Escalofríos en Río de Janeiro

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Los jovenes de hoy pueden tener adiciones tan estrambóticas como las de esta chica, empeñada en caerse y la de Jesús Luz, un discjockey quien luego de pinchar discos, pincha morros.

Jesús se cuelga de la Pedra da Gávea, a la que subió en compañía de unos amigos. ¿Porqué hacen estas cosas los muchachos! El colgado explicó en Twiter: : «Es el mejor tramo que he hecho! ¡La libertad total! «. En otras imágenes aparece en la cumbre de la montaña con el imponente paisaje de Río de Janeiro en el fondo. No es la única “piedra” para el pánico; los muchachos dividen sus preferencias entre esta Pedra da Gávea, con la Pedra Bonita y la Pedra do Telégrafo. Porque lo que para nosotros es una montaña con toda la barba, para ellos es apenas una piedra en el paisaje sobresaltado de Río, la ciudad maravillosa.

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En los blogs consultados, publicados hay guías que te tranquilizan en el sentido de que las fotos parecen más espectaculares de lo que realmente representan, porque siempre hay un ángulo desde el cual todo parece más dramático. Se me ocurre que los padres se quedarán solo espantados, en lugar de horrorizados.

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Ocurre que Río de Janeiro tiene tanto para ofrecer al turista convencional que durante años descuidó al turismo de aventura, particularmente a la vasta colectividad de senderistas y escaladores. Aclaremos que para ir a estas tres piedras no es necesario ser un profesional, tener un estado físico privilegiado o ser absolutamente inmune al vértigo. Se puede llegar hasta en excursiones organizadas (damos detalles al final), pero también se puede descartar todo y optar por la aventura extrema, aprovechando que los cariocas vigilan poco a los dementes. La intensidad de la aventura la ponés vos… a tu propio riesgo.

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Hay “trilhos” bastante tranquilos que imponen caminatas de cuatro horas orientados por expertos y hasta hay una aventura de varios días que a los gringos les gusta denominar Transcarioca Trail, con una longitud de 180 kilómetros, que puede hacerse en su totalidad o por tramos. El camino los llevará por el Parque Estadual da Pedra Branca y por el Parque Nacional da Tijuca, dos reservas de flora y fauna que recordarán hasta el último de sus días.

Para que sepas, el área protegida de Tijuca y San Conrado figura entre los primeros del mundo; baste saber que son diez años anteriores al célebre parque de Yellowstone. Como consecuencia, son el reservorio de 1.619 especies vegetales, 433 de las cuales están en peligro de extinción. En cuanto a la fauna, es posible que no haya en el mundo un lugar con tanta variedad y exotismo… de manera que no es necesario ser aventurero para que uno tenga ganas de adentrarse en esta aventura.

Claro que también puede ir a las zonas todas preparaditas para turistas de corbata y taco alto… pero no es lo mismo. Hasta se puede ir en jeep, en una aventurita de tres horas, donde lo peor que te puede pasar es que te pique un mosquito. Pero adentrándose en el trilho es posible descubrir cascadas en las cuales es posible y hasta imprescindible darse un baño refrescante, hasta con la ropa puesta dado el calor. Pueden descubrirse viejas plantaciones de Café y ruinas de granjas coloniales, según nos relata Thiago en uno de los blogs que consultamos.

Vale la pena cualquier esfuerzo, pues estarás descubriendo este capricho de la naturaleza que es Río con sus morros de 1,7 billones de años, cuando la roca metamórfica empujada por fuerzas tectónicas se empinó grotescamente para tallar el horizonte con formas tan caprichosas como el Pan de Azúcar. Dios tuvo un día divertido e inspirado cuando construyó esta bahía y se la regaló a los brasileños. Dicen los brasileños que cuando Dios le contó al Arcángel Gabriel el portento que había creado, el alado lo alertó en el sentido de que los demás países protestarían por el privilegio otorgado. Entonces Dios respondió, no hay tal privilegio, ahora verás la gente que pongo adentro para compensar. No le creas al cuento, los cariocas son tan divertidos como espectacular es su paisaje.

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Deambulando por esos trilhos te cruzarás con los ríos y arroyos Maracaná, Carioca, el río de las Cascadas, el de las Almas, el de Piedra Bonita, el de la Barra, el del Padre Ricardo, el Head y el Silvestre. “La famosa cascada de Taunay es uno de los muchos cursos de agua cae al parque, donde también se encuentran el Padre Antonio, cascada Ramalho, cascadas Horto, la cascada de primates , Cascada de las Ánimas , Gabriela Cascade, Cascade Diamantina, el conde Cascade, el Cova, cascada de Oz, Cascadas de las siete Caídas, entre otros. En el siglo XIX, la explotación de las aguas del Parque Nacional de Tijuca fue esencial para el suministro de la ciudad, creando al final de ese siglo, una completa red de pequeñas represas que captan el agua de varios ríos del Parque. Incluso hoy en día el parque abastece a diversos barrios”. Toda esta información se la debemos a Severino Franco (http: //rioecotrilhas.blogspot. com.br) quien debe ser un gran guía por la información que se tomó el trabajo de atesorar. Por si te interesa contratarlo: [email protected] / Teléfono: 21 9 6959 4099.

La “pedra” en su esplendor…

Pero como supongo que muchos o casi todos los lectores son amantes del paisaje pero un poco menos de la aventura, les propongo la seguridad de Viator, una empresa mundial que para este caso propone un programa de seis horas con un costo de 88 dólares (2017). Abajo está la url. Aseguran que te llevan por las mejores zonas de Parque de Tijuca y te acompañan en una caminata (no un escalamiento) hasta la cima de la Pedra Bonita. Y al regreso, te invitan a darte un baño refrescante en una catarata que encontrarás por el camino. Y hasta t e indicarán qué bichos, qué pájaros y que árboles son los que te encontrarás por el camino. ¿Te había dicho que te pasan a buscar por el hotel y te devuelven al mismo lugar agotado, pero de una pieza? De paso, no te confíes, en el hotel pueden recomendarte otras excursiones al mismo lugar y seguramente con la misma calidad.

Guillermo Pérez Rossel

Pedra da Gaveia