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Almorzando con Máximo Santos

Opulencia y suculencia; Máximo Santos no se ruborizaba por el derroche. Que opinen lo que quieran… pero es difícil crear un salón más hermoso que ese.

Hoy en Uruguay se haría un escándalo con el gasto, aunque en el mundillo de la farándula argentina a un dispendioso así lo nombrarían jurado de un certámen de baile, por lo menos. Máximo pretendió entrar a la Opera cuando ya había empezado el primer acto y le pegaron un balazo en la cara, aunque no fue por esa impertinencia. Tampoco queda muy claro por qué fue.

Pero no removemos la historia; es demasiado  fácil de  juzgar tantos años después. Santos, como toda aquella gente, tenía comportamientos reprobables, pero también le debemos la reforma vareliana y la restauración de la heroica figura de Artigas. En todo caso, Alberto Moroy no recrimina ni ensalza, solo nos trae algunas instantáneas de un viaje al pasado, que es su manera preferida de viajar.

Por Alberto Moroy

Lo que ustedes ven en portada es un imponente salón del palacio Santos (Hoy Cancilleria) Imaginémonos que estamos sentados en esa mesa, un medio dia de otoño del año 1884. Ademas de los comensales, habría varios sirvientes como costumbre en las familias pudientes.  El menú consistió en :
Entrada: Riñones de carnero á la brocheta.con hierbas finas, con salsa de ajo. Segundo servicio: pollos á la reina, Intermedios pequeñas tortas, una crema a la vainilla. Tercer servicio, frutas de estación, compotas, pastelillos, dos tipos de quesos, una hortera con almíbar o panal de miel Todo esto regado con buen vino tinto  «Marques e Riscal»  proveniente de La Rioja alavesa (España) Al final un café y posteriormente vasos de agua azucarada o de jarabes.

A Máximo Santos le gustaba la buena vida, el despilfarro, el desorden económico y el lujo espectacular, que fueron características de su gobierno. Síganme en este recorrido y juntos conoceremos un poco de su historia, la que seguro muchos de «allá y entonces» hubiesen preferido olvidar.

Maximo Santos en su quinta / Algunos de sus coches
El mas alto de galera a la izq. es el Gral. Máximo Benito Santos Barbosa (Máximo Santos), alrededor del año 1884 con sus hijos, posiblemente en la quinta del Prado. A derecha,  su hijo mayor Máximo Rudencio, al lado Leon, y el resto sus tres hijas, Teresa, Sofía Melaine y Maria Antonia, acompañado por un peón, un guarda-espalda y cochero con terrible galera, en la «cupe color roja» con capacidad para 10 personas que usaba para sus paseos de campo. Poseía varios, ademas del coche oficial.

El nacimiento de Máximo Benito Santos se inscribió en la Parroquia de la Inmaculada Concepción de Pando. Fue el sexto hijo del matrimonio de Joaquín Santos y María Aldina Barbosa, quienes habían contraído matrimonio en Cerro Largo, donde habían nacido sus primeros hijos. Con respecto al apellido Santos hay que precisar que tanto el padre como los hijos utilizan indistintamente el apellido Santos como de los Santos.  A modo de ejemplo corresponde citar que en la partida de matrimonio de Máximo Santos con Teresa Mascaró efectuado en la Iglesia de San Agustín, de la Unión el 3 de Julio de 1872, se encuentra registrado el nombre como Máximo de los Santos.

En cuanto a María Aldina Barbosa, madre de Máximo, tenía ascendientes brasileños. La familia se había radicado en la zona rural de Pando Antes de comenzar su carrera militar, el joven Máximo Santos estuvo empleado en un comercio, luego como capataz en una tropa de carros. Se enroló voluntariamente en el ejército y luego del inicio de su carrera militar, en lo relativo a sus ascensos y grados obtuvo el de Teniente 2º, Teniente 1º y Capitán. Santos alegó sus servicios en el Batallón Sosa y que los ascensos se le habían conferido en campaña por los Generales Borges, Suárez y Enrique Castro, en su servicio combatiendo la revolución de Timoteo Aparicio. Luego de la renuncia de Dr. Francisco Vidal por razones de salud es designado Máximo Santos como presidente de la República el 1º de Marzo de 1882- 1886.El 21 de mayo de 1886 es designado Senador.

Este notable edificio fue proyectado y construido entre 1881 y 1886 por el Ing. Juan Alberto Capurro para residencia del General Máximo Santos, en ese entonces Presidente de la República. La restauración de los salones del palacio comenzó en el año 1996. Esta recuperación atendió principalmente a  elementos decorativos y terminaciones.

Juan Alberto Capurro

http://www.pasomolino.com.uy/calles/calle_capurro.htm

La vida del Gral. Santos cuando fue Presidente, estuvo caracterizada por el lujo, la comodidad y la suntuosidad, no resulta extraño que la que fue su casa de retiro o casa quinta albergara todo tipo de construcciones extravagantes. Fue adquirida por este en enero de1877 por compra efectuada en esa fecha a Lino Herosa, de cuatro cuadras cuadradas a orillas de un camino nuevo que dividía dicho terreno de la quinta del gobernador coronel Lorenzo de la Torre. Luego de ser habitada por Santos la casa fue adquirida por el financista Reus, en 1893 la casa  fue nuevamente rematada y el nuevo propietario pasó pasó ser Eugenio Villemuy.  Fue sede de varios museos hasta pasar por el abandono total.

El 19 de abril, 2007 abrio el museo de la Memoria. La casa principal, otrora centro de grandes fiestas y de reuniones de la época, constaba de grandes salones, un patio interior decorado con estatuas, fuentes con cascadas, pabellones destinados a la cría de aves exóticas, un pequeño zoológico que albergaba, entre otras especies, a pumas y jaguares. También había una gruta artificial llena de corredores laberínticos y recovecos con iluminación de gas,  un invernadero construido en piedra con lujosos vitrale Otra de las improntas de la residencia del dictador era el túnel del amor (un corredor alimentado por agua de una cañada que recorría parte del parque) y el castillo «ma poupée» (mi muñeca), construcción que fue ordenada por una de las hija del militar. Para acceder a la casa, se atravesaba el parque por un camino que, según muestran algunas pinturas de la época, estaba «techado de flores» sobre las glorietas.

Una escalera de hierro en forma de caracol llevaba a un subsuelo dode según se comenta, estaban los calabozos. Hacia arriba, la escalera conduce a un mirador, una plataforma desde donde se puede ver todo el predio y tal vez un poco mas, habida cuenta que  la casa esta a 45 m. sobre el nivel del Rio de la Plata.

Entrada casa quinta, Máximo Santos Mirador/ frente de epoca / Hoy Museo de la Memoria Av. Instrucciones 1057.

Ubicacion geodesica 34°50’13.24″S 56°11’35.11″W

El atentado

El 17 de agosto 1886 el presidente acudió al Teatro Cibils  (Ituzaingo entre Cerrito Y Piedras) a ver una representación de la ópera La Gioconda, de Ponchielli, con un elenco encabezado por la diva italiana Eva Tetrazzini. La función comenzó a las 20.30. A eso de las 21, cuando el primer acto estaba en pleno desarrollo, Máximo Santos, vestido de gala, bajó del carruaje e ingresó al recinto junto a su hija Teresita. Cuando giró la cara hacia su derecha, para saludar a su amigo Tulio Freire (creador, entre otras cosas, de la banda presidencial), un joven se acercó por el otro lado y le disparó un balazo en la cara, a quemarropa. Herido de gravedad pero sin peligro de vida, Santos se llevó las manos a la cara y tambaleó, mientras el heridor salía corriendo por Ituzaingó hacia la calle Piedras. Uno de los guardias personales del presidente fue a perseguirlo, pero tropezó en su sable y cayó al suelo. El autor del atentado dobló por Piedras hacia Treinta y Tres, perseguido por el teniente Gard y otros guardias; en determinado momento se detuvo un instante y disparó contra sus perseguidores, sin dar en el blanco. Al llegar a la calle Treinta y Tres, y al no ver el caballo que debía haberlo esperado para facilitar su fuga, se puso el revolver Buildog de 12 milímetros que portaba sobre la sien y se suicidó.

Un telegrama de epoca de un diario español (del viernes, 20 agosto 1886) decia: Madrid, 19, á las 9’15 mañana.—El presidente de la República del Uruguay ha sido herido levemente en una mejilla. El Diario El Imparcial ( España) , ocupándose de este hecho, elogia las virtudes cívicas y la clemencia de dicho presidente, que amnistió á los autores de las recientes revoluciones. ¡El asesino de mala puntería murió á manos del pueblo indignado! Las cronicas dicen que se sucido.

Máximos Santos, primeras curaciones /Al costado su hija Teresa de 13 años / El asesino Gregorio Ortiz

El día en que se cubrieron los espejos (muy buena)
http://rigofa2010.blogdiario.com/1281901090/historia-el-dia-en-que-se-cubrieron-los-espejos-hoy%3Eel-atentado-contra-maximo-santos/

El final

Debilitado, desmoralizado, y ya muy enfermo, Santos puso en práctica lo que seguramente había decidido en el momento de romper su carta. El 18 de noviembre presentó la renuncia ante el Parlamento, aduciendo razones de salud. Le fue aceptada de inmediato, y ese mismo día se eligió como presidente de la República al teniente general Máximo Tajes, para terminar la legislatura iniciada por el presidente dimisionario (1886-1890). Santos, por su parte, se embarcó hacia Europa.

Cuando intentó regresar, en 1887, un decreto firmado por su ex-amigo Tajes le impidió desembarcar y lo desterró, con el absurdo pretexto de que su vida corría peligro. Francisco Bauzá y Juan Zorrilla de San Martín (que había sido un tenaz opositor al régimen santista) pusieron de manifiesto la ilegalidad absoluta de dicha decisión, refrendada por el Parlamento, que privaba del derecho a residir en su patria a quien no estaba acusado de delito alguno y continuaba siendo senador de la República. Pero todo fue inútil.

Santos falleció en Buenos Aires el 19 de mayo de 1889, como consecuencia de la ruptura de un aneurisma de aorta, cuando tenía 47 años.