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Cuando Uruguay importaba asesinos de EEUU

 

No teníamos suficientes como para que los gobiernos (cualquiera de ellos) le echaran la culpa a la prensa o dijeran que el tema estaba politizado.

Luego nos esmeramos y fabricamos delincuentes propios.  Los llamaban forajidos, pero no vayas a asignarles esa calificación a los de  ahora, porque te fichan como facista, seguro. Alberto Moroy nos trae este casi olvidado antecedente, cuando unos delincuentes yanquis asaltaron el Banco de Londres de la ciudad de Salto. En algo mejoramos… los policías de entonces no pudieron perseguirlos porque no les alcanzaban las balas.

Por Alberto Moroy

Salto fue la ciudad más importante del interior, su arquitectura deja entrever una pasado de opulencia, motivo de una prospera actividad comercial de intercambio con Argentina. Sin dudas esto fue lo que atrajo a estos dos maleantes norteamericanos y un mejicano a buscar dinero fácil. Se dice que uno de ellos Frank Lewis anduvo mezclado con Butch Cassidy en la Patagonia, también que otro antes, llamado Sundance Kid (Robert Redford en la película), anduvo por estos pagos.  En el libro «A yanqui in Patagonia»  se mencionan 65 norteamericanos viviendo en esa región, uno de ellos sin más datos que su nombre Frank Lewis, figura como residente en Rio Gallegos. Si se fijan en la foto de la portada (primero de la izquierda) es bastante joven, tiene 28 años; para cuando Butch estaba en Cholila, Chubut Argentina en 1902,  no tendría más de trece años, ahora si participo en el  asalto del Banco Nación en Villa Mercedes San Luis, diecisiete

En la portada, de Izquierda a derecha Frank Lewis, Pablo Martínez «El Mejicano» matador del gerente Macfarlane y John Atkins. (Según Caras y Caretas) La historia de hoy es apasionante, ocurrió en el Departamento de Salto, Uruguay el 16 de octubre de 1917.

La banda  de Butch Cassidy 1900 en EE.UU / Robert Leroy Parker (Cassidy) 1850 -1908

 

Para nostálgicos, de la película Butch Cassidy y el Sundance Kid

Gotas de lluvia siguen cayendo sobre mi cabeza

Imagen de previsualización de YouTube

http://www.youtube.com/watch?v=VILWkqlQLWk&feature=fvwrel

 

Asalto Banco Nación  (Villa Mercedes San Luis AR)  Butch Cassidy

A la salida del Banco / Huyendo por las calles de Villa Mercedes (660 km. de B.A.) / Carlos Rieca cliente herido /Brújula que perdieron / Los que los persiguieron sin éxito

Asalto al Banco de Londres (Salto-Uruguay)

Los tres forajidos habían llegado a Salto hacía algún tiempo para ver si era posible hacer algo. Lewis y el mejicano primero inspeccionaron el Banco de la República pero Lewis, que parece ser el líder, decidió que no se podía hacer nada allí. Entonces el mejicano y Atkins fueron enviados para que inspeccionaran este Banco. Se dice que preguntaron cuánto les costaría hacer algunos giros a Nueva York y que mientras los empleados hacían los cálculos, examinaron la oficina, gran parte de la cual está abierta al mostrador de Cambios.  La banda después se fue a Paysandú para hacer sus planes y preparativos

El mejicano Pablo Marinez (uno de los tres asaltantes) conoció a Julio Olivera en una casa de tolerancia de Sevanda Rodríguez en Salto Le encargo que consiguiera un auto para hacer un viaje a la campaña Se presenta al otro día en la casa del Sr. Antonio Casaretto, propietario de un Ford de alquiler, siendo la hora 9 de la mañana, más o menos, y le propone el viaje, éste acepta, y viene con su ayudante Juan Figueredo a la casa de la de Rodríguez, en busca del cliente con quien arregla el precio del viaje; Se embarcan y marchan rumbo a “La Amarilla”. Al llegar al citado paraje, el mejicano habla con Cassareto y le dice que se dirija al «Paso de la Cadena» del Daymán.

Tipo de automóvil con el que los persiguieron (Ford T 1914/1915) / Chauffeur del Taxi Antonio Casaretto

Pasan por el barrio Artigas a Paso de la Cadena Al llegar a los Corrales, se detiene en la casa de Comercio del Sr. Ángel Ceriotti, donde el mejicano invita a Cassareto y a Figueredo a que tomen algo, rehusando éstos la invitación. Prosiguen el viaje y al llegar a unos doscientos metros antes del Paso de la Cadena, dos hombres armados de Winchester (???), salen del monte y le interceptan el paso, ordenándoles que se bajen del auto, orden que es acatada; entonces el mejicano, mientras los desconocidos siempre dirigiéndoles los cañones de los Winchester (????)  al pecho, les dice que precisan el auto para realizar una comisión reservada.

Esto se supo luego

Lewis tenía bastante dinero ya que había recibido fondos de un Banco de Nueva York que fueron transferidos a la sucursal  de Buenos Aires vía el City Bank de Nueva York donde había abierto una cuenta a nombre de Jim King. Dejó a sus socios en Paysandú y se fue a Montevideo donde compró un par de rifles Winchester (???), municiones, y un mapa del país. Cuando volvió a Paysandú compró tres buenos caballos, monturas, etc. En total la banda se quedó en Paysandú unos 20 días, después siguieron por tierra a Salto.

Las armas que  decía la policía, serian dos Winchester, dos pistolas y dos revolver Colt, además de 300 municiones de diferentes calibres, las balas de los Winchester eran «dum dum» Si las miramos  la foto con detenimiento posiblemente los dos rifles  no sean marca Winchester, sino Remington (foto de las armas). Abajo los protagonistas y sus nombres, según Caras Y Caretas (de época)

Asaltantes / Pistola Colt  45 Mod..1911, revolver Colt, Rifle Remington cal. 44

Relato de la familia MacFarlane

Alrededor de las 2 de la tarde los tres hombres se bajan en la vereda de enfrente del  Banco de Londres y América de Sur en la ciudad de Salto, cruzaron la calle y se dirigieron al mismo, donde les abrió la puerta Samuel de la Vitta (portero).mientras John Atkins le apuntaba con una pistola Colt  45. Frank y Martínez corren por el interior, sorprendiendo al cajero que fue herido

MacFarlane, gerente asesinado / Derecha, el cajero Cesar Avellanal / Izquierda, Samuel de la Vitta portero / Hemerildo Meloni, segundo portero

Ex banco de Londres, calle Sarandí 57. Salto / Casa del MacFarlane

Como el Contador estaba de licencia, el Gerente MacFarlane hacia su trabajo, estaba sentado escribiendo a máquina en una pequeña mesa al lado del escritorio del contador que, como era alta, le impedía ver a los intrusos. Pero escuchó el revuelo, se inclinó hacia adelante, y de inmediato lo apuntó la pistola del mejicano, corrió hacia su oficina, desobedeciendo la orden de detención, sacó la pistola de su escritorio, se dio vuelta y se encontró enfrentado al segundo hombre, el norteamericano Atkins que había corrido tras él.

George Jorge Lovell MacFarlane y  Daisy MacVicar de Macfarlane con sus hijos / Macfarlane 1908

El norteamericano afirma que MacFarlane y él intercambiaron tiros pero erraron, esta aseveración no coincide con la ubicación de las marcas de la bala que se encontraron. De todas maneras, MacFarlane se enredó con el atacante y lo tumbó. Es probable que fuera en ese momento en que el norteamericano disparó y en que la intención del disparo de Macfarlane era intimidarlo o dar la alarma. Enseguida doblegó a su atacante y mientras le golpeaba la muñeca con su pistola para desarmarlo, apareció el mejicano en el umbral de la puerta y le tiró a MacFarlane a quemarropa en la espalda. Este cayó encima del asaltante norteamericano.

Continúa…

Familia MacFarlane

http://www.clanmacfarlane.com.ar/index3.php?IDM=13&IDSM=19

 La huida

Velozmente los asaltantes, abandonan el local tomando el automóvil, se alejan «a fondo, en 2ª » por calle Sarandí hasta Brasil  por ésta, rumbo al  Este, al Paso de las Piedras del Daymán. Un oficial de policía, con uno o dos hombres pidieron prestado un automóvil y los siguieron lo más rápido que pudieron. Algunos oficiales de la policía montada, al lado de los cuales pasaron los asaltantes, también galoparon tras ellos, los alcanzaron en el pasaje frente al río, donde el coche, se había atascado. Abrieron fuego en ambos lados pero la policía sólo tenía algunas balas  y no pudo avanzar con el ataque. Sin embargo, uno de ellos avanzó resuelto, pero mataron a su caballo y otra bala lo hirió en la rodilla.

Los seguía del Dr. Guillermo Burmester,  y el primer oficial señor Bayac salió tras ellos. Al llegar al «Paso de las Piedras» (31°39’30.11″S 56°36’51.43″W) los asaltantes fueron intimados por las guardia de dicho paraje. Desacataron la orden y dispararon, hiriendo a un policía e internándose en el monte. Después de esto no se tuvo noticia. Muchas fueron las suposiciones y mayores las confusiones, hasta que se supo que en las laderas del monte apareció un individuo y al darle la vos de alto huyo. En el hervidero, campos de Amario y  Piñeirúa  (31°33’12.21″S 57°59’12.63″W) después de una breve resistencia, el comisario Gerónimo López Araujo, acompañado del sub comisario y tres guardia civiles, aprendió a los criminales

Mientras tanto…

El empleado que quedaba, Máspoli, que estaba en un rincón cuando comenzó el asalto, se quedó allí hasta que los asaltantes se fueron, y en ese momento también corrió hacia el fondo. El cajero, después de haber dado la alarma desde la ventana, fue a ver lo que le había pasado a Macfarlane, pero se encontró con que la oficina de este estaba vacía. MacFarlane, a pesar de que estaba herido de muerte, había logrado pararse de inmediato, cruzó el patio hacia su habitación y llamó a algunos de sus hijos, que estaban jugando, para que entraran y dijo “Un norteamericano me hirió” y cayó impasible. El cajero encontró a la Sra. de Macfarlane tratando de parar la sangre, y entre los dos levantaron al herido y lo pusieron en su cama. Se llamó a los médicos enseguida y algunos llegaron inmediatamente. El diagnóstico del primero fue que el caso era de extrema gravedad porque había una hemorragia interna muy abundante. Sin embargo, MacFarlane recobró la conciencia pronto. Cuando le preguntaron cómo había hecho, respondió: “Lindo no más” y volvió a decir, con alegría: “Ganamos, ganamos”. (MacFarlane era entrenador de Rugby y futbol) En algunos momentos se quejaba de tener dolor en los pulmones y en su espalda.

 Hacia el atardecer  los médicos decidieron llevarlo al sanatorio de la zona  y operarlo con el objetivo de ver cuál era la causa de la hemorragia. A alrededor de las seis de la tarde levantaron el colchón en el que estaba acostado y lo colocaron en una camilla, lo llevaron con cuidado al sanatorio y lo colocaron en la mesa de operaciones. Pero se comprobó que era demasiado tarde. No se hizo la operación y a alrededor de las ocho de la noche falleció.

 

Cementerio ingles de Salto

Los restos de George Lovell MacFarlane descansan en el Cementerio Inglés, en Salto. En la lápida de su tumba  se agregó el nombre de su mujer, Daisy, fallecida 40 días después de la  muerte de su marido de caquexia psicopática en Montevideo, donde fue enterrada en el Cementerio Británico. Tenía 38 años, sus cinco hijos se fueron a vivir a Buenos Aires, tres con el contador y los dos restantes con un amigo Si están interesados en saber que fue de su familia podrán verlo en el mail de abajo

El Mejicano esposado/ Diario la Prensa

Los asaltantes John Atkins, Frank Lewis y el Mejicano Pablo Martínez, fueron condenados cadena perpetua

  • John Atkins, a quién se sindicaba como autor principal, o por lo menos, como el planeador y jefe teórico del asalto, falleció en la Cárcel allá por el año 1927 más o menos, a consecuencia de una pulmonía.
  • Frank Lewis volvió a la libertad, veintiocho años después de perderla. y volvió a salto de vista  En 1945, pidió su encarcelamiento, basándose que el Código Penal de 1934 había fijado la pena máxima de prisión en treinta años y que le amparaba el principio de la benignidad de las leyes, a lo que unía – para anticipar su liberación – la circunstancia de la buena conducta observada. A los 58 años estaba residiendo  en el estado de Missouri Estados Unidos, donde había nacido
  • Pablo Martínez  (el mejicano)  cometió una gravísima falta en la Cárcel de Montevideo, agravando así enormemente su causa. llamó por entre las rejas a un guardián, pretextando entregarle una esquela y cuando lo tuvo al alcance de la mano, lo retuvo fuertemente pretendiendo despojarlo de sus armas. Falleció en la Penitenciaría muy probablemente a consecuencia de este acto de rebeldía

Ref.

 

Crónicas de un SALTO desconocido – Alberto J. Eguiluz

Caras y Caretas  Nº 997 de 27 de octubre de 1917

Familia MacFarlane

http://www.clanmacfarlane.com.ar/index3.php?IDM=13&IDSM=19