Barcos por abajo y barcos por arriba
Si lo llamás Wasserstrassenkreuz, suena todavía más impresionante y trabaluénguico, pero no deja de ser lo que es: un puente para que los barcos pasen por encima de un río.
Lo primero que uno puede pensar, es que los ingenieros debieron diseñar una estructura tan perfecta como para sostener toda el agua con la profundidad suficiente para el calado de los barcos y, además, el peso de los barcos. Pero eso te puede pasar porque nunca tuviste que diseñar un puente como éste o porque fuiste medio flojo en física cuando cursabas el liceo.
Conforme al principio de Arquímedes, esos barcos siempre desplazan una cantidad de agua equivalente al peso del barco. De manera que el barco no es un peso agregado; ese peso simplemente se distribuye en el volumen de agua, así que los ingenieros solo deben estimar el peso (y la presión) que ejerce el agua.
De cualquier manera, el “puente acuífero” de Magdeburgo exigió, con los debidos respetos, cálculos mucho más complicados que los demandados por el trébol de Atlántida. Para empezar, tiene 918 metros de longitud y costó 500 millones de aquellos euros que costaban mucho más que los de ahora.
En 1918, cuando ya era evidente la imperiosa necesidad de enlazar por encima del río Elba a un importante canal de Alemania, los ingenieros estaban preparados para hacer acueductos casi de cualquier tamaño; pero este era un caso bastante diferente. Era necesario movilizar un gran caudal de agua sobre una estructura elevada y estimar, eso sí, los vaivenes que ocasionalmente podían producir las embarcaciones.
Aún así, los ingenieros se animaban a intentarlo con ese hormigón armado casi recién inventado. Pero sus sueños se fueron al suelo porque estalló la primera guerra mundial y ya se veía venir la segunda. La división de Alemania después de la guerra volvió a posponer el proyecto y recién en 1997 se animaron a iniciar una obra que terminó en octubre del 2003.
El puente para barcos sigue sorprendiendo y sigue atrayendo turistas a un lugar que por cierto tiene muchos atractivos además de éste. Un sistema de esclusas se encarga de elevar los barcos hasta el nivel del puente y volverlo a descender del otro lado. Será trabajoso, pero ahorra 12 kilómetros a los barcos que transitan por el Mittellandkanal y quieren continuar por el Elba-Havel.
Naturalmente fue la necesidad de movilizar la producción lo que hizo imprescindible este puente y si pensás que el mayor esfuerzo lo debieron hacer los ingenieros calculando la obra con precisión, estarás en lo cierto solo si vivís en Alemania. En países como el nuestro, es posible que la mayor dificultad se encuentre en la discusión pública del tema. Y no te enojes demasiado con nuestra idiosincracia; pensá que ellos luego de producir una abundancia como para emprender estas obras, lograron revertir la situación y estremecerse con una crisis financiera como hace años no se veía. Quizás Alemania tenga poca responsabilidad en esto; pero no hay inocentes en este proceso.
Acá van los datos generales de la obra, que como todo lo demás, proviene de http://www.mosingenieros.com/2013/03/el-puente-acuifero-de-magdeburgo.html , una excelente web para quienes se interesan por estos temas.
*Largo total: 918m
*Anchura del canal: 34m
*Profundidad: 4,25m
*Claro máximo: 106m
*Separación: 90 x 6.25m
*Materiales: 68.000m^3 de concreto y 24.000 toneladas métricas de acero.
*Inversión: 500 millones de euros
Guillermo Pérez Rossel