Un cuarto tigre comiendo trigo
La Torre Eiffel tiene 340 metros de alto. Imaginala acostada sobre tres torres en cuya terraza hay una piscina con 1,4 millones de litros de agua.
En Singapur están ocurriendo cosas asombrosas, pero no inexplicables. Ya escribimos sobre este complejo, la novedad es que todo está funcionando y nada se vino abajo. Opiná lo que quieras del capitalismo, pero mientras hay tristes tigres que se resignaron a tragar trigo en un trigal, los que continúan carnívoros producen portentos como éste.
Sin hacerle sombra a Japón y ahora a la sombra de China y la India, las economías de Corea del Sur, Hong Kong y Taiwán sorprendían a los analistas y excitaban hasta sexualmente a los inversores. Sumale Singapur y tenés eso que llaman “los cuatro tigres asiáticos”. Nos tendremos que concentrar en este desmesurado complejo arquitectónico, pero es necesario explicar porqué se construyó aquí y no podría haberse construido en otro lugar.
.Desde que asumió la economía de mercado, Singapur tiene uno de los PIB per cápita más altos del mundo, cuenta con el puerto marítimo que maneja mayor volumen de carga anual, tanto en tonelaje como en número de contenedores del mundo. Asimismo, el país es un importante centro financiero internacional y cuenta con el cuarto mercado de divisas más grande del mundo, detrás de Nueva York, Londres y Tokio. No vayas a creer que soy un erudito, todo esto lo saqué de la Wikipedia, donde también me enteré que uno de sus principales rubros exportables son los productos biomédicos. Francamente, esto último no me lo esperaba. Tampoco soy ciego… me consta que estas riquezas no se distribuyen con justicia social; pero hacer que todos sean pobres tampoco ayuda mucho.
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En el relato del autor
.El Marina Bay Sands es un complejo de edificios valorado en 5.700 millones de dólares… pero para mí que se quedan cortos, esa debió ser la estimación previa a la construcción. Y para que tengas una idea, el puente entre Colonia y Buenos Aires que descartamos con tanto entusiasmo, hubiera costado solo mil millones y la plata la hubiera puesto un inversor. En fin, así están estos tigres y así estamos nosotros.
Andá mirando a esa familia tomando un bañito irrepetible en esa piscina suspendida a 57 pisos de altura, sin baranda y sin borde visible… aunque detrás de ellos hay un canal que recoge el agua que desborda, para no bañar intempestivamente a quienes vienen a jugarse la plata en el casino más costoso del mundo.
Se supone que este complejo es un hotel que como casi todos los grandes hoteles modernos, justifica un casino capaz de metabolizar cualquier inversión. Eso quizás fue lo que se propuso inicialmente la corporación estadounidense Las Vegas Sands, propietaria e inspiradora de todo esto que supera largamente la condición de hotel.
.Sumemos las actividades que confluyen en sus tres torres y en las construcciones complementarias: Sands Sky Park (abarca esa piscina única en el mundo, sobre tres torres), The Shoppes at Marina Bay Sands (podés comprar lo último de cualquier lugar del mundo, con tal que sea caro), The Sands Expo and Convention Center (debe ser uno de los lugares más demandados del mundo para reuniones empresariales e institucionales), Bay Floral (flores y plantas como nunca antes se habían exhibido), Marina Bay Sands Art Path (salas de arte fuera de toda dimensión conocida) y Art Science Museum (un museo sin parangón).
Detengámonos en este último. Como verás en la foto, tiene la forma de una flor de loto que ya sabrás tiene un significado muy especial en las filosofías orientales. Pero no la intenta reproducir de manera fiel, porque el objetivo de Moshe Safdie, el diseñador de todo esto, iba bastante más allá. Esta flor de loto tiene diez pétalos, que bien podrían ser diez dedos, razón por la cual también se refieren a ella como “las manos que dan la bienvenida a Singapur”.
Y tampoco ahí termina la proeza de Moshe Safdie, un arquitecto canadiense de origen israelí que ya ha asombrado al mundo con otras creaciones. Cada dedo marca e ilumina con sus claraboyas a diversos espacios en el museo de 6.000 metros cuadrados. Casi todas las flores de la naturaleza tienen forma de embudo, para ofrecer acogida a los polinizadores… y para desviar hacia el tallo el agua de lluvia. Pues bien, este loto irregular también oficia como embudo, alimenta al estanque y redistribuye el agua de lluvia filtrada para su uso en todos los baños del edificio. Ya veremos que el Marina Bay Sands también produce buena parte de la energía que consume, entre otros atributos que lo transforman en un acabado ejemplo de “edificio inteligente”.
Antes de dedicarle algunos párrafos al hotel, digamos que quienes aquí se aproximan pueden disfrutar del espectáculo permanente de Disney, “The Lion King”. Tanta arquitectura, ingeniería y arte te pueden haber abierto el apetito. No hay problema, te podés saciar, darte un banquete o participar en una aventura gourmet, pues acá hay para todos los gustos y no escatimaron en traer refinados chefs de todo el mundo, así como los más caracterizados de la gastronomía local.
Podés elegir entre un refinado restaurante de comida internacional, hasta un buffet con una variedad y calidad que te da vuelta los ojos. La lista de restaurantes y bistrot: DB Bistro Moderne, Savoy Singapore, IKmperial Treasure Fine Chinese Cuisine, Santi y Waku Ghin. Sigue la lista hasta completar 20 locales.
El hotel en sí tiene 2560 habitaciones, algunas de ellas con un lujo tal que se pueden dar el gusto solo muy poco privilegiados… o inconscientes con tarjeta de crédito. Convenientemente instalado junto a la estación de metro Bayfront y a pocos pasos del animado distrito financiero, el hotel y su centro de convenciones han revolucionado a la ciudad.
La verdadera bacanez se da en la terraza mirador que no solo tiene esa piscina de borde infinito y un increíble jardín, sino también un bar donde se pueden tomar unos cocteles contemplando el paisaje o mirando a los dementes que se lanzan en paracaídas, porque gustos hay para todos. ¿El cóctel te inspiró? Entonces tenés para elegir, entre el casino con 500 mesas y 1.600 máquinas tragamonedas o los dos teatros donde además de los espectáculos permanentes, podés ver shows de estrellas internacionales. También hay dos pabellones flotantes con atracciones que se renuevan todas las semanas.
El impresionante arquitecto Safdie también diseñó una ruta artística dentro del complejo, incorporando desde la inauguración siete instalaciones de cinco artistas como Sol Lewitt, Antony Gormley y Zheng Chongon, cuyas piezas incluyen efectos ambientales de luz, agua y viento, integrando el arte con la arquitectura, según asegura la Wikipedia.
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El casino, tan descomunal como todo lo demás.
En cuanto a la terraza de 340 metros de largo, lo más destacado hasta lo inconcebible, es que sobresale 67 metros de la torre norte, con lo cual se transforma en la plataforma voladiza más arriesgada del mundo. ¿Alcanzarán las 7.000 toneladas de acero que los ingenieros recomendaron para sustentar con eficiencia todo esto? Agregale 181,6 toneladas de acero inoxidable utilizados solo para la piscina y rezá para que aguante. Porque este Sands Sky Park está a 200 metros del suelo y está calculado para que aguante la presencia de 3.900 personas, por gordas que sean.
Jardín de invierno, pista de patinaje, gigantesco museo de arte, miles y miles y miles de metros cuadrados, muchos más que nuestro Hospital de Clínicas, también portentoso en su momento, pero un fiasco en cuanto a funcionalidad. Con lo cual a uno le entran dudas sobre este complejo… o sobre cómo administramos nosotros nuestras cosas. Solo el tiempo puede deslindar la interrogante.
.Tuvieron que poner cuatro juntas de dilatación bajo la piscina principal, para absorber el movimiento natural de las torres causado por el viento, estimado en hasta 500 milímetros. ¿Y si lo que te mueve el piso no es el viento sino el terreno y su humedad variable en una bahía? No hay problemas, aseguran, hay 500 puntos con sistemas hidráulicos de elevación para que el agua y los turistas no se derramen sobre el pavimento de la entrada.
En fin.., si a todo esto se sumara un gobierno democráticamente impecable y justo, esto sería un paraíso. Pero no, lamentablemente.
.Guillermo Pérez Rossel.
http://www.marinabaysands.com
http://www.sands.com/index.html