A James Tissot se lo conoce como el pintor de las mujeres. Rescató su belleza, su gracia y su elegancia. También se ajustó mucho a la realidad.

Si vivieras en Tristán da Cunha, nunca más te quejarías de que hay demasiada gente.

¿Se puede creer que importaban hielo de Europa para darse el gusto de un helado? Cuesta imaginarlo ahora, cuando hay heladerias solo en verano. 

Chaplin perdió en una partida de póker un hotel que ahora es próspero e icónico. ¿Y quién se lo ganó? Nada menos que John Wayne, que había apostado un dólar.

Andás por el Mato Grosso y se te atraviesa una anaconda que no sabe español. ¡Cómo desearías que en lugar de inglés te hubieran enseñado pársel!

Autos, autobuses, motos y hasta bicicletas eléctricas, ya hay. Lo que faltaba era una especie de híbrido que realmente jamás demandara combustible fósil.