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Nos habíamos olvidado de las Noctilucas

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Escribimos sobre tantas cosas que a veces nos olvidamos de una de las  más espectaculares que tenemos en Uruguay y que la creciente contaminación nos está robando.

Ya son una sombra de las que conocí en mi juventud… y no te hablo de deserticas playas de Rocha, sino de la mismísima playa Malvín. Antes como ahora, hay gente que queda pasnada cuando le hablás de este maravilloso fenómeno.

Por supuesto, también hay noctilucas en otros países, pero ¿qué querés que te diga?, como las de Uruguay, no hay, y esto no lo digo de patriotero sino porque dudo que en otro lugar haya noctilucas hasta en la sopa, como hay acá. Reconozcamos que hay noctilucas en otros lugares, pero nunca más que acá… y las de acá son las nuestras.

Si no te enteraste, es porque cuando cae la noche solo salís para “la previa” ;  no se te ocurre ir a la playa ni a pescar a la encandilada.  Pues bien, no sabés lo que te perdés, no solo por las noctilucas, sino también por la encandilada. Puede que a la vuelta de algún bailongo, cuando pasás disparado por la rambla de Malvín, te llame la atención lo mágicamente iluminada que está la playa y el agua en el exacto lugar donde rompe la ola.

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Pues bien, esas son las noctilucas, y son noctilucas tan potentes que a diferencia de las que pueden verse en otros países, se aprecian aún con  la iluminación restallante de la rambla, en plena ciudad. ¡Imaginate si te arrimaras a la orilla o, mejor aún, si te agarra un noctilucazo en la Barra de Valizas, donde si algún rancho prendió un farol o ya puso electricidad, está como a 100 metros del escenario donde están ofreciendo su  mejor espectáculo, millones de “protistas dinoflagelados de la clase Noctiluciphyceae, del orden Noctilucales”. Si no pongo la nomenclatura científica que encontré en la Wikipedia, hay gente que se me enoja.

En Valizas fue donde se nos quedó impresionadísimo el Fefo Bouvier, un fotógrafo coloniense de los que encontrás uno cada diez mil. Tomó una fotografía como la que publicamos y escribió la preciosura que reiteramos tal cual, un poco más abajo.  Eso fue lo que nos enfrentó a la realidad de que no le habíamos dedicado ni una línea a las noctilucas. Es una historia profundamente sencilla de lo que le ocurre a la gente sensible cuando se enfrenta por primera vez con este espectáculo.

Pero si sos sensible, si estás en una playa totalmente desierta, si todavía no salió la luna y el escenario sólo está iluminado por la vía láctea y por las noctilucas, tomalo como una orden terminante de la naturaleza:  sacate toda  la ropa y tirate al agua para nadar junto con estos bichitos de tamaño insignificante, que no te harán ningún daño ni se te meterán por ningún orificio. Te lo digo porque yo lo hice; lo hice varias veces hasta que me alcanzó la podrida vejez y no lo pude hacer más. Disfrutá ahora, porque tomar la comunión con la naturaleza, es compartir una de las cosas más sagradas que alguien o Algo nos ha confiado. O que la casualidad y la causalidad creó para nosotros.

Mis mejores recuerdos de nadar con noctilucas los tengo de hace muchos años, cuando acampaba en la desierta la loma de Punta Ballena del lado de Portezuelo, cuando todavía nadie denominaba Solanas a esa playa.  Allí había (hay, pero ahora son casi inalcanzables ¡qué atentado a la uruguayez!) unas grutas donde goteaba un hilo de agua potable y nosotros éramos acampantes salvajes. Cuando veía el relumbrón, dejaba el abrigo de la carpa y me tiraba al agua nadando con grandes brazadas, que es la mejor manera de hacer estallar las noctilucas. ¡Qué manera de brillar hasta en los antebrazos y en el cuerpo mojado al salir del agua! En cada vello de los brazos, tenía pequeñas linternitas.

¿Porqué se encienden las noctilucas? La noctiluca no se enciende con nada, ¡mirá que sorpresa!. La que ilumina es un alga con la que hace simbiosis y esa alga es la que tiene una enzima que, cuando reacciona con el oxígeno (en las brazadas, por ejemplo), provoca un destello de luz. Eso es lo que asegura la Wikipedia, en una entrada decepcionantemente escueta, y es lo que coincide con mi experiencia personal… que habré tenido hace mucho tiempo, pero es inolvidable hasta en los mínimos detalles.

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La música y una muestra de que hay otros lugares, pero creeme que las noctilucas de acá brillán igual o más que estas… según la noche y si te lo merecés.

Hay teorías al respecto, especialmente en Valizas donde la laguna de Castillos se abalanza repleta de camarones por el arroyo para alcanzar el mar. Se habla del tema en esas noches sin televisión, donde la gente vuelve a ser gregaria y se comunica a propósito de las noctilucas. Dice el dueño del farol que antes de los dinosaurios , las noctilucas y sus algas asociadas  ya se defendían de sus depredadores emitiendo luz que los ponía al descubierto antes del mordiscón.

 Actualmente el depredador es el camarón que viene en patota por el arroyo Valizas y entonces, cuando están iluminando mucho, hay que agarrar las redes y salir con latas para la desembocadura. Pero no hay mucha evidencia de que esto sea así. Según la Wikipedia, las fosilizaciones indican que los dinoflagelados están en el mundo desde al menos el período Triásico, hace 245 millones de años. Prosperaron y se diversificaron a partir del Jurásico medio, pero todo lo demás es discutible.

El aporte de una experta consultada por El País (http://historico.elpais.com.uy/suple/ds/13/03/24/sds_704614.asp):

Justamente ahora, durante marzo y abril, se ubica la época en que este fenómeno se vuelve más frecuente y en el que, por ende, más curiosos se acercan a la orilla del mar para intentar captarlo. «Es una de las experiencias nocturnas más lindas para un turista en el verano: zambullirse en un lugar donde hay noctilucas o ver su bioluminiscencia en la rompiente», admite Graciela Fabiano, técnica en el laboratorio de La Paloma de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (Dinara).

La experta indica, con más base científica, qué son estos organismos cuya característica más conocida es su capacidad de «iluminar» el mar. «Las noctilucas son dinoflagelados de gran porte (miden alrededor de un milímetro). Se alimentan de plancton vegetal y también zooplancton (huevos, larvas, etcétera). Dan lugar a fenómenos de marea roja, pero no las que habitualmente identificamos como mareas rojas tóxicas y que determinan vedas de consumo de moluscos». De hecho, durante el día, estos dinoflagelados pueden visualizarse como grandes manchas rojas en el agua, «de un rojo que se confunde con la pintura de los cascos de los barcos», compara Fabiano. Cuando se las molesta es que emiten una luz verdosa. Tienen unos orgánulos dentro en los que se producen reacciones bioquímicas que generan una luz visible. Debo hacer la precisión de que en mi experiencia personal, rara vez vi manchas en el agua durante mis banos con noctilucas.

El motivo por el cual gastan la energía que tanto le cuesta conseguir para iluminar su alrededor es desconocido. No tienen órganos sensibles a la luz, lo que significa que no lo hacen para poder verse ni para realizar señales. Una hipótesis es que lo hacen para protegerse de sus depredadores, como los camarones. Al iluminar las aguas, los dejan a la vista de peces que se los puedan comer.

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«Noctilucas bioluminiscentes bajo el brillo de la vía láctea en Valizas, Rocha, UY.» Acá es donde transcribimos la entrada del fotógrafo Fefo Bouvier em http://www.fefobouvier.com.

No se me ha hecho fácil compartir esta foto, debo decirles. En primer lugar…, ni yo creí que podía fotografiar algo así en Uruguay (me refiero a las noctilucas y a la vía láctea juntas). Segundo, porque creo (y puedo estar equivocado) que esta foto es única en Uruguay.

Era el primer día que llegaba a Valizas para hacer un trabajo fotográfico, así que salí a caminar y a charlar con la gente del pueblo para que me aconsejen sobre los mejores lugares para fotografiar. Todos y cada uno de ellos me habló de las dunas, del monte de ombúes, de cabo polonio, del cielo, etc… pero nadie me hablaba de las noctilucas. Fue sólo cuando me encontraba charlando con la cajera del supermercado cuando una señora que estaba detrás mío en la fila afortunadamente interrumpe la conversación para hacerme saber de las noctilucas… siempre estaré agradecido con ella.

Otra foto de Bouvier, esta vez de Colonia, como para que aprecies su arte.

Me costó tres noches animarme a bajar solo a la oscura y fría playa… la primera, caminé algunas cuadras a la medianoche, pero el silencio y la oscuridad absoluta de la noche sin luna me hicieron volver atrás a la seguridad de la casita. La segunda noche, estuve por quince minutos en la playa, con ese cielo increíble sobre mi cabeza, con infinidad de estrellas, el ruido del océano al romper las olas y el viento… otra vez la soledad me haría volverme rápido… pero fue la tercera noche que por fin pude convencerme de que no había nada allí, ni personas, ni animales, ni nada… solo un increíble marco natural que por el respeto que me generaba, me daba miedo. Entonces hice un pacto con la naturaleza y me dejé llevar… ahí fue cuando empezé a relajarme y probar diferentes tomas del cielo y las noctilucas, que mientras esperaba la larga exposición de la fotografía arrastraba el pié por la arena mojada haciéndola brillar mágicamente…

Para los que no entienden qué está sucediendo en esta foto debajo, déjenme explicarles. En gran parte de la costa atlántica del Uruguay, existen unos bichitos llamados «Noctilucas», protistas unicelulares, que cuando son alteradas emiten bioluminiscencia. La franja azul en la foto son estas noctilucas brillando donde la ola rompía. El horizonte oscuro se puede ver un poquito más arriba de esta franja de luz y en la parte inferior de la fotografía está la orilla levemente iluminada por las noctilucas. Arriba en el cielo, la vía láctea como se puede apreciar en una fotografía cuando no hay contaminación lumínica ni luna.”

Que conste que no transcribimos de caraduras, sino porque nos pareció una experiencia muy vívida de alguien acreditado, tan agradecido con la naturaleza que estampó junto al artículo y la foto: “Eres libre de compartir si te gusta, dando los créditos a Fefo Bouvier”.

 Guillermo Pérez Rossel

http://www.iluminet.com/noctilucas-las-luces-de-la-costa/

http://historico.elpais.com.uy/suplemento/ds/la-noche-de-las-luces-en-la-costa/sds_704614_130324.html

http://es.wikipedia.org/wiki/Noctiluca