El mapa de Juan de la Cosa
Le alquiló la Santa María a Cristóbal Colón e hizo el primer mapa del continente. Que se sepa, no asesinó ni martirizó a ningún nativo, de manera que nadie nos debería reprochar si lo hubiéramos escogido para recordar la colonización de América.
Y no preguntes por qué este Juan lo llamaban “De la Cosa” porque te podrían responder algo impublicable. Se introduce en la historia porque era el dueño de esa nave que quizás no fue una carabela sino una nave más grande; una nao, como la llamó Colón reiteradamente en sus escritos. Antes de que el capitán la bautizara Santa María, la llamaban La Gallega (por el lugar donde fue construida) o Marigalante, andá a saber por qué.
Uno de los inexplicables mapas de Piri Reis
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El amigo Juan viajó en condición de “maestre”. Al genovés hay que reconocerle la genialidad de tener bien a la mano a un tipo que sabía de cartografía, aunque él sabía bastante y hasta se sospecha que tuvo conocimiento de mapas muy antiguos que consignaban la existencia de estas tierras. Quizás eran las mismas fuentes que inspiraron los sorprendentes mapas de Piri Reis. La cuestión es que cuando descubrieron tierra no imaginaron que estaban en un continente desconocido, sino que habían llegado a Asia unos 10.000 kilómetros antes de lo debido.
La nave alquilada, en tiempos donde si hubieras querido explicar qué era un aparato con GPS, lo más probable era que te frieran en aceite.
Acá, como en casi todo lo que se refiere a Colón, hay una vertiente muy respetable, que refiere a Colón como un ignorante que creía que el mundo tenía un diámetro mucho menor y que por eso creyó que ya había completado su viaje. Me cuesta imaginar a un Colón y a un De la Cosa ignorantes… pero hay que reconocer que con la penuria que llegaron a nuestro continente, muy difícilmente hubieran sobrevivido a una travesía del Pacífico sin una etapa intermedia para reabastecerse de agua y vituallas, así como para realizar las frecuentes reparaciones que necesitaban estas embarcaciones.
No me sorprendería que con el tiempo se sepa que la historia que conocemos es muy mentirosa y que Colón y su maestre sabían de la existencia de un continente antes que por ellos, reiteradamente descubierto hasta por los chinos, si nos dejamos llevar por la literatura que asegura eso. Y siempre en la hipótesis de que–a la inversa– los americanos no hubieran descubierto Asia mucho antes que ellos. Porque esa era la idea que dejó Thor Eyherdal, el de la Kon Tiki.
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Una pequeña curiosidad, solo para distraerlos: si Colón fuera genovés, como tantos dicen, entonces su nombre original debió ser Cristóforo Colombo, es decir, “la paloma portadora de Cristo”, coincidencia real o rebuscada, que al catolicismo a ultranza le permitió reinvindicar el supuesto objetivo religioso de catequizar por las buenas o las malas a esos salvajes dueños de tanto oro y tanta plata.
Volvamos a nuestro protagonista, que es Juan de la Cosa. Participó en los dos primeros viajes de Colón y luego hizo otros cinco por cuenta propia. Antes había navegado muchas veces por el mar Cantábrico y por la costa occidental de África. No lo quitemos mérito a Colón, pues fue guiado por un mapa (perdido) del almirante que de la Cosa emprendió su tercer viaje a América, llevando entre su tripulación nada menos que a Américo Vespucio. En ese viaje llegó a la desembocadura del Amazonas y luego retrocedió para recorrer la costa de Venezuela y todo el inmenso lago de Maracaibo, razón por la cual en ese país se lo considera su descubridor y el hombre que bautizó al país.
.Como buen cartógrafo que era, en ese viaje tomó medidas que quedaron incorporadas a ese primer mapa conocido de América, presentado a los reyes en 1500 y hoy expuesto en el Museo Naval de Madrid, una preciosura de museo que pocos uruguayos visitan. Es en realidad un portulano pintado en colores sobre una gran hoja de pergamino de 1,83 de alto por 0,96 de ancho, con bastantes pretensiones artísticas además de funcionales a la cartografía.
.Ese era el mundo conocido a finales del siglo XV y en él se muestra a Europa, un poco más incierta es la presencia de Asia hasta el Ganges. Al oeste de Europa y África aparece un mar “Oceanuz” que remata con una rosa de los vientos que muestra a la Virgen María y al Niño Jesús, como si algo tuvieran que ver con todo esto. Pintadas de verde están las tierras flamantes, descubiertas no solo por Colón, sino también por Ojeda, Yáñez Pinzón y Sebastián Gaboto. Es decir, todo, todo lo conocido, que no era mucho.
Lo novedoso es que muestra a Asia y América separadas por una masa de agua, el océano Pacífico que tendría ese nombre recién después del viaje de Magallanes. América del Norte y del Sur, aparecen como continentes separados. Pero allí están la isla de Cuba y muchas islitas alrededor que se supone son las Antillas. Faltan las penínsulas de La Florida y Yucatán, en tanto que América del Sur está representada solo hasta el norte del actual Brasil.
Esta información y algunas inapreciables ilustraciones, las encontré en http://spainillustrated.blogspot.com/ un blog espectacular que recomiendo con énfasis a los interesados en estas cosas, valga la redundancia. Dicen en el blog, que el contorno de África está dibujado de acuerdo con los últimos descubrimientos portugueses, mientras que el de Asia es muy impreciso. Las costas de Europa y particularmente del Mediterráneo están trazadas conforme a los más avanzados portulanos mallorquines e italianos de la época. Toda la carta ha sido ampliamente decorada con rosas de los vientos, banderas, naos, carabelas, ciudades y reyes africanos, personajes bíblicos y figuras míticas. La planimetría comprende cursos de agua, puertos y núcleos de población con representación convencional.
Con el paso de los años –no demasiados—el mapa dejó de ser funcional y se perdió en la noche de los tiempos hasta que la encontraron en un comercio de antigüedades de París en 1853. A la muerte de su propietario, el barón de Walckenaer, la compró el Estado español para depositarla en el Museo Naval.
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Volvamos a don Juan de la Cosa, que haciendo honor a su amistad con Cristóbal Colón, coordinó con él su cuarto viaje a América en busca de un paso hacia el océano Ìndico que respetara el flamante Tratado de Tordesillas, es decir, buscando por América Central. Empeñoso como pocos, nuestro cartógrafo viajó todo lo que pudo, aunque fuera siguiendo el mando de otro, como fue el caso de su último séptmo viaje como primer piloto de Alonso de Ojeda, en una tripulación en la que también figuraba Francisco Pizarro.
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.Llegaron a lo que hoy se conoce como Cartagena y se les ocurrió penetrar en la selva en busca de oro. Fue una muy mala idea, pues en lugar de riquezas, en un lugar denominado Turbaco, una tribu los atacó con armas primitivas… pero con flechas envenenadas. Una de ellas alcanzó a nuestro cartógrafo y allí terminaron sus aventuras. Fue particularmente injusta su muerte, dado que recién entonces la Corona le había reconocido sus servicios, nombrándolo Alguacil Mayor de Urabá. Su misma suerte corrió el cosmógrafo Martín Fernández de Enciso quien compuso la Suma de geografía, se expresa en el blog. Esa obra trata de todas las partes y provincias del mundo: en especial de las Indias; un obra sumamente curiosa e impresa en Sevilla en 1519.
Los famosos doce tableros de Waldseemüller y una posterior versión coloreada y detallada.
Pero hasta ahora, tenemos un territorio innominado, por muchos supuesto como el extremo oriental de Asia. Quien vino a poner orden en todo este asunto fue Martin Waldseemüller quien en 1507 publicó el planisferio Universalis Cosmographia. Más adelante, en 1513, el alemán dibujó al mundo entero en 12 paneles impresos sobre madera, incluyendo un continente separado de Asia por un océano.
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Y lo bautizó América por Americo Vespucio el navegante italiano que fue el primero en describir estas tierras como un continente, en medio de un delirio de bien contadas fantasías que encantaron a gente culta como el cartógrafo alemán. Quizás lo más extraordinario, además de la novedad continental, es que se asegura que de este mural de doce paneles en madera se hicieron mil ejemplares. No encontré una explicación de cómo lo hicieron.
Guillermo Pérez Rossel
http://spainillustrated.blogspot.com.uy/2013/04/primer-mapamundi-por-juan-de-la-cosa.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Martin_Waldseem%C3%BCller