Agarrá el poncho y salí a cabalgar
El caballo tiene calefacción propia y el paisaje te hace olvidar del frío. ¿Sos uruguayo o qué sos?
¿Alguna vez anduviste a caballo en las vacaciones de julio? Yo sí, y a mucha honra. Me daban un poncho que me arrastraba por el suelo, me decían que caballo podía usar y donde estaba el apero. Luego me dejaban solo sin ningún consejo.
Y era caballo mañero, de esos que hinchan la barriga cuando les querés ajustar la cincha. El paisanaje de la chacra de un tío se afirmaba en el alambrado y se iba pasando el mate mientras yo daba el espectáculo. No más de cincuenta metros y la cincha floja dejaba caer el recado, junto conmigo… naturalmente.
“¡Acá los caballos se montan del lado de arriba!”, me gritaban mientras yo aguantaba la bronca sentado arriba de las ortigas donde me había tirado el animal.
Pero con el tiempo nos entendimos; él me aguantaba las montevideanidades y yo las bellaquerías que hacía para divertirse conmigo. Aprendí a leerle las orejas y anticipar el momento en que se iba a hacer el asustado y pararse en dos patas. Nunca más me sentó en el suelo cuando hacía eso. ¡¡Qué cabalgatas en Colonia Cosmopolita, acompañados de “Juicho”, un ovejero irlandés que también me enseñó mucho!! Para tener yo doce o trece años, no estaba tan mal.
Todo esto viene al caso porque el domingo 7 de julio sale una cabalgata por las Sierras de Minas. Son solo tres horas y no tendrás que lidiar ni con los arreos ni con las bellaquerías. De los primeros se encargan los baqueanos y a los segundos no tenés ni que chistarles: saben mucho mejor que vos todo lo que hay que hacer… y lo hacen porque son piolas, están bien tratados, les gusta llevarte por esos senderos, trepar las sierras, atravesar cañadas y detenerse para que puedas ver a los apereás escabulléndose entre los matorrales y las lechuzas mirándote sobradoras desde un poste.
Voy a colgar esto también en la página de FB de “Uruguayos en Miami”, con toda la intención de que se les piante un lagrimón. Y para que cuando vengan por acá, que lo hacen siempre que tienen oportunidad, se den un gustazo de cabalgar. No digo que se metan en una de esas cabalgatas de varios días, que quizás no son para gente ya acostumbrada a los free way de la Florida, pero una cosa de tres horas como esta, no da ni para extrañar el aire acondicionado del Adventura Mall. Ya se que no les da el tiempo para anotarse, pues hay que hacerlo antes del jueves 4 de julio; pero es bueno que lo vayan pensando para guardar un día para cosas como ésta.
En fin, la Cabalgata la organizan mis amigas de Huellas, Cabalgatas (http://www.huellascabalgatas.com/) y siempre trato de mencionar sus pequeñas grandes aventuras, porque me parece muy bueno lo que hacen ellas y casi todas las estancias turísticas que también son propuestas extraordinarias. ¡Cómo le dan la credencial a un uruguayo sin tomarle examen para ver cómo se aguanta arriba de un caballo!
Entrá en la web y averiguá todo lo necesario. Acá solo te diremos que la propuesta incluye desayuno y almuerzo en el Ventorrillo de la Buena Vista, que está renovado y dejando bien en alto el prestigio internacional de su autor, nuestro arquitecto Julio Vilamajó. Después de anotarte, tenés que asegurarte de que estarás en el Ventorrillo a las 8.30, porque si no, sonaste. La cabalgata es por la mañana y a las 13.00 estarán de vuelta para un almuerzo y para afirmar la camaradería entre los humanos. La camaradería con tu cabalgadura dependerá de tu buena onda, no la del bicho que siempre la tiene pronta porque es tanto o más amigo del hombre que el perro, el que se lleva la fama.
Te diría más: ¿porqué no te vas uno o más días antes y disfrutás de esas sierras mientras te manducás algún serranito de la confitería Irisarri? Mirá que cerquita de allí están desde la Cascada del Penitente, hasta minas de oro y un templo budista. ¡Qué lugar para el invierno!
¿Y lo del poncho con que te calenté la cabeza al principio? Bué… por ahí lo tenés a Artigas bien arropado y algún maravilloso poncho patrio (o casi), así como otro bueno pero cualunque, que se ofrecen en Mercado Libre. No me dio el tiempo para comprobar si todavía existe aquél entrañable comercio que en Belvedere surtía a todo el gauchaje; me acuerdo del Bazar Mitre también con ponchos y sé que en el interior siempre hay una talabartería que provee cosas tan patrióticas como un poncho y un apero. Pero confío que algún lector en los Comentarios nos ilustre, pues lamentablemente yo ya no estoy para estos trotes, en este caso, literalmente.
¿Te dije que es imperdonable olvidarse del mate?
Sobre el Ventorrillo de la Buena Vista:
http://www.portaldevillaserrana.com.uy/modules/alojamiento/detalle.php?id=1133
Algunos ponchos para cabalgar:
http://articulo.mercadolibre.com.uy/MLU-409847148-poncho-patrio-8013-impermeable-_JM
