Antigua
Es pecado no conocerla y no tener curiosidad. No hay otra ciudad semejante.
Guatemala es uno de esos lugares imperdibles para los buenos viajeros pues preserva muchos lugares fantásticos entre los cuales descollan, junto a Antigua, las ruinas de Tikal y el increíble pueblito de Chichicastenango. Pero hay mucho más.
El Volcán del Agua que preside el valle es el determinante de su proceso histórico, cuando los pueblos mayas que ya habían abandonado las impresionantes ciudades por motivos que continúan siendo misteriosos, se derramaron sobre estas tierras centrales, lejos de las inquietantes costas y lagos. Si uno quiere ser generoso con los conquistadores, podría decir que toda esa impresionante cantidad de iglesias y conventos que contiene Antigua se deben al empuje evangelizador. Pero los indigenistas tienen otra versión, según la cual era menos costoso en vidas evangelizar que someter.
Fray Bartolomé de las Casas advertía en sus tiempos sobre el brutal sojuzgamiento de los pueblos indígenas. Este tema se aprecia mejor en Chichicastenango, donde quizás puedas encontrar a alguien crítico con la conquista, sin perjuicio de que los indígenas americanos no necesitaban a nadie que los sojuzgara, ellos sabían hacerlo con maestría antes de que llegaran los europeos.
La cuestión es que Antigua, en una cuadrícula que abarca 12 x 12 manzanas, tiene más de treinta iglesias, conventos, catedrales, oratorios y ermitas, algunos de ellos en ruinas, otros convertidos en hoteles cinco estrellas. En su momento dentro de la ciudad hubo más curas y monjas que indígenas. Y allí rezaban y rezaban para que las lluvias fertilizaran los sembradíos. Rezaron tan bien que no paró de llover y un gigantesco deslave bajó del volcán y arrasó con todo.
De lo que quedó en pie se ocuparon sucesivos terremotos, el peor de los cuales ocurrió el 29 de julio de 1773 y acabó con la mayor parte de los edificios. No era la primera vez que la naturaleza combatía al urbanismo. La ciudad se había fundado en 1527 en otro enclave que también fue arrasado. Finalmente las jerarquías españolas se convencieron de que no era este el mejor lugar para la capital del «Reino de Guatemala», que comprendía las actuales Guatemala, parte de México, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, es decir, el viejo imperio maya que a su vez había arrasado a otras culturas oriundas. El ser humano es muy prolijo destruyendo y cuando se distrae, se ocupa la naturaleza.
Así fue que la capital de Guatemala terminó a cuarenta kilómetros de esta ciudad, unida por líneas de autobuses económicas y frecuentes. Si te da el paño, te aconsejamos alojarte en el Hotel Casa Santo Domingo, un antiguo convento que recuperó su esplendor cuando agentes turísticos lo rescataron sin afectar su increíble apariencia. Incluso buena parte de la construcción continúa funcionando como museo. Pernoctar en habitaciones con paredes de más de un metro y medio de ancho es algo alucinante y no te preocupes por el confort, esto tiene merecidas cinco estrellas. No es el único hotel de la ciudad edificado dentro de construcciones religiosas.
No son postales turísticas sino fotos de interiores del hotel y museo Casa Santo Domingo.
Te contaré algo. A la vuelta de este hotel un grupo de albañiles trajinaba en la reconstrucción de lo que parecía una antiquísima residencia. Pasé por allí todos los días durante una semana y cuando encontré al arquitecto tomando fotos del frente que ya estaba tomando forma, no pude evitar presentarme y felicitarlo por la meritoria tarea de rescatar la historia. «Lamento decepcionarlo», dijo, «pero es una construcción nueva. Acá no permiten construir con diferentes estilos; aunque nosotros lo haríamos igual sin esa obligación». Me invitó a entrar y con mi esposa quedamos alucinados; en su interior también parecía una construcción de al menos doscientos años.
Luego me encontré arquitectos muy críticos con estas técnicas que, dicen, confunden y falsean lo auténtico. Pero aquél arquitecto me había advertido sobre esto, haciéndome notar las piedritas que introducían en las uniones entre las losas graníticas de lugares realmente arqueológicos.. Esas piedritas son las que le advierten a quienes quieren verlas, la diferencia entre lo auténticamente viejo y lo nuevo o reconstruido. Prestá atención a este detalle, lo apreciarás en muchas zonas arqueológicas del mundo.
Al lado de cada hotel de Antigua verás una curiosidad. Siempre hay una o más casas donde se ofrece enseñar español en pocas clases y otras donde se enseña a bailar ritmos caribeños. Si asomás la nariz te encontrarás con montones de estadounidenses y europeos en pleno aprendizaje. También verás indígenas con vestimentas ancestrales y hablando sus lenguas nativas; son de verdad; no son una estampita para el turismo … aunque también explotan esa veta. La otra característica asombrosa de la ciudad solo puede verse en Semana Santa, cuando en varias calles tienden increíbles tapices construidos con flores.
Debajo de indicamos algunos sitios web donde se describen y ubican los monumentos arqueológicos, museos y otros sitios de interés que encontrarás en la ciudad. Entre ellos destacan la Iglesia y Convento de Capuchinas, la Iglesia de San Francisco, el Museo de Santo Domingo, la Compañía de Jesús y la Catedral de San José. Nuestro consejo es que te lo tomes con calma, te consigas un mapa como el que publicamos y utilices los simpáticos medios de transporte de Antigua. Olvidate de los tacos altos pues toda la ciudad está empedrada y dedicale al menos un día entero al Mercado de Artesanías; esta gente sí que sabe hacerla.
Los alrededores de Antigua son también apasionantes y recorrerlos es algo que está a tu alcance, pues en la Plaza principal encontrarás oferta de profesionales que te llevarán tanto al Volcán del Agua como a varios pueblitos próximos. Una advertencia: Antigua es una ciudad tranquila, a diferencia de lo que es la Ciudad de Guatemala, pero no está demás que antes de contratar estos servicios o meterte en cualquier otro lío, te asesores en la conserjería del hotel. Nadie cuida al turista como los operadores turísticos. Dicho sea de paso, la trepada al volcán lleva unas seis horas a la gente joven.
Links ùtiles
http://www.descubreantigua.com/