Escribo esto con temor de estar destruyendo un tesoro, porque una invasión de gente puede terminar con bellezas naturales como éstas, frágiles hasta por definición.
¡Qué la parió a Rosario! diría Mendieta, el perro de Inodoro Pereyra, el gaucho de Fontanarosa nacido allí.
Curioso en una economía liberal: dieron la orden de pasarse a un modelo de una marca determinada. Por mucho menos que eso acá se arma un escándalo de aquellos.
Te juro que si yo tuviera uno de esos monísimos hoteles boutique que hay en Colonia y Maldonado, y además supiera cocinar como los dioses, la invitaba a pasar algunas semanas. ¿A lo mejor quién …
Ya sé que hay uruguayos que emigran y se portan mal… pero mirá que hay muchísimos más que se portan tan bien que serían un magnífico ejemplo para los que nos quedamos acá.