Origen de las barajas
En cuarentena, las cartas son un salvavidas para el tedio. Muchas fortunas y hasta vidas perdidas, desde los taitas tangueros, a los señoritos ingleses y deteniéndose en los cowboys del farwest, unos haciendo morisquetas y otros poniendo cara de póker.
Pero la baraja no es española ni francesa, recorrió muchos siglos y muchas transformaciones desde su invención en el lejano oriente, antes de instalarse en el primer cajón de la derecha de la alacena de todos los hogares del mundo. Tenía que ser Alberto Moroy quien nos condujera de la mano en este curioso viaje al entretenimiento familiar… o a la timba, lisa y llana.
Por Alberto Moroy
Hoy día casi todas las barajas son iguales: no se diferencian más que por la mayor ó menor calidad en el dibujo y en la cartulina o plástico. No siempre fue así: conservando los palos, se variaba hasta el infinito el dibujo y la composición. Había barajas satíricas, políticas, biográficas, geográficas, históricas, musicales, astronómicas, caligráficas y hasta con recetas de cocina. Las más extrañas eran unas que contenían preceptos de moral y consejos de buenas costumbres. En Francia estuvieron en boga hace muchísimos años unas barajas cuyas figuras representaban á los principales personajes de Los tres Mosqueteros.
La barajas
La palabra baraja, hoy más popular que naipe, significa desde muy antiguo, riña ó pelea. En el Fuero de Viguera, inédito, dado por Alfonso «el Batallador», hacia el año 1120, dice: Si los villanos barajasen et e feriesen, puede el seinnor sí quisiere facerles irmar tregoas de Caynnos.» De dicha palabra viene desbarajuste, que significa desorden, confusión. Se infiere que desde que comenzaron á usarse los naipes fueron causa de riñas, y por eso se las llamó barajas.
Comienzo de la historia
Hoy trataremos de el llevar la historia de las barajas tanto tiempo hacia atrás como los artículos de vieja data nos lo permitan. Las barajas llegaron á Europa al final de las Cruzadas y que entonces hicieron su aparición casi simultáneamente en varios países, no se sabe a ciencia cierta si proceden de la India o de China, pero su origen es oriental.
Cartas Persas
Cartas chinas
Estas cartas chinas son relativamente raras se llaman «cartas de Actores», porque en ellas figuran los retratos de los personales más notables del drama chino. Los puntos que se ven en la tercera, demuestran la relación que tienen las barajas chinas con el dominó, está repetido tres veces el siete.
Cartas hindúes
En Europa
El país donde primero se hicieron en Europa fue según parece, Italia y tanto en esa nación como en España, se conservan todavía los mismos tipos para las figuras como para los palos. Se fabricaban en Florencia y en Venecia y se las llamaba barajas de Tarot. En España el primer grabado es reproducción de la carta europea mas antigua que se conoce: el original se conserva en la Biblioteca Nacional de París. Obsérvese la media luna que tiene en la parte superior e indica su origen oriental.
La carta más antigua (Biblioteca Nacional de París)
Véase en el segundo grabado una muestra de las cartas, en un todo semejantes á las antiguas de Tarot, que todavía se usan en Italia. II Matto significa en italiano El Loco y equivale á nuestra sota. 11 Penduto significa El Ahorcado y el palo que le acompaña es el mismo nuestro de bastos. Las demás cartas tienen espadas, copas y dinero (oros), lo mismo que las españolas nuestras y exactamente en la misma disposición; también tienen caballo en vez de la dama que figura en las barajas francesas.
En España
Naipes españoles
La baraja española està llena de luces y sombras. Se podria decir que con el paso del tiempo y tal vez con el descuido, los españoles, perdieron algunas por el camino. Como se puede ver (abajo) en esta baraja española de 52 cartas grabadas en plata, vendida en Christie´s perteneciente a la corona española. Estaba entre los bienes reales desde hacía varios cientos de años, desde Carlos I de España (1500–1558 y V de Alemania nieto por vía materna de los Reyes Católicos.
Ref. barajas Christie´s
http://www.christies.com/2349_56-975-4.aspx
Barajas españolas 1616
Idem
Interesante
http://lacajadepandra.wordpress.com/2014/02/19/la-baraja-espaola-de-52-cartas-la-original-hasta-las-races/
¿Sera asi?
Los naipes son un símbolo de moralidad: no hay más que fijarse un poco para convencerse de ello. Las copas representan la fe; Las espadas la justicia; los bastos la fortaleza, y los oros la caridad, dicen.
Barajas de cuero, Siete de espadas / Dos de copas / Rey de espadas / Caballo de copas
Las más antiguas en España
La baraja más antigua que hasta ahora se conocía en España es una de cuero existente en el Museo Arqueológico Nacional. Según los estudios que hizo do ella D. Florencio- Janer en el Museo Español de Antigüedades. Debió ser fabricada en América en los primeros años del siglo xvi por algunos dé los aventureros españoles, para lo cual parece que echaron mano de los parches ó cuero de sus tambores. De lo tosco de su dibujo dan idea los grabados (arriba) El caballo tiene tres rayas ó tres patas. El rey se conoce porque no hay rayas que representen patas ni pies, sino algo que quiere ser una ropa talar con dos brazos como alas abiertas. Nada consta en el archivo del Museo Arqueológico respecto al origen de esta baraja ni a la época en que fué adquirida.
La Academia de la Historia posee unos naipes que fueron hallados al derribar una pared en la casa de los Lújanos, lo cual hizo creer durante mucho tiempo que con aquellas cartas jugaba Francisco I en su prisión. En realidad lo encontrado en la torre de los Lujanes fueron tres barajas incompletas, de fabricación española, construidas probablemente en Aragón ó Cataluña, según parecen indicar las barras que tienen en un escudo. El nombre del fabricante es Philippe Avet.
Dos naipes que tienen toda la traza de ser más antiguos que los de la Academia de la Historia. Reproducimos uno de ellos, el más interesante, un caballo de oros; el otro es el tres de oros. Al enviárnoslas su dueño dice: “Sirviendo de señal se han hallado en un libro que perteneció al convento de Franciscanos de la ciudad de Alfaro, de la provincia de Logroño; y sospecho que son las más antiguas que se conocen”. Son muy parecidos á los de la Academia, aunque se diferencian: en el colorido que es más basto y más apagado; en el dibujo y grabado que son mucho más incorrectos, pues se duda si es un caballo ó un banco lo que se ve; en la cruz del centro de los oros que imita la del reverso de alguna moneda de Francisco Febo, rey de Navarra, y del emperador Carlos V, mientras que la cruz del centro de los oros de la baraja encontrada en la torre de los Lujanes, son dos palos cruzados ; y por último, en que éstos ‘ no tienen inscripción, ‘ mientras que en el caballo de oros de los naipes de dicha Academia se lee Philippe Avet.
Encontradas en la torre de los Lujanes (Madrid)
El abate Rilles dice que se usaban ya en España hacia el tercio del siglo xiv, y lo asocia con la prohibición de jugar por dinero á las cartas ó á los dados según los estatutos de la orden de caballería, establecida hacia el año 1330 por Alfonso XI, rey de Castilla.
Él dibujo de estos curiosísimos naipes encontrados en el libro del convento
de Franciscanos de Alfaro está impreso por medio de un bloque de madera muy toscamente grabado. Los colores están dados por medio de plantillas y son amarillo pálido, azul, rojo y negro en el cabello, y sólo amarillo y rojo en el
tres de oros. El dorso de estas cartas es también muy curioso por la clase
de cruz estampada en él y por eso lo reproducimos. Están perfectamente conservadas, aunque amarillentas y con señales de haber sido muy sobadas
por las esquinas; con ellas se debió jugar algún juego en que no había necesidad de tener muchas cartas en la mano.
La palabra naipes
Covarrubias, en su Tesoro de la lengua castellana, dice que Nicolás Papin fué el inventor de las barajas y á las primeras se las puso la cifra N y P, y de ahí, viene la palabra naipe; pero la verdad es que Papin no debió ser más que uno de los popularizadores de los naipes, pues ya se habrá visto, que éstas proceden de Oriente y son mucho más antiguas que Nicolás Papin.