Maurizio y yo le dedicamos esta a mis compañeros de Rotary Aguada. En Florencia la historia, el arte y la arquitectura te caen encima en todo momento. La breve historia de esta cena, no nos revela la ayuda que seguramente aportarán los rotarios fiorentinos a este lugar formidable.

Voy a transcribir tal cual una carta de mi amigo Maurizio Tafani, un uruguayo que se radicó nada menos que en Florencia hace un montón de años, tantos que el español se le hizo un poco cocoliche de tanta mescolanza con il vero fiorentino, el francés y el inglés. Porque Maurizio es sommelier y sus comensales y amigos tienen las más diversas procedencias. Su esposa es chef, y de las buenas, de esas que convoca la televisión cuando quiere enterarse de alguna cosa.

Así que Maurizio es una persona de buen gusto, casado con otra persona de buen gusto y viviendo en el mejor lugar del mundo para la gente de buen gusto: Florencia y la Toscana. Che fortuna, Maurizio!

Entonces, como él sabe que soyrotarioyamuchahonra, me escribió la siguiente carta, que por su extensión y detalles dice que realmente me tiene afecto. Solo le hago algunos pequeños retoques que él siempre agradece.

Querido Guillermo,

Anoche estuve trabajando en Florencia. Una cena de un club de Rotary; te hubiera gustado estar con nosotros. No solo por la comida, claro y el vino, también por el sitio. Estábamos en el Centro Médico de Santa Maria Nuova. Te parecerá extraño tener una cena adentro del hospital estando todos sanos.

Bue, te voy a contar. Este Centro Médico de Santa Maria Nuova es muy antiguo, claro está no es el primero que existió.  Pero es el centro médico más antiguo y funcionando quizás en el mundo entero. Empezó en 1288 y sigue recibiendo a enfermos desde esa fecha en el mismo lugar.

Folco Portinari y Monna Tessa

Además fue fundado por Folco Portinari. Sí, ese, el papa de Beatrice, la novia de Dante Alighieri. Y no le des bola a Boccaccio, que después que Dante se había muerto comentaba que Dante se había burlado de sus auditores diciendo que Beatricie no existía. Si lees la Vita Nuova vas a ver que Bice (así la llamaba Dante), nació en el 1926 y se casó jovencita con un banquero florentino, Simone de Bardi (hay una calle muy linda que tiene su nombre, te voy a llevar cuando te decidas venir de paseo a Florencia).

En 1290 la pobre se murió, tenia 23 años. El sepulcro está en una iglesia chiquitita cerca de la casa de Dante que se llama Santa Margherita dei Cerchi. Dante había conocido Bice cuando tenía nueve años y la volvió a ver nueve años después… la vio y cayó enamorado. A la muerte de Beatriz, Dante queda destrozado por el dolor, aunque un año después se casa con Genna Donati. Así que la relación entre Dante y Beatriz, por lo que sabemos, fue una relación platónica.

En la casa natal del Beatrice, trabajaba como ama de casa, a señora Monna Tessa. Monna fue una mujer muy creyente y fiel que ayudaba los enfermos y tenía una inclinación para la caridad, convirtiéndose en oblata, no por pertenecer a una orden religiosa; no sé si hay equivalente en español, pero es una persona laica dedicada a Dios y a su servicio.

Puede ser que Folco Portinari retorcido por el dolor, decidiera seguir el ejemplo de Monna Tessa. Folco era el director de un banco de los Medici y se volvió inmensamente rico. Vos sabés que en esa época todas la formas de ganancia financiera eran consideradas casi un agio y como consecuencia, un pecado que llevaría al infierno al alma del enriquecido. Por esta razón muchos bancarios y potentados de la época, para disculparse ofrecían una parte de las ganancias en obras de caridad. Igualito que hoy, ¿verdad?.

A Portinari Florencia también le debe que haya adquirido el hoy llamado Triptico Portinari, del flamenco Hugo van der Goes con destino al Centro Médico… aunque hoy se lo ve en la Galleria degli Uffizi. Mide la barbaridad de 253 cm de alto por 304 de ancho. No quiero ni pensar en lo que deber haber sido el traslado desde Brujas a Florencia en 1476 o algo así.

Problablemente Folco Portinari había comprado este pedazo de tierra, en el barrio extra moenia (de profesionales libres, con pago voluntario), que estaba afuera de los muros de protección de Florencia. Era una zona muy pobre,  donde estaban todos los artesanos de Florencia y la parroquia de San Michele dei Visdomini, donde se edificaría el centro médico.

¿Todo esto lo sugiere una cena rotaria? Sí, si estas en Florencia irremediablemente toda la historia, el arte y la arquitectura te caen encima. (Y el Editor aclara, que Maurizio es un uruguayo de exquisita cultura, la que corresponde a un sommelier, la de un uruguayo que cumplió el mandato artiguista de ser tan ilustrado como valiente, la de un compatriota cuya amistad me honra y cuya cultura me extasía. Me lo imagino en mi rueda de Rotary Aguada, encantado con la compañía pero azorado de que el vino esté interdicto. Sería la estrella de los almuerzos en los que me acompañara y Pancho Crestanello no perdería la oportunidad de arengarlo y explicarle los requisitos de un buen rotario. Contra lo que podría suponer Maurizio, no implican únicamente tener buen paladar y buena garganta. Con todo, no habría problema en aceptarlo como miembro de la rueda porque es una buena persona y se comporta como rotario aunque no tenga la insignia. En todo caso, devorar cualquier porquería no ennoblece a nadie y comer con sabiduría sí que lo hace. Cuando pase por Montevideo, lo invito con la señora, una tana tan rubia como encantadora. Ahora continúa Maurizio)

Bueno, a este punto empieza la construcción del hospital en dos áreas: una para varones y una femenina.  Fueron llamados los mejores artistas de esa época para decorar las paredes del hospital. Los enfermos estaban en una construcción con forma de cruz y esta disposición será copiada en casi todos los hospitales de Europa, que también tenían frescos en las paredes.  Otra característica era que en todos lados había crucifijos. Una guía acompañaba a los rotarios y nos explicaba que la razón, era tan religiosa como médica, pues se pensaba que a través del crucifijo y contemplando los sufrimientos de Cristo, los enfermos tomaban coraje para soportar los propios y curarse.

El ospedale tiene un herbario, la farmacia viva de los médicos de entonces.

Digamos que las curas eran dos: el cuerpo y el alma. A tal propósito las curas médicas de esa época no eran solo de origen vegetal; también animal y mineral. Se usaban hierbas claro, pero también los venenos de las víboras, de las abejas, la grasa de algunos animales y a los más ricos le daban trocitos de reliquias molidas. Hasta había una momia egipcia que parece que era muy solicitada. A los enfermos con plata a menudo le daban hasta diamantes y rubíes molidos en el agua, pese a lo cual, los enfermos muy testarudos y de poca fe, se morían lo mismo.

La Consagración de la Iglesia del Hospital, un mural felizmente traslasdado al primer piso

Este hospital siguió creciendo. En el siglo XV, periodo de gran prosperidad económica, el Papa Marin V, el que puso fin al Cisma de Occidente, volviendo de Aviñon se detuvo en Florencia y consagró la iglesia del Hospital en 1458.

Visitando el museo del hospital vas a encontrar una luneta de Giovanni della Robbia, la virgen con el Niño de Michelozzo, los frescos de Niccolo di Pietro Gerini. El Hospital siguió enriqueciéndose de obras artísticas. Juan de Bolonia y Bernardo Buontalenti pintó frescos en las paredes y techos de la sección destinada a las mujeres. También diseñó la entrada principal: una obra de arte.

No había facultad de medicina en Florencia: estaban en Siena y Pisa, pero el que quería ser médico, después de terminar los estudios tenía que hacer prácticas en Santa Maria Nuova.

El Centro Médico era tan avanzado que no ponía objeciones a los estudios anatómicos de Leonardo Da Vinci. De hecho puede apreciarse una extraordinaria colección de dibujos del genio toscano. De paso, ¿sabías que además de todo lo demás, era un tipo chistoso? Por siglos se mantuvo la denominación que le dio al músculo que hoy llamamos Gran Dorsal. Debido al movimiento que posibilitaba, Leonardo lo bautizó «ani scalptor», es decir, rascador del ano.

Leonardo da Vinci paso por aquí y realizó la primera disección anatómica sobre un viejo que parecía tener más de cien años y murió de manera imprevista. Leonardo siguió colaborando con el hospital y financiando su crecimiento.

El Centro Médico creció basta ocupar una manzana entera donde estaban el hospital y la iglesia. Fijate vos que todos los hospitales tienen capilla, pero solamente éste tiene una iglesia adentro, la iglesia de Sant’Egidio. Y además, el convento delle Oblate, el convento de Santa Maria degli Angeli y La Rotonda del Brunelleschi.

Hoy en dia el Hospital de Santa Maria Nuova se encuentra en pleno centro de Florencia y funciona perfectamente para la población del centro de la ciudad y para todos los visitantes que necesitan asistencia médica.

No te confundas, que el edificio tenga encima tantos siglos y tanta historia, no significa que no se haya mantenido al día con todos los avances. Es un centro modelo y si bien atiende personas sin recursos, también recibe pacientes con alto poder adquisitivo… en democrática dispersión los encontrás en las salas.

Bueno no te voy a aburrir más. Me gustaba compartir contigo esta experiencia. Con mi trabajo estoy descubriendo, después de tantos años, aspectos de la ciudad que, como comprobé entre muchos comensales, también muchos nativos desconocen.

Un abrazo,

Maurizio

Maurizio Tafani

[email protected]… Y pongo el correo sin su autorización, solo para que sus compañeros de escuela y de barrio, sus amigos montevideanos, le hagan saber que se acuerdan de él. Los fastidiosos deberían abstenerse, pues si empiezan a acosarlo con tonterías, es probable que una nurse de este Centro Médico lo persiga y le haga un enema como los hacían en 1288.

Maurizio le escribió a Guillermo Pérez Rossel

http://www.fondazionesantamarianuova.it/contents/scopri-il-museo-di-santa-maria-nuova/

https://es.wikipedia.org/wiki/Hospital_de_Santa_Maria_Nuova

En la web oficial del Centro Médico te podés inscribir para patrocinar, apadrinar y donar, de manera que esta maravilla siga dictando cátedra y siendo un museo bellísimo, acorde a lo que es Florencia