Como melodía me apasiona más el Adeste Fideles… pero a Noche de Paz no hay con qué darle. Más allá de la religión, hay algo mágico y admirable en esta canción y en esta festividad que convoca justamente a la paz y a la buena voluntad.

En la foto de portada, la capilla que en Oberndorf, Austria, recuerda el lugar donde se la interpretó por primera vez. Stille Nacht/Silent Night era una canción conocida por todos, por eso fue la escogida por los soldados alemanes y aliados que morían en las congeladas trincheras, para convocar a una espontánea Tregua de Navidad ante la estupefacta mirada de sus generales, que no podían creer ni tolerar que sus guerreros abandonaran las armas y salieran cantando de las trincheras para abrazarse con sus enemigos.

El humildísimo pero emotivo recordatorio del lugar donde se produjo la Tregua de Navidad.

Es una imagen muy fuerte para los enamorados de la violencia, el autoritarismo y el patriotismo mal ejercido; quizás por eso este que debería ser uno de los mayores acontecimientos de la historia, tiene poca resonancia popular. Sobre ese episodio publicamos un artículo (http://viajes.elpais.com.uy/2014/12/23/historica-tregua-de-navidad/) cuya lectura aconsejo. Pongamos los regalos en el arbolito… pero recordemos este episodio que ennoblece a la humanidad más allá de las creencias.

El autor de la letra, homenajeado en un vitraux.

Noche de Paz tuvo tanta acogida que ha sido traducida a 300 idiomas y salvo en los países donde el cristianismo está prohibido o mal visto, en todos lados se la cantará esta próxima Nochebuena. En algunos países también se cantará mi preferida Adeste Fideles (cuya letra me resulta algo pesada), pero esta canción no tuvo nunca tanta aceptación. Para que se hagan una idea, ahí van las dos canciones interpretadas por el mismo vocalista, el imperdible Andrea Bocelli

Noche de Paz fue compuesta originalmente en alemán por el sacerdote Joseph Mohr como una simple poesía, pero llevada luego a la música por el organista Franz Xaver Gruber, ambos austríacos, informan las fuentes reseñadas por la Wikipedia. Hay una versión según la cual el órgano de la iglesia de la iglesia de San Nicolás de Oberndorf se había descompuesto y el párroco Mohr le pidió a Gruber una versión para guitarra que pudiera ser cantada por el coro de la iglesia. Esto ocurrió en 1818… aunque la canción habría sido compuesta dos años antes.

Al parecer gustó mucho, pero solo en el ámbito local. Hay versiones que aseguran que la fama llegó recién en 1833 de mano del organista Maurach, de Fügen, en el Zillertal, Austria. Durante la navidad de ese año, Maurach interpretó Noche de Paz, Noche de Amor junto con otras melodías tirolesas… pero fue nuestra canción la que convocó la mayor admiración.

En fin, los austríacos rinden homenaje a esta canción, la única a la que se le ha dedicado una iglesia, ¡si señor!. Debido a una inundación, la vieja Nikolauskirche debió ser demolida a principios del siglo XX. De hecho todo el pueblito fue reubicado río arriba y a la nueva iglesia la bautizaron «Stille-Nacht-Gedächtniskapelle», es decir, capilla memorial de Noche de Paz. En este mes de diciembre, seguramente en medio de un paisaje nevado, la iglesia es visitada por miles de viajeros de todo el mundo.

Como están de moda y además cantan muy bien, te propongo esta versión de Il Divo, esos cuatro muchachos todos de diferente nacionalidad, que ya por esa característica entrañan el espíritu de la Navidad.

No te esfuerces en cantar como Bocelli o como estos muchachos, no lo lograrás… pero todo corre a tu favor para que no hagas papelones. La música de Noche de Paz es tan sencilla que la puede interpretar hasta el más negado para el canto, ahí está el secreto de su éxito, unido a la belleza de su mensaje.Ya paso el momento, pero e espiritu todavia reverbera. Júntalos a todos y recuerden ese momento de recogimiento a, canten sin importar cómo lo hacen, solo por el enorme placer de estar felices de tener una familia y de poder disfrutar de esos momentos, de manera muy ostentosa o de manera muy humilde, eso no viene al caso.

La Navidad representa un sentimiento universal, independiente de las creencias. La encantadora chica que me asignaron como intérprete en Japón, cuando fui invitado, era sintoísta y era budista, pues increíblemente el budismo tolera y alienta una segunda religión en la medida que promueva buenos sentimientos. No era cristiana, pero celebraba la Navidad como cualquiera de nosotros… y no era la única. La Navidad es una celebración masiva en su país. Y acá, en nuestro Uruguay agnostizado, suprimieron la Navidad en el calendario oficial, pero implantaron el Día de la Familia, que viene a ser lo mismo aunque despojado de la alegría del nacimiento de un Salvador. Esta Nochebuena, mi amiga japonesa seguramente entoino Noche de Paz junto a su familia; me acorde de ella cuando levant{e mi copa.

Si te apasiona la canción o querés presumir de sapiencia, te paso el dato de este sitio que encontré, en el cual presumen de haber atesorado 225 versiones en 140 lenguajes: http://silentnight.web.za/ . En Salzburg hasta hay una asociación exclusivamente dedicada a la canción: http://www.stillenacht.at/en/

Vos dirás que hay que estar pasado de fanatismo para ir hasta Austria solo para eso… pero úsalo como pretexto y visitá tanto el pueblito como el entorno de Oberndorf. Después de ver las dos fotos del lugar, es posible que te dé la gana de pasar alguna noche en este tirol austríaco inimitable y de disfrutar de su suculenta gastronomía. Eso sí, cuando pidas vino no se te ocurra reclamar algo importado, son capaces de llamar a los niños cantores que cada pueblito tiene, para que te enseñen buenos modales. Para conseguir hotel, elegir restaurante y todo lo demás, aconsejan https://www.facebook.com/places/Cosas-para-hacer-en-Oberndorf-Salzburg-Austria/109075452454070/

Guillermo Pérez Rossel