Las traineras de San Sebastian

¿No era que los de Orio eran gigantes invencibles? Que los hayan derrotado no implica que estas centenarias regatas corran riesgo de interrumpirse como lo están ahora a la espera de que la humanidad derrote al virus maldito.

En nuestro Río Uruguay, en la costa coloniense y en pocos otros lugares de Uruguay, todavía se disputan regatas que nunca llegaron a convertirse en un deporte con tanto arraigo como las traineras. El editor practicó remo convencional en el Club Nacional de Regatas, donde nos sacábamos chispas con los del Montevideo Rowing, cuando en la bahía había playas de veraneo y cuando todavía se usaba un fuerte repique de campana para anunciar a los remeros que debían salirse a toda velocidad del lugar donde estaba a punto de acuatizar el avión de CAUSA. Pero nada de esto se compara con esta tradición de la costa cantábrica que nos relata el corresponsal.

Por Alberto Moroy

Mi experiencia con el remo en Uruguay no fue muy buena. Despues de dos dias de batea (remo en tierra) en el Montevideo Rowing Club pedimos un bote de dos con timonel, y nos fuimos a pasear por la bahia, cuando regresamos el profesor nos echó a los tres por temerarios. Tenía 14 años y también tenía razón, éramos temerarios.

Ya de adulto y en Buenos Aires estuve por volver, pero por esas casualidades termine dedicándome a la navegacion a la vela

Himno a las traineras de la Liga San Miguel

El remo es un deporte interesante. Éste de las traineras en mar abierto debe de ser una experiencia inolvidable, mucho más para quienes conocen el Mar Cantábrico y saben de lo que significa cuando esta movido. ¡Imaginense remando 5,2 km. en cuatro piernas (bordadas), a ese régimen!

Donostia. – San sebastián

Las traineras «tienen su origen en el mundo de la pesca Los pescadores remolcaban sus redes y la que llegaba antes a puerto era la que conseguía vender el pescado a mejor precio. De ahí se originan las actuales competiciones de traineras».

Duhamel du Monceau, miembro de la Academia de Ciencias francesa, viajó por las costas galas en el siglo XVIII para compilar las técnicas de navegación y pesca de la zona. En 1755 llegó a Hendaya (Francia, frontera con España), en donde descubrió «cierto hallazgo revolucionario que se había producido al otro lado del Bidasoa». Se trataba de una nueva embarcación diseñada en 1750 por un pescador de Hondarribia. (Pais Vasco, frontera Francia)

Era un tipo de barco tan ligero y veloz, con tripulación de 10 a 16 hombres, mucha potencia y el sitio justo para colocarse. Gracias a este nuevo barco, las capturas habían aumentado tanto que los arrantzales empezaron a vender sus excedentes en los puertos de Lapurdi. Después de estudiar detenidamente las descripciones del viajero francés, Xabier Agote lo vio claro: se trataba de traineras.

Traineras competencia de mujeres / hombres

Practicando

El deporte

Las Traineras es un deporte perteneciente a el remo en banco fijo que se practica en toda la costa norte de España. Las regatas de La Concha, San Sebastian fueron organizadas por primera vez en 1879.y en la actualidad son las mas famosas. En el marco incomparable de la Bahía de La Concha se congregan, todos los primeros domingos de Septiembre, más de 100.000 personas para ver disputar las tradicionales regatas donostiarras.

Bahia de la concha / Playa de Donostia, San Sebastian

Web cam sobre el hotel de Londres playa La Concha

http://www.hlondres.com/en/webcam

Tesumen de la Liga San Miguel – Corona la Caixa 2013

Las Traineras son un deporte perteneciente a el remo en banco fijo que se practica en toda la costa norte de España. Las regatas de La Concha, Bandera de La Concha, fueron organizadas por primera vez en 1879.y en la actualidad son las mas famosas. El proceso de fabricación lleva al menos un mes o mes y medio.

Se realiza un plano a escala de la embarcación, basándose en unas medidas estándar de 12 m de eslora, 95 cm. de proa, 75 cm. de popa y 60,5 cm. de puntal. El peso total de la embarcación incluyendo tolete, bancada y toletera tiene que ser de 200 kg. El material utilizado durante años era la madera en su totalidad, de cedro y haya. Actualmente, el material usado es la fibra de carbono y el kevlar para realizar embarcaciones con técnicas de aeronáutica, similares a las aplicadas en la construcción del fuselaje del avión Airbus 380.

Quienes y cuantos participan

En la actualidad, una tripulación de trainera está compuesta por 13 remeros más un patrón. Los remeros están distribuidos en seis filas de 2 remeros más el remero de proa, que va solo en su bancada anterior. En cada bancada, excepto en proa, un remero rema por babor y otro por estribor, haciéndolo «de espaldas», es decir, mirando hacia popa.

El patrón, que comúnmente va de pie en la popa mirando a proa, es el que dirige la embarcación con el timón. Únicamente participan en las regatas de traineras clubes representantes de toda la costa norte cantábrica: Galicia, Principado de Asturias, Cantabria, País Vasco y País Vasco Francés; y aparte del correspondiente premio en metálico de cada regata, al club ganador tradicionalmente se le otorga una bandera de la localidad que acoge la competición o del patrocinador de la misma.

Así era en 1920

Todos los años, al final del estío, se disputan en San Sebastián unas regatas a remo. Nada de jóvenes deportistas; no se trata de esas yolas barnizadas (que obedecen menor movimiento de las manos). Son regatas formidables, fatigosas y duras, entre pescadores rudos y fornidos que tripulan barcas de gran eslora, llamadas traineras. Casi todos los pueblos de la costa sienten la ambición de poner en actitud de combate una lancha, con remeros propios.

El incentivo de la regata no puede ser más fuerte: los premios en dinero representan sumas importantes, pero tiene más relevancia el premio de honor, consistente en una gran bandera de seda que los vencedores conducen en triunfo a su pueblo nativo, para depositarla ceremoniosamente en la casa del ayuntamiento o en la nave principal de la iglesia.

Todo esto hace de la regata de traineras una lucha popular, emocionante y clamorosa. Los remeros, dos meses antes, ensayan con toda regularidad y sin faltar un día, con intención de poder llegar perfectamente entrenados. Y el día del campeonato se congrega en San Sebastián una muchedumbre enardecida, que trepa a las alturas, se aglomera en los malecones y salta a los bateles y a los vaporcitos.

La bahía es un hormiguero de pequeñas naves, con el fragor de sus sirenas y los gritos de los bateleros. Por entre esa muchedumbre marina, que abre una ancha calle, las traineras combatientes cruzan como exhalaciones. Puede ocurrir que un pueblo, más afortunado o mejor dotado que los otros, gane el premio de honor varios años seguidos, con una insistencia que produce en los demás tanta estupefacción como envidia.

El pueblecillo de Orio, uno de los más insignificantes de la costa guipuzcoana, ha sido campeón en varias regatas seguidas. Su triunfo despertó una viva curiosidad. Un poco supersticiosamente se hablaba de los remeros de Orio como de hombres hercúleos, gigantescos, invencibles en toda lucha de fuerza. Pero esto año (1921) han salido derrotados. Los remeros del puerto de I’asages han destruido la leyenda de los gigantes de Orio. No eran gigantes, sino hombres simplemente robustos como los demás.

¡Con que júbilo, que bien podría llamarse homérico, se llevaron la bandera de honor los remeros de Pasages! Era el triunfo do la fuerza y de la agilidad. Era algo que evocaba en algún modo la delirante victoria de los campeones en los Juegos Olímpicos, allá en la remota y clara Grecia.

Todos salían a recibirlos, hasta los más ancianos, hasta los enfermos. Y cuando, al fin, la gran bandera de seda fué extendida y tremolada a la luz del

Sol, las mujeres lloraban de alegría. Más tarde, según la moda del país cantábrico, todo aquello terminó en un largísimo banquete pantagruelico.

Una digresión

Pido disculpas por ahondar varias veces en la temática náutica. Pase 20 años navegando a vela, ademas de construirme dos veleros, y ahora con unos años, disfruto de otras actividades y de los recuerdos, tambien del espacio que me deja el editor.

Como decia Garcia Márquez «lo importante no es haber vivido, sino recordarlo». En este caso mas, ya que conozco la zona, y mi familia proviene de esa región, donde tengo primos hermanos. Mi bisabuelo Aboitiz, fue un marino vasco que partió de puerto de Lekeitio, municipio de la provincia de Vizcaya (1hora de viaje, de San Sebastian), hacia Filipinas (¡13 mil millas náuticas en velero!), (1860) donde nacieron mi abuelo, mi madre tíos y primos. Si van para el norte de España no pueden dejar de visitar San Sebastian, sobre todo en verano.

Sus playas son excelentes, su comida impecable, también la amabilidad de su gente. Si tienen tiempo y estan dispueston a hacer playa 4/5 dias es lo ideal, sobre todo para recorrer los alrededores. Abajo les dejo un listado de hoteles y precios de restoranes. Consejo: resulta interesante almorzar o cenar en clubes de remeros, para sentir la esencia del pueblo vasco.