Islas Salomón
Si en Uruguay hay agencias de viaje que te llevarían hasta la punta del Himalaya, también te pueden arreglar un viaje a las Islas Salomón.
Aclaremos que es un destino caro, pues casi todo lo que consume un turista hay que traerlo del continente. Como consecuencia el presupuesto de una semana hay que calcularlo en el orden de los 2.590 euros según estima «EasyViajar.com». Continuemos con las contras. El viaje es muy largo y con escalas, se llega agotado. En la isla se hablan 89 lenguas y no podrás recorrer todas las islas del archipiélago, pues son 990 … aunque a las mas chiquitas ni las cuentan.
¿Ya te desanimaste? No te apures, todo lo demás es fantástico, aunque solo para quienes les gusten las playas desiertas, la vida indígena en plenitud, el snorkel, kayak, caminatas románticas por la orilla del mar o los trayectos selváticos hasta cascadas de película. También podés comprar oro más barato que en otros lados, si te da por ahí.
Ya en las islas encontrarás hoteles de todas las categorías aunque siempre con apariencia rústica. Los más lujosos (hasta 1.100 euros por día) tienen salas de congresos, pues hay corporaciones que pueden darse esos gustos. También hay varias agencias de turismo que ofrecen paseos colectivos o individuales, como podrás ver en los hipervínculos que publicamos al final.
Si llegaste a la isla de Guadalcanal te ofrecerán una expedición en la que no verás ni la sombra de Anthony Queen y otros héroes militares cinematográficos, pero si tanques invadidos por la vegetación tropical, tumbas de los que sí estuvieron ellí y todo tipo de vestigios de una de las batallas más sangrientas y prolongadas de la Segunda Guerra Mundial. Costó cerca de 38.000 vidas y los recuerdos no se encuentran solo en Guadalcanal sino en casi todas las islas.
Esto incluye el fondo marino de aguas increíblemente transparentes, interrumpidos por formaciones coralíferas que los indígenas cuidan celosamente. Allí reposan aviones y barcos de guerra de ambos bandos, mientras en las costas pueden verse los cementerios que recuerdan lo peor de la raza humana; la civilizada.
Tulagi era la capital de este archipiélago de la Melanesia hasta que fue completamente destruida en esa batalla; ahora es en Honiara donde se aloja el gobierno de los 550.000 habitantes, súbditos de la Mancomunidad Británica de Naciones.
La población es muy acogedora y si bien tienen tradiciones que datan de 5.000 años atrás, si los turistas están un poco amarretes, no vacilan en inventar tradiciones flamantes tan coloridas como el visitante anhele. Basta pedirles autenticidad para que también la brinden con suficiente rigor.
Todas las islas son un edén tropical que justifica el gasto a quien pueda afrontarlo y este es el mejor momento para intentarlo por la baja internacional de los pasajes aéreos. Aparte de los atolones coralinos, el resto de las islas tiene origen volcánico, con relieve montañoso. Alberga toda clase de plantas, flores, mariposas, aves y, naturalmente, tortugas.
En la isla de Guadalcanal hay un museo, un jardín botánico y un pequeño barrio chino. De la capital Honiara salen excursiones para ver las cataratas de Mataniko con una parada en el camino para examinar cavernas gigantescas. Para hacer playa y tomar sol, lo mejor es la laguna de Marovo, al oeste del archipiélago, a la cual se llega en embarcaciones turísticas. Se la ha propuesto para figurar en la lista de lugares patrimoniales de la UNESCO.
Fue el español Alvaro de Mendaña el primer europeo que tocó tierra en estas islas a las que denominó Salomón, vaya a saberse por qué, posiblemente por las minas de oro que ya se explotaban en aquél entonces. La nomenclatura de Mendaña abarca las islas de Santa Isabel, Guadalcanal y San Cristóbal; pero aquí termina lo que ha perdurado de la influencia española.
En ocasiones ceremoniales los habitantes preparan grandes atracones de numerosos platos locales; aunque lo de platos es relativo. Si la cosa viene de folklore, te lo traen en grandes caracoles bivalvos. Abundan los productos del mar y la carne vacuna o suina charqueada y aderezada, no preguntes demasiado con qué. Pero todos dicen que es sabrosa y sienta bien hasta para luego darse una vueltita embarcado. Ellos comen zarigüeyas, caracoles y anguilas que deberás pedir si los querés probar, pues con mucha prudencia ellos no te lo zampan.
El clima es cálido y tropical, aunque algo más fresco de junio a agosto. De noviembre a abril hay más lluvias y ocasionales turbonadas o ciclones. Es prudente andar con un pullover en el bolso, porque a veces refresca, advierten hasta las webs oficiales.
Fotos de
http://www.visitsolomons.com.sb/
http://turismo-hoteles.net/?p=222
http://www.easyviajar.com/pais/islas-salomon