Kerala, la India que no sospechabas
Con las debidas garantías de inmunidad ante la pandemia, te vamos a llevar de paseo virtual por una India que no es el rezago de tradiciones milenarias, imposiciones británicas o religiones exóticas. El viaje real es imposible de momento, pero trataremos de recrearlo como era y como deberá ser.
Es un lugar que pasó de manos entre portugeses, holandeses y otros conquistadores (mirá qué novedad: todo el mundo es una sucesión de históricos abusos) y que no se tamiza en clases sociales sino que a pesar de que preserva intacto su folklore, ostenta una alfabetización mayor al 90% y figura entre las regiones que más aporta al PBI de la India. La imagen de portada te puede confundir un poco, porque la parte de sublime comunión con la naturaleza tiene poco que ver con la moderna Kochi, la ciudad por donde comenzaría tu viaje si te viene bien esta propuesta. Kerala es el Estado, Kochi es una ciudad puerto muy importante por los siglos de los siglos… pero no es la capital ni la ciudad más populosa de Kerala.
¿Podrás creer que el problema que preocupa a los “malayali” es el sobre-desarrollo, es decir, se les está yendo la mano con el crecimiento económico sostenido. Dije sobre-desarrollo, no dije justicia social que acá también falta ni tampoco dije paz social, porque los están aumentando los indicadores de delincuencia. Hay un problema con el gentilicio, pues no identifica a quienes viven en Kerala sino a quienes hablan “malabar” y las fronteras no son idénticas.
La conquista de Kochi por los holandeses y la ciudad actualmente, para que veas cuánto tiempo hace que es un puerto importante
No te vamos a dar la lata con todas estas cosas que las podés leer mejor relatadas y más sólidamente documentadas en los vínculos que siempre pongo al final. Haremos la excepción de contarte que, como siempre fue un puerto de fundamental importancia en la región, las religiones son tan variadas como los comerciantes que se fueron instalando en él. Y ya se sabe que a los comerciantes no les vengas con guerras ni conquistas, a ellos lo que les sirve es la paz basada en la tolerancia.
La sinagoga por dentro y por fuera, en un mar de religiones diversas. Se puede, se puede convivir en armonía y te voy a decir más: la diversidad enriquece.
De manera que hay una increíble mezcolanza de hinduismo (47%), cristianismo (35%), islamismo, jainismo, jnudaísmo, sijismo y budismo. ¿Qué querés que te diga? Es un hecho que me parece muy significativo y hasta ejemplar. Casi eso solo justifica que a Kerala la llamen “Tierra de Dios”. Ese nombre en realidad hace referencia a los desbordes imaginativos de la naturaleza y de la vida en todas sus especies y todas sus variables, incluyendo desde elefantes hasta mariposas exóticas.
Cuando el virus nos deje libres nuevamente, trata de ubicar la agencia de viajes “On the go Tours” (http://www.onthegotours.com/India/Short-Stays/Kerala-Homestay) donde antes de la pandemia ofrecían este paquete para salir todos los días del año, sin excepción. Hay otras agencias como http://riceboat.in/, que no tienen tan organizada toda la recorrida, pero que parecen maestros en cuanto a llevarte y agasajarte en casas flotantes, pues ese es para mí uno de los puntos más atractivos de este destino. Sin contar con que el hotel pretende parecerse a una casa de familia. Naturalmente, hay muchas otras agencias y no estoy en condiciones de elogiar o criticar a ninguna.
¿Qué podés arreglarte por tu cuenta? No lo dudo, en el caso de que te gusten las aventuras y las incertidumbres. Pero si fuera yo, llegado el momento le pediría a mi agencia de viajes en Uruguay que arreglen todos los detalles, ellos son los que saben y los que te cuidan. Además, verás más adelante que no es tan fácil elegir casa flotante por tu cuenta.
¿Sabías que aquí es donde se surtían de valiosísimas especias para la gastronomía tanto los navegantes portugueses como las interminables caravanas de camellos? Pues ya lo estás sabiendo, de alguna manera este lugar fue responsable de que los seres humanos finalmente entendieran que la tierra era redonda y que navegando hacia el oeste no se llegaba a las valiosas especias, pero se llegaba a la plata y el oro de los indígenas americanos.
Volvamos a la propuesta de On the Go. Hasta Kochi, o Cochín, llegás como te parezca, había y habrá vuelos a rolete. Si lo coordinas, te están esperando en el aeropuerto para llevarte al hotel. Te refrescás y así nomás, te llevan a un espectáculo que mezcla danza, teatro y caracterizaciones, denominado Kathakali.
Al día siguiente te llevan a conocer Kochi, también llamada la “Reina del Mar arábigo”. Una de las escalas te muestra una impresionante sinagoga construida en 1568, algo que parece una incoherencia histórica y geográfica (tendré que investigar esto). Para mayor sorpresa, en su interior te encontrarás con una “arca de la alianza” en madera tallada y unos rollos de la Torá con engarces de plata, oro y piedras preciosas.
Cuando salís, te encontrás con callecitas impregnadas con el aroma de las especies, que emergen de los almacenes especializados. Comprate un poco de pimienta y dedicale un pensamiento al pobre de Magallanes, que se salvó de los charrúas pero murió a flechazos un poco más delante de Kochi en lo que debe haber sido el viaje más aventurero de la historia. Cerca del embarcadero está el Fort Cochín que es el emporio de la mixtura de la ciudad, entre cadencias indias, tradiciones musulmanas, cosas holandesas y portuguesas y en un desborde de mezclas también temporales, algún boliche dedicado a Bob Marley, porque entre las especias, ¿a que no te imaginás que se ofrece como para un viaje de otra naturaleza?
No te extrañes si también te encontrás con una pequeña caravana de elefantes y te invitan a tomar parte, por una módica contribución. ¿Querés ayudar a bañar a un elefante?, dale, acá todo es posible. Y lo lindo, a mi manera de ver, es que hacen laburar a los elefantes, pero les retribuyen con afecto y esfuerzo para que disfruten de la vida en lugar de andar trompudos.
Estás de paseo entre las religiones, así que no me le esquives al templo de Bhagavati, consagrado a Vishnú y a Shiva, ni a la iglesia de San Francisco, porque si hubiera sido por esta gente de Kochi, nunca hubieran existido ni las cruzadas, ni la Yihad, ni nada que se le parezca. Al atardecer te llevan a un crucerito para ver las extraordinarias redes de pesca en la entrada al puerto.
Elefantes en lugar de tractores Massey Ferguson. Acá te fajarían con la patente. Abajo, las primorosas plantaciones de té y especias.
En el tercero de los ocho días no te dan descanso. Viajarás a un pueblito rural llamado Thykattusserry donde ya fuera de la ciudad, podrás apreciar la vida rural y sus singulares prácticas agrícolas, porque en Kerala se cultivan muchas cosas además de especias, tales como caucho (que todavía se usa), coco y por supuesto té, abundante y aromático té. Es gente muy cálida que hasta puede enseñarte cómo se cocinan sus platos típicos.
En el día cuarto, llegó lo tan esperado: el paseo en casa flotante decorado al gusto de cada familia propietaria que se esmera para ser escogida por los visitantes. Todas tienen un salón comedor, en este caso tiene dormitorios, baños, muchas reposeras y ganchos para colgar las lámparas tradicionales que te acunarán hasta que el sueño (y no los mosquitos) te lleven hacia tu camarote. Será una única noche, pero si negociás quizás logres dos días enteros. Dicen los que saben que tres noches puede ser demasiado.
En el día quinto si nos sujetamos al programa tradicional de esta agencia, desembarcás en Alleppey y de allí te trasladan en auto hasta Kotamangalam, para llevarte a otra casa de familia en una plantación de vainilla, pimienta, nuez moscada, clavo de olor y otros menjunjes. ¿A que no te imaginás qué usan en lugar de tractores? Si a la hora de la cena advertís que te gusta la comida poco condimentada, corrés riesgo de que te tiren a los tigres, que son pocos, pero hay.
Este lugar da como para quedarse relajadamente el día sexto con la familia anfitriona, compartiendo sus costumbres… pero también podrías optar por una excursión complementaria al centro de rescate de elefantes de Kodanad.
El día séptimo violás el mandato bíblico y en lugar de quedarte en el molde, te vas al santuario de aves “Dr. Salim Ali”. Allí hay mucha vida salvaje además de pájaros y no es frecuente pero no imposible que te encuentres con un tigre suelto. Vos hacele caso al guía y no te pongas a bobear lejos del grupo de turistas. Si querés ver tipos como Millán, es decir, el Tigre Millán, pero de la India, tendrías que coordinar para que por una extra te lleven hasta algún lugar donde se conmemore el Puli Kali, una manifestación folklórica propia de Kerala, que se celebra durante el Onam, la fiesta de la cosecha. Hasta podrías formar parte de la fiesta.
En el octavo día se te acabó la farra. Te llevan de regreso a Kochi y de allí hasta el aeropuerto, aunque estés disfrazado de tigre. ¿Ya habías pagado los 1.899 dólares que sale todo esto, con siete desayunos, dos almuerzos y dos cenas? ¿No? Entonces pagá, no sea que se te enojen y echen por tierra toda esa tradición de pacifismo.
Nos guardamos un postrecito para el final. Resulta que unas chicas que firman “Las Globbetrotters” vinieron acá por su cuenta y alquilaron una casa flotante. De la experiencia publicaron un manual “¿Cómo reservar una casa flotante en Kerala?”. Ya te habrás dado cuenta que cuanto más grande es el barco, mayores son las comodidades, pero menores las posibilidades de ingresar a angostos canales donde está la más cerrada de las vegetaciones. No creo que la información te resulte realmente útil en el caso de que reserves con profesionales que se encargan de todo, pero a mí me resultó apasionante leerla para descubrir de que se trata lo que es el corazón del paseo.
¿Cómo reservar una casa flotante en Kerala?
La exploración de los remansos de Kerala en un crucero casa flotante es verdaderamente una experiencia de vida, pero el modo de planear este viaje se puede hacer o no hacerlo y transformar todo en un fracaso.
Pasamos más de dos días completos en dos ciudades diferentes tratando de ordenar nuestra casa flotante. La experiencia es un poco de bricolaje, con la calidad que varía enormemente. Nos fijamos en siete diferentes barcos y consideramos varios otros, y descubrimos que ningún barco / propietario / operador turístico es exactamente lo misma. Por eso tuvimos que crear estos consejos sobre cómo reservar una casa flotante en Kerala con el fin de hacer de su crucero en los remansos la mágica experiencia que puede ser.
Conozca sus opciones
Independientemente de su presupuesto, hay algunas cosas que deben considerarse. Hay cruceros de varios días o noches. Sin duda, aconsejamos un crucero de dos noches. Una noche es muy poco, pero tres pueden considerarse innecesarias.
Su barco debe ser un “kettuvallam” tradicional, los que tienen techos de paja, y lo ideal es que tenga una cubierta superior con al menos un sofá. Varios barcos que vimos sólo tenían sillas. Tener una cubierta superior te consigue más espacio; privacidad del capitán / tripulación y la perspectiva superior es perfecto para tomar fotos increíbles y viendo pueblos que vas dejando atrás por el agua.
Las siguientes cosas deben ser incluidas en el precio:
- Tres comidas al día, además de una merienda – aclarar si quieres estilo occidental de desayunos indios
- Té, café y agua
- Bebidas de bienvenida
- Cesta de frutas
- Las toallas y jabón
- Un ventilador en cada habitación
El barco no almacenará alcohol o refrescos para usted, así que hay que abastecerse. Trajimos aperitivos a bordo, así – pero nunca llegamos a comerlos ya que estábamos tan increíblemente bien alimentados.
Comience su viaje en Alleppey (no en Kollam)
Casas flotantes en Kerala no están reguladas y por lo tanto la calidad de los barcos puede variar ampliamente. Nosotras miramos a los siete barcos antes de elegir uno, y si bien esto es extremo, le invitamos a visitar al menos tres casas flotantes antes de comprometerse.
Los viajeros a Kerala podrían comenzar desde Fort Cochin, y esta pequeña y pintoresca ciudad tiene un montón de operadores turísticos que ofrecen días y noches de alojamiento en los remansos. Sin embargo, con la enorme diferencia de calidad, es necesario ver el barco. Si usted ha reservado con antelación, ha perdido toda su oportunidad para volver a negociar si no te gusta su barco.
Algunas personas (y guías de viaje) sugieren partiendo desde Kollam menos popular, pero para mejor suerte está Alleppey, bien popular, también conocido como Alappuzha.
Para esto, se dice que hay una razón Kollam es menos popular: es una ciudad básica, sin complicaciones con poco que ofrecer a los visitantes y selección limitada de casas flotantes. Además, los tours que se ofrecen que parten de Kollam tienden a dirigirse hacia y alrededor de un lago, mientras que las giras desde Alleppey, tiene viajes más flexibles y más de 350 barcos para elegir en la temporada baja.
Taxis acuáticos o maravillas como ésta. Está bien, no tendrás insectos voladores y te sobrará el aire acondicionado. Pero ¿viniste hasta aquí para continuar en la cumbre de la civilización electrónica?
Saltear la opción de taxi acuático
Cuando compres, en algún momento, te mencionarán que hay un taxi de agua entre Kollam y Alleppey. Esto es cierto – hay un transbordador 300 ($ 6) que sale todos los días entre las ciudades, y verá los mismos lugares que en un crucero casa flotante. Sin embargo, los transbordadores son cubos de óxido, fuertes, olor a gas, envasados a rebosar de pasajeros y no hay baños. Si usted es un presupuesto terriblemente estricto esto podría ser una opción, pero para los demás, le aconsejamos optar por la casa flotante infinitamente más relajante.
Muestre en el muelle en el día que desea navegar (temporada baja)
Si usted está en la India durante la temporada baja, la elección de una casa flotante es mucho más fácil que en la temporada alta. Basta con ir al muelle en la mañana que le gustaría salir y empezar a elegir barco. Usted puede mirar en varios, elegir uno y volver a su hotel y conseguir sus cosas. En ese tiempo van a ir a comprar todos los suministros y prepararse para darle la bienvenida en el extranjero. Si llegás después de las 9 am, todos los buenos barcos han salido y no regresan al menos hasta la mañana siguiente. En la temporada alta, le recomendamos llegar al muelle todavía más temprano.
¿Un consejo que te daría yo, de atrevido nomás? Tratá de conseguirte una casa flotante que tenga una lancha complementaria, para recorrer pequeños arroyitos e intentar aprovisionarte de frutas a la pasada.
Regla de oro: usted debe subir al barco y aprobarlo antes de zarpar.
Turismo de Kerala está bien desarrollado y los operadores de casas flotantes son muy conscientes del precio superior que los turistas extranjeros e indios están dispuestos a pagar, sino que también están dispuestos a regatear. Esta es la India, después de todo.
Pagamos 7.000 rupias (125 dólares) por noche por una embarcación de dos dormitorios con todos los gastos de alimentación y transporte incluidos. Esto se resuelve a poco más de $ 30 por persona, todos los gastos diarios incluyen, aunque el aire acondicionado se duplicará el precio a $ 250 por noche por lo menos.
Esto significa que, en total para un crucero de dos noches, pagamos 14.000 rupias. Pero nos habían calculado inicialmente 20.000 rupias para la misma experiencia exacta, es decir, hemos bajado el precio en un 30 por ciento. Si la negociación hace sentir incómodo y usted tiene el presupuesto, no estamos diciendo que esto es esencial. Sin embargo, los beneficios en estos viajes de casa flotante son extremadamente altos para los dueños del barco y nos prefieren cortar el coste global y luego dar el chef y el capitán de un gran propina extra al final en su lugar.
Consejo extra para aprensivos
Ha elegido una casa flotante en buen estado, por lo que no debe haber grandes problemas, pero cuando atracó en la noche que están abiertos a los elementos. Mientras comíamos había muchos bichos volando alrededor de las luces. Si esto le molesta, considere escoger una casa flotante con un patio de la planta baja acristalada. No estamos seguros de cuántos tienen eso y lo que la diferencia de precios es, pero vimos bastantes flotando, incluso en la temporada baja.
Las “Globbetrotters” estuvieron cinco semanas en la India (por eso ahorraban, pillas), y aseguran que esta experiencia fue uno de los puntos culminantes de su aventura. Y una última, para matizar, no tengas miedo de quedarte fuera del alcance de ancho de banda para tu smart phone, porque acá habrá mucha selva, elefantes y hasta tigres, pero mirá que uno de sus mayores productos de exportación es la alta tecnología. ¡Ni se te ocurra trenzarte en una discusión tecnológica con uno de esos tipos de turbante porque te pueden dar vuelta como una media! Si lo pensás, así exactamente es como habría que convivir con las TICs.
Guillermo Pérez Rossel