El firulete
¿Quién dijo que la estética tiene un tribunal de alzada? ¿Desde cuándo la gente de pueblo, bien de pueblo, no puede dictar sus propias normas de arte?
En una oportunidad invitaron al editor a asistir a una representación de Aída en las Termas de Caracalla con los tenores y sopranos más renombrados del momento. Para mi perplejidad, la mayoría el público aplaudió de pie el estrépito (y las deposiciones) de los caballos en escena y muy poco a una soprano que era una dulzura. Sospecho que se debió a que era estadounidense y esa era su primera escapada del “negro spiritual”. Respeto muchísimo a los amantes de la ópera, pero le veo algo de empaque al asunto y esa música no me entra tan profundamente como, por ejemplo, ese derroche de suave lirismo e interpretación dramática que luce Alberto Marino en el tango “La luz de un fósforo”. O la entonación de “rioba” que se manda Julio Sosa, en el tango mencionado por nuestro querido corresponsal. Naturalmente, cada cosa tiene lo suyo.
El firulete es tan respetable como el arabesco musulmán, la intrincada caligrafía china o los delicados frisos mayas… y acá nada tienen que venir a meterse los críticos de arte… a menos que (como los mejores entre ellos) tengan suficiente grandeza de espíritu y generosa apreciación estética, como para pararse ante estas cosas y disfrutarlas como las disfrutan los parroquianos del boliche de cualquier esquina de Buenos Aires o Montevideo. De lo contrario, que se aguanten en el molde.
Por Alberto Moroy
Hoy nos dedicaremos a un arte poco conocido por los uruguayos de hoy: el Fileteado La palabra firulete proviene del gallego «ferolete» (pequeña flor) metátesis de ferolete, florete, diminutivo de flor. Y en este sentido se refiere a adornos. En Argentina y Uruguay, la palabra firulete (el arabesco criollo) se refiere sobre todo a los elementos decorativos. Firulete es una línea pintada, típicamente criolla arabesca o caprichosa utilizados en el arte popular del fileteado (el arte de dibujar y pintar líneas finas que parecen hilos).Tambien se referenciaba la “gambeta” en el fútbol y a las figuras de los bailarines virtuosos que con un movimiento o posicionamiento entrecruzan las piernas de los bailarines de una manera muy sensual. Abajo un famoso tango interpretado Julio Sosa “El Firulete”.
El firulete – Julio Sosa
En la portada una de las casas de la calle Jean Jaures, entre Zelaya y Tucumán, de Buenos Aires que fueron fileteadas en el concurso «El Abasto y el fileteado porteño» realizado en 2004 transformando esa cuadra en una galería de Arte en homenaje a la técnica del “filete” que originalmente lucían los antiguos carros y cajones verduleros del Antiguo Mercado de Abasto en Buenos Aires.
Ubicación casas fileteadas Buenos Aires
34°36’6.54″S 58°24’29.50″W
Firuletes en carros y camiones
En Montevideo el firulete (fileteado) se usaba poco, algunos paragolpes de camiones los adornaban con frases “matadoras” a manera de diario del camino” tambien algunos carros las tenían, y muchos mas antiguamente, eran las enciclopedias de los arrabales Se decoraban con flores fileteadas o letras en forma de estas.
Algunas frases de carros y camiones
“Las suegras se inventaron porque el diablo no puede estar en todas partes” “cambio suegra por yarará, pago la diferencia”: “Se doman suegras” De mujeres “Camiones y mujeres, dan disgustos y placeres” “cambio rubia en buen estado por una morocha cero kilómetro”“cambio morocha ablandada por una rubia rectificada” “No seré doctor, pero tengo dos chapas” ; “En mi casa soy mandón, por eso duermo en el camion” ; “beethoven no se quien es, pero conozco a Gardel “Yo sé de mi partida, Dios de mi regreso”.
En lo personal recuerdo un carro de hace muchos años atrás, en Carrasco, cuyo verdulero repartía casa por casa, su caballo paraba en todas, en forma automática y seguía a su dueño a la orden de un chiflido Todavía sigue existiendo esta modalidad, aunque difícilmente decoren su carro como estaba aquél. Los atalajes (correajes) del caballo impecables y siempre relucientes, con cascabeles, filetes por todos lados, en los laterales, debajo de los cajones unas ventanas chicas, detrás de cuyo vidrio grabado (arenado) tambien con firuletes ornamentales, dejaban ver fotos de familiares y clientes. Su caballo se llamaba «Buen dia Niña» y en su cabeza llevaba dos penachos de paja brava. El verdulero era italiano y como la mayoria de ellos hablaba cocoliche Su carro era muy parecido a los de la foto de abajo.
Carros de verdura en Buenos Aires
Origen de fileteado en los carros
En 1778, el Parlamento de Sicilia decretó la financiación de 24.000 coronas para la creación de una red de carreteras de Sicilia. Hasta entonces, los caminos se habían formado por el polvo y las mercancías podrían pasar con gran dificultad. Más tarde, en 1830, el gobierno de los Borbones y la inversión extranjera, en su mayoría británicos, sentaron las bases de un sistema de carreteras moderna.
Por razones estratégico-militares, se decidió construir «trazzere real» que conectan distintas partes de Sicilia. El primero que se construyó fue el paso de Palermo-Catania desde Enna (entonces llamada Castrogiovanni). Estos caminos de tierra se caracterizan por surcos, a veces profunda, cavada por los vagones pesados . Así fue que los comerciantes sicilianos empezaron a montar en los lados de sus carros unas grandes ruedas que le permitían superar las huellas con relativa facilidad. De esta forma apareció el carro siciliano en la historia del transporte.
Carreto siciliano
Nótese las flores de las ruedas similares a las del firulete contemporáneo
I carretti siciliani
El inicio del fileteado en Buenos Aires
El inicio del fileteado se origina en los carros grises de madera, tirados por caballos, que transportaban alimentos como leche, fruta, verdura o pan, a finales del siglo XIX. Una anécdota, relatada por el fileteador Enrique Brunetti, cuenta que en la Avenida Paseo Colón, que en aquel entonces era límite entre la ciudad y su puerto, existía un taller de carrocerías en el que trabajaban colaborando en tareas menores dos niños humildes de origen italiano que se convertirían en destacados fileteadores: Vicente Brunetti (quien sería el padre del mencionado Enrique) y Cecilio Pascarella, de diez y trece años de edad respectivamente.
Un día el dueño les pidió que dieran una mano de pintura a un carro, que en aquel entonces estaban pintados en su totalidad de gris. Tal vez por travesura o solo por experimentar, el hecho es que pintaron los chanfles del carro de colorado, y esta idea gustó a su dueño. Más aún, a partir de ese día otros clientes quisieron pintar los chanfles de sus carros con colores, por lo que otras empresas de carrocería imitaron la idea. Así, según lo manifestado por Enrique, se habría iniciado el decorado de los carros; el siguiente paso fue colorear los recuadros de los mismos empleando filetes de distintos grosores.
Fileteado porteño
http://rafaelinosporelmundo.com/?videos=fileteado-porteno
Carros en el Puerto de Buenos Aires 1870 (Sin filetear)
Comienzo del fileteado
Carro lechero fileteado 1900 / idem posterior
Del carro a la carteleria
La siguiente innovación fue incluir carteles en los que figuraban el nombre del propietario, su dirección y la especialidad que transportaba. Esta tarea era en principio realizada por letristas franceses que en Buenos Aires se dedicaban a pintar letreros para los comercios. Como a veces la demora por la inclusión de esas letras era grande, el dueño del taller de Paseo Colón le encargó a Brunetti y Pascarella, que habían visto como hacían la tarea los franceses, que realizaran ellos las letras, destacándose Pascarella en la tarea de hacer los denominados firuletes que ornamentaban los carteles y que se convertirían en característicos del fileteado.
Al pintor que decoraba los carros se lo llamaba fileteador, pues realizaba el trabajo con pinceles de pelo largo o pinceles para filetear. Esta es una palabra derivada del latín filum, que significa hilo o borde de una moldura, refiriéndose en arte a una línea fina que sirve de ornamento. Por tratarse de una tarea que se realizaba al finalizar el arreglo del carro e inmediatamente antes de cobrar el pago del cliente, que estaba ansioso por recuperar su herramienta de trabajo, el fileteado debía realizarse con rapidez.
El firulete a la calle
Carteleria
Fachada calle Jean Jaures 709 B.A. / Antiguo frente ferreteria Achalay Pocitos, Montevideo)
Mas firuletes
http://www.pinterest.com/deboraacosta/filete-porte%C3%B1o-o-firulete/