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En tren por la ruta de la seda

 

Podrías ir en  camello, como Marco Polo, pero es mucho más jorobado. En avión no tiene gracia, te perdés todas las apasionantes escalas.

Este viaje alucinante al que te estoy invitando para hacer un paseo de ojito, comienza con un mail de mi querida amiga Yonka Bakardjieva, una encantadora búlgara que también organiza viajes guiados por su país, donde ella es una destacada dirigente turística. Resulta que Yonka forma parte de algo que es como una confederación artiguista, pero de operadores turísticos. Se llama Agama y tiene sede, no capital, en Barcelona.

Entonces, como entre ella y yo hemos escrito varios artículos sobre Bulgaria, ahora le toca el turno al fascinante trayecto en tren entre Moscú (o San Petersburgo) y Beijing. Por si querés repasar, acá hay uno escrito por ella (http://viajes.elpais.com.uy/2011/10/28/con-yonka-por-la-montana-bulgara/)  y otro escrito por mí (http://viajes.elpais.com.uy/2013/03/02/probar-slivovitza-e-ir-a-los-balcanes/).

Ahora volvamos al tema, la Ruta de la Seda, ésta ruta de la seda porque hay varias, tiene muchos kilómetros, unos 10.000 para ser precisos. Por esa ruta se fue construyendo la historia de un mundo más integrado, donde las culturas comenzaban a influir unas sobre otras. Pero en un tren como el Golden Eagle (estamos hablando de la versión superlujo del Transiberiano), nadie tiene apuro por llegar. Y alcanzame otro champagne bien frío, con esas copitas de caviar y las tostaditas, por favor.

Imagen de previsualización de YouTube

http://www.youtube.com/watch?v=PteNebmwv6g

En este video tenés una descripción que quizás aclare muchas de las dudas que podrías tener.

La primera observación: esta no es una excursión ni para muchachos (no encontrarás un lugar para bailar hasta tu regreso) ni para tarambanas (pasarás tres semanas sin saber quién le metió los cuernos a quien en la farándula porteña). Sólo verás historia, montañas y desiertos, y por el camino te hablarán de cómo en Merv –un oasis donde se detenían todas las caravanas–, todas las religiones del mundo, incluyendo las zoroastrianas, podían convivir en paz, porque desde siempre, todo eso del espíritu está muy bien, pero si aparece ese mercado y consumismo del que ahora se va a protestar hasta en la ONU, entonces hasta la intolerancia queda en suspenso. Como consecuencia, Merv es un museo que registra el pensamiento de aquellos mercaderes que hacían camino al andar. Ojalá los muchachos se interesaran por esas cosas…

Andá mirando las imágenes que son de no poder creer y de no poder pagar. Si te anotás en la versión económica, son 15.995 euros, pero tenés que considerar que estamos hablando de tres semanas de estadía en una cosa que rueda, pero en realidad es un cinco estrellas que no se las regalaron, sino que se las ganaron no solo con todos los lujos que ofrecen y con toda la atención personalizada que te dan. Y si todavía no te convencí, andá mirando esa azafata. Las rusas están cada día más lindas. ¿No tenés problema con la plata? Entonces, por 27.000 euros podés viajar en una suite imperial, a bordo de un ferrocarril.

Volviendo a las azafatas, que no es un tema menor, no te puedo asegurar que tengan el mismo uniforme las que te atenderán en el otro tren, que es el Shangri-La y no tiene nada que envidiarle al Golden Eagle.  Te confieso que no me queda muy claro cuáles son las fotos de uno y de otro, pero si te sacás el Cinco de Oro o si decidís no llevarte al jonca esa plata que tenés guardada y no te da placer, averiguá por tu cuenta en http://www.senorespasajeros.es/Viatjes.aspx?VerViajes=7 , que es una web subsidiaria de http://www.agama.net/bulc.htm.

Dice la promoción, que la «Ruta de la Seda» en su versión ferroviaria, «se extiende como una cinta de acero, para conectar desde el este hasta el oeste. Desde Moscú en los Urales, a través de las estepas rusas y junto a la orilla del lago de agua dulce más grande del mundo, el lago Baikal, hasta Vladivostok, pasando por diferentes zonas horarias y recorriendo más de 10.000 Kms».  El tren se compone de once vagones con cabinas tipo Silver, Gold, y las recientemente inauguradas en el 2012, las Imperial Suites.

Para que tengas una idea de lo exclusivo que es este convoy ferroviario, te contamos que sólo hay lugar para 80 pasajeros. Y no te extrañe que de pronto el convoy se detenga en medio de la nada, porque en un pueblito folklórico a reventar, se les ocurrió agasajar a los pasajeros con un banquete y alguna fiesta tradicional. En resumen, esto no se parece a nada, es absolutamente original y hasta por momentos un poco impredecible… lo que no quiere decir que el confort no esté asegurado todo el tiempo.

El Shangri-L´Express es el otro tren al que tendrás que mudarte cuando llegues a la frontera con China, porque los líos entre Mao y Stalin podrán ser historia, pero todavía hay vestigios como éste. ¿Se acuerdan cuando papacito Stalin comenzaba a hablar amenazadoramente de sus bombas atómicas y Mao sonreía filosóficamente y sacaba cuentas de cuántos días le insumiría a los chinos invadir por completo a la Unión Soviética si se ponían a caminar cuando él se los ordenara? Y eso calculando una bomba atómica por día contra China, con todo su efecto devastador. Bué, ahora tenemos otras cosas por las que preocuparnos, pero estos dos dieron mucho que hablar hasta que la historia les caminó por arriba. A ellos y a muchos más, porque la historia tiene eso: no reconoce ideologías y nadie la puede parar.

De manera que cuando llegás a China, no podés continuar en el tren ruso. Y capaz que te hablan de trochas y gálibos, pero ya sabés que estas historias son necesarias para mucha gente. El tren chino tiene 12 vagones y puede transportar hasta 100 pasajeros con un lujo semejante. No problem, no habrá veinte cabinas vacías, en el lugar están esperando pasajeros que la quisieron hacer más corta.

Las cabinas chinas tienen nada menos que 3,6 metros cuadrados… pero el lavabo es compartido con otra cabina y las duchas están al final de cada vagón. Como compensación, tiene un descomunal vagón panorámico donde podrás sacar fotos que tus amigos creerán inventadas con photoshop. ¡Ahhh! también tienen piano bar y el chef te puede dar vuelta los ojos.

En definitiva, el tren chino también es un cinco estrellas, pero los rusos les ganaron una el año pasado con las «Imperial Suites» que tienen 11 metros cuadrados, duchas de hidromasaje, calefacción por losa radiante, y podés comer principescamente en tu cabina. Lo cual sería un gigantesco desperdicio, pues lo mejor de lo mejor de esta excursión es conversar con los otros pasajeros cuando el paisaje se pone un poco monótono. Serán amistades para toda la vida y con experiencias que solo ustedes podrán compartir.

Me había olvidado de comentarte que te dan un albornoz, zapatillas y artículos de tocador que te acompañarán en el viaje, que tendrás mayordomo y lavandería, naturalmente minibar para servirte a discreción, televisor plasma, en fin… Y no creas que es peor la Gold Class, salvo por el hecho de que tiene siete metros cuadrados. Eso sí, no te dan el albornoz y las zapatillas, pero tenés ducha de hidromasaje. La Silver Class tiene 5,5 metros cuadrados y camas tipo litera, pero comodidades semejantes a la Gold Class.

¿La mala noticia? En varios tramos los teléfonos y las computadoras se quedan sin conexión satelital, lo mismo que la TV. Todos tus aparatos los podés enchufar y recargar en tu cabina, donde hay café (y agua para el mate) en todo momento.

Bien, basta de trenes, te voy a copiar el itinerario completo pues contiene descripciones de los lugares increíbles por los que vas a pasar y en alguna ocasión, pernoctar y recorrer pausadamente, pues esto es como un crucero en seco, para y los pasajeros desembarcan para hacer paseos.

Día 1: Moscú

Tras llegar al punto de encuentro (en el aeropuerto internacional de Moscú), serán trasladados al hotel de cinco estrellas Marriot Royal Aurora (o similar) situado en el corazón de esta vibrante ciudad donde pasarán la primera noche. Disfrutamos de una recepción de bienvenida y cenaremos en el hotel donde harán un primer contacto con todos los amigos con los que compartiremos este legendario viaje en los próximos días.

 

Días 2 y 3: Moscú

Durante dos días disfrutamos de Moscú, la capital de Rusia y nos dedicamos a conocer la Plaza Roja y el Kremlin con la famosa Catedral de San Basilio, famosa por las cúpulas de múltiples colores, el Museo de Historia o el GUM, uno de los centros comerciales más grandes del mundo, construido en época soviética encima del antiguo mercado de víveres de la Plaza Roja. También tenemos tiempo libre para realizar algunas compras. A última hora de la tarde del día 3 nos trasladamos a nuestro tren privado Golden Eagle Trans-Siberian Express y dedicamos un rato a instalarnos en las confortables y elegantes cabinas. Disfrutaremos de la primer cena a bordo del tren en uno de sus modernos coches restaurante.

 

Día 4: Volgogrado

Llegamos a Volgogrado, denominada en el período de la Unión Soviética como Stalingrado, situada a la orilla de uno de los ríos más emblemáticos de este gran país, el Volga, y rodeada por yacimientos de petróleo. Una ciudad llena de historia donde se decidió el resultado de la Segunda Guerra Mundial, al tener lugar su batalla más cruenta: cerca de 2 millones de personas entre militares y civiles murieron durante los nueve meses (entre junio de 1942 y febrero de 1943) que duró el asedio del ejército nazi y la contraofensiva soviética que acabó con las esperanzas alemanas de ganar la guerra.

Actualmente esta ciudad mantiene vivo el recuerdo de este evento y podemos visitar el complejo Mamaev Kurgan, situado en lo alto de la colina del mismo nombre que domina toda la ciudad, convertido en un gran monumento conmemorativo de esta batalla con la estatua alegórica La Madre Patria llama (Rodina Mat ‘Zovyot), un mausoleo y un interesante museo. De vuelta al tren podemos pasar la velada disfrutando de la música del piano mientras conversamos y tomamos una copa con los amigos en nuestro coche bar.

 

Día 5: Karakum

Durante el día disfrutamos del relax y la belleza de los paisajes a bordo de nuestro tren Golden Eagle Trans-Siberian Express mientras nos dirigimos a través del desierto del Karakum en el corazón de la nueva república independiente de Kazajistán. Además de las breves paradas que nos permiten conocer de primera mano algunas poblaciones, tenemos la posibilidad de pasar el rato en el coche bar, disfrutar de la lectura, conversar con otros pasajeros y quizás tener nuestra primera lección de lengua rusa.

Día 6: Khiva

Llegamos a Urgench, en el extremo oeste de Uzbekistán. A pocos kilómetros se encuentra Khiva, una de las ciudades más importantes de la Ruta de la Seda, cruce de las rutas entre Mongolia, Persia, Rusia y China y patrimonio de la UNESCO desde el año 1991 en el marco de la celebración de sus 2500 años de antigüedad. La ciudadela amurallada de Ichon Qala es uno de los conjuntos artísticos y arquitectónicos más importantes en todo el mundo. Mezquitas, torres, minaretes esperan a los viajeros desde hace siglos y podremos descubrir fragmentos de la historia con sólo atravesar alguna de sus cuatro puertas: La mezquita Djuma (del siglo X que conserva 112 columnas de madera de una belleza excepcional), el minarete Kalta Minor lleno de leyendas, la fortaleza de Kunya Ark o el minarete Islam Khodja. En total más de 50 monumentos y 250 edificios históricos.

 

Día 7: Aixkhabad

Llegamos la capital de Turkmenistán, una moderna y gran ciudad en medio del desierto de Karakum, que no sólo nos atrae por sus modernos edificios, sino que nos sorprende por la veneración – un extremista culto a la persona, común en todo el país -, por el presidente Saparmurat Niyazov, conocido como Turkmenbashi (el líder de los turkmenos) y muerto a finales del año 2006. El paisaje de los alrededores de Aixkhabad es de una belleza exquisita que no olvidaremos.

 

Día 8: Merv

Llegamos a Mary a primera hora de la mañana y de allí en autobús vamos a visitar la antigua ciudad de Merv, una de las ciudades-oasis más importantes de toda la Ruta de la Seda, que durante el siglo XII fue la ciudad más poblada de todo el mundo. En nuestra visita podemos descubrir su historia llena de riquezas tanto materiales como espirituales. En las plazas y calles se mezclaban todo tipo de productos (seda, cueros, jade, especias, etc …), todas las religiones (nestorianos, musulmanes , budistas o zoroastrianos) y decenas de lenguas y tradiciones. Sin embargo, el año 1221 el hijo de Gengis Khan la arrasó y nunca volvió a tener el empuje anterior y, finalmente, el año 1794 el emir de Bujara certificó su muerte al destruir la toma de agua que daba vida a la ciudad. Tras conocer los secretos de esta ciudad volveremos al tren para cenar. http://www.senorespasajeros.es/Viatjes.aspx?VerViajes=7

Día 9: Bukhara

Llegamos al paraíso en la tierra como la llamaban los antiguos poetas, la bella Bukhara, el oasis más grande de todo Uzbekistán. Al igual que Khiva, la UNESCO ha financiado la recuperación del patrimonio artístico y arquitectónico de esta ciudad con motivo de su 2500 aniversario que tuvo lugar en el año 1999. La visita a esta antigua ciudad es una experiencia única: sus callejuelas de arena nos guían entre casas de paredes encaladas y pequeñas plazas llenas de luz y silencio, sólo roto por las risas de los niños, los gritos de los vendedores o por el agua de las fuentes. Visitamos el Ark, la residencia fortificada de los antiguos Khan (emires) de la ciudad, podemos hacer compras en cualquiera de los tres bazares cubiertos, o ver la obra de los miniaturistas. Comeremos en una de las medersa (antiguas escuelas coránicas con una decoración inigualable) y podemos descansar en Labi-Hauz, el idílico y fresco lugar de encuentro de los lugareños. Por la tarde salimos a las afueras de la ciudad para visitar el Palacio del Emir Sitorai-Mokhi-Khosa (de la Luna y de las Estrellas).

Día 10: Samarcanda

Profetas, viajeros, emperadores, literatos y músicos han alabado la belleza de esta joya del mundo islámico, Samarcanda. Por sus plazas ha paseado Marco Polo, Amir Timur (Tamerlán) que la convirtió en la capital de su imperio, Alejandro Magno o Rui González de Clavijo. Fundada en el siglo VI aC ha sido y es una de las ciudades más importantes de Asia como comprobamos al visitar la plaza del Registan, la Mezquita de Bibi Khanym, el Observatorio de Ulugh Beg o el mausoleo de Shah-i-Zinder , ejemplo destacado de la arquitectura timúrida. Después de cenar visitamos por última vez el Registan mientras se hace de noche y seguro es, en este rincón de la ciudad, donde encontramos el sentido de las palabras del poeta Omar Jayyam: Samarcanda, el rostro más bello que la tierra le ha devuelto nunca al sol . Poco después partimos en nuestro tren.

 

Día 11: Tashkent

Llegamos a la capital de Uzbekistán, Tashkent, una ciudad que mezcla la tradición islámica con la expansión urbanística moderna. Durante la mañana tenemos la ocasión de visitar el centro de la ciudad donde encontramos el Museo Nacional de Amir Timur, el palacio del Príncipe Romanov, el Alisher Navoi Opera, el Chorsu Baaz o el céntrico parque llamado coloquialmente Broadway . Volvemos al tren para comer y pasamos la tarde a bordo mientras aprovechamos para relacionarnos con el resto de pasajeros o participamos en alguna de las actividades y conferencias dedicadas a conocer más detalladamente la cultura y la historia de Asia Central.

Día 12: Alma-Ata

Poco antes de comer llegamos a la ciudad más grande de Kazajistán, Alma-Ata, capital del país hasta el año 1998 y sede de los Juegos de Invierno de Asia en el año 2011. Situada en un lugar inmejorable en los pies de las montañas celestiales del Tian Shan tenemos la oportunidad de conocer la famosa hospitalidad nómada comiendo en una yurta, el hogar tradicional de este pueblo. Esta es la última noche en el Golden Eagle Trans-Siberian Express y lo celebramos con un banquete de despedida.

 

Día 13: Cruzando a China

Finalmente, cruzamos la frontera entre Kazajstán y China, donde nos espera otro tren de lujo, el Shangri-La Express. Hoy es un día donde hay que tener un poco de paciencia (dedicamos unas cinco horas a trámites aduaneros y al cambio de tren) Podemos ir conociendo los servicios y las características del nuevo tren que nos acogerá el resto del viaje. Aprovechamos para instalarnos en nuestras cabinas y por la noche disfrutaremos de una cena de bienvenida con las mejores especialidades de la cocina china.

Día 14: Urumchi

Llegamos por la mañana a Urumchi, la capital de la provincia autónoma china de Xinjiang, la patria de los iugures, uno de los pueblos con más historia de Asia. Una ciudad moderna considerada la más alejada de un océano en todo el mundo (se encuentra a 2.250 km) y donde se puede descubrir una interesante mezcla de etnias: uigures, hans, kazajos, pakistaníes y rusos. Después de comer en el tren visitamos Turfan, el lugar más bajo de China (154 metros bajo el nivel del mar), la ciudad de la uva y del karez y a pocos kilómetros se encuentran las Montañas en llamas que por su color nos muestran un paisaje sobrenatural.

Día 15: Dunhuang

Después de comer en Liuyang llegamos a la pequeña ciudad de Dunhuang, una parada imprescindible en nuestra Ruta de la Seda donde visitamos las Cuevas de Mogao, un complejo fascinante de casi 500 cuevas y grutas decoradas con esculturas o murales de arte religioso budista. Fue en estas cuevas donde Sir Marc Laurel Stein explorador y orientalista de principios del siglo XX redescubrió el libro impreso más antiguo del mundo, El Sutra del Diamante, actualmente en la British Library de Londres. Por la tarde, damos un paseo en camello por el desierto del Gobi hasta llegar a una de sus maravillas naturales: Yueyaquan, el Lago de Media Luna. Esta noche cenaremos y disfrutaremos de una actuación folclórica local en este mágico escenario.

 

Día 16: Jiayuguan

Esta mañana llegamos a Jiayuguan en el histórico corredor de Hexi. Esta ciudad es un antiguo enclave de la etnia china Han que se convirtió desde el año 1372, al inicio de la dinastía Ming, en el extremo occidental de la Gran Muralla, punto de encuentro de los mercaderes y viajeros de la Ruta de la seda y puerta de entrada al Imperio chino. Por la tarde, continuamos el viaje en el Shangri-La Express y podemos continuar observando la Gran Muralla china desde las ventanas de nuestro vagón.

Día 17: Xian

Llegamos al mediodía a la antigua capital imperial de Xian, final de la histórica Ruta de la Seda. Nuestra visita a la ciudad nos permite disfrutar de la Gran Mezquita, la Gran Pagoda de la Oca Salvaje y las murallas de la ciudad (con una extensión actual conservada de 14 km y considerada un modelo de construcción militar clásica). Por la tarde, nos acercamos al Mausoleo del Primer Emperador Qing (Qing Shi Huangdi) donde se encuentra el internacionalmente famoso Ejército de Guerreros de Terracota, quizás el complejo arqueológico más importante descubierto en el siglo XX. El ejército está formado por unas 8.000 figuras distribuidas en formación de batalla en 4 fosas diferentes donde cada escultura es una pieza única de guerreros de diferentes estamentos (caballería, arqueros, infantería, etc.) Y también de caballos, de sirvientes o de malabaristas . Por la noche volvemos a Xian a cenar ya disfrutar de la representación de un espectáculo de la dinastía Tang.

 

Día 18: Beijing

Hoy pasamos nuestro último día a bordo del Shangri-La Express mientras continuamos nuestro camino en dirección norte hacia la capital de China, Pekín, sede de los Juegos Olímpicos 2008 donde llegamos a primera hora de la tarde. Habiendo viajado 11.226 km desde Moscú es el momento de decir adiós a nuestra tripulación y al tren que nos ha llevado por toda Asia. Esta noche ya dormimos en el hotel de cinco estrellas Regent Hotel donde cenamos y quedamos durante tres noches.

Días 19 – 21: Pekín

Durante estos dos días visitamos los principales monumentos de la ciudad de Pekín como la Ciudad Prohibida, la plaza de Tiananmen, el Templo del Cielo, el Palacio de Verano y otros lugares llenos de historia y tradición. Aprovecharemos también para visitar la Gran Muralla en su tramo de Badaling y las Tumbas Imperiales de la dinastía Ming y Qing que se encuentran en los alrededores de la gran y moderna ciudad, en continua transformación. Finalmente, el día 21 se proporcionan los traslados al aeropuerto para tomar los vuelos de regreso a casa.

Guillermo Pérez Rossel