1.600 metros, ¡tamos todos locos!

Hasta en el Antiguo Testamento alertan sobre la manía de hacer torres cada vez más altas hasta alcanzar el cielo. En aquél entonces el fastidio fue tal que Dios les cambió el lenguaje a todos los constructores y nunca más los seres humanos pudimos entendernos. Somos una Babel.

Sin embargo reincidieron los constructores medioevales de catedrales inmensas, y lo que creíamos el sumum ocurrió en Nueva York cuando se inventaron casi simultáneamente el hormigón armado y los ascensores. Porque ¿de qué sirve un edificio altísimo si después demorás un disparate en llegar a tu oficina?

Cuando hicieron las Torres Petronas parecía que el hombre había llegado a su límite, pero no, luego vino Burj Khalifa de Dubai y entonces sí que los ingenieros dijeron que era el acabose, pues no parecía haber forma de superar el balanceo de un edificio tan alto sin que se resquebrajase la estructura. El viento no perdona … y el terrorismo tampoco.

Pues bien, Arabia Saudita ya aprobó el proyecto para hacer un edificio que superará nada menos que en 828 metros a ese que se consideraba el techo de la arquitectura vertical. Es el doble de altura que el Burj Kalifa. La palabra la tiene el mundo petrolero y musulmán, que harto de tanto desierto y tanta perforación hacia abajo, ahora avanza hacia arriba.

Mirá qué original la descripción de LaRazón.es para poner de relieve la altura disparatada de este edificio: Imagine que puede coger los imponentes cuatro rascacielos de Madrid, actualmente los edificios más altos de España, y colocarlos uno encima del otro. Con mucho cuidado, sitúe entonces encima de ellos el Gran Hotel Bali y, después, la Torre Lúgano, ambos en Benidorm. ¿Listo? Por encima, y ya van siete, sitúe la Torre Picasso de Madrid y, para coronar, el techo de Barcelona, la Torre Mapfre. ¿Listo? Mire hacia el cielo. Tendrá entonces la altura del que será el mayor rascacielos del mundo.

En los hechos el edificio será una ciudad anexada a Yeddah, un puerto a orillas del Mar Rojo. La Kingdom Tower, era un proyecto encajonado por imposible… pero cambió de golpe de categoría. Así lo anunció la prensa de Arabia Saudita, al informar que la Kingdom Holding Company firmaría un acuerdo con Emaar Group de los Emiratos Arabes Unidos, para conseguir los 20.000 millones de euros que costará el proyecto, aunque se sabe que los presupuestos finales suelen ser más altos.

Si se tratara de viviendas habitables, estaríamos hablando de un edificio de unos 550 pisos de altura, dice La Razón.Se sabe que los mil primeros metros (lo que viene a suponer unos 330 pisos) estarán ocupados por oficinas, por un hotel y por cuatro áreas residenciales. Los 600 metros últimos (o sea, unos 200 pisos) se reservarán para acoger los equipos capaces de proveer de energía alternativa a este poblado en las alturas.

Se estima que, para llegar de la planta baja hasta el ático se requerirán unos cinco minutos empleando los ascensores más eficientes de la actualidad, capaces de desplazarse a unos 6 metros por segundo. Más rápido, los viajeros se marearían.

En el primer kilómetro habrá un hotel y cuatro áreas residenciales, además de todas las oficinas que te puedas imaginar. Andá pensando que si se construyera un edificio así al lado de nuestro pobrecito Palacio Salvo, podrías desalojar toda la Ciudad Vieja y meterla adentro de semejante edificio.  ¿Habrá en Yeddah sudestadas y pamperos como hay en Montevideo? Porque si los hay, no damos un pito por la duración del edificio. ¡Pensar que el Salvo fue uno de los edificios más alto del continente junto con su mellizo porteño el Palacio Barolo! Luego del Salvo y algún otro monumental edificio, Montevideo apuntó a la prudencia, pues edificar en altura tiene costosísimas consecuencias bajo tierra, por donde deben evacuarse todas las inmundicias que produce una pequeña ciudad concentrada en pocos metros superficiales. Por eso tenemos regulación de altura en casi toda la ciudad.

En la azotea la Kingdom Tower  tendrá un shopping center, así como salas de conferencias y otro hotel cinco estrellas, además de residencias de lujo. Así fue como lo previeron en el estudio arquitectónico de Adrian Smith & Gordon Hill.

¿Cómo subir el hormigón a 1,6 kilómetros?

ElCorreo.com pasó revista a las interrogantes que plantea un edificio de esta altura y los arquitectos consultados dejan unas cuantas inquietudes:

«Lo primero que debe hacer un arquitecto es asegurar la vida de las personas que van a habitar un edificio, garantizar su evacuación, prever las formas de extinguir un incendio… Los límites hoy no son constructivos, los materiales resisten… pero ¿qué calidad de vida van a tener las personas que vivan en ellos? ¿cómo garantizamos su eficiencia energética? ¿cómo va a gestionarse el agua?», se pregunta César Martín.

Íñigo Puente resalta que los materiales y los cálculos permiten hacer prácticamente todo. ¿Pero tan alto? ¿Cómo se manda el hormigón a 1.600 metros antes de que pasen los 45 minutos en los que comienza a fraguar? ¿Qué bombas gigantes habrá que instalar para mandar agua a lo alto? ¿Qué tamaño habrán de tener, a mil metros, las estructuras que den cobijo a los huecos para los ascensores? ¿Cómo serán los bajantes, los conductos de aire acondicionado, las escaleras de seguridad?

Los más altos del mundo

«A veces olvidamos que hasta el siglo XIX no había edificios de más de 30 pisos. Los rascacielos solo se empiezan a construir cuando se ponen a punto los ascensores. Técnicamente -dice Íñigo Puente-, todo puede hacerse. Pero, allá arriba, los inconvenientes hay que multiplicarlos por el cubo de la altura».

http://smithgill.com
http://www.elcorreo.com/vizcaya/v/20110413/sociedad/medira-kilometros-subirlo-ascensor-20110413.html