2011 en Times Square, alcanzame una tradición
Bien dicen que en cualquier momento inventan el día del golero. Lo único que se necesita es que sea rentable.
Pero no seas malo, las tradiciones también tienen lo suyo y la de Noche Vieja en Times Square se lleva las palmas en el último y en el primer día de cada año. A nosotros nos gusta pasarlo en familia, a nuestros muchachos salir a bailar apenas le dieron un beso a toda la parentela y está toda esa cuestión de ponete una prenda de tal color y no se te ocurra hacer tal cosa porque da yeta por doce meses.
¿Qué tiene de malo que un millón de personas se reúna en Times Square para celebrar el nuevo año? En primer lugar permítanme expresar mis dudas, porque a pesar de que vivimos en un país poco poblado, tenemos idea bastante clara de cuánto abulta un millón de personas. Y qué querés que te diga, no creo que quepa tanta gente en esa plazita minúscula en tamaño y mayúscula en fama.
Cierto que un millón o mucho más, pueden contemplar todo en tiempo real, tanto en las transmisiones de las televisoras estadonidenses, como en los videos que los asistentes cuelgan de inmediato desde sus smartphones y, por último, desde las web cam que allí están instaladas. Son seis horas de entretenimiento y espectáculos que comienzan desde muy temprano y se extienden hasta avanzada la madrugada, ante la atenta mirada de miles de policías, porque no es cuestión de que el año comience mal.
Sin embargo, la cuestión culminante es el último minuto del año que termina, el cual es seguido en conteo regresivo a viva voz hasta el momento en que el nuevo año se anuncia con el mayor estruendo que pueda imaginarse.
La atención principal estuvo dedicada a una bola supercolorida ubicada en altura, este año con 288 nuevos triángulos de cristal decorados con «toques románticos». Las agencias relatan que con sus 3.6 metros de diámetro y cinco toneladas de peso, está formada por 32 mil 256 bombillas LED cubiertas por 2.668 cristales triangulares que proyectaron «una paleta de más de 16 millones de vibrantes colores y motivos que producirán un espectacular efecto caleidoscópico».
La tradición es que la bola desciende por una barra de unos 40 metros y al llegar abajo se iluminan las cifras del nuevo año. Su iluminación será gracias a la energía aportada previamente por los propios transeúntes en un «laboratorio» de Duracell equipado con bicicletas estáticas que generan y almacenan electricidad para la ocasión.
En ese instante se tirará al aire más de una tonelada de confeti hecho con los deseos escritos de miles de personas, al tiempo que los marines Bethany Pillips y Geoffrey Dubei, que se conocieron en Irak, se convertirán -gracias a un concurso- en la primera pareja que se casa en esta celebración, ante la mirada de cientos de miles de personas.
El británico Taio Cruz cantará «Falling In Love» («Enamorarse») y el mítico «Imagine» de John Lennon, de cuyo asesinato en Nueva York se cumplieron este mes 30 años. Para quienes no se animen o no puedan acudir a la céntrica plaza, además de las decenas de cadenas que emitirán en directo la caída de la bola, también hay webs que tienen previsto retransmitirlo, como TimesSquareNYC.org, Livestream.com/2011 y TimesSquareBall.net.
Incluso, por primera vez hubo una aplicación para teléfonos móviles (Times Square Official Ball App) que permite seguir la caída de la bola en directo y las horas previas, así como mandar fotos con la esperanza de que alguna se proyecte en una de las características pantallas gigantes de Times Square.