Entre smombie y monopatines
En principio parecen un gran adelanto. No contaminan, son baratas, sortean los caos de tráfico, son ingeniosas y divertidas… pero también tienen su lado oscuro, bastante oscuro.
Alberto Moroy hace una reseña de la situación en Buenos Aires y Montevideo, antes de trasladarnos al resto de América Latina y Europa, donde los gobiernos les están poniendo palos en las rueditas.
Por Alberto Moroy
En el titulo dos palabras que definen una actividad reciente, producto de la
modernidad. Ambas tienen un pequeño toque peyorativo referido a la falta de
atención de quienes las practican. La combinación de los términos smartphone
y zombie describe a las personas adictas al celular que circulan sin ver a los
otros peatones, a los automóviles, ni los obstáculos en el camino. En cuanto a
los scooter-man (monopatines), circulan “a la buena de Dios”, sin reglas claras
representan un peligro para los transeúntes y para ellos, sobre todo
considerando que las pequeñas ruedas que tienen, ante calles no bien
pavimentadas o poceadas y estando en una posición de equilibrio
dificultosa, el usuario tiene mucho más posibilidades de “salir volado”.
Noticia reciente
«Famosa youtuber inglesa murió en un accidente de tránsito». Se trata de Emily
Hartridge, de 35 años. Iba en su monopatín por las calles de Londres y chocó
con un camión. Sin duda diariamente habrá miles de accidentes fatales por
bicicletas y otros por el mundo. Esta noticia refleja un anticipo de lo que vendrá.
China, sendas propias para que los smombies no molesten al resto. / Alemania
cartelería afin
En nota de hoy vamos a abordar la modalidad del uso urbano de monopatines
eléctricos que por lo visto llegaron para quedarse. Se desparramaron como
“leche hervida” por distintas ciudades del mundo, en breve tiempo.
Comentarios de lectores en Buenos Aires
“el mundo al revés: los automovilistas esquivando boludos, cuando vengan los
ET, habrá que esquivar a todos los que miran al cielo, conectados con el
mundo y desconectados de la realidad de su entorno., han muerto muchos y
seguirán, porque estos, si volaran estaría todos los dias nublado., ya se están
presentado muchos problemas con los monopatines eléctricos, vendrán
muchos mas ¿habrá que sacar una ley de transito especial para esos boludos
que no respetan a nadie?
“Bueno no es el fin del hombre que imaginaba, pero es un comienzo”
¡Hasta los taxistas se quejan!
“Entre Uber y esta pavada de los monopatines, estoy en llamas. Directo y
conciso, así definió la situación un conductor de taxis. A la ilegalidad en la que
sigue operando Uber, se suman los monopatines que en zonas como Palermo,
nos han quitado los pasajeros -muchos de ellos turistas- que quizá hacen un
viaje corto de 10 o 12 cuadras y que son importantes para completar nuestro
día de trabajo, porque la bajada de bandera se cobra de todos modos, hagas
200 cuadras o 5, dijo. El hombre es propietario del taxi y, después de 35 años
conduciendo, está a punto de jubilarse.. da
El trafico porteño y los monopatines eléctricos
Siempre supimos que el tráfico porteño de Buenos Aires es endemoniado, 1,5
millones de autos por dia a los que se suman los de transporte público,
335.000 viajes en moto diario y 6.670 viajes por dia del uso de bicicletas
públicas (Eco-bicis)
Lo notable es ver como mutan los problemas para encontrarnos hoy con un
combo no apto para cardiacos. Entre piquetes, manifestaciones, cortes de calle
y avenidas por despidos, protestas actos políticos, por obras necesarias y otras
relacionadas con el marketing político partidario, habida cuenta que son
faraónicas, pero en el sitial de las prioridades ocupan el lugar ¡5 mil!
Una maraña caótica
Las bici-sendas, y todo lo que tiene que ver con los viejos hábitos de
colectiveros, taxistas, madres retirando a los chicos en los colegios en
vehículos 4×4 que estacionan en cualquier lado, en doble fila, a las que
deberían exigirle una licencia especial por el tamaño de las camionetas, se
suma, el uso indiscriminado de motos, bicicletas dentro y fuera de las
bicisendas y desde hace medio año monopatines llamados Scooters. Sin duda
una “maraña caótica” que parece crece al paso de la modernidad. Tal vez
mañana tengamos los servicios para rentar Skate y triciclos para los más
chicos o los más viejos.
Todo esto en una sociedad anomica por diferentes motivos da por resultado un
caos. Lo grave es que el estado ya casi sin control, aun
aplicando multas siderales de neto corte recaudatorio, no logran poner orden.
Presumiendo que el acceso y los permisos de estas empresas de alquiler de monopatines pagan interesantes tributos, tasas y no se si algo mas. Entraron al mercado como si fuese su casa, al estilo UBER, sin mediar ningún comunicado n normativa oficial.
Los seguros y la idoneidad, bien gracias. Los usuarios solo tiene obligaciones civiles y penales como la tienen los automovilistas y demás. Solo que estos tiene seguro obligatorio al menos contra terceros y un registro que certifica su idoneidad, su visión, y por “semblanteo” de los inspectores, un apto físico.
Tambien conocimiento de las reglas de transito y los derechos de los peatones así como de las señalizaciones en la vía pública.. No así los usuarios de Monopatines quienes sin ningún registro habilitante, sin ningún conocimiento mínimo de las reglas de transito, certificadas por la autoridad competente, sin un seguro propio y contra terceros, sin un certificado médico en cuanto a esta actividad que por características físicas requiere una mayor aptitud.
Ciudad de Buenos Aires por avenida Libertador, ¡apto todas las edades!
Del compilador
Motos bicimotos eléctricas y a explosión pasan zumbando entre los autos, casi como los dueños de la calle, se llevan por delante espejos de autos, puertas faroles traseros y transeúntes desprevenidos debido a la temeridad con la que circulan, gracias a la falta de control. La situación tambien facilita a “los cacos” hacer de la suyas, subiendo a veredas con motos o directamente en manada o en yunta, asaltando vehículos o transeúntes a plena luz del dia y en Avenidas importantes.
Los monopatines o scooter
De chico era nuestro primer vehículo, los habia de chapa y hasta caseros de
madera con rulemanes de auto como ruedas. Tuve ambos y aun siento niño,
requería cierta habilidad por lo inestable, producto de sus pequeñas ruedas, así
como de un manubrio de las mismas características en cuanto a su ergonomía.
Con los años y a manera de deseo vimos pasar algunos a motor por las calles
hasta 60 km/h faltándole poco “para despegar”.
A comienzos del 2019
Ya hace algunos meses que se pueden ver los distintivos de empresas
monopatines en la ciudad de Buenos Aires, como Movo, Grin y en breve llega
Lime, dicen que financiada por Google. Además, se espera que, con el tiempo,
más empresas ofrezcan el servicio. Cuando arrancó el furor de los
monopatines eléctricos en la Ciudad de Buenos Aires solo se veían
concentrados en Palermo y Recoleta, pero ahora se los puede ver por Retiro e
incluso en algunas zonas del Área Central. Una de las firmas que desembarcó
con estos monopatines asegura que el primer mes de uso fue muy positivo.
Que incluso se superaron las expectativas: se realizaron 12 mil viajes, se
completaron 10 mil kilómetros y lograron fidelizar a 5.000 usuarios, que
disponen de unos 250 puntos de donde poder retirarlos.
Movo / Grin / Lime
En Montevideo
«Esta semana (febrero 7) empezó a funcionar en Montevideo un servicio de
monopatines eléctricos que se paga por minuto». «Una alternativa de transporte
pago de uso compartido desembarcó hace tres días en la capital. Para usar el
servicio de monopatines eléctricos los usuarios deben bajar la aplicación Grin
del Apple Store (para teléfonos con iOS) o de Google Play (para dispositivos
Android). Grin, la empresa, fundada en México, empezó a funcionar a
mediados del año pasado y se expandió a Bogotá (Colombia), Santiago (Chile),
San Pablo, Florianópolis y Río de Janeiro (Brasil), antes de llegar a Uruguay y
próximamente a Lima (Perú) Lime, la empresa estadounidense, que opera en
más de 100 ciudades de 5 continentes, llegará a Uruguay para competir con los
monopatines de Grin que han tomado una gran popularidad. Así, Montevideo
se convertirá en la cuarta ciudad latinoamericana en recibir los monopatines
eléctricos. .
Cómo funciona Grin en Montevideo
En Buenos Aires
Un vehículo moderno pero polémico, así puede definirse el monopatín eléctrico,
que por lo menos en Capital Federal se multiplican con el paso de los
meses. Ya hace algunos días que se pueden ver los distintivos monopatines en
la ciudad de Buenos Aires, como Movo, Grin y en breve llega Lime. También lo
hará, Bird y Ufo. La Legislatura porteña votó un marco regulatorio para los
monopatines eléctricos; los de usuarios particulares y los de alquiler.
Como primera medida se incorporó la definición de «Dispositivo de Movilidad
Personal»; al Código de Tránsito y Transporte. También, una serie de artículos
que regulan la actividad, requisitos de seguridad y sanciones aplicables en el
caso de cometer una infracción a bordo de ellos. Se estableció que no podrán
circular por las veredas, sí por las ciclovías; tampoco pueden hacerlo de
contramano por las calles. Además, los usuarios tienen que ponerse casco y
chaleco reflectante. No se puede acelerar a más de 25 km/h y deben contar
con bocina, frenos y luces delanteras y traseras, y sólo se permite una persona
por vehículo. (*)
(*) No dicen nada de la idoneidad necesaria para poder circular con
estos, tampoco de la obligatoriedad de hacer un pequeño curso, sobre todo a
aquellos que nunca manejaron un automóvil, moto o cualquier otro que
requiera un registro habilitante, y no tiene idea de la señalización, ni de las
normas vigentes. Tampoco se sabe en caso de siniestro quien será
responsable, la empresa, las autoridades que por vacío legal dejan
desamparados a los transeúntes, o a los mismos conductores en caso de
accidente, por lo que sería pertinente un seguro, habida cuenta que el usuario
puede ser insolvente y en cuanto a lo económico no responde con nada ya que
la tarjeta de crédito, no tiene porque ser solidario. Dicen las empresas
Los monopatines cuentan con un GPS integrado y tenemos un equipo que
monitorea en vivo la ubicación de cada uno. Se contactan con los usuarios
cuando salen del área de cobertura para pedirles que vuelvan a ingresar. En
caso de no poder comunicarse, y que el usuario siga circulando fuera del área
de cobertura, se acerca alguien del equipo personalmente, para recuperar el
monopatín.
Foto El Nuevo Siglo – Diana Maldonado
Monopatines en América Latina: accidentes y lentas regulaciones
Aunque llegaron como una promesa de movilidad para las congestionadas y
contaminadas urbes latinoamericanas, los monopatines eléctricos han
enfrentado un camino de accidentes, lentas regulaciones y la oposición de
algunos habitantes.
Repentinamente, miles de estos artefactos aparecieron en América Latina el año pasado, enviados por plataformas de “micro movilidad” como las startups estadounidenses Bird, Lime y Scoot, la mexicana Grin o la brasileña Yellow. Por alrededor de medio dólar, más 10 centavos por minuto,
cualquier persona con un smartphone y una tarjeta bancaria puede subirse y dejar atrás el tráfico de algunas de las ciudades más embotelladas del mundo.
Otra ventaja mayúscula, según sus aficionados: los monopatines ofrecen una
opción de transporte limpio en lugares que padecen de altos niveles de
contaminación. Sin embargo, sus críticos dicen que estos mini-vehículos solo
empeoran el caos vial. En Ciudad de México, con más de 20 millones de
habitantes y casi 5 millones de automóviles, un hombre sobrevivió en marzo al aparatoso golpe que le dio un coche cuando conducía un monopatín en sentido contrario por un céntrico barrio.
Otro accidente parecido ocurrido durante la madrugada mató a un hombre en la
turística Zona Rosa. En Lima, una mujer resultó con fracturas tras ser arrollada
por uno de estos vehículos en la acera en el mes de abril. En Sao Paulo, de
enero a mayo sumaron 125 atropellamientos. Los problemas para estos
vehículos, que alcanzan hasta 40 Km/h, apenas empezaban. Al igual que en
Europa y Estados Unidos, a donde llegaron primero, en Ciudad de México,
Lima, Bogotá y Sao Paulo hay quejas porque los monopatines circulan en las
aceras y son estacionados sin ningún control, bloqueando el paso de peatones
y otros vehículos.
En Europa
Hay ciudades que limitaron el uso del gadget del momento. En Madrid
(España), por ejemplo, una nueva ordenanza relegó a los patinetes, como los
llaman allí, a ciertas partes de las infraestructuras ciclistas, de las bicisendas y
algunas calles, según las características de la calzada. En Lisboa, la capital de
Portugal, la proliferación de los trotinetas (así se denominan en dicho país)
puso en alerta al Ayuntamiento que dictó normas especiales. Además, en
Zaragoza (España), las autoridades decidieron que solo dos empresas podrán
adjudicarse la explotación del servicio de alquiler y estableció un máximo de
1700 en la calle. Mientras que en París (Francia) se discute si la circulación de
estos vehículos representa un peligro extra para los transeúntes.