Wallabies, Temaiken a los saltos
Son canguritos en miniatura, preciosos, pero no los desafíes a jugar rugby porque son la enseña australiana.
Agustín Alloco nos envía esta novedad del precioso parque Temaiken y no dudamos en darle cabida. Temaiken es un zoológico (¿es un zoológico?) como debe ser, donde lo único que queda enjaulado son las malas intenciones. A veces hay que tomar distancia, pero en Temaiken casi no queda claro para defender a quién están esas distancias. No es el caso de los wallabies, preciosos animalitos que tenemos en esta región del mundo como si todavía viviéramos en la Pangea y los continentes no nos hubieran distanciado.
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Temaikèn presenta “el lugar de los wallabies”, un nuevo espacio que recrea el ambiente natural de estos pequeños canguros, en el que los visitantes podrán ingresar y estar a centímetros de estos simpáticos animales, originarios de Australia.
El nuevo recinto es el hogar de 6 ejemplares de wallabies adultos llegados desde el zoológico de Zlin en República Checa quienes serán la novedad del Bioparque Temaikèn para los próximos meses.
Este espacio se perfila como la novedad del Bioparque, ya que los visitantes van a poder ingresar al ambiente y disfrutar de la recreación de su entorno natural.
Para la creación de este nuevo espacio, viajaron desde el zoológico de ZLIN – un pueblo ubicado a 300 km de la Ciudad de Praga, en la República Checa – 6 ejemplares de wallabies adultos (tres hembras y tres machos) quienes serán la novedad del Bioparque Temaikèn para los próximos meses.
Familia en crecimiento
Desde la reciente llegada de los 6 ejemplares de wallabies a Temaikèn, se pudo observar que una cría asomaba su cabeza del marsupio de una de las hembras, y por diferentes controles que se han realizado, se estima que pronto vendrán otros dos ejemplares para completar esta gran familia.
Al llegar a su nuevo hogar, los wallabies tuvieron que cumplir con el período de cuarentena habitual en el sector de Cuarentena del Centro de Reproducción de Especies Temaikèn (CRET), para después comenzar con la adaptación al ambiente que se diseñó especialmente para albergar a estos nuevos integrantes.
La adaptación a su nuevo hogar
Desde el primer momento, los cuidadores construyeron una relación de confianza con estos pequeños canguros, para así poder proporcionarle la mejor atención posible. Por medio de diferentes técnicas de entrenamiento, lograron fortalecer la conexión cuidador-animal y poder acercarse para la realización de inspecciones visuales, y facilitar los controles veterinarios.
La importancia del intercambio de especies se encuentra fundamentada “en la necesidad que tienen las instituciones de mantener poblaciones reproductivamente viables y con una variabilidad genética que evite la reproducción de ejemplares cercanamente emparentados” argumentó Gustavo Gachen Jefe de Sanidad y Cuidado Animal de Fundación Temaikèn.
Debido al aislamiento geográfico del continente Oceánico, la mayor parte de las especies que allí habitan son endémicas y están habituadas a los suelos secos y al clima semiárido o desértico predominante. Esto provoca que los animales puedan recorrer grandes distancias en busca de agua y/o alimento en bosques de pastizales cercanos a las costas.
El nuevo lugar de los wallabies, tal como el resto de los ambientes de animales del Bioparque Temaiken, respetó y recreó estas características de su ambiente de origen.
Los wallabies
El wallaby de cuello rojo (por su pelaje en la nuca y sobre los hombros) habita los bosques de eucaliptos, y áreas de matorrales a lo largo de la costa sudeste de Australia. Son animales herbívoros, y se alimentan principalmente de pasto, hojas, frutos, semillas y raíces de ciertas plantas que los abastecen de agua.
Pueden alcanzar entre los 13 y los 18 kg, siendo los machos notablemente más grandes que las hembras. Su cola es larga, les permite balancear su cuerpo y mantener el equilibrio cuando se desplazan a los saltos. Las orejas son móviles y se dirigen inmediatamente hacia cualquier sonido, y ante el peligro golpean su cola en el piso.
Si bien son solitarios, forman grandes grupos para alimentarse o descansar. Durante una excitación nerviosa o por las altas temperaturas del ambiente, se refrescan lamiéndose sus manos y brazos.
Una de sus características más importantes, es que poseen una bolsa cutánea o marsupio donde las crías completan su desarrollo, y son transportadas durante los 8 a 9 meses hasta que alcanzan su madurez.
Presentan un tiempo de gestación de 33 días, al final del cual nacen crías inmaduras. Las mismas trepan desde el canal de parto hasta la bolsa, siguiendo un camino que la madre ha marcado anteriormente mojándolo con su lengua. Una vez que se introducen en el marsupio, se agarran a los pezones situados en el interior, donde obtienen la leche materna.
Después de unos meses, el pequeño wallaby comienza a asomarse fuera de la bolsa y a alimentarse por sus propios medios. Incluso cuando este individuo deja la bolsa y crece independientemente, continúa metiéndose en la misma si percibe algún peligro.
Su estado de conservación actual es “vulnerable” ya que las poblaciones se encuentran estables, aunque sus principales inconvenientes son la reducción de su hábitat, la cacería por su piel y carne, y la competencia por el alimento con cabras y ovejas, y la predación por animales exóticos como los zorros.
¿Cómo llegan los animales a los zoológicos?
En contraposición a la creencia popular, los animales que pertenecen a las colecciones de las instituciones zoológicas debidamente acreditadas y reconocidas por organismos internacionales, ingresan por medio de intercambios, incautaciones y donaciones. Porque para que un animal pueda pertenecer a un espacio destinado a la conservación, no sólo debe cumplimentar requisitos sanitarios, sino también justificar su origen.
Muchos de los animales que se incorporan a las colecciones, se originan a partir de incautaciones de especies provenientes del tráfico ilegal y el comercio; que por la impronta que poseen del hombre para su supervivencia, no pueden ser devueltos a su hábitat.
En otros casos se reciben ejemplares heridos para su rehabilitación, que en muchas oportunidades se encuentran imposibilitados de ser reinsertados en la naturaleza. Estos ejemplares, son reservados para reproducción con el fin de garantizar la continuidad de la especie.
Con el avance de la tecnología y la investigación, la reproducción en ambientes controlados, se incrementó aumentando en consecuencia el índice de natalidad. Esto genera excedentes en las colecciones, que principalmente por razones de consanguinidad deben ser trasladadas a otras instituciones.
Por normas internacionales, cada ejemplar requiere de cierta cantidad de espacio para desenvolverse en forma natural y esto genera que los espacios destinados a los animales sean cada vez más grandes. Justamente éste, es otro de los motivos por los cuales las asociaciones que poseen excedentes de ejemplares buscan a través del intercambio mejorar las condiciones del animal.
En su mayoría los zoológicos reconocidos alrededor de todo el mundo, se especializan en la conservación de especies en peligro de extinción, lo que motiva la continua búsqueda de parejas en edad reproductiva para asegurar la continuidad de la especie.
Por estos motivos los intercambios entre instituciones benefician a la conservación y la reproducción, y además permiten a los visitantes conocer el mundo que nos rodea e ir concientizando a las futuras generaciones en el cuidado del medio ambiente.
Acerca de Temaikèn
Temaikèn es una Fundación que trabaja educando, investigando y conservando especies y ecosistemas autóctonos para proteger la naturaleza, en conjunto con otras instituciones e involucrando a toda la sociedad.
Para llevar adelante su misión de proteger la naturaleza, cuenta con un Centro de Reproducción de Especies (CRET), el Bioparque Temaikèn y una Reserva Natural en Misiones.
El Bioparque abre sus puertas de martes a domingos y feriados de 10 a 18 hs. Está ubicado en el Km. 1 de la Ruta 25 en el partido de Escobar, Provincia de Buenos Aires. Para mayor información: www.temaiken.org.ar