Hallstatt, la sal y la historia del hombre
El ser humano no necesita del dinero para mostrar su peor faceta, cualquier cosa que sea necesaria o codiciada, desata la avaricia y la violencia.
Quizás debí titular esto como El pueblo junto a un lago más lindo del mundo: eso es lo que hacen casi todos. Pero yo soy caprichoso y preferí una historia de 7.000 años que nos conduce a los alpes austriacos y a los vericuetos de la ambición y la tentación de apoderarse. En fin, es difícil de digerir el ser humano que somos… pero con una pizca de sal sabe mucho mejor. Lo más relevante no es la sal, ni la belleza del pueblo sino un dato inesperado en la historia de esta región. Todo indica que acá hubo un período sin pobres, sin personas más encumbradas que otras, lo cual hace pedazos la mejor tradición humana de explotación del uno por el otro. Pero eso lo dejamos para más adelante.
Hallstatt es hoy un pequeño pueblo que parece pintado, ubicado a orillas del lago Hallstätter, en el corazón de los Alpes austríacos. Remoto y en su momento casi inaccesible por las cumbres y precipicios que se debían sortear, se convirtió en un lugar relevante ya a finales de la Edad de Bronce, cuando comenzaba a aflorar la Edad de Hierro. El lago y el pueblo tienen presencia relevante en los museos europeos dedicados a las minas de sal, un bien que en su momento era más valioso que el oro. Tanto que hasta llegó a ser moneda de intercambio.
La historia de Hallstatt es la historia de la sal
Por más que se nos enoje Tabaré Vázquez y todos los cardiólogos nos fustiguen con sus estetoscopios, la sal es absolutamente imprescindible para el ser humano, no solo por el equilibrio de nuestro sistema vital, sino porque más que la agricultura, la sal fue una de las más grandes conquistas del bípedo. Representó su triunfo sobre el invierno, la capacidad de evitar el hambre sin tener que caer en el penoso nomadismo, el germen del urbanismo.
No todos tienen, como las privilegiados de la civilización incaica, la posibilidad de llevar los alimentos a las cumbres nevadas para preservarlos en el refrigerador natural de las montañas. El secado y el ahumado solo son posibles si los niveles de humedad no se disparan. También están el encurtido, la inmersión en grasa, aceite o miel… pero nada tan práctico como la sal para conservar en cualquier lugar y en cualquier momento toda clase de alimentos.
Foto camino salzstrasse
Hagamos una pausa breve para señalar que no estamos promoviendo el consumo, ni enseñando cómo se llega rápidamente a un accidente vascular. Exagerar la sal agregada en las comidas, es un comportamiento suicida. Lo que estamos diciendo es que esta civilización que tenemos, se la debemos en buena parte a la sal, un producto difícil de encontrar. El hombre se provee de sal en las salinas generadas por la evaporación de mares, lagos y lagunas, así como en la extracción minera de la roca denominada halita, la única roca comestible. Estos yacimientos llegaron a suscitar la creación de rutas para facilitar el mercadeo. Entre ellas se destacan la Vía Salaria de los romanos, la Alte Salzstrasse (en la foto) en Alemania y la Route du Sel en Francia, todas ellas con pavimentos ensangrentados por guerras en el correr de los tiempos, siempre con el objetivo de apoderarse de la sal. ¿Querés más? No necesito decirte de dónde proviene la palabra Salario.
En cuanto al riquísimo yacimiento de Hallstatt, resultó tan importante que se habla de la Cultura Hallstatt para referirse al asentamiento humano que allí surgió y que tuvo características propias. Te menciono por su relevancia: no hay tumbas de pobres entre las casi mil encontradas de las 5.000 que deben existir. Por los valiosos objetos presentes en todos los enterramientos, se debería deducir que se trata de un rarísimo caso de sociedad sin clases sociales. Al parecer, los bienes producidos por la sal, eran repartidos de manera bastante equitativa… o al menos no había vecinos que sufrieran privaciones. La sal daba para todos y no había aprovechadores del esfuerzo ajeno. Esto es rarísimo… si no único. Otra cosa era lo que había al exterior de Hallstatt, de manera que era necesario defenderse y por eso su zona estaba fortificada y sus vecinos armados hasta los dientes.
1500 años antes de Cristo había en Hallstatt tres minas que alcanzaban 100 metros de extensión. En 1734 –señala National Geographic– unos trabajadores descubrieron una momia perfectamente conservada que debió pertenecer a un minero de la Edad del Bronce, de alrededor del año 300 a.C., que pereció sepultado tras un accidente, pero desafortunadamente fue enterrada en el cementerio local poco después de ser encontrada, donde quedó expuesta a una degradación acelerada.
La explotación tan intensiva y la falta de experiencia, provocó un colapso unos 400 años antes de Cristo, cuando se derrumbó la parte alta de la montaña y sepultó a demasiada profundidad las minas de sal… nunca más tuvieron tanta relevancia en la economía de esos tiempos. Pero lo que fue malo para la Cultura Hallstatt, fue bueno para la arqueología que encuentra acá algo parecido a los hallazgos en Pompeya. En 1997, debido a más a su paisaje cultural que al paisaje físico que también es formidable, la Unesco declaró Patrimonio de la Humanidad a la zona Hallstatt-Dachstein.
¿Qué aconteció allí en la época romana o a principios de la Edad Media? No lo sabemos, todavía no se halló nada que nos hable de esos tantísimos años. Pero en 1595 se reanudó (“reiniciar” es inadecuado, nada puede iniciarse dos veces) la explotación de los yacimientos de roca salina, que se transporta en forma de salmuera. A esos efectos construyeron una tubería de 40 kilómetros de largo, entre Hallstatt y Ebensee, de la cual todavía hay rastros. Es una maravilla de la ingeniería rudimentaria, pues fue construida con troncos ahuecados. Sin demasiada certidumbre y sin tener en cuenta a los acueductos romanos se la califica como la cañería “más antigua del mundo”, lo cual es cierto solo por ser de madera. ¿Qué metal hubiera soportado la corrosión, de dónde sacar 40 kilómetros de roca tallada?
Encerrada entre la montaña y el lago, Hallstatt tiene tan poco territorio útil, que los enterramientos de este tiempo moderno eran a plazo fijo… transcurrido un plazo, desenterraban los muertos y llevaban los huesos a un osario, no sin antes estampar en sus cráneos el nombre del muerto y ponerle algún adornito que era un testimonio de afecto. Se puede visitar este osario en la capilla local.
Ahora vayamos a la literatura de folletos. Para que sepas, este es, sin que nadie ose discutirlo, “el más bello pueblo junto a un lago”. Los fanáticos de Instagram lo han elevado a la arriesgada categoría de “más bello pueblo de Europa”, así nomás. Y no se les puede discutir que es un lugar donde las fotografías salen formidables. Eso sí, dentro de lo posible, no vayas en invierno.
Me ahorraré la descripción de las cosas que se pueden hacer aquí, porque en la Wikipedia encontré una de las más perfectas enumeraciones. La copio tal cual y remito a la fuente para mayores datos:
- Mina de sal(Salzwelten Hallstatt): se dice que es la mina de sal más vieja del mundo, con 7000 años de explotación. Se llega a ella a pie o con un moderno funicular (abierto desde finales de abril hasta el 26 de octubre), en su interior existe un museo de la mina, en el que se puede contemplar la réplica del «Hombre de sal», un cadáver encontrado en abril de 1734 preservado en un depósito de sal, sorprendentemente conservado con su ropa y herramientas, se asume que el hombre perdió su vida durante un accidente cuando trabajaba en la mina, hacia el año 1000 a. C. También se puede seguir “la conducción de agua más antigua del mundo” durante una excursión a lo largo del camino del conducto de agua salina.
- Plaza principal(Marktplatz): destacada por su fuente central y sobre todo por sus fachadas cubiertas de enredaderas y flores.
- Iglesia parroquial católica(Pfarrkirche): es una pequeña iglesia gótica, se comenzó a construir alrededor de 1181, su impresionante torre es del siglo XII. Fue terminada hacia el 1505. Ha sido restaurada en 2002. Durante las ásperas guerras religiosas que siguieron, la iglesia fue utilizada alternativamente por los católicosy los protestantes. Tiene un pequeño cementerio montañés a su lado.
- Iglesia Kalvarienberg: data de 1711. Fue restaurada con cerca de 24000 maderas, ya que estaba en peligro de derrumbamiento. Fue un regalo de una rica pareja sin hijos, que quisieron que la iglesia fuera su lugar de reclinación final.
- Iglesia protestante: de estilo neogóticofue construida en 1863. Las enseñanzas protestantes llegaron a ser populares especialmente entre mineros, en el siglo XVI. Fue una época de lucha y agitación durante este período de la reforma religiosa. A primeros de 1601, todos los puentes fueron destruidos y el transporte de la madera fue imposible. Predicadores evangélicos se levantaron contra la iglesia católica. Con todo, el arzobispode Salzburg suprimió esta rebelión, y condenó a muerte a los opositores y quemados sus hogares. En 1734, 300 protestantes eran expulsados de sus hogares en Hallstatt, Ischl y Goisern. En 1781, el emperador José II demostró una cierta tolerancia religiosa y permitió que los protestantes practicaran su fe con restricciones. En este tiempo, había 500 habitantes protestantes de Hallstatt, y apenas tres años más tarde habían construido su primer sitio de rezo así como una escuela privada. El emperador Francisco José I (1861) declaró que la fe católica y protestante debían ser toleradas por igual.
- OsarioHallstätter Beinhaus: colección de unos 1.200 cráneos bellamente adornados.
- Excavaciones arqueológicas: muestra los objetos hallados en las tumbas que en su totalidad fue llamada la “Época de Hallstatt” (1300-400 a. C.), y que aún hoy nos hablan de la prosperidad de esa época. Se descrubieron tres fraguas de la mina de sal con un molino de martillo y los muros externos de Habsburg de la alta Edad Media, así como restos de las fundaciones romanas y de piedras prehistóricas, también numerosos objetos de metal (de fraguas de la mina de sal), cerámica (edad de piedra, prehistórico, romano, medieval y moderno) era también descubierto. Estos valiosos objetos se pueden apreciar durante todo el año en el Museo “Kulturerbe Hallstatt”, donde puede hacerse un viaje en el tiempo por los 7.000 años de la historia de Hallstatt. La exposición está abierta gratuitamente durante las horas de oficina (diarias en el verano, lunes – sábado en invierno).
- Torre de Rudolf: con una imponente vista de Hallstatt desde la montaña, la denominada Torre Rudolf I, el primer líder del imperio de Habsburg, fue construida entre 1282 y 1284 por su duque Albrecht I como defensa para los mineros de Salzberg. En 1313 la torre se convirtió en la residencia del encargado de la mina de sal y permaneció así más de 640 años, hasta finales del siglo pasado. Un restaurante fue abierto en ella en 1960.
- Lago Hallstättersee: lo forma el río Traun, afluente del río Danubio, está repleto de peces.
- Cascadas Waldbachstrub: se trata de un impresionante salto de agua de 90 metros, en tres tramos, al que se llega tras un romántico paseo. Es un lugar pleno de leyendas locales.
Vos si querés, discutí eso del pueblo más lindo del mundo y proponé Villa Serrana… pero difícilmente consigas que los chinos resuelvan hacer una réplica completa en Huizhou, en la provincia de Guangdong.
Uno de los modelos de lanchas eléctricas que se pueden alquilar
Cerramos con dos advertencias. Hallstatt es caro, pero lo vale es la primera, la segunda es para los que van en auto. Ni se te ocurra buscar hospedaje allá abajo, no lo encontrarás. Más bien elegí un estacionamiento en la cumbre y que un shuttle del hotel te lleve hasta la mismísima recepción.
Guillermo Pérez Rossel
https://es.wikipedia.org/wiki/Hallstatt
https://www.hallstatt.net/ (en alemán)
http://www.dondemellevenmispasos.com/2015/05/hallstatt-el-pueblo-mas-bonito-orillas.html
http://www.nationalgeographic.com.es/historia/actualidad/cuando-la-sal-vale-mas-que-el-oro_7450/2