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Por 799 dólares podés espiar a tu vecina

Los drones están acá y van a cambiar las costumbres de muchos. ¿Estás seguro de que te imaginás todo lo que esto implica?

¿Tomás sol desnuda en el jardín del fondo para que no se vea la marca de los breteles? No lo hagas más;  eso que parece un pajarito negro que vuela raro, en realidad, es un dron con cámara de alta definición que te  filma registrando hasta los mínimos detalles. La filmación la pueden poner en directo en Youtube, así que revisá de apuro todo. Si la espiada es la suculenta esposa de un vecino, quizá seas tan degenerado como para  tomar un asiento de primera fila ante tu cuenta de Youtube. Hay un mundo nuevo para todos los pervertidos y todas las perversiones.

Parecía una cosa de ciencia ficción o algo que solo estaba al alcance de gente con mucho dinero y  mucho conocimiento tecnológico. Pero no es así; le das un vistazo a la web de Tienda inglesa y en http://www.tinglesa.com.uy/producto.php?idarticulo=270714&buscada=dron te encontrás con uno de estos aparatitos que podés comprar por 799 dólares, con un manual de instrucciones en castellano, para saber cómo programarlo para manejarlo desde tu i-phone o mejor todavía, desde tu i-pad, donde podrás ver a tus víctimas de cuerpo entero.  ¡Quién se va a cuidar de un aparatito super discreto y silencioso!

De hoy en adelante, los temerosos ya no mirarán únicamente por encima del hombro para ver si alguien los sigue; ahora los debe preocupar mucho más si los vigilan desde arriba, pues con un dron como éste, pueden dejar todo grabado y volantearlo por internet como si nada.

Cerca del final, se encontrarán con la aleccionante sorpresa de un lector que al insertar un comentario, nos puso sobre la pista de expertos como él, capaces de producir estos drones.

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Te sugiero otras utilidades sin contar las bélicas, que siempre son las que ponen a los adelantos en marcha:

No pagar nunca más entradas en los estadios (lo hacés sobrevolar y hasta seguir la pelota como si estuvieras en todas las tribunas al mismo tiempo).  Mandarlo hasta la playa o al club para ver si hay demasiada gente. Sobrevolar la feria para ver si llegaron buenas paltas, o frutillas, o lo que sea. Vigilar a la nena. Mirar si se juntó pinocha en el techo. Fumigar el limonero mientras tomás mate abajo del ombú. Cuando también sean baratos algunos aparatos un poco más grandes, podés mandarlo a recoger las compras, a traerte el diario y a fastidiar de día al perro de al lado, ese que no te dejó dormir durante la noche.

Naturalmente también puede utilizarse para cosas más serias como vigilancia policial, control de plagas, prevención de incendios, llevar ayuda durante inundaciones, perseguir a algún automovilista pasado de rosca, evitar el contrabando, controlar posibles plantíos de marihuana, buscar personas extraviadas… en fin, las aplicaciones benéficas son innumerables y desde ese punto de vista deberíamos alegrarnos de que los drones hayan llegado a nuestras vidas.

Ya han diseñado un dron para entendérselas con manifestaciones violentas o asonadas callejeras. Estos drones tienen parlantes para advertirles a los manifestantes que deben dispersarse y, si no obedecen, además de fotografiarlos, les lanza pintura indeleble para luego identificarlos y meterlos presos, por revoltosos… o por disidentes.

El dron contra revoltosos o disidentes

Pero, pero… el hombre es un bicho realmente horrible, capaz de utilizar uno o muchos de estos aparatos, cargarlos con napalm y estrellarlos contra edificios. O sobrevolar ciudades para esparcir armas biológicas. O para interferir con las operaciones de una torre de control y provocar accidentes aéreos. Para espiar no solo en operaciones militares, sino también para robar secretos industriales, para averiguar dónde está la patrulla aduanera, etc. etc.

Así que también terminan de nacer una serie de actividades que darán  trabajo a mucha gente: a los legisladores que deben codificar todo esto, a los abogados que litigarán de lo lindo, a los técnicos que le venderán protección a las empresas y a los rezongones que tratarán de prohibir lo que es imposible de prohibir y le echarán la culpa al comunismo agazapado o al imperialismo yanqui. ¿Cómo vas a impedir algo que ya está en los supermercados y que no necesita un aeropuerto para ser lanzado?

Deberíamos llamarlos VANT (vehículo aéreo no tripulado), como se los denominó en español al principio,  pero no hay forma de ganarle a la gringofilia. Así que muchos lo denominan “DRONE”,  que  debe escribirse entre comillas pues es una palabra en inglés que significa “Zángano”. Por lo menos es bastante descriptiva de estos nuevos aparatos casi hogareños, aunque no identifica en modo alguno a los grandotes que se usaron en la guerra del Golfo, causando tantas muertes militares y también civiles. Dice la Wikipedia que si usás la denominación “DRON”, estás en la justa (la Real Academia está a punto de autorizarla) . En ese caso podés suprimir las comillas, confiando en que el DRAE le dará la razón a la Wikipedia. En todo caso, no cabe lo de Avión No Tripulado que se usaba anteriormente, pues muchos de estos aparatos no se parecen en nada a un avión.

Y que no te sorprenda tanto su existencia, pues si hacés memoria recordarás que a finales de la Segunda Guerra Mundial, los nazis pretendieron sin éxito aterrorizar a los ingleses con los V2, el manotón de ahogado de un Hitler que había conducido a Alemania a una derrota todavía peor y más vergonzosa que la de la primera guerra mundial. Pero, en fin, con ellos se inició la era de la cohetería  no tripulada. Le ponés una bomba atómica en la punta y lográs que no haya más guerras mundiales hasta que alguna generación encuentre la manera. Tampoco olvides que acá tenemos hasta una pista cerca del arroyo Carrasco, para los entusiastas de los avioncitos aerocontrolados.

La enorme desventaja de los cohetes consiste en que después que apretaste el botón, independientemente del resultado, perdiste un capital de millones de dólares.  Con los drones estás hablando de algo que lo podés utilizar una y otra vez, a menos que tu voluntad sea la de estrellarlo contra algo.

Ya dijimos para qué podría servir un dron, para bien o para mal. Pero no te me entusiasmes demasiado porque tienen unos cuantos inconvenientes, aún ahora que se supera el problema del precio. Si sos un militar exótico, de los que se apiada de la cruel vida en las trincheras que sufren los conscriptos, por ejemplo en la Guerra de las Malvinas, entonces tampoco confíes demasiado en dejarle la tarea a los drones pensando que ellos harán la tarea mientras vos  te tomás unos whiskies con los muchachos.

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Historia hasta los Predators

Los drones son fáciles de hackear interrumpiendo la comunicación entre el aparato y el que lo gobierna desde tierra. Eso ocurrió en Irak y Afganistán, cuando sus enemigos que no eran nada bobos, compraron un software para uso doméstico que cuesta apenas 25 dólares y los estrellaban o les encajaban un virus informático. De esa manera, entre otras, inmovilizaron una flota entera de “Predators” tan avanzados que podían partir desde 1.600 kilómetros de distancia cargados con cohetes de enorme capacidad destructiva.  Esos 25 dólares fueron suficientes para paralizar armas aéreas que costaron 40 millones de dólares cada una. Ni el maestro Tabárez hubiera sido capaz de tener semejante éxito. Lástima de tanta inteligencia y picardía utilizada para beneficiar a gente que no lo merecía. Que no lo merecía ni en uno ni en otro bando.

Drones militares en todos los tamaños y en todos los gustos, ¿a cuánta gente querés matar?

¿El nombre del software maldito? Increíblemente está disponible en la Wikipedia, seguro que porque ya encontraron la manera de neutralizarlo. Habría que ver si nuestra Tienda Inglesa también lo tuvo en cuenta. ¡Mirá la fiesta de chismes que se perderían esos programas argentinos para los cuales solo existe la farándula chonga y cornúpeta!

Como vos no te vas a gastar 40 millones de dólares para conseguir un dron que pueda volar con mal tiempo y desde algún lugar donde siempre estés a salvo (condición que imponen los militares con mando), tu dron de supermercado te servirá de poco en un día con mal tiempo y tampoco podrá volar largas distancias con su motorización a batería recargable. Pero, ¡qué pretendías por 799 dólares! Además, si vuela lejos, ya no lo tenés al alcance de tu i-fone. Además, cuando hay mal tiempo la vecina no toma sol.

Necesitarás un modelo un poco más sofisticado que el ofrecido a paparazzis que ganaron fortunas y  entonces tendrían dinero para pagarlo. Fue un avivado que construyó uno capaz de fotografiar  y filmar la boda ultrasecreta de Kim Kardashian con Kanye West, dos personajes por los que suspiraban los lectores de todas las revistas del corazón. Aseguran que los fotógrafos profesionales rechazaron por inmoral y facilongo, ese recurso aéreo… pero las fotos finalmente aparecieron sin identificación de autor.

Porque los tribunales suelen obligar a indemnizar la grosera invasión de la privacidad. Lo cual está bien solo hasta cierto punto que no debería abarcar a esas personas que se lo buscaron, porque viven pendientes de los fotógrafos chismosos. Tampoco debería comprender a  personas públicas como políticos y gobernantes. Hay naturalmente una frontera sutil entre el derecho a la intimidad y el  derecho de los ciudadanos a enterarse de las porquerías que se cometen con dinero del Estado, por ejemplo. Si impedis esto, no te digo que abortaste a la democracia, pero casi.

Más chiquitos y recontra chiquitos, ya sean reales o fantasías

Como ves, es una cosa delicada. Tampoco es cuestión de prohibir y hacerse cómplice del abuso de autoridad o de abuso oral con pasantes en la Casa Blanca. No se admiten drones en la Sala Oval, pero sí se permiten en la frontera entre Estados Unidos y México, donde ya están utilizando el RQ-9 Reaper, aparato que según la Wikipedia condujo a la detención de 4865 desgraciados indocumentados y 238 podridos traficantes de droga.

Parece un número impresionante para 10.000 horas de vuelo, pero la misma fuente te advierte que los restantes recursos utilizados por las autoridades fronterizas, permitieron en el mismo período, la captura de 327.577 personas. En lo que se lució el Reaper, es en que ese resultado lo logró con un costo de apenas 7.054 dólares que pidió el fabricante, contra los 1,2 millones (y los sueldos) que exigió la avioneta tripulada que hizo el mismo servicio.

Eso te da una idea de los gastos que podrían evitarse en nuestra vigilancia de playas con helicópteros, así como el servicio que podrían prestar en las fronteras.

Pero también hay riesgos, como hace notar el lector Bernardo Díaz, quien incluye un comentario en el cual arremete un poco contra el periodista y el medio, como es usual en estos tiempos,  pero que también aporta información sumamente interesante. Atraídos por lo que insertó en esta web, fuimos a su página de Facebook abierta a todo público y allí nos encontramos con la agradable sorpresa de buen material gráfico, aunque nos quedamos con hambre de descripción y relato.  Díaz alerta sobre el manejo de estos aparatos por parte de gente inexperta, sin ningún aprendizaje, lo cual podría causar accidentes de consideración.

Aguardamos alguna comunicación de él para ampliar como corresponde; pero mientras tanto nos gustó compartir como él  hace en su FB, algunas fotos que suponemos corresponden a uno de sus aparatos controlados a distancia. La otra es una espectacular toma aérea de Andresito, en Flores, departamento en el que reside. Bernardo.   Nuestras puertas están abiertas para recibir y difundir lo que él desee sobre una actividad por la cual lo felicitamos. Por comunicación privada ya nos dio alguna indicación complementaria que agradecemos.

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Diez drones como para tener pesadillas

Guillermo Pérez Rossel

http://es.wikipedia.org/wiki/Veh%C3%ADculo_a%C3%A9reo_no_tripulado

http://es.wikipedia.org/wiki/General_Atomics_MQ-1_Predator

http://es.wikipedia.org/wiki/Cohete_V2