Pedra Furada, enigma y desafío al eurocentrismo
Nos convencieron de que el hombre era un recién llegado a América, pero casi todos los años surgen vestigios de que está acá quizás desde hace 30.000 o 50.000 años.
Tan mansamente nos tragamos las teorías europeas, que hasta nuestros propios antropólogos dan por sentado que el hombre no es nativo de estos continentes, sino que llegó de alguna manera. Lo cual es plausible y posible, pero ¿no será otro de los prejuicios que venimos arrastrando desde la conquista? Hay una excepción de la que casi nadie se acuerda: Florentino Ameghino lanzó la hipótesis de que el hombre americano pudo ser oriundo, pero de inmediato le taparon la boca, así que debió continuar descubriendo dinosaurios. Seamos sinceros, con toda la admiración que le podamos tener, lo de Ameghino parecía una de aquellas porteñadas felizmente superadas por los queridos hermanos, pues no solo decía que el hombre americano era nativo; también aseguraba que la raza humana había surgido en Argentina. ¡Pahhh!
Hay muchas pruebas de la existencia humana mucho más allá de esos supuestos 10.000 o 12.000 años que nos enseñaron cuando andá a saber por qué, a los asiáticos se les ocurrió colonizarnos a pie desde el norte, y embarcados desde el sur. Entonces, –esta es la evolución ordenadita para evitar las molestas incertidumbres– todo comenzó en Africa, continuó por Eurasia y recién mucho después la humanidad llegó a estas discriminadas tierras, donde si hubiera gente muy antigua, tenían que reconocerles humanidad y no mandarlos a morir en las minas del Potosí. O sea, una indeseable complicidad de la historia oficial con una deleznable conducta de los conquistadores. Y no te me pongas rabiosamente americanista, porque si no los explotaban los europeos, los oriundos se explotaban entre ellos, también encarnizadamente. Naturalmente, también hay talentosos, esforzados y desprejuiciados historiadores, de quienes dependemos para aproximarnos un poco más a lo que realmente sucedió. Y también hay otros que rechazan como ignorantes a los científicos y como manipulados los descubrimientos, con tal de asegurar que en estas tierras la evolución terminaba en el mono y ahi se trancaba.
Así que como exhiben muchas pruebas de lo mismo, nos concentraremos en un caso, el de la espectacular Pedra Furada, en Toca do Boqueirao, en el Parque Nacional da Serra da Capivara. Es uno de los más antiguos yacimientos de restos, utensilios y pictografías, pero, además fíjense que no está del otro lado de la cordillera, sino más bien como para el lado del Atlántico. Es decir, nada que ver con esa ruta colonizadora que viene de Alaska, orilla el Pacífico y hace eclosión en tierras peruanas, como siguiendo el trazado de la cordillera.
Ñandúes y ciervos donde no los había, cangrejos a cientos de kilómetros del mar: sumá y sumá perplejidades que demuestran el riesgo de hacerse prisionero de cualquier afirmación. No tenés otro remedio que pensar por vos mismo y si te equivocás, al menos no fuiste sumiso al error de otro.
¿Cómo serían estos protoamericanos del actual Brasil? ¿También con ojos sesgados y cutis bronceado como casi todos los andinos? ¿Negros como los que retrataron los olmecas en esas cabezas gigantes, blancos desteñidos o más o menos? ¿Peludos como nuestros descendientes de europeos o lampiños como los asiáticos? Todavía se sabe poco, o por lo menos, se publica poco como para que no se ofendan los que relegan a América al papel de continente media cuchara. Fijate que la teoría de que el hombre vino por el estrecho de Bering tiene la ventaja de sostener que todo empezó en Estados Unidos, cosa que para algunos es muy gratificante, aunque explica poco por qué las grandes culturas no se desarrollaron allí.
Según la documentación consultada por quienes nos regalan la compilación que denominan Wikipedia, el sitio arqueológico de Toca do Boqueirao da Pedra Furada guarda vestigios clarísimos de presencia humana desde al menos 32.000 años atrás, aunque las dataciones con carbono 14 en algunas piezas las llevan hasta 48.000 años. Las investigaciones fueron iniciadas en 1978 por la Dra. Niede Guidon y un equipo que se fue haciendo más vasto a medida que no se pudo desmentir la impactante realidad que desmantela la historiografía tradicional.
¿Qué se habla muy poco de todo esto tan significativo? Bueno, hay verdades que resultan un poco incómodas y en realidad hay bastante literatura sobre el tema, pero en general todo esto se soslaya. Ojo que también hay una biblioteca en contra, que se afirma en la negación. Y ya que estamos remarcando estas cosas, en todo lo que hemos encontrado sobre estas antiguas dataciones, no se usa el difundido «Antes de Cristo» (aC) sino el moderno y agnóstico BP, antes del presente, “Before Present” en inglés. ¡Mirá cuántas innovaciones y eufemismos!
La cuestión es que tanto se movilizaron y tan contundentemente demostraron, que el Parque Nacional da Serra da Capivara ahora integra la lista del Patrimonio Mundial. No es que no lo sigan intentando, pero no lograron que el otro grupo de científicos se sume al desmentido. Comentalo en voz baja para no alborotar el avispero, mirá que los eurófilos se enojan. Y si no lo creés, leé los comentarios.
Cuando los científicos se puedan ocupar de otra cosa que no sean los virus, pueden avanzar con los estudios de ADN destinados a revelar quienes son descendientes de quienes. Mientras tanto es hasta un poco gracioso que alguien se ofenda por una arqueología que le reconoce algún mérito al evolucionismo americano.
Arriba el itinerario de la humanidad que nos vendieron y nos tragamos mansamente. Abajo el estado de Piauí, lejos de la ruta andina, aunque al alcance de un conveniente vector que trazaron por Venezuela y las Guayanas.
En realidad no es más que otro jalón que se suma a los descubrimientos de Monte Verde (Puerto Montt, Chile); Piedra Museo (Santa Cruz, Argentina) y Topper (California, EEUU). Hay quien dice que había seres humanos por acá hace 100.000 años, pues no vas a suponer que cubrieron todo el continente en unos pocos años… Andá pensando otras rutas de ingreso del hombre al continente americano. Y si te ponés audaz, lanzá otra teoría porque no cobran por eso, sosteniendo que el hombre, o algún antropo evolucionado, ya andaba esquivando ancestros cuando de alguna manera nunca explicada, el avestruz y el camello africanos desembarcaron en América convertidos en ñandú y llama (y no al revés). ¿Atravesaron el Atlántico en la Kon Tiki? ¿Hubo una segunda Arca de Noé? ¿Qué también llegaron otras ramas de la humanidad? Claro que sí, con el mayor de los respetos a Adán y Eva, esos frenéticos y bíblicos sexistas, procreadores de todo el ADN.
Asegura la Wikipedia que en “las representaciones de arte rupestre del abrigo se identifican propulsores y dardos, pero no hay constancia de arcos ni flechas. Guidon estableció 15 niveles de ocupación, que agrupa en tres fases culturales: Pedra Furada, que comprende los vestigios más antiguos; Serra Talhada, desde 12.000 hasta 7.000 años BP; y Agreste que corresponde a los restos datados con fechas posteriores”. Pero hay cerámica, lo cual tampoco cierra bien. También hay que tener en cuenta que los investigadores tienen un lío de 50.000 años de cosas que los humanos fueron tirando a la basura.
En la periferia de Pedra Furada, han sido encontrados algunos de los fósiles humanos más antiguos de las Américas. En 1990, en la gruta de Antonião, fue encontrado un esqueleto de una joven de unos 22 años, de 9700 años de antigüedad. Un diente encontrado en la gruta de Garrincho fue datado por el método de espectrometría de masas en 12.210 años de antigüedad. Otros dientes, un pedazo de temporal y varios restos de odontocraneales, encontrados entre 1986 y 1992, fueron datados entre 10.000 y 14.000 años BP. En 2003 fueron encontrados además en la gruta de Garrincho, un cráneo incompleto y 29 dientes, en sedimentos que, según el método de termoluminiscencia, datados en 14 100 años y según el método de luminiscencia óptica en 24 000 años.
Más distantes, pero también en la Sierra de Capivara, en las grutas de Coqueiros y Paragiaio han sido encontrados también esqueletos que datan de hace 9.900 y 8.800 años, respectivamente.
Tomátelo como un paseo. Esta no es una propuesta exclusiva para nerds, por el contrario, verás opciones muy juveniles y aventureras, combinadas con expediciones culturales a la perplejidad de una cultura que no vacila en mentirse a sí misma con tal que las piezas del rompecabezas encajen como debería ser, dada le prejuiciosa hipótesis que se gestó tras el descubrimiento. Te vamos a dar información oficial sobre las visitas al parque y sobre el Estado de Piauí, donde está ubicado, pero también mirá en Facebook (https://www.facebook.com/VidaExtremaAcaoModerada) las propuestas deportivas y juveniles que también se llevan a cabo por allí.
El parque cuenta con un Centro de Interpretación e infraestructura de atención al visitante. Y los brasileños se han tomado muy en serio la necesidad de proteger esta gran concentración de vestigios arqueológicos, cosa que no se puede decir de nosotros, donde unos pocos luchan denodadamente en los cerritos de indios, pero no pueden impedir que hagan tropelías con muchas otras piezas diseminadas por nuestro territorio. ¿Con qué base podría asegurarse que estos u otros humanos no llegaron hasta acá en épocas tan remotas?
La co-gestión del Parque está a cargo de la Fundação Museu do Homem Americano (FUMDHAM), entidad sin afán de lucro creada por un equipo internacional de investigadores que trabaja en el parque desde antes de su creación, y el Instituto Brasileiro do Meio Ambiente e dos Recursos Naturais Renováveis (IBAMA).
El Parque Nacional de Serra da Capivara se encuentra ubicado al sudeste del Estado de Piuai. Tiene una extensión de 129.140 hectáreas y un perímetro de 214 quilómetros. En la actualidad el parque cuenta con más 32 sitios accesibles al público a los que se accede por una red de senderos desde las tres entradas de visitantes: Pedra Furada, Desfiladero da Capivara y Serra Vermelha. Todas ellas cuentan con puntos de información y venta de productos del parque.
Los accesos se realizan por Petrolina (Pernambuco) y Teresina (Piuaí), que cuentan con aeropuerto. El mal estado de las carreteras hace que el trayecto sea de unas 7-8 horas. Está prevista la mejora de las carreteras y la finalización de las obras construcción del aeropuerto de Serra da Capivara.
Las pistas dentro del parque permiten el acceso a microbuses, vehículos 4×4 y bicicletas todo terreno. La red de senderos cuenta con un buen estado de conservación y algunos de ellos están adaptados a personas con dificultad de movilidad. La visita al parque se realiza obligatoriamente con un guía que atiende a un máximo de 10 personas. Se sugiere concertar previamente la visita guiada antes de llegar al parque en los hoteles, el receptivo turístico existente o en la propia Fundação Museu do Homem Americano (FUMDHAM).
Consultar en http://www.arqueotur.org/yacimientos/toca-do-boqueirao-da-pedra-furada-parque-nacional-da-serra-da-capivara.html y en http://www.fumdham.org.br/
En cuanto al Estado de Piauaí, porque no es cuestión de ir directo a la aventura rupestre y salir en estampida de regreso, tiene el atractivo del ecoturismo, incluyendo el hecho de que sus habitantes tienen esa particularidad brasileña de la integración sin ofensa y sin privilegios; en este caso del indio caboclo con el colonizador europeo, quienes ya se perdonaron sus crueldades.
Solo por eso valdría la pena conocer esta región de Brasil regada por generosos ríos y ornamentada por selvas bien pobladas y macizos rocosos de curiosas formas. Varios de estos atractivos están preservados en el Parque Ecológico de Cachoeira Urubu, donde hay muchas cascadas. Aparte del Parque de la Sierra de Capivara que guarda la Pedra Furada (agujereada), están los parque NaCIONAL DE Sete Cidades y el Parque Nacional de la Sierra das Confusoes, donde podríamos invitar a quienes propinan tantas teorías fantásticas disfrazándolas de ciencia.
Lo mejor sería que te instales en Teresina, una ciudad bellamente diseñada, conocida también como la “ciudad verde” por su arbolado. En Teresina, dice la Wikipedia, uno puede encontrar muchas atracciones tales como las reuniones de los ríos, las artesanías de cerámica de Parque de Zoobotânico, polo de Old Poty, Laurent, bosque, fósiles, Balneario curva de São Paulo y una cocina amplia típica que va desde María Isabel, pasando por el capote hasta el cangrejo y el famoso Cajuína. Andá mirando en http://es.wikipedia.org/wiki/Piau%C3%AD
Guillermo Pérez Rossel
Más fuentes:
http://www.globalrockart2009.ab-arterupestre.org.br/arterupestre.asp
http://tempodoshomens.blogspot.com/2011/05/sitio-do-boqueirao-da-pedra-furada.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Parque_nacional_de_la_Sierra_de_Capivara