El mejor hotel del mundo
¡Vamos! Eso no existe como generalidad, es algo muy personal.
Fue el sueño de Piria cuando pergeñó el Hotel Argentino y seguramente lo fue también de quien hace 1700 años construyó en Japón el Hoshi Ryokan, el hotel más antiguo del mundo… todavía en pie. En ese lugar había unas termas que parecían milagrosas y el hotel fue la respuesta a la necesidad de hospedaje. En Bath, Gran Bretaña, también hay antiquísimos hoteles que fueron el resultado de las termas, en este caso explotadas por los romanos.
Los hoteles generalmente se asientan en lugares donde el turismo o los negocios lo reclaman y los más humildes entre ellos fueron los que distaban entre sí un promedio de 30 kilómetros, lugar en el cual los caballos, las llamas o los peatones debían descansar. En el caso de los camellos y los elefantes la distancia podía ser diferente, pero la necesidad era la misma.
En su orden el Burj Al Arab y el Rose Rotana juzgados como lo mejor del mundo. Que son los más altos no tiene discusión.
En esta era lujuriosa, antítesis de la austeridad, el mejor hotel del mundo y el primero en ser calificado con siete estrellas, es el Burj Al Arab ubicado a 321 metros de altura. Increíblemente no es el más alto de todos, pues lo supera el Rose Rotana Hotel, otro disparate hotelero, ambos en Dubai. El Rose Rotana está a 333 metros de altura y si mencionamos primero al Burj Al Arab es porque así lo afirman quienes están dispuestos a pagar hasta 30.000 dólares la noche. Además el Rose Rotana está recién inaugurado y los que están calificados para juzgar todavía no se han pronunciado.
¿Elegirías un hotel por la altura en que está construido? Sería muy raro aunque no imposible, y sin embargo parece haber sido la estrategia de marketing de quienes invirtieron sin escatimar un peso, razón por la cual le otorgaron todas esas estrellas y algunos lo suponen el mejor del mundo. ¿El mejor, el más lujoso, el más encantador, el más romántico, el mejor ubicado, el que te atiende mejor? ¡Ahhh!, porque por ahí va la cosa.
A la muy respetable (en estas cosas) revista Forbes, le cae mejor el Villa D´Este, sobre el Lago de Como, en Italia. Una preciosura de hotel con larguísima historia y un restaurante que hace historia en este preciso instante No tengas la menor duda en cuanto a elegancia y buen gusto… pero no suele ser eso lo que busca la mayoría de los viajeros.
Ahora, si mirás las fotos (la de portada, por ejemplo), te parece muy razonable que la revista Telva haya escogido al Oberoi Udaivilas, un hotel que parece surgido del sueño más loco de un marajá. La revista asegura que si hacés una operación aritmética entre el lujo, la atención, el paisaje y el decorado interior, entonces este hotel es el que merece la calificación de “mejor del mundo”.
El Oberoi Udaivilas; sin buen gusto, el lujo puede ser atroz.
He leído opiniones según las cuales alguno de nuestros más preciosos hoteles boutique son considerados los mejores del mundo y si le preguntás al humorista argentino Landriscina posiblemente te diga que lo mejor del mundo es la Hostería Don Guillermo en el balneario Santa Ana de Colonia. La cuestión lujo, arquitectura y servicios juega un rol mucho menos importante que la experiencia personal.
Si fuera por mí te ponía un hostal que encontré por casualidad en la ciudad italiana de Pisa, frente a la plaza de la Estación de Ferrocarril. No se si llegaba a dos estrellitas, pero la huelga de trenes que me detuvo allí, me permitió intimar con la ciudad. Entonces cuando pasaba, desde un restaurante próximo los tanos me hacían gestos para que fuera a tomarme un “ristretto” con ellos. También estaba un hotelito que me encontré en Florencia, donde la dueña golpeaba mi puerta para agregarme una manta porque hacía frío.
El New Otani de Tokio, con cascada en jardines que formaron parte del Jardín Imperial. Primero de una cadena fundada por ¡un luchador de sumo!
O para irnos al otro extremo, el fabuloso New Otani de Tokio, una monstruosidad con dos torres unidas por una galería de tiendas famosas, con un primoroso arroyito, un jardín japonés y hasta una casa de te ¡en el centro de Tokio, formando parte del Jardín Imperial! ¿Cómo diablos fui a parar a ese costosísimo sitio? Naturalmente no por mi billetera, estaba invitado por el gobierno y si me gustó tan especialmente no fue por nada de eso, sino por la formidable coincidencia de encontrar allí, fungiendo como Gerente de Marketing, a un simpatiquísimo amigo japonés con el que había intimado en El Salvador. ¡Si será chico el mundo!
Ahora, ¿vos te creés que cuando piensan en lujo en los Emiratos sólo apuntan a la altura?. No señor, ahí tenés al Palacio de los Emiratos que además de su aspecto exterior que podés apreciar tiene 128 cocinas para 400 habitaciones. Es tan flamante que no encontramos fotos oficiales, ilustramos con las que sorprendidos viajeros colgaron en Panoramio.
Las arañas de cristal Swaroski requieren 10 personas a tiempo completo para mantenerlos limpios y el café se sirve en bandejas de plata con pétalos de rosa, azúcar cristalizada, medialunas almendradas, una botella de agua importada y el café más impresionante que se pueda obtener. No se te ocurra pedir un Express, eso no es lo que se bebe acá. Pero también hay un Starbuck para que te mandes un lavado café americano. Hay gustos para todo.
Algunos corredores del hotel tienen más de un kilómetro de largo y los empleados utilizan carritos para llegar más rapidamente a cualquier lado. Cuando llega un pasajero que no tiene pozos petroleros, le ofrecen una habitación de 625 dólares la noche, si se trata de un rico verdaderamente rico, entonces suele elegir las habitaciones de 13.000 dólares la noche. ¡No preguntes lo que salen las 14 suites presidenciales ni quieras saber como son por dentro!