Manuel Antonio Artigas, héroe de las dos bandas
Otro viaje a la memoria, ese bien tan escaso como necesario. Es un nuevo artículo de Alberto Moroy, naturalmente.
Por Alberto Moroy
Para los argentinos la plaza de Mayo es emblemática, para los uruguayos un punto de referencia. Pocos la recorrieron y menos se detuvieron a mirar el primer monumento patrio que tuvo la Ciudad de Buenos Aires en 1811, erigido para celebrar el aniversario de la Revolución de Mayo. Si lo hubiesen visto de cerca, en su base hay una placa de bronce de 85 cm. de largo y 57 de alto, que les llamaría la atención, no por el tamaño, sino por uno de los nombres que está acuñado «Manuel Artigas, el primo hermano de José Gervasio quien conjuntamente con «Felipe Pereira de Lucena» fueron declarados héroes en la gesta de emancipación de las Provincias Unidas del Rio de la Plata. El 31 de julio de 1811, la Junta dispuso que los nombres del comandante Felipe Pereyra de Lucena y del capitán Manuel Artigas, se inscribieran en la Pirámide de Mayo, decreto publicado en “La Gaceta” del jueves 1º de agosto de 1811.
Manuel Antonio Artigas
Así era la Pirámide de Mayo / Medalla conmemorativa
Manuel Antonio Artigas
http://www.ejercito.mil.uy/armas/infanteria/bni6/MANUEL_ARTIGAS.html
Manuel Artigas primo hermano de José Gervasio, nació en la Banda Oriental el 28 de marzo de 1774, siendo sus padres Esteban Artigas, natural de aquella ciudad, y Ana López, porteña. Como la mayoría de los jóvenes de aquella época, se dedicaba al comercio cuando llegaron a la capital de Virreinato del rio de la plata fatales noticias de la metrópoli Iniciado en los secretos de la revolución por sus íntimos amigos French y Beruti, no tuvo inconvenientes de incorporarse a los chisperos Manuel artigas se hizo militar y con tanto éxito que al poco tiempo lo ascendieron a capitán de la 6ª Compañía del primer batallón del regimiento estrella que formara French. Así acompaña a Manuel Belgrano a Paraguay cuyo gobierno se declaraba rebelde contra la Junta.
Belgrano tomo tal predilección por Manuel Artigas, que en todos el momento difícil le confiaba sus órdenes. Cuando volvió de Paraguay, se inicio el levantamiento de la compañía Oriental del Uruguay y Manuel Artigas fue enviado allí. Enseguida consiguió atraer al bando de los vecinos de Casupá.
En carta de uno de los vecinos don Daniel Wilson, dirigida a Atanasio Rodrigues y publicada en la Gaceta, cuando la toma de Maldonado, Rocha y Pando:
«El patriota Manuel Artigas solo bastaría para acabar la guerra en poco tiempo. De todos los jefes de las milicias sublevados que entonces secundaban a la junta Gubernativa, Manuel Artigas era el único encuadrado en los lineamientos de un militar de esperanza y de un patriota de miras elevadas. Desgraciadamente fue el primero de los revolucionarios de Mayo que dio a su causa el sacrifico de su vida, cayendo moribundo en el asalto a San José que él dirigía»
Manuel Antonio Artigas ¡Interesante!
http://www.revisionistas.com.ar/?p=943
Los hechos
José Artigas desde Entre Ríos, desembarco en la costa de Colonia, siendo aclamado en la Calera de las Huérfanas como jefe libertador de los Orientales.
Una de sus primeras disposiciones fue mandar a operar en San José a su ayudante y primo el capitán Manuel Artigas quien de acuerdo con don Joaquín Suárez de Canelones, después de sublevar los vecindarios de Casupá y Santa Lucia en conocimiento que por las alturas de Chamizo y a las órdenes del coronel Joaquín Gayón y Bustamante, y Diego Herrera acompañaba un destacamento español con dos cañones y ciento setenta veteranos de las tres armas, solicito la ayuda de Balta (Baltasar) Vargas del distrito de Porongos.
Artigas Calera de Huérfanas
Una vez incorporados ambos capitanes formaron una división con 400 milicianos con los cuales resolvieron atacar a los realistas, quien al sentirlos se habían parapetado en el Paso del Rey desde cuyas barrancas encajonadas y después de un fuerte tiroteo, fueron al fin desalojados y obligados a refugiarse en el pueblo de San José.
Acantonados en el cabildo y en la iglesia, preparándose para a la defensa, los realistas solicitaros auxilios al gobernador Elio, que en su protección y escaso de fuerzas mando a su edecán don José Acevedo y Salazar
El capitán Artigas deseos de completar la victoria había oficiado a Benavides para que viniera a unirse con él, con el fin de tomar el pueblo por asalto Durante dos días se repitieron las escaramuzas y los combates parciales Al aclarar el 22 de abril, después de fuertes guerrillas sostenidas durante la noche, los patriotas por el nordeste y bajo la metralla y las descargas de fusilaría, amagando un ataque general avanzaron hacia la plaza y hasta colocarse apoco más de dos cuadras del enemigo Pero al llegar al ángulo que forman las calles de Solís y 25 de Mayo, una granada disparada por los realistas choca contra los muros de un edifico colonial y al reventar uno de sus cascos destrozándole un pie, hiere mortalmente al brillante capitán don Manuel Artigas que caerá a tierra sin sentido derribado del caballo mortalmente
La batalla
Donde cayó herido Manuel Artigas en San José, tomada antes de 1900 / ídem 1910
Puesto así el jefe fuera de combate, su segundo Bartolomé Quinteros, asume el mando, y a duras penas, conteniendo el ardor de sus soldados, suspende el combate, aguardando para el ataque decisivo la llegada de Benavides, quien no se hizo esperar y en las últimas horas de la tarde del siguiente, al frente de setecientos voluntarios, a marchas forzadas desde el Colla que acababa de rendirse, llegaba a las orillas del pueblo, formando con su gente en el camino de sus capitanes, a unas veinte cuadras de la plaza. Allí y después de vivarlo con entusiasmo, saliéndose de las filas lo abrazo quinteros: acongojado, dándole la triste nueva de la herida de su jefe y desde aquel momento poniéndose con su división bajo sus órdenes
Así lo dibujaron en 1911 / Placa en conmemoración del sitio donde cayó muerto
Durante la noche, mientras los realistas reforzados desde el día anterior, se aprestaban a la defensa fosando sus improvisadas trincheras, en el campamento revolucionario se tomaban las disposiciones para llevar el ataque al amanecer, quedando acordado que Quinteros con su compañero Vargas corriéndose del camino que acampaban, atropellarían por las calles paralelas que convergen con los dos extremos del costado norte de la plaza (Artigas y 25 de mayo), mientras que Pancho Biendo y los blandengues, después de fraccionar sus caballerías, bajarían por el sur a fin de estrechar a los sitiados
Al amanecer del 24 jinetes sobre sus potros sin más armas que sus lanzas de nahorra (sic), sus facones, sus trabucos de cazoleta y algunos sables y fusiles viejos A las siete de la mañana, el coronel Bustamante, quien por esos momento con cuerdas y, y sobre una zorra de madera se ocupaba afanosamente de amarrar el cañón de a 24 sobre su cureña improvisada recibía la intimación de rendir la plaza, en un oficio cuyos párrafos principales son los siguientes
Armas usadas
http://www.taringa.net/posts/info/8307864/Armas-utilizadas-en-la-independencia.html
Carta de Venancio Benavides (Patriota)
Señor juez y comandante de San José, comisionado pro la excelentísima junta de Buenos Aires para liberar estos pueblos de la esclavitud que hasta ahora han sufrido bajo el insoportable yugo del tirano Gobierno de Montevideo Paso a exhortar a Vuestras Mercedes, a la unión y fraternidad esperando desde luego rendirán inmediatamente sus armas, en la inteligencia, señores que si rebeldes a esta intimación temerariamente se resisten, sin dar lugar y/o a otro parlamento avanzare con el ejercito, pasando a cuchillo a todos los habitantes de este pueblo Advierto que para su contestación tienen el plazo únicamente de doce minutos
Cuartel general frente a San José, abril de 1811 Venancio Benavides
http://es.wikipedia.org/wiki/Venancio_Benavides
Venancio Benavídes narra la toma de San José
http://www.uruguayeduca.edu.uy/Userfiles/P0001/File/Benavides%201.pdf
Respuesta del El coronel Bustamante (Realista)
Teniendo jurado fidelidad a nuestro desgraciado rey Fernando VII (y no ser otro el motivo que me obliga a defenderme) contesto su oficio que acabo de recibir, manifestándole: que no rendiré las armas que tengo el honor de de mandar hasta que la suerte me obligue a ello.
San José abril 24 de 1811 Joaquín Gallos Bustamante
Recibida en el campo de los patriotas la altiva respuesta de los jefes realistas Benavides y Bartolomé Quinteros, en dos palabras llenas de ardimiento proclamaron a sus soldados: ¡Viva la Patria! Los criollos repitiendo aquel grito desde el nordeste avanzaron hacia la plaza rodeada ya de partidas concentradas a fin de estrechar a los sitiados. Bajo el cañoneo y la fusilería, los gauchos sin arredrarse ni disparar un solo tiro siguen al galope bajo el fuego del cañón de 24 colocado frente al atrio de la iglesia.
En la esquina que lleva el nombre de 18 de julio detienen se los asaltantes ante la barrera fosada que se les pone, insalvable para la caballería, frente a las casas de Alonzo en la esquina de 25; de Vidal en la esquina de 33; y de Baillo en la de Artigas; formadas sus trincheras con cadenas, carretas volcadas, sacos de tierra y fardos de pasto
Paraje donde estaba la iglesia (1910) baluarte de los realistas
Calle Artigas por donde entraron las tropas patriotas camino a la iglesia
Cantón y trinchera de Gonzáles donde los realistas se sostuvieron
Los realistas han abandonado ya aquellas trincheras para replegarse a la otra esquina de la plaza, frente a la iglesia; pero antes y tratando de detener y sofocar a sus enemigos, han prendido fuego a los fardos apilados al costado del bastión. Brotan de las trincheras torrentes de llamas. Pero los gauchos boleándose a tierra, envueltos por el humo saltan las zanjas, rompen todos los obstáculos y cruzando la plaza a la carrera bajo metralla del enemigo, llegan hasta la boca del cañón a lanza y faconazos, postrando sobre la pieza a los artilleros que le sirven.
El honor estaba satisfecho Los soldados levantan la culata de los fusiles: los oficiales presentan sus espadas; a un redoble de tambor se apagan los últimos fuegos de los cantones y la oriflama realista es arriada.
Entonces (según cuentan) en medio de un indescriptible vocerío, dentro de la iglesia llena de humo, en espantosa confusión, mujeres, viejos y niños que durante el fuego y temiendo la venganza de los asaltantes se han refugiado allí, aterrorizados abrasándose a las rodillas de los gauchos, implorando su clemencia Pero los vencedores tienden la mano a los vencidos. En tanto en lo alto del campanario de la vieja iglesia colonial arriado el estandarte de Castilla y saludada por las dianas de la victoria, se levanta la bandera de la división del glorioso capitán caído en el asalto.
Así lo cuenta Daniel Ramela
http://armandolveira.blogspot.com.ar/2008/01/san-jos-de-los-olvidos.html
¿Los colonos fueron movilizados por la revolución artiguista?
La inmensa mayoría estuvo en el bando virreinal. Hay una anécdota muy rica sobre Larriera y Perera. En la batalla de San José (del 24 de abril de 1811) fueron tomados prisioneros por otro asturiano que se había sumado a los insurgentes: Isidro Almirón. Almirón formaba parte de la avanzada criolla proveniente de la argentina provincia de Entre Ríos. Allí mantuvo contacto con la flor y nata revolucionaria, y luchó con los patriotas en varias batallas perdidas. La emoción de haber participado en el primer triunfo revolucionario de magnitud, lo unió profundamente a San José. A tal punto, que se quedó a vivir y dejó descendencia que, hasta hoy mantiene el apellido.
Almirón fue acuchillado en el enfrentamiento, pero, lo pintoresco es cómo el relator informa el hecho: «Recibió un corte de levedad en el ombligo, vendose con un pañuelo y siguió luchando». En ese combate también fue herido el capitán Manuel Artigas, primo hermano de José. Mi bisabuelo dibujó al militar caído, debajo de una reja que sirvió de referencia para colocar una placa recordatoria en el lugar donde se supone ocurrió el hecho, porque la casa ya no existe. Artigas fue alcanzado en el tobillo por la esquirla de una granada. Hay una famosa anécdota del médico Gaspar González, un español al servicio de los independentistas. Cuando lo vio, se acercó a atenderlo, pero el capitán ordenó que revisara a otros que sufrían heridas más graves. Murió al mes, a causa de una gangrena. Fue sepultado el 25 de mayo, un año después de iniciada la revolución (de 1810) por la que entregó su vida.
Ref.
Casi todos los datos aquí recopilados fueron extraído del la revista Caras y Caretas Nº 607 del 25 de mayo de 1910. Su articulista fue Rafael Sienra, bien conocido por los maragatos, y uno de los grandes cronistas uruguayos