Es temporada de fiestas, ¿lo sabías?
La prensa destaca como el mundo se prepara para la ocasión indicando las ciudades que más atraen la curiosidad del visitante, de Hong Kong a Viena, de los Emiratos Árabes a Zurich. Esta última, por ejemplo,entre otras actividades, organiza un Árbol Musical (Werdmühleplatz) con la actuación de niños de las escuelas locales, el Mercado Navideño en la Ciudad Vieja (Calles Niederdorfstrasse. Spitalgasse y plaza Hirschenand) y los conciertos navideños en la Iglesia de San Pedro y San Pablo con música de Mozart.
Barcelona inaugura, para esta ocasión, una pista de patinaje sobre hielo y en Nueva York se organizan paseos para admirar las iluminaciones de la estación. Todos quieren aprovechar este tráfico.
Nuestro Cono Sur, parecería estar ausente de esta preocupación. Las excepciones más notables son Río de Janeiro y Gramado en Brasil, Villa La Angostura en la Argentina.
No es fácil encontrar información al respecto en la prensa ni en los sitios WEB de las distintas organizaciones vinculadas al turismo. Lo más triste es que no faltan actividades ni las ciudades carezcan de atractivos en estas fechas.. Todo lo contrario. En el correr de los días nos iremos enterando de interesantes propuestas, de atractivas decoraciones que van apareciendo en forma perlada y desperdigada.
No pasa solo con la Navidad, En estos años en que nuestros países celebran los Bicentenarios de los procesos independentistas, estos no han sido coordinados entre los distintos países de manera que el mundo fijara su atención en la región.
Aunque los canales de comunicación abundan, hubiese sido oportuna una acción coordinada para lograr la sinergia de tanto esfuerzo.
A su vez grandes y costosísimas celebraciones fueron comunicadas con muy poca antelación a su realización, perdiendo sentido su difusión en el exterior. Son errores que cometemos muy a menudo.
Dicen los futboleros “que goles errados son goles en contra” del mismo modo las ocasiones no aprovechadas cabalmente, son esfuerzos personales y materiales desperdiciados.
Lujos que ya nadie se puede dar.