Curiosa Buenos Aires: Palacio Chrysler
Asombroso. Es contemporáneo con el de Nueva York, que sería muy alto… pero no tenía un autódromo en un piso alto.
El Chrysler Building de Nueva York se inauguró en 1930, como el edificio más alto del mundo, aunque solo por 11 meses. El de Buenos Aires no tenía esas pretensiones, pero tenía otras no menos extravagantes, arquitectónicamente hablando. Se lo encomendaron al Arq. Palanti, que andaba por el Río de la Planta construyendo rascacielos como el Palacio Salvo y el Palacio Barolo. Alberto Moroy, el autor del artículo, no tiene la intención de andar buscando paralelismos entre las dos ciudades, pero estos surgen solos pues en ese entonces eran las urbes que crecían a mayor ritmo.
Tampoco es extraño encontrar a Chrysler en las dos modernísimas ciudades, pues el automovilismo corría parejo con la mejora de la calidad de vida que se reflejaba en la arquitectura, como en muchas otras cosas. Si querés más sobre el edificio de Nueva York: http://viajes.elpais.com.uy/2013/06/12/el-edificio-chrysler.
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Por Alberto Moroy
Seguramente muchos de ustedes habrán concurrido al “Alcorta Shopping” en Buenos Aires. Para quienes no, les cuento que se encuentra ubicado en las calles Jerónimo Salguero 3172, en el barrio denominado Palermo Chico. No obstante solo lo usaremos de referencia, porque lo que les quiero mostrar es otro edificio que se encuentra en las proximidades, sobre la Avenida. Figueroa Alcorta al 3399. Se llama Palacio Alcorta (Antiguamente palacio Chrysler) y es el que esta en la portada, decorado en el frente y en varias cuadras de la avenida homónima, con jacarandás, (Jacaranda mimosifolia) que en primavera y otoño que le dan un marco de singular belleza.
El palacio Resta Hermanos / Hoy el Palacio Alcorta
Curiosa Buenos Aires
Del autor
Buenos Aires al igual que Montevideo tiene edificios que fueron construidos con un fin determinado. Recuerdo uno en pleno centro, por la calle Viamonte, cerca de Florida, donde en el piso cuarto funcionaba un club de bridge (juego de cartas), arriba del cual existía un edificio de departamentos de al menos 14 pisos construido en la década de los 60. Tenia acceso independiente por una rampa que era la continuación de la que venia de plata baja y servia al estacionamiento, que funcionaba en los pisos inferiores.
Lo notable es que siendo la base de estacionamiento de mayor superficie que la ocupada por el edificio de viviendas permitía estacionar a veinte vehículos a la intemperie sobre el 4º piso. Asi los jugadores llegaban en su auto, subían con los 4 pisos y estacionaban el la puerta.
Palacio Alcorta, con la impronta de Mario Palanti
Mario Palanti fue un arquitecto y pintor italiano. Comenzó su formación artística en 1905 cuando estudió pintura en la Academia de Brera, para después graduarse de arquitecto en la Escuela de Arquitectura del Politécnico de Milán. Entre sus primeros trabajos independientes se destacan por su singular decoración dos cercanos edificios, ambos en la Avenida Rivadavia 1906 (Buenos Aires) y construidos en 1914: uno, por los dos atlantes que sostienen los balcones del segundo piso, y el otro por su fachada conformada por tres robustos arcos de cuatro pisos de altura.
Entre sus obras más importantes figura la construcción del Palacio Barolo, en la Ciudad de Buenos Aires y el Palacio Salvo en la ciudad de Montevideo.
Este edificio, el Chrysler, fue proyectado en 1929 para albergar al Primer Palacio Autódromo de Sud América. Contaba con una pista de autos en la cubierta superior, con una longitud de 173 metros y tribunas con capacidad para 3.000 personas. La pista era un círculo totalmente peraltado donde se podían desarrollar velocidades de hasta 100 km/h. (¡1929!) El piso original era de ladrillos, aunque luego se lo recubrió con una capa de asfalto para mejorar el andar de los autos y permitir mayor velocidad.
Asi esta hoy
Ubicacion / Sobre Av. Figueroa Acorta
Conjunto de edificios
Ubicado sobre la Av. Figueroa Acorta se mantiene el acceso tradicional y desde el mismo se bifurcan las circulaciones hacia dos núcleos verticales separados. En este sector se desarrollan viviendas tipo estudio profesional. Las unidades del último nivel, sobre Figueroa Acorta tienen piletas de natación privadas en las amplias terrazas.
Sobre la calle Ocampo en el tramo central se desarrolla un grupo de departamentos de mayor superficie, entre 250 y 350 m2 con servicios centrales. Las dos unidades del último piso, en duplas, tienen también piletas privadas. Se accede a este edificio a través de un apeadero para coches.
Desde la calle Martín Coronado, y también accediendo por un apeadero para coches, se llega a dos patios de ingreso y núcleos de ascensores que abastecen a los departamentos que se desarrollan sobre este sector, y cuyas superficies y programas son variables.
En el patio central se ubican dos piletas de natación, fuentes y solarios comunes para los propietarios de las unidades. Anexas a las mismas y para cada uno de los sectores se desarrollan áreas para bar, lugar de reuniones y vestuarios que se abren sobre los jardines centrales.
Vista aérea Piscina / Pasillos interiores
Una de las Piscinas de noche / Loft de 90 mts.
Loft Palacio Acorta
La historia
El edificio original se levantó con una estructura de hormigón armado, y para anular las consecuencias de los efectos de dilatación, el esqueleto fue dividido en cinco secciones. Además del notable salón de exposiciones y venta, se destacaban el salón para montaje, otro para repuestos y varios para depósito. En la azotea se encontraba la pista de automóviles dividida en dos zonas, y cuyo piso de ladrillos, tenía una inclinación que, en algún punto, supera los 45º. Un parapeto de hormigón armado servía como resguardo ante posible malas maniobras.
La parte inferior para pequeñas velocidades, estaba destinada a ensayos y a los amateurs. Lateralmente sobre el autódromo se levantaba un restaurante, una amplia pérgola para disfrutar de las actividades deportivas.
Asi se veía Palermo Chico en 1928 y el edificio con la pista
La pista
Frente de época y plano
Este edificio era por sus singulares condiciones, un ejemplar único en América del Sur, y cumplía cómodamente con un complejo programa que incluía un salón de exposiciones de 82 metros por 15 de ancho, sin columnas, siendo su techo sostenido por vigas de hormigón armado; y su mayor particularidad, una pista para automóviles.
En 1910, Julio Fevre funda Julio Fevre y Cía., empresa dedicada a la importación de automotores de las marcas francesas Mors, Aries, Delage y Berliet. Seis años mas tarde obtiene la representación exclusiva en Argentina de la empresa Dodge Brothers y comienza con la importación de automóviles y camiones Dodge.
La marca que ya era la tercera en importancia en Estados Unidos logró una rápida aceptación en el mercado argentino. En 1928, al incorporarse Diego Basset a la compañía, la empresa cambia su nombre por el de Fevre y Basset. Poco tiempo después en 1931, adquiere la firma Resta Hnos. distribuidora de los productos Chrysler.
La sociedad comienza a funcionar en las instalaciones del lujoso Palacio Chrysler reacondicionado para actividades de montaje y asistencia técnica.
Historia de Chrysler en Argentina
http://www.argentochrysler.com.ar/historia.htm
Chrysler Imperial 1929 l series 75 Le Mans
Sitio interesante y muy completo
http://andaba.blogspot.com.ar/2007_10_01_archive.html
En 1931, Resta Hermanos fue absorbida por Fevre y Basset. Tras la retirada de Chrysler del país, el edificio fue tomado por el Ejército, que instaló allí las oficinas del Registro Nacional de Armas (Renar). En 1950 la empresa construye su nueva planta de montaje en unos terrenos de 38 hectáreas ubicados en la localidad de San Justo.
Se realiza la mudanza de instalaciones y equipos del Palacio Chrysler para poner en funcionamiento la planta.
En 1992 se llevó a cabo la Expo-Gourmandise, que generó una polémica por las quejas de los vecinos acerca de la perturbación a la tranquilidad del barrio. En 1993 el Ejército llevó al «Palacio Chrysler» a remate mediante el Banco Ciudad, promocionándolo como «la manzana más cara de la ciudad». Los vecinos de Palermo Chico nuevamente se expresaron en contra de la posibilidad de su transformación en shopping.
A mediados de los años ’90, el llamado Palacio Chrysler fue comprado por la empresa Irsa, que lo recicló y lo fragmentó para crear edificios de departamentos y oficinas privadas. La planta baja del edificio fue entregada al empresario Manuel Antelo, en aquél entonces representante de Renault en la Argentina a través de la firma Ciadea. Antelo tuvo la idea de crear un espacio que combinara la gastronomía con la pasión por los autos, al mejor estilo de La Biela: así nació el Museo Renault.
Las fotos antiguas proceden de este blog, donde también se cuenta la historia:
http://andaba.blogspot.com.ar/2007_10_01_archive.html