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Islas del Rosario y Barú

¿A que nunca las oiste mencionar? A menos que hayas ido a Cartagena de Indias con ganas de hacer playa.

Porque Cartagena es una ciudad increíblemente atractiva… pero sus playas son poca cosa, al menos para un uruguayo. Entonces, si te informaron bien, capaz que te tomaste una excursión de un día a Islas Barú y del Rosario. Nosotros vamos a más, consideramos que de tener posibilidad deberías hospedarte algunos días y disfrutar de estas islas paradisíacas para quienes disfrutan verdaderamente del mar y no exigen montones de estrellas y tenedores de la Guía Michelin para estar felices. Porque es un lugar hasta lujurioso, pero no lujoso.

Entonces, arrancamos diciendo que no es como para que salgas de Montevideo directo a estas islas, porque sería una exageración; pero sería una tontería que no vayas a conocer Cartagena de Indias y, ya que estás allí, le dediques tiempo a estas islas.

Colombia tiene tan bellos paisajes que como compensación el destino le reservó alguno de los peores escenarios de criminalidad y el triste recuerdo, justamente en Cartagena de Indias, de haber sido escogida como sede por la terrible Inquisición, cuyos protagonistas deben estar ardiendo en el infierno como para justificar su existencia. En el extremo opuesto al  infierno, se encuentran estas islas, siempre que se sepa disfrutarlas.

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Las islas Barú y del Rosario se encuentran a solo 40 minutos de navegación partiendo del puerto de La Bodeguita o el muelle Los Pegasos, en Cartagena naturalmente. Son unas 50 islas, 6 zonas de reserva ecológica y 18.000 hectáreas de parques marinos y submarinos.

En el caso de las islas Baru, la web  http://www.cartagenacaribe.com/dondeir/sitiosdeinteres/islasdelrosario.htm, recomienda instalarse en la playa “Barú Portonaito Beach Club”, de la cadena Decamerón, pues no necesitamos decirte que todas estas cosas son privadas, algo que sería impensable en Uruguay (aunque algunas vergonzosas excepciones de paisaje privatizado también tenemos). Allí podés practicar toda clase de deportes acuáticos y cuando te cansás, te acomodás pafra disfrutar de sus famosas brochetes de pescados y mariscos, una sopa de pescado y las arepas, todo regado con canilla libre.

Cuando te aburrís de tanto pasarla bien con ese estilo, podés variar tomándote un paseo guiado por los manglares y por el lago que está puesto allí como un obsequio de la naturaleza, la cual como vemos, concede algunos privilegios.

Antes de que comencemos con la descripción de las islas del Rosario, mirá las posibilidades de alojamiento que brinda esta zona y decime si es posible que dejes pasar la oportunidad de disfrutar de uno de estos hoteles que no son lujosos pero sí confortables y de buen precio, o mucho mejor, de contratar una de esas casitas que te harán sentir como Robinson Crusoe. No intentes bautizar “Jueves” a tu pareja porque se puede enojar.

Las llamadas Islas del Rosario suman más de 30, entre cayos, islotes e islas de verdad aunque minúsculas todas. Rodeadas por aguas transparentes se caracterizan por los peces de colores que alojan, nada que ver con nuestros peces todos grises y aburridos, por más sabrosos que sean. Y no dejes de prestar atención a lo que te aconsejen, pues todo esto será muy lindo, pero tiene sus riesgos por más que veas fotos de muy amistosos delfines.  La mayor parte de las islas procede de formaciones coralinas, aunque también las adjudican a erupciones volcánicas relativamente recientes, pues en términos geológicos, 5.000 años fue la semana pasada.

Dice la web citada que los tours ofrecen la visita a tres islas, generalmente Isla del Sol, Isla del Pirata e Isla del Encanto), así como una recorrida y parada para hacer snorkel en un espectacular arrecife de coral en medio de un mar turquesa. Un guía profesional proporciona información turística e histórica sobre esta bahía y sobre el canal del dique, que es la única entrada y salida de Cartagena. Si hacés ejercicio de la imaginación, apoyado por tus lecturas, podés imaginar las flotas de piratas, los sanguinarios inquisidores y las piraguas precolombinas recorriendo estos mismos lugares.  Y si tenés tiempo y dinero, podés contratar una excursión privada por toda esta zona.

 
Casi siempre está incluido el paseo al Oceanario donde podés nadar con delfines, y en algunos casos te llevan al  Fuerte de San Fernando, donde mantuvieron prisioneros a muchos personajes ilustres y a héroes de la independencia.
Prestá atención a todo, particularmente si optás por quedarte algunas noches. Ese reiterado canto de pájaros procede de los llamados “María Mulata”, los cuales hacen guardia desde las palmeras para divisar su comida. Si te esmerás, es posible que vengan a comer frutas junto contigo. Dicho sea de paso, es probable que no haya un lugar mejor para disfrutar de papayas, piñas (que no son ananás, aunque lo parezcan) y mangos, entre otras frutas que deberás averiguar el nombre.
Dice la web, que en la Isla Tijereta podés arrendar una casa para ocho personas por entre 150 y 220 dólares. Para reservarla e informarte más de todo esto, podés dirigirte a [email protected] .  Otros datos prácticos de la zona:
 Snorkeling en isla Pavitos + almuerzo + refrigerio + equipo u$s 106.

Buceo + clases + equipo + 2 noches de hospedaje u$s 225.
2 noches + trekking + snorkeling + kayac u$s 139.
Entrada al oceanario u$s 10.

Lo más fiable en información de esta zona: http://www.colombia.travel/es/turista-internacional/destino/cartagena

 

Guillermo Pérez Rossel