Temaikén; también permiten humanos
Podría definírselo como un zoológico al revés, donde los animales contemplan humanos empeñados en agasajarlos y divertirlos.
El concepto es más complejo y el nombre técnico de este formidable desarrollo de la Fundación Temaikén es el de Bioparque, pues no solo es hábitat de nuestros más movedizos compañeros de planeta, sino de especies más alejadas en la escalera de Darwin, como los árboles, por poner solo un ejemplo.
Quizás el nombre te resulte más explicativo y por si no dominás el Tehuelche te lo explicamos: significa «Tierra de Vida». Sí, señor, la Vida en la Tierra pero no para sorprenderte con especies exóticas, sino para aproximarte a lo que la naturaleza dispuso para los que habitamos en esta región del mundo. O para darle un vistazo a la vida en otros continentes, o en mares, lagunas y pantanos, o en las grutas. O para contemplar tigres blancos, que sí son rarísimos y están aquí solo porque otro de los objetivos de la fundación es rescatar especies en peligro.
¿Y las rejas? Nada de rejas. Con algunos animales podés alternar personalmente porque no somos peligrosos para ellos y ellos también tienen derecho de divertirse contemplando qué raros somos.
Denise Berger es la Jefa de Prensa y Comunicación que nos visitó para explicarnos de qué se trata. Es imposible abarcar todo el significado del Parque, pero algunos detalles sirven para dar una idea.
A un Tamandúa (arriba, derecha) lo atropelló un auto, pero tuvo la suerte de que lo trajeron a Temaikén. En el Hospital Veterinario le hicieron cirugía y lo rehabilitaron. Pero en cualquier otro lugar no hubiera sobrevivido, porque su dieta se compone de insectos en alto porcentaje. Es uno de los tantos bichitos que nosotros no dejamos en paz, a pesar de que como los murciélagos, las arañas o los osos hormigueros, se encargaban de mantener a raya a los de seis patas, salvar nuestros cultivos, alejar los mosquitos y salvarnos de varias enfermedades. Para salvar al Tamandúa, se necesitaba un dietista con mucho ingenio. Tomó calabazas, cortezas y manzanas ahuecadas y adentro le pso un licuadeo con alto contenido de banana y miel. Luego le fue agregando carne, leche en polvo, banana y huevos, entre otros. Ahora es un Tamandúa gourmet que mira por encima del hombro a sus congéneres y con equivocado agradecimiento a todos los humanos. Sabemos que se equivoca, pero no lo saquemos de su error.
Justamente, comprender nuestro entorno, aprender convivencia, proteger el medio ambiente y la biodiversidad, son algunos de los objetivos de un parque temático que combina los objetivos de un jardín botánico, zoológico, acuario, museo de historia natural y antropología … Temaikén es una Universidad del Medio Ambiente y también prepara especialistas e instruye a guardaparques.También una granja modelo donde los niños aprenden de dónde se surten los supermercados.
Son casi 60 hectáreas con senderos de 4,5 kilómetros que se pueden recorrer en medio día o, mejor aún, en un día entero, para contemplar sus 27 recintos con 5.687 animales, 1.500 árboles, 40 espècies de mamíferos, 180 de aves, 24 de reptiles y 56 de peces. Un 60% de estas especies son autóctonas.
Entre ellos se cuentan varios que están en peligro de extinción, como el tapir, las mariposas autóctonas y el impresionante Aguará Guazú, el lobo más grande de América del Sur, todos desplazados por nuestra civilización, cuya supervivencia depende ahora de parques como éste.
No me digas que no es una atractiva variante al hábito de contemplar tanta fauna salvaje que conduce automóviles en nuestras urbes. Y no hablamos de patéticos monos pedigüeños que se atragantan con un chicle irresponsable, ni de tres tristes tigres que miden sus pasos en una jaula estrecha y nauseabunda.
Además, tenés un escenario para ver el audiovisual «El Arca de la Vida» en 360º en ocho pantallas envolventes. Y dos centros interactivos: Patagonia Viva y El Agua Cuenta su Historia. Los encontrarás mientras recorrés el parque. Es imposible abarcarlo todo, así que al final te ponemos algunas urls para saber más.
Dónde y cómo. Vine a Uruguay, dice Denise Berger, porque cada vez más uruguayos llegan a nuestro parque y deseamos saber qué podríamos hacer para satisfacer mejor sus expectativas. Recibimos un millón de visitas por año. Temaikén está en Belén de Escobar, a 50 kilómetros del centro de Buenos Aires. Cierra los lunes y los martes tiene una promoción a mitad de precio.
Podés tomarte el colectivo 60 en Plaza Italia, podés ir en tu auto o, lo que hacen muchos uruguayos, es aprovechar un paquete que ofrece Buquebús que incluye dos noches de hotel y el paseo a Temaikén. Hasta hay un paquete combinado que incluye medio día en Temaikén y luego un paseo en lancha por el Tigre para completar el día, en el caso de que tus hijos se hayan merecido semejante experiencia.
Por la comida no te preocupes, está incluida en algunos de estos paquetes o, mientras deambulás por los lindísimos senderos (previstos para discapacitados) te encontrarás con varios restaurantes excelentes y a buen precio.
Y si algo no te gustó, le escribís a Denise en prensa@temaiken.org.ar pero hacelo en Tehuelche. También acepta guaraní.
Para saber más:
http://www.temaiken.com.ar