Uruguay se salva con el campo, pero sin el turismo también perece.
¡La fiesta que se haría la DGI con una lista de propietarios de relojes de medio millón de dólares!
Llamalos luces malas si querés, pero que las hay, las hay.
Pequeño territorio, grandes sorpresas; de los ultramodernos 101 pisos de su torre insignia a los vivos colores de sus templos más antiguos.