Rabdomantes, ¿adivinos o chantas?
Puede haber supersticiones más o menos locales, pero la rabdomancia es planetaria y milenaria… tanto que en tiempos de la inquisición se los llegó a quemar por hechicería.
Por Alberto Moroy
Hace muchos años me tocó presenciar como un rabdomante indicaba dónde hacer el pozo para sacar agua. Era un niño, así que los detalles no los recuerdo; sé por cuentos que se hizo el pozo y se instaló una bomba para extraer 12 mil litros /h. Ya de grande y en el mismo lugar supe que en esa zona el agua sobraba, que la napa estaba a 10 metros de profundidad, asentada en una ancha capa de arena, como para instalar un pozo de gran caudal. Hoy viajaremos a conocer un poco más de del esta pseudo ciencia que tiene sus cultores. Nos dedicaremos en exclusividad a aquellos usan varillas de madera (horquetas), aunque existen otras variables como péndulos, varas metálicas y demás. Al final de esta nota, dos videos imperdibles que desmitifican las creerías populares en relación a este arte.
Rabdomante Uruguayo
Una digresión
Salvo que el agua este encapsulada en un nicho de granito, de arcilla o que se acceda por una caverna subterránea, debemos hacernos la idea que no es un rio subterráneo, ni saquera un arroyo o cañada. Si hablamos de la napa freática que se recarga con las lluvias o por el ingreso de alguna vertiente, de infiltración de lagunas etc. es tierra porosa o arena saturada de agua, al estilo de una esponja confinada en ese espacio no hace tanto tiempo. Si se encuentra entre placas de granito impermeable o tosca, ídem; puede estar ahí desde hace cientos o miles de años. Por lo tanto cuando lea o escuche a los rabdomantes, referirse a ríos subterráneos es una metáfora, teatralización o engaño. Se entiende fácil si lo comparamos a hacer un pozo en la playa, donde verá que poco a poco la arena se va humedeciendo por capilaridad en la medida que llegamos a la zona de saturación. Una vez que el pozo tiene agua pruebe dejar flotando un palito a ver si el agua “corre”
Infografía agua subterránea / Corte de pozo artesiano para bomba sumergible
Los métodos tradicionales y modernos de búsqueda de aguas subterráneas y freáticas
http://www.wikiwater.fr/e9-los-metodos-tradicionales-y.html
Los cayados, bastones y báculos
Las referencias más antiguas a ésta técnica de buscar agua pueden hallarse hacia el 2600 aC en China, aunque existen evidencias de que ésta también fue practicada por los antiguos egipcios. La Biblia también hace referencia a esta habilidad que se le atribuía a Moisés, quien con su báculo o bastón de pastor, encontraba el agua para su pueblo, extrayéndola de las rocas como cuenta la Biblia. Entre los patriarcas bíblicos, Abraham y Moisés poseían el don de hallar agua en el desierto utilizando varas o cayados que el pueblo suponía cargados de poder. La vara de Moisés podía tomar la apariencia de una serpiente, símbolo universal de las venas de agua subterránea.
Agua y metales siglo XIV
Los cuentos, historias y leyendas folklóricas germánicos, mencionan el bastón de oro de la saga de los Nibelungos (pueblo mitológico de las leyendas germanas), la vara de los deseos de Godofredo de Estrasburgo (Poeta alemán siglo XII) y el bastón mágico de los Edda. (Cuentos e historias de la mitología nórdica).Una referencia muy interesante a la vara de los deseos se encuentra en la obra Buch der Natur, de Conrad de Megenberg, escrita entre 1348 y 1350. Parece que cuando se utilizan varas de avellano (Árbol de la avellana), partidas como asadores, ¡se dan vuelta sola al calor del fuego! A pesar de todas estas referencias de varillas, bastones, cañas de bambú y similares, la búsqueda de corrientes de agua y filones de metal por zahoríes no llegó a plasmarse en la técnica que conocemos hoy hasta el siglo XVI.
Hay una excepción: Una breve mención en un manuscrito de 1430 escrito por un inspector de minas. Muchas fuentes consideran a Alemania, en especial la región de las Montañas Harz, como la cuna de la moderna varilla adivinatoria. Durante el reinado de la Reina Isabel (1558 a 1603) varios mineros alemanes se trasladaron a Inglaterra para que desarrollaran la industria minera Cornwall. Se empleaba a zahoríes alemanes para descubrir minas de estaño ilocalizables. Al final del siglo XVII, el uso de la vara para estos fines se extendió por toda Europa originando una gran controversia entre los científicos y los clérigos.
Georgius Agricola 1494 1555 / Schmidt, Peter (Impresora) 1580
Las primeras noticias que tenemos de los rabdomantes o zahories, esto es, de los adivinadores por la varita de avellano, las debemos a un célebre alquimista alemán, del siglo XVI, llamado Jorge Agrícola (su verdadero apellido es Landmann), sin duda uno de los primeros creadores de la Mineralogía. Su obra, famosísima, De Re Metallica, se imprimió por primera vez en Basilea, en 1530. De ella se hicieron diversas ediciones, generalmente ilustradas con muy curiosos grabados de boj.
Rabdomantes 1600/1700
Zahorí
El nombre “zahorí” es de origen árabe (zuharí), y significa “geomante” (“mago o adivino de la tierra”). Zuhari viene del nombre con el que los árabes nombran a la estrella Venus (azzuharah), es decir, que los árabes consideraban a los zahoríes, “astrólogos de la tierra”. Es una persona que asegura tener una sensibilidad especial o “poderes” que le hace ser capaz de encontrar agua bajo tierra. El término ‘zahorí’ se aplica, en general, a aquellas personas que son capaces de detectar ‘lo que está oculto’. Por eso no es de extrañar que, por extensión, ésta sea la denominación que se le ha dado a los ‘radiestesistas': buscadores de aguas subterráneas.
Durante la Edad Media se pudo apreciar su popularidad en toda Europa, pero “La Inquisición” la persiguió y condenó al definirla como un hecho de brujería, muchos zahoríes fueron llevados a la hoguera bajo acusaciones de ser brujos. En 1701, la Inquisición declaró que el testimonio de la mala práctica de la adivinación servía para determinar la culpabilidad. Así decretaron que la adivinación del paradero de personas extraviadas o criminales mediante varillas había de considerarse como pecado. Desgraciadamente, los practicantes más científicos e inteligentes también fueron perseguidos, como el Barón de Beausoleil. (Mineralogista y alquimista flamenco) En 1642 se le acusó de practicar la hechicería y fue encarcelado, muriendo poco después. La perseverancia humana la mantuvo viva dentro de muchas de las sociedades secretas pasando su conocimiento a los iniciados, que luego la transmitirían a los estudiosos, llegando la radiestesia al lugar que ocupa hoy día.
Barón de Beausoleil. (Uno de ellos)
La técnica
La técnica de la varilla del Zahorí: La varilla utilizada suele ser una rama de avellano o abedul, arce o fresno en forma de horqueta u horquilla. Esta mide entre 40 y 50 cm. de largo y la parte de la horquilla entre 5 y 8 cm. de cada lado. De esta última parte es por donde tomaba la varilla el Zahorí para realizar su búsqueda.
Según dicen así se busca
1º.- Nos situamos en posición recta sosteniendo la varilla con las manos por su parte más corta, manteniéndola tensa.
2º.- Imaginemos un caudal o corriente de agua que discurre por nuestros pies, este es el acto de concentración que requiere el experimento.
3º.- Buscamos el noreste, y caminamos lentamente en aquella dirección, ya que las corrientes subterráneas generalmente discurren de norte a sur.
4º.- Cuando crucemos una corriente, la varilla tenderán a doblarse fuertemente hacia arriba, de tal forma que si se opone resistencia, llegaría a partirse.
5º.- Llegado al lugar donde la varillas está lo más perpendicular al suelo, detengámonos y relajemos la varilla.
6º.- Volvemos a ponernos en situación de búsqueda, vamos girando lentamente en redondo, sin moverse del sitio. Cuando la varilla se levante de nuevo, indicarán que se trata del discurrir de una corriente de agua. Si por el contrario bajan repentinamente hacia el suelo, significaría hacia donde no discurre la corriente.
Diferentes posiciones de la varilla y manos
El practicante de la radiestesia emplea una varilla vegetal o metálica o bien un péndulo, que aparentemente sirve de estímulo para percibir el lugar indicado. No obstante algunos radiestesistas utilizan otro tipo de equipos, o no se sirven de ninguno. Quienes hacen uso de la horquilla de árbol, preferentemente avellano común o sauce, la sostienen con las dos manos y en una postura determinada (ver ilustración) mientras el sujeto recorre el terreno a explorar, hasta que su movimiento indique la presencia buscada.
Diferentes varillas
http://belenliebana.blogspot.com.ar/2012/09/varillas-para-radiestesia.html
Hay quienes afirman que, ciertamente, el ser humano tiene la capacidad de detectar pequeños gradientes del cambio magnético terrestre, una habilidad más desarrollada en determinadas personas. En este sentido, la varilla o el péndulo serían la extensión de estas capacidades del zahorí, que transmitiría al instrumento de trabajo las vibraciones de su propio cuerpo al experimentar esas variaciones en el terreno. Y partiendo de esta base, a lo largo de la historia se han dicho muchas cosas sobre los zahoríes y sus técnicas. Desde los estrictamente científicos, que aseguran que no existe relación real entre estos estímulos y la búsqueda de agua, hasta los más religiosos que llegaron a asegurar que estas técnicas eran “cosas del Diablo”, y que él era el que provocaba esas reacciones en los zahoríes y en sus instrumentos de trabajo.
Rabdomancia en EEUU / Don Brito (Córdoba Argentina)
Testimonio año 2015
Villa General Belgrano (Córdoba Arg.). “Busco el agua”, dispara un sencillo cartel, medio borroso ya, acompañado de una flecha de madera tallada. Unos metros más adelante, Mirta señala hacia una humilde casita en diagonal, a una cuadra y media. Ahí está lo que buscamos: uno de los últimos rabdomantes de Córdoba y, seguramente, el más veterano en actividad.
– ¿Sabe si realmente don Brito encuentra agua?
–A mí me encontró, acá en el patio de mi casa, responde Mirta.
Con ese aval espontáneo, llegamos a lo de Domingo Brito, en las afueras de Villa Ciudad Parque, cerca del lago Los Molinos, en las sierras de Calamuchita.“A los 90 años, Brito sigue siendo muy requerido por sus servicios de rabdomancia, una “especialidad” en extinción. En bruto, se diría que consiste en buscar aguas subterráneas con la sola ayuda de una simple ramita y unos pocos alambres. Domingo se jacta de haber encontrado pozos de hasta cien metros de profundidad y de haber recorrido cientos de campos en las sierras cordobeses y de provincias vecinas contratado para dar con el agua. Desde hace décadas vive sencillamente de este “oficio” de buscador de agua. Hasta cuenta su tarifa: 500 pesos (de entonces) por localizar la napa, más otros 200 para demarcarla y establecer los metros que abarca”.
Detectar agua con varillas
Del recopilador
Durante algunos años tuve contacto con el desarrollo de plantas de tratamientos de efluentes industriales y también con perforaciones artesianas para extraer a de agua. La primera vez que vi un corte geológico de un pozo para instalar una bomba sumergible me llamó la atención lo claro que la tiene los poceros. Teniendo un pozo en las cercanías, todo es más fácil. Ni hablar si existe el plano del corte geológico. En Uruguay en la zona costera existe agua más o menos abundante sobre un lecho arenoso, sobre todo hacia el este. Alejándose unos pocos cientos de metros de la costa y según las zonas, comienza las placas graníticas, haciendo más trabajosa la perforación y presentando cierta dificultad para perforar y para encontrar agua, sobre todo con buen caudal para su extracción.
En Buenos Aíres existen dos acuíferos a diferentes profundidades donde siempre hay agua, el primero es el freático usado por la mayoría para extraer agua de uso doméstico o rural confinado sobre un lecho de arcilla y el segundo llamado acuífero Puelche ó Puelchense (tambien Uruguay) separado del primero por un manto impermeable de suelo arcilloso. El freático en las cercanías de la ciudad está entre 5/10 mts hay zonas como San Isidro sobre la barranca a 24 mts. El segundo acuífero aislado por tosca por lo general se encuentra entre 30/ 58 mts Debajo de este hay una arcilla azul que marca la antigua ubicación del lecho de mar en tiempos remotos. Esta agua, de no mediar una contaminación es de excelente calidad y su antigüedad pude ser de varios miles de años habida cuenta que está encapsulada. En la provincia de San Juan y Mendoza y otras (Arg.) el agua es escasa, los pozos para abastecerse en muchos casos superan los 100 mts y más. Si no hay acceso para llegar con máquinas perforadoras, los poceros locales lo hacen a mano, llevando muchos meses para realizar esta tarea (alguna vez escuche que más de un año), donde alguno de ellos permanece el día entero a esa profundidad. Con esto queda claro que según la zona, las dificultas son distintas y en muchos casos no habiendo referencias cercanas, ni cortes geológicos de otros pozos en las proximidades, encontrarla es cosa de “adivinadores”. “Errare humanum est”
Tiempos de reposición de los acuíferos
¿La verdad? ¡¡Imperdible!!
James Randi y el reto de los 10 mil dólares (en la actualidad el reto es de un millón) a unos zahoríes australianos en 1980. James Randi es un ilusionista, escritor y escéptico canadiense; figura conocida de los medios en los Estados Unidos por exponer fraudes relacionados con la parapsicología, la homeopatía y otras pseudo-ciencias. Randi se desempeñó como ilusionista durante casi 50 años por lo que posee gran habilidad para detectar los engaños de personas que alegan tener poderes sobrenaturales. Diseñó una prueba científicamente objetiva para confirmar o desmentir la capacidad de los rabdomantes.
Zahories toman el reto Randi (Parte 1)
Zahories toman el reto Randi (Parte 2)