Cabalgando hacia la libertad
Esto es algo que algunos no van a entender: siete días sin outlets, sin avisos estridentes en la tele, sin otra iluminación nocturna que las estrellas y las noctilucas.
Antes que nada dejame decirte que salvo alguna rara excepción, todos los que cabalgan son buena gente. Porque lo tenían en el cerno… o porque el caballo los adiestró. De manera que cabalgar durante siete días por encima de los más alucinantes paisajes del país se transformará en la mayor experiencia de tu vida y cuando sueltes el estribo por última vez, serás otra persona, otra persona mejor que antes de empezar la cabalgata.
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Más allá de que te costará volver a juntar las rodillas luego de siete días en una rutina de cuatro a siete horas por día, todo lo demás lo podrás guardar en tu memoria entre los mejores tesoros; el amor y el dinero lo podrás perder, pero este recuerdo nadie te lo podrá arrancar. Ahora, ¿por qué digo que es un viaje hacia la libertad? Esa es otra cosas para iniciados, no la podrá entender nadie que verdaderamente ame la libertad, desprecie la obediencia y haya pasado algún verano en Valizas, Aguas Dulces o Cabo Polonio.
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Escribo este artículo un poco avergonzado por el comentario que me dejó Mauro Ríos en una nota tan entusiasta como ésta, que escribí en homenaje de uno de sus competidores: “Huellas, Cabalgatas” (http://viajes.elpais.com.uy/2016/01/18/cabo-polonio-valizas-y-ombues-al-tranco/). Usé alguna foto de Cabalgatas Valiceras y dejé constancia, como moralmente corresponde, pero igual me pareció que quedé rabón. Con elegancia de caballero (eso es Mauro, literalmente), estampó: “¡Lindo! Las 2 primeras fotos son de Cabalgatas Valiceras, y su contacto es www.cabalgatasvaliceras.com.uy o al tel 099 574 685. Organizamos las mejores cabalgatas de la zona, pueden ver los comentarios en TripAdvisor. Invitamos al autor de este artículo a que nos conozca y se sume en una cabalgata valicera”.
Y Mauro agregó que organizaban cabalgatas todos los días, desde unas cortitas de medio día, hasta ésta que me dejó de boca abierta, de siete días completos a caballo.
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Mauro no reclamó nada, un caballero sabe cómo hacer que las cosas se corrijan sin ponerse estridente. Además, este tirón de una semana merece nota. Y como sé que nos acompañan lectores de todas las latitudes, agrego que los Valiceros son bilingües, justo lo que necesita un europeo, un estadounidense o un japonés, porque no es usual que les dé por aquí, pero en Valizas reciben con honores a todos, especialmente los orientales vengan de tan lejos como quieran, siempre que sean tan ilustrados como valientes, como los quería Artigas.
Entre los orientales, nadie mejor que el Chasque Francisco de los Santos para idealizar las cabalgatas de largo aliento. ¿Te tengo que decir que este héroe nació en la Vuelta del Palmar, a corta distancia de Valizas, que es el pueblito de donde saldrás al tranquito? De los Santos cabalgó unos 50 kilómetros por día para recorrer los 1.450 kilómetros que lo separaban de Río de Janeiro, transportando 4.000 patacones de oro (unos 20 k. de oro amonedado), todo lo que le quedaba a Artigas. Eso era para liberar a Lavalleja, Otorgues, Bernabé Rivera, Manuel Artigas y otros orientales prisioneros en la Isla das Cobras. ¿Existirá otro episodio más noble y heroico que éste? (http://viajes.elpais.com.uy/2013/02/14/los-cuatro-mil-patacones-de-artigas/)
Ahora supongamos que sos la antítesis del Chasque de los Santos y que ni siquiera te llevaron a los ponys del Parque Rodó. Entonces, desechá la idea de una cabalgata de siete días… ni siquiera te aconsejo una de dos días. Deberías alojarte en algún ranchito de Valizas o Aguas Dulces y comenzar con la Cabalgata de la Laguna, de medio día de duración. Cabalgarás hasta un peculiar monte de pinos que la gente del lugar llama “Monte oscuro” porque es muy cerrado. Desde ahí, vas al totoral que rodea la laguna y el grupo se detiene para disfrutar del paisaje que brinda la Laguna de Briosso, entre Valizas y Aguas Dulces. No hagas ruido, integrate al lugar y descubrí los animales y aves que te están mirando, con bastante confianza porque ven que venís acompañado por Mauro o alguno de sus ayudantes.
¿Cómo te quedó la asentadera? ¿Pudiste juntar las piernas nuevamente? Entonces mañana o pasado podés animarte a la más clásica de las cabalgatas, la que te lleva de ida y vuelta al Cabo Polonio a lo largo de todo un maravilloso día. Atravesás el arroyo, remontás las dunas y seguís por la playa de las Calaveras hasta llegar al Cabo Polonio, donde te invitan a una recorrida y descripción a pie, incluyendo el avistamiento de los lobos marinos, delfines y con suerte, alguna ballena. Subirás al faro y bajarás a tiempo para almorzar frente al mar, tranquilo y con amena sobremesa. ¿Un consejo? Rematá con un cafecito y un licor de butiá. A las 15.30 comienza el regreso, esta vez por la playa Sur, internándote en el monte y bordeando el arroyo hasta llegar a la Barra de Valizas.
Quizás ya estás pronto para la Cabalgata “Rocha a Pleno”, la de siete días… pero si planificaste bien, podés anotarte a una cabalgata que quedará en tu corazón para siempre, la de Luna Llena que necesariamente deberá coincidir con esa circunstancia astronómica. Puede que ahora ni te imagines las sensaciones de las olas lamiendo el borde del mar, el relumbrón de las noctilucas acompañando la cresta de la ola, el vertiginoso paso de los murciélagos en busca de insectos o flores, el sordo sonido de los cascos de tu caballo hundiéndose en la arena blanda y hasta algunos sonidos misteriosos, indescifrables hasta para Mauro, quien no se atreverá a desmentir que los produjo el espíritu del pirata Etienne Moreau, quien todavía ronda por el lugar donde lo mataron, provocando naufragios, todavía enojado por el ataque de la partida enviada por Bruno Mauricio de Zabala, solo porque estaba carneando unas vaquitas.
¿Vas a esperar a tu próximo veraneo en Valizas, comenzás con la de cinco días porque te coincide mejor el calendario, o te animás ya mismo a la proeza de los siete días? Para que puedas decidirte, te copio la descripción de la cabalgata por parte de los Valiceros, sin perjuicio de que encuentro algunas inconsistencias que Mauro seguramente podrá explicar cuando lo consultes.
Día 1- Este es el día destinado a llegar, relajarse y descubrir la Estancia Guardia del Monte… aquí almorzarás, recorrerás sus alrededores y será donde a la noche te alojarás. Tendrás reservada para ti una cálida habitación con antiguas paredes de piedra al estilo español, con estufita a leña y en contacto cercano con la naturaleza. Este establecimiento, mágico, está al lado de la Laguna de Castillos y te permitirá disfrutar de cabalgatas por su amplio entorno natural. Te aseguramos que vivirás la increíble paz del lugar.
Día 2- Este día desayunarás en la Estancia Guardia del Monte (mmm… imagina el aroma del café y el pan casero calentito conquistando poco a poco el ambiente campero!). Luego podrás dar un paseo por los alrededores y volver a almorzar ahí mismo. En ese recorrido, visitarás Los Palmares donde avistarás aves, andarás por los bañados, montes y praderas, te sorprenderás con el particular y único Monte de ombúes… También te llamará la atención un antiguo casco de los españoles, conocerás su emblemática pulpería y allí probarás el licor de butiá típico de Rocha. Volverás para cenar y descansar, y así seguir disfrutando del confort del interior de la estancia.
Día 3- Una vez que hayas cargado todas tus baterías con el rico desayuno, ensillaremos un caballo y comenzarás a disfrutar de la cabalgata hacia Valizas. Ahí te sorprenderás con las playas: arenas finas, aguas claras y mucha tranquilidad. Almorzarás en Barra de Valizas y a la tarde cabalgarás por la Laguna de Briozzo: un bosque y una laguna oculta en una playa. Después de esto, te llevaremos a cenar y a descansar a la Posada Valizas, un alojamiento especialmente pensado para quienes buscan tranquilidad y saben apreciar los pequeños placeres de la vida.
Día 4- Amanecerás en Barra de Valizas para desayunar, y una vez que tengas la pancita llena y el corazón contento, pensamos que ya estarás en condiciones de vivir la hermosísima cabalgata a Cabo Polonio… playas rodeadas por rocas y espectaculares dunas. Allí todo está pensado para que no haya nada más importante que la naturaleza: no hay calles pavimentadas, ni luz eléctrica, ni teléfono, ni agua corriente. Almorzarás en medio de este paraíso, y luego iniciaremos un recorrido guiado ¡con avistamiento de lobos marinos y aves incluido! Más tarde será la vuelta hacia la Posada Valizas. ¡Para descansar y al otro día volver a andar!
Un perfil de Punta del Diablo en excelente foto de http://www.portaldeldiablo.com.uy/
Día 5- A la mañana comenzarás a sentir el olorcito delicioso del desayuno, y una vez que lo pruebes, confirmarás tu sensación de que comienza un día genial y sobre todo muy intenso. Y así será, porque te daremos las riendas para cabalgar hasta Punta del Diablo… Como el trayecto llevará unas horitas, de camino haremos una parada para almorzar y luego seguiremos hacia este pueblo de artesanos y pesqueros, con ranchitos de colores y playas hermosas. Allí también pasarás la noche. Te enamorará.
Día 6- Luego de un rico desayuno en Punta del Diablo, cabalgarás hasta el Cerro Verde, una reserva de fauna en la que las estrellas son las tortugas (¡de seguro que te encantará conocerla!) Luego haremos un picnic en el Parque Nacional de Santa Teresa, un lugar que reúne palmares, coloridas aves, curiosas rocas… Luego de esta experiencia de comunión con el entorno, cabalgarás de nuevo en dirección a Punta del Diablo… En donde podrás cenar y descansar para recuperar energías para el último día de disfrute rochense (para entonces, ¡es muy probable que ya estés planificando la fecha de regreso a Rocha! ¡Créenos, en esta semana te habrán quedado muuuchas cosas pendientes por ver!
Día 7- Podrás desayunar en Punta del Diablo y después disfrutar de tu deseada cabalgata… La que tendrá como destino la Laguna Negra. A la vuelta al pueblo, harás un repaso mental por todas las experiencias mágicas que viviste en los últimos días y sentirás una sensación de libertad de la que te será difícil desprenderte para siempre… De forma que luego de almorzar, confiamos en que nos despidamos diciendo: “hasta la próxima”.
Ahora, una advertencia. Dicen que Mauro (avanzado estudiante de medicina veterinaria) es un gran tipo, lo asegura gente de todos los países… pero parece que si ve a alguien maltratando a un caballo, sacando una escopeta para cazar, o bebiendo sin moderación… se nos pone como loco y saca esa furia rochense, que te pone en vereda “isofato”, pero con perfecta sintaxis y apegado a la gramática académica, con el “tú ven para acá y tu vete para allá”, que ningún otro rioplatense puede esgrimir sin quedar en ridículo. Porque acá, señores, se habla un español que ya querrían saberse los peninsulares, tan castizos que se creen. Y esa cuestión cultural, viene de regalo con cada cabalgata y con cada día que pases en Valizas o en cualquier lugar del queridísimo departamento.
Una última información. Lo primero que hace Mauro (o sus valiceros) antes de iniciar una cabalgata, es examinarte para asignarte al caballo más adecuado para vos. No te me pongas en exquisito, que la cosa es al revés; pues se trata de que el caballo se encargue de vos… y no al revés. Los caballos son mansos, pero no son sumisos, eso sería contrario a su naturaleza. Así que no se te ocurra clavarles los talones ni tratarlos despiadadamente, porque recibirás la lección merecida sin necesidad de que intervenga Mauro.
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Guillermo Pérez Rossel
http://cabalgatasvaliceras.com.uy/
Itinerarios y costos: http://cabalgatasvaliceras.com.uy/wp-content/uploads/2014/02/Cabalgatas_Valiceras-Pu–blico-2015-2016ES.pdf