La Gran Hambruna irlandesa de 1845
Hoy los pobres y hambrientos son negros o al menos oscuritos. Así de racista es el hambre. Pero hubo un tiempo en el cual también los rubios y pelirrojos podían ser pobres… pero pobres más allá de lo que alcanza la imaginación.
Porque el ser humano será el elegido entre los bichos que deambulan por el planeta, pero ningún otro animal puede ser tan impiadoso, voraz, avaro, impávido ante el dolor desgarrante de otros… todo amparado por leyes perversas, moralina deleznable y autoridades que solo sirven a los poderosos. Y no me vengas con volteretas políticas, porque sin llegar a los extremos de Irlanda en esos años, de los pobres todos sacan provecho y muy pocos se solidarizan de verdad. Si agitan banderas y hacen limosnitas, es porque algo esperan, tanto el cielo eterno como vergonzantes votitos. Hay casos en que el resentimiento visceral de un pueblo se presenta justificado, aunque tan inútil como todo entripado.
Tampoco juzgues con excesiva severidad a los británicos o a los anglicanos, pues alguien te puede pasar la factura de atrocidades iguales o peores que ésta, cualquiera sea tu nacionalidad o tu religión. Solo alegrate de que los pocos que llegaron acá fueron mejor recibidos y que hoy ya nadie más muere en Irlanda por estas cosas, felizmente ahogadas en la mejor cerveza del mundo. En Argentina podría haber hasta un millón de descendientes. En todo caso, corresponde nuestra admiración por un pueblo que tanto sufrió y que con tanta heroicidad se transformó en lo que hoy es.
Además, este episodio representa la más terrorífica advertencia contra el monocultivo, que en este caso es la papa… pero bien podría ser la soja o la forestación. Poner todos los huevos en una canasta es algo muy arriesgado.
Por Alberto Moroy
El 17 de marzo se festeja el día de San Patricio (Maweyn Succat) alrededor del mundo. En Uruguay desprovisto del trasfondo religioso, los uruguayos que adhieren, adoptan el trébol, los duendes, el color verde, y mucha cerveza. El 16 de mayo se conmemora en Irlanda el “Día Nacional en Memoria de la Gran Hambruna”, y por esta parte del mundo no supimos o no recordamos nada. En mi caso algo sabía por haber estado vinculado al procesamiento de papa (Snack) durante 20 años. No obstante en esta investigación reciente, quedé sorprendido Se estima que más de dos millones de irlandeses murieron tras la crisis de la papa de 1845 y durante los años siguientes. Otros tantos se vieron obligados a emigrar a Gran Bretaña, Australia, Estados Unidos, Chile y Argentina y los menos a Uruguay, entre otros países, originando la importantísima diáspora irlandesa que en la actualidad encontramos diseminada por el mundo.
Monumento Nacional a la Hambruna “El barco-ataúd”
Seiscientos setenta y cuatro años antes
La invasión inglesa de la isla por parte de Enrique II de Inglaterra en 1171, gracias a la Bula del Papa Adrian IV, fue el principio del fin de un pueblo en principio (español celta) Vikingo y desde el año 432 católico gracias a San Patricio (según la leyenda). En 1536, tras la ruptura de relaciones entre Enrique VIII y el Papa, al abrazar el Protestantismo, las cosas se pusieron difíciles para los irlandeses, quienes tras luchar y perder junto a los españoles en 1601, vieron como sus tierras eran expropiadas y sus derechos acotados, en beneficio de colonos ingleses y escoceses
El comienzo de la hambruna
En la bahía de Dublín se encuentra esta escultura llamada Famine Memorial dedicada a los desaparecidos durante la Gran Hambruna entre 1845 a 1849. Conocida como la Irish Potato Famine (Hambruna Irlandesa de la Papa).La papa era el principal alimento de aquel país en esa época. Los motivos de esa hambruna fueron los métodos inadecuados de cultivo y la aparición de un hongo (Phytophthora infestans) que destruía rápidamente el tubérculo. Dicen que la hambruna ha marcado y sigue marcando, el carácter irlandés hoy en día, y que explica en gran parte el resentimiento general hacia los ingleses. Cuentan los irlandeses que los ingleses se llevaban barcos llenos de comida para Inglaterra, mientras los irlandeses se morían de hambre por los campos.
Las figuras del hambre
Irish Famine 1845 – 1850
Ubicación Republica de Irlanda
Así vivían
Por la década de 1800, la papa se había convertido en el cultivo básico en las regiones más pobres. Más de tres millones de campesinos irlandeses subsistían únicamente en el vegetal que es rico en proteínas, hidratos de carbono, minerales y vitaminas como la riboflavina, niacina y vitamina C. Es posible mantenerse saludable durante bastante tiempo con una dieta exclusiva de papas. Los campesinos irlandeses eran en realidad más saludables que los campesinos de Inglaterra o Europa, donde el pan, mucho menos nutritivos, era el alimento básico aún complementándolo con suero de leche, repollo y pescado.
En el censo irlandés de 1841 se contabilizan cerca de 1.300.000 viviendas en Irlanda, de las que casi medio millón corresponden a la categoría de «4ª Clase», que engloba a todas aquellas cabañas hechas de barro, con una sola habitación, sin ventanas y, generalmente, sin chimenea. La papa se conocía en Irlanda desde finales del siglo.XVI, sin embargo no será hasta la segunda mitad del siglo XVIII cuando tenga un peso específico en la agricultura y la alimentación de los irlandeses.
Esto dijo Gustave de Beaumont
Irlanda a mediados de la década de 1800 fue una nación agrícola, poblada por ocho millones de personas que se encontraban entre las más pobres en el mundo occidental. Sólo alrededor de una cuarta parte de la población sabía leer y escribir. La esperanza de vida era corta, de tan sólo 40 años para los hombres. Gustave de Beaumont, magistrado francés, visitó Irlanda en 1835 y escribió: «He visto al indio en sus bosques, y el negro en sus cadenas, y contemple su lamentable condición, pero no se conoce el estado de lamentable Irlanda… en todos los países, pobres pueden ser descubiertos, pero toda una nación de pobres es lo que nunca se ve hasta que se demostró en Irlanda
Sembrando papas
Familias irlandesas durante la hambruna
Foto de época
El campo en 1700
La mayor parte del campo irlandés era propiedad de los ingleses y de la clase dirigente hereditaria anglo-irlandés. A lo largo de Irlanda, los protestantes conocidos como intermediarios, alquilaban grandes cantidades de tierra, luego subdivididas en las explotaciones más pequeñas que se alquilan a los agricultores pobres católicos. El sistema intermediario, se inició en la década de 1700 y se convirtió en una importante fuente de miseria, ya que mantenían estados-sub dividir en parcelas cada vez más pequeñas, mientras que el aumento de la renta todos los años en una práctica habitual. El agricultor medio inquilino vivió en un nivel de subsistencia con menos de diez acres (4 hectáreas). Por ley, cualquier mejora que hicieran, tales como la construcción de una casa de piedra, pasaban a ser propiedad del arrendador. Por lo tanto nunca hubo ningún incentivo para mejorar sus condiciones de vida.
Thomas Malthus, clérigo anglicano y erudito británico
“Los miembros de una familia que se ha hecho demasiado numerosa para las tierras que poseen, no tienen derecho a reclamar a otros una parte de sus productos como si se tratase de un justo tributo. Resulta de las inevitables leyes de la naturaleza que algunos seres humanos han de pasar necesidad. Existen muchas personas desgraciadas que en la gran lotería de la vida no han sacado premio”. Libro III, capítulo II. “El gobierno nunca debe ayudar a los pobres. Prestarles auxilio equivaldría a estimularles a tener más hijos o a que sobrevivieran más de ellos, con lo que en último término empeoraría el problema del hambre”. (N del E: siempre hay que tener cuidado con las citas de Malthus, pues como fue de los primeros en proponer el control de la natalidad, tuvo enemigos tan poderosos que llegaron a tergiversar lo que dijo y escribió. No quiere decir que esto sea inexacto).
Ley de pobres de 1838
El gobierno británico, bajo la presión de los reformadores ingleses para aliviar la situación, promulgó la “Ley de Ley de Pobres de 1838”, basada en el sistema correccional Inglés. En virtud de este plan de alivio, Irlanda estaba dividida en 130 áreas administrativas separadas, llamadas uniones, ya que se unieron varias parroquias de la iglesia. Cada sindicato tenía su propia casa de trabajo y una junta local de Guardianes elegidos por contribuyentes propietarios y agricultores. El presidente de la Junta era generalmente el mayor titular o propietario de la zona. Cada Junta fue responsable de establecer las tasas de impuestos locales y para recoger los fondos necesarios para mantener la casa de trabajo. Dentro de cada casa de trabajo vivía un maestro residente y la matrona, que también fueron supervisadas por el Consejo. Todo el sistema fue supervisado por un “Comisionado de la Ley Pobre” estacionado en Dublín. Una vez admitidos, las familias se dividieron inmediatamente, su ropa vieja retirada, dándole uniformes del hospicio. Hombres y mujeres, niños y niñas tenían sus propias viviendas y fueron segregados de forma permanente. A los residentes del hospicio se les prohibió salir del edificio. La jornada laboral de diez horas Un toque de campana en toda la señalización del inicio o al final del día diversas actividades. Las reglas estrictas incluyen ningún uso de malas palabras, ni desobediencia, sin pereza, sin hablar durante las comidas y prohíbe cualquier reunión familiar, excepto durante la iglesia el domingo
A comienzos del siglo XIX
Las tierras de cultivo más fértil se encuentran en el norte y el este de Irlanda. El sur y el oeste más densamente pobladas presentaron grandes áreas húmedas (BOG) y el suelo rocoso. Montañas y pantanos cubren alrededor de un tercio de Irlanda La siembra se produce en la primavera que comienza el Día de San Patricio (17 de marzo). La mayoría de los pobres de Irlanda sembraba una variedad conocida como lumpers, de alto rendimiento (igual que hoy), pero con menos nutrientes. Julio y agosto fueron los meses de hambre, alrededor de 1840 como consecuencia que parte de cosecha del año anterior se convirtió en no comestible y la cosecha actual no estaba lista para levantar de los campos. . Durante el verano de 1845, las mujeres y los niños de las familias más pobres recurrían a la mendicidad a lo largo del borde de la carretera, mientras que los hombres buscaban trabajo temporal en los campos de cosecha de Inglaterra.
Aprovechando la cosecha de patatas de un inquilino desalojado / Variedad Lumpers
Irish Famine film
La víspera de la hambruna
En la víspera de la hambruna, había surgido una vez más, el espíritu de rebelión. Dirigido por el orador brillante, Daniel O’Connell, un creciente número de irlandeses estaban exigiendo la autonomía de Irlanda a través de la derogación de la Ley de Unión. El Movimiento Derogación contó con concentraciones de masas llenas de oratoria de O’Connell. En una de esa manifestación en el condado de Meath, cerca de 750.000 personas se reunieron en la colina de Tara, un antiguo lugar de reyes irlandeses. El movimiento alcanzó su punto máximo en octubre de 1843. O’Connell y la mitad de su millón partidarios intentaron reunirse cerca de Dublín en otra manifestación «monstruo»; pero esta vez se encontró con cañones británicos, buques de guerra y tropas listas para una confrontación violenta. Para evitar una posible masacre, O’Connell ordenó a su gente dispersarse. La autoridad británica lo detuvo a los 68 años de edad. Mientras estaba en prisión su salud se venció y su Movimiento Derogación se desvaneció. Murió sólo unos años más tarde, dejando a Irlanda sin líder y sin una voz carismática durante su período más oscuro.
Daniel O’Connell
El hambre
El hambre comenzó bastante misteriosamente en septiembre de 1845. Las hojas en las plantas de papa de repente se volvieron negras y rizadas, a continuación se pudrían. La causa era un hongo en el aire (Phytophthora infestans) transportado originalmente en las bodegas de los barcos que viajan desde América del Norte a Inglaterra. Vientos del sur de Inglaterra llevaron el hongo a los alrededores de Dublín. El tizón extendido por todo el campo como esporas de hongos asentadas en las hojas de plantas sanas, se multiplicaron. En condiciones de humedad ideales, una sola planta de papa infectada puede infectar a miles más en tan sólo unos días.
Para octubre de 1845, la noticia de la plaga había llegado a Londres. El primer ministro británico, Sir Robert Peel, estableció rápidamente una Comisión Científica para examinar el problema. Después de estudiar brevemente la situación, la Comisión emitió un informe sombrío: más de la mitad de la cosecha de la patata en Irlanda podría perecer debido a la «podredumbre húmeda”. A medida que se acercaba el invierno, un número creciente de familias desalojadas irlandeses perdido por los campos en harapos no tienen donde dormir. Las casas de trabajo ya estaban saturadas. Dormitorios auxiliares se establecieron en los almacenes, tiendas vacías no utilizadas y otros edificios antiguos para dar cobijo a otras 150.000 personas.
En poco tiempo no tenían alimentos En la estricta adhesión a la nueva ley de pobres, los sindicatos que no lograron recaudar los impuestos necesarios para la compra de alimentos, no fueron ayudados por el gobierno británico como una cuestión de política. Tanto dentro como fuera de las casas de trabajo del oeste de Irlanda, la gente comenzó a morir de hambre en una escala similar a la de invierno anterior. La ira y el resentimiento crecieron en el campo sobre la posibilidad de que todo iba a suceder de nuevo. El resultado fue intenso odio por la autoridad británica, lo que lleva a los disturbios y la violencia contra el arrendador.
Temeroso de la violencia podría extenderse, Inglaterra envió un período adicional de quince mil soldados a Irlanda y se restringen ciertas libertades, como el porte de armas de fuego. La ley también requiere irlandeses para ayudar en la captura de los presuntos asesinos. Pero a pesar de estas medidas, muchos propietarios anglo-irlandeses y Gentry (clase alta) huyeron del país, ahora temiendo por sus vidas
El hambre llegó en septiembre 1846. A medida que la hambruna empeoró, los británicos enviaron continuamente más tropas. «Ojalá el Gobierno enviarnos comida en vez de soldados», lamentó un habitante de hambre del condado de Mayo.
El irlandés en el campo empezó a vivir de lo que podía, moras silvestres, ortigas, nabos, hojas de repollo, algas comestibles, mariscos, las raíces, las malas hierbas en carretera e incluso la hierba verde. Ellos venden su ganado y empeñan todas sus pertenencias incluyendo su ropa para pagar el alquiler, para evitar el desalojo seguro y luego compran la poca comida que podían encontrar con cualquier dinero sobrante. Como los precios de los alimentos aumentaron de manera constante, los padres se ven obligados a escuchar el interminable llanto de los niños desnutridos.
Relato de época (Josephine)
“Al ser despertada por la mañana temprano por un ruido extraño, como el croar o el grito de pájaros, algunas voces eran roncas y casi extinguidas por la debilidad y el hambre Al mirar por la ventana recuerdo el jardín delantero oscurecido por los cuerpos de hombres y mujeres y niños en cuclillas, llenos de harapos; sus miembros esqueléticos resaltaban por todos partes Recuerdo al caminar a través de los caminos y aldeas el olor mórbido y extraño del hambre, como una muestra de la muerte que se acerca a aquellos que se arrastraban en una existencia desgraciada.
Para empeorar las cosas, el invierno de 1846 a 1847 se convirtió en el peor de los casos que se recuerda como una tormenta de nieve después de otras casas enterradas en la nieve hasta sus techos. El clima de Irlanda es normalmente suave y los inviernos enteros pasan a menudo sin nieve. Pero este año, un cambio abrupto en los vientos predominantes del suroeste hacia el noreste trajo vientos fríos amargos de nieve, agua-nieve y granizo.
Los muertos
Los muertos fueron enterrados sin ataúdes a pocos centímetros por debajo del suelo, que se roían por las ratas y perros. En algunas cabinas, los muertos se mantuvieron durante días o semanas entre los vivos que eran demasiado débiles para moverse. En otros lugares, grandes trincheras fueron excavadas y los cuerpos tirados echándole cal viva.
Los métodos de desalojo
Durante el período de hambruna, un medio millón de irlandeses estimado fueron desalojados de sus casas. Los propietarios sin escrúpulos utilizan dos métodos para eliminar sus inquilinos sin dinero. La primera consistió en la aplicación de un juicio legal contra el cabeza de una familia. Después de que el abogado local, pronunciaba el juicio, el hombre sería arrojado en la cárcel y su esposa e hijos en las calles.
Desalojos
Irlandés a Nueva York
El hambre de libertad: El Gran Viaje de Irlanda
A lo largo de los años de hambre, el 75 por ciento de los irlandeses fue a Estados Unidos y “aterrizó” en Nueva York. En 1847, alrededor de 52.000 irlandeses llegaron a la ciudad con una población total de 372.000. Los irlandeses no eran el único grupo grande de inmigrantes que llegaban. Una población alemana sustancial total de más de 53.000 también llegó en 1847.
Los irlandeses fueron recibidos por coterráneos conocidos como ‘corredores’ que hablaban en gaélico y les prometían de «ayuda» de sus compatriotas. Muchos de los recién llegados, bastante asustados, aceptaron con gusto. Las casas de huéspedes eran en realidad agujeros infernales, sucios en el bajo Manhattan. En lugar de habitaciones confortables, los metieron en chozas infestadas de alimañas con otras ocho o diez almas desafortunadas, a precios tres o cuatro veces mayor que lo que se les había dicho. Permanecieron como ‘fronteras’ hasta que su dinero se acabó momento en el que su equipaje fue confiscado como copia de alquiler y se les arrojó a la calle, sin hogar y sin dinero.
Durante todo el período de hambruna, cerca de 650.000 irlandeses llegaron al puerto de Nueva York. Todos los buques de pasaje de entrada a Nueva York tuvieron que parar para la inspección médica. Cualquier persona con fiebre se retiró a la estación de cuarentena en Staten Island y el propio buque fue puesto en cuarentena durante 30 días. Pero Staten Island era sólo cinco millas de Manhattan. Los corredores fueron tan agresivos en la búsqueda de los irlandeses que incluso remaron a los buques en cuarentena y se colaron en el hospital en Staten Island a pesar del riesgo de contraer el tifus.
Otra forma de aprovechar el irlandés era venderlas billetes de ferrocarril y barco falsos. En los barcos, el inmigrante se metió en las secciones de proa abarrotadas, aunque pensaban que habían pagado por un alojamiento mejor. A veces, a mitad de camino a su destino, se les dijo a pagar más so pena de ser arrojados por la borda.
El irlandés que quedó sin dinero en Manhattan quedó apiñado cerca de los muelles donde buscaron trabajo como los estibadores no calificados. Encontraron vivienda con muchas familias que viven en sótanos mohosos. Casas abandonadas cerca de la línea de costa que perteneció a los ricos comerciantes se convirtieron en viviendas de mala calidad Al igual que Boston, Nueva York experimentó una alta tasa de mortalidad infantil y un dramático aumento de la delincuencia en hombres y niños
Irlandeses en California/ Se buscan empleados, irlandeses abstenerse
Los viajes de la muerte a Quebec (Canadá)
Los primeros barcos de la muerte se dirigieron a Quebec, Canadá. El viaje de tres mil millas, dependiendo de los vientos y la habilidad del capitán, podría tardar de 40 días a tres meses. A su llegada en el río San Lorenzo, se suponía que los buques que ser inspeccionados para la enfermedad y los pasajeros enfermos trasladados a centros de cuarentena en Grosse Isle, una pequeña isla treinta millas río abajo de la ciudad de Quebec.
Grosse-Île ¡¡ cinco mil fallecidos!!
47° 1’38.93″N 70°40’4.14″ W
Montreal recibió la mayor afluencia de Irish durante este tiempo. Muchos de los que llegaron estaban enfermos de tifus y desnutridos. La limitadas instalaciones médicas de Montreal en St. Charles fueron rápidamente saturadas. Sin hogar, sin plata y sin nadie que se apiade de ellos lo irlandeses se desparramaron por los campos pidiendo ayuda y con fríos extremos del invierno helado canadiense Pero fueron rechazados por todos lados: tenían miedo al contagio. De los 100.000 irlandeses que navegaron hacia la norteamérica británica en 1847, se estima que uno de cada cinco murieron a causa de enfermedades y malnutrición, incluyendo más de cinco mil en Grosse Isle.
En el momento en Irlanda logró la independencia en 1921, su población era de apenas la mitad de lo que había sido en la década de 1840. Después de la hambruna, el progreso económico lento de Irlanda dio lugar a un drenaje continuo de los jóvenes con talento y capaces de trabajar duro. Entre 1851 y 1921, se estima que 4,5 millones de irlandeses se fueron de casa y se dirigieron principalmente a los Estados Unidos.
Las consecuencias
En Argentina
La llegada de irlandeses al país se inició desde épocas muy tempranas de la historia, siendo parte de ella y contribuyendo incluso a la población y al surgimiento del Estado Argentino. Inmigrantes irlandeses de Westmeath, Longford, Offaly (En los Midlands irlandeses), Wexford y otros condados de Irlanda llegaron a la Argentina, principalmente desde 1830 hasta 1930, con la ola más grande, entre 1850-1870. Aproximadamente cincuenta por ciento de los inmigrantes volvieron a Irlanda o se trasladaron a Inglaterra, los Estados Unidos, Australia y otros países. La moderna comunidad irlandesa en Argentina se compone de varios de sus descendientes, ya sea de manera única o parcial, junto con otras ascendencias, estimándose un número entre 500.000 y 1.000.000 personas.