Por más que busques, no encontrarás nada intrascendente en la patria de Yonka.
Este artículo incluia un alerta acerca de las estatuas que rodeaban al magnífico edificio; pocos días después y con suma eficiencia, la Intendencia explicaba el destino de varias de ellas. Así que hay que celebrar …
Así «de» y no «del» Angel, ya verán por qué. Graziella Otero prefirió el camino difícil y apasionante de integrarse a los indígenas que cuidan este tesoro hace 9.000 años.
Y no menos misteriosa pila bautismal que quizá fue un reloj en su origen.