, sabe que el viaje ha valido la pena. A medio camino entre Puerto Rico y St. Thomas, justo aquí se mezclan las aguas del Caribe con las del Atlántico, y es el lugar donde llegan algunos yates de millones de dólares para anclar frente a una playa sin ninguna clase de servicios. Como no hay tampoco un embarcadero ni nada parecido, para llegar a la arena de Tortuga -que es también una reserva natural por la flora y las aves que ahí habitan- hay que lanzarse al agua primero, desde donde es casi imposible salir; de puro placer, claro. Para más información sobre transporte de San Juan a Culebra y de ahí a Tortuga visite www.islaculebra.com

13. Saint Jean, St. Barth
Descansar junto al jet set. Conocido como el pequeño St. Tropez, Saint Jean es uno de los destinos más sofisticados de todo el Caribe, sobre todo gracias a que por sus playas se pasean estrellas de Hollywood de la talla de Denzel Washington. ¿El resto? Todo lo que usted espera de unas vacaciones en el Caribe, pero en versión sofisticada. Tome nota: el Eden Rock es una de las opciones más lujosas para alojarse ( www.edenrockhotel.com ). Con un chef poseedor de estrellas Michelin, apariciones constantes en revistas como Travel+Leisure y Condé Nast Traveller , y 34 habitaciones con terraza privada junto al mar, hasta octubre ofrece tarifa de temporada baja, con dobles desde 650 dólares diarios.

14. Santa Marta, Colombia
El renacer del vallenato. Santa Marta vive un renacer. Con una notoria llegada de emprendedores turísticos -atraídos por la fama del Parque Tayrona, que está a poco más de una hora-, desde hace una década la ciudad se está transformando en un destino codiciado por visitantes, luego de décadas de pasado portuario e industrial. Así, hoy los turistas mandan en sus calles empedradas, donde se escucha cumbia y vallenato desde sus locales nocturnos. A la hora de chapotear, busque alguna playa fuera de la ciudad para una experiencia más cercana a la postal ( www.vacacionessantamarta.com ).

15. Saline Beach, St. Barth
La playa solitaria. Imán de ricos y famosos, la pequeña isla de St. Barth se ha transformado en sinónimo de sofisticación tropical. Más allá de hoteles y restaurantes de lujo, sin embargo, la isla aún esconde playas tranquilas, como Saline Beach, donde los bañistas todavía pueden chapotear sin nadie más a la vista; claro que con una dosis de esfuerzo. Porque después de bajar del auto, obligatoriamente hay que caminar 20 minutos por las dunas para llegar a Saline, una tranquila playa con forma de herradura, por la que bien vale la pena caminar esos 20 minutos y más.
Para más información sobre alojamiento en St. Barth, www.st-barths.com

16. Isla Mucura, Cartagena de Indias
El sueño de la isla propia. A dos horas en lancha desde Cartagena de Indias, la isla Múcura es una buena excusa para volver a esta calurosa ciudad. Un viaje perfecto podría incluir unas tres noches recorriendo el casco histórico de la ciudad favorita de García Márquez, y luego unas tres noches más en esta alejada isla del archipiélago de San Bernardo, en el Caribe colombiano. Aquí funciona sólo un hotel, Punta Faro, con cabañas de diseño rústico, una paradisíaca playa de arena blanca y tucanes que se pasean entre las mesas del restaurante como si nada. Programas con todas las comidas, desde 309 dólares por persona. www.puntafaro.com

17. Rum Point, Gran Caimán
El lado alegre. El Caribe también es una opción más que recomendable para los que no quieren sólo tenderse en una reposera y dejar pasar las horas. En ese caso, lo que corresponde es pensar en un sitio como Rum Point. Con decenas de actividades de aventura, deportes y diversión nocturna ( www.rumpointattractions.com ), se trata de un destino ideal para parejas o grupos de amigos que buscan combinar, en un mismo día, snorkel, voleibol, playa y una animada tarde-noche de cafés y bares con los pies metidos en la arena. Está en la costa norte de la isla Gran Caimán.

18. Frenchman’s Cove, Jamaica
La joya jamaiquina. Port Antonio es un baluarte. Un lugar donde aún puede sentirse la auténtica cultura jamaiquina, tan deslavada en los sitios ultraturísticos de la isla. Está a una hora de la capital Kingston viajando a través de las Blue Mountains hacia el sudeste de la isla, y esconde tesoros como la bellísima Frenchman’s Cove, una pequeña playa flanqueada por bosques y roqueríos, y donde se filmaron escenas de la película Cóctel , con Tom Cruise. El problema de esta playa es que es privada (hay que pagar unos 6 dólares para entrar), pero su belleza, soledad y limpieza terminan justificando el pago. Aquí opera un idílico hotel boutique, el Gee Jam. Desde 555 dólares; www.geejamhotel.com

19. Cas Abao, Curação
Belleza lejana. A primera vista, Curação, en las Antillas Holandesas, no tiene grandes playas. Hay varios hoteles, incluso, que han socavado sus terrenos para tener un trozo de arena donde poner la toalla. Pero sépalo ya: la mejor se llama Cas Abao y está superalejada, en la parte noroeste de la isla, a unos 45 minutos en auto desde el centro. El viaje, por cierto, vale la pena. Se trata de una playa de postal, con arena como talco, aguas transparentes y limpieza a toda prueba. Por algo se paga por entrar (unos 6 dólares por auto) y hay baños, duchas, reposeras, un bar y restaurante, y la posibilidad de practicar varios deportes náuticos. www.casabaobeach.com

20. Bahía de las Águilas, República Dominicana
Sólo para aventureros. La bahía de las Aguilas es un reducto poco conocido en el sudoeste de la República Dominicana, debido principalmente a que es parte de una zona de protección natural, lo que mantiene a raya los manifiestos esfuerzos de algunas cadenas hoteleras que sondean y piden permisos para instalarse en esta zona de la provincia de Perdernales. Es difícil creer que esa condición -difícil acceso carretero, escasa gente, poca oferta turística- dure demasiado, así que éste es ese tipo de sitios que uno debería conocer ya. Para llegar a las Aguilas hay que ir -en ómnibus, 335 kilómetros desde Santo Domingo; casi 7 horas- a la ciudad de Perdernales, cerca de la frontera con Haití. De aquí a La Cueva, una caleta de pescadores pegada al Parque Nacional Jaragua, donde está la playa que uno busca -y sueña-, desde donde se puede conseguir transporte hasta las Aguilas, siete kilómetros de arenas indómitas. Perfectas.

21. Les Salines, Martinica
Un trozo de Francia. Quizá lo que hace única a Martinica es que no se trata de la típica isla del Caribe. Aún es parte de Francia, se usan euros y el estándar de vida es bastante mayor que en las otras islas vecinas. Por eso aquí la gente no vive ni se desvive por el turismo, lo que termina convirtiéndose en uno de sus mayores atractivos. Ojo que las playas de arena blanca están al sur de la isla, en el distrito de St. Anne, y la más famosa de todas es Les Salines, una auténtica postal caribeña tapizada de cocoteros, algunos prácticamente extendidos sobre la arena. En Les Salines no hay hoteles ni restaurantes ni ruidos, sólo familias martiniqueñas los fines de semana y uno que otro turista leyendo algún libro bajo la sombra.